Según ‘El Confidencial Digital’, Oriol Junqueras podría estar arrepintiéndose de haber aceptado disolver la marca de ERC en la de la plataforma “Junts Pel Sí”, pese a que las encuestas son muy favorables a esta agrupación electoral. Por su parte, Artur Mas sí ha acertado: la omisión de su marca, zarandeada por quienes quieren asociarla con casos de corrupción, y su liderazgo indiscutible dentro de la amalgama formada, son una victoria… parcial, de momento.
Pablo Iglesias se siente extranjero en Catalunya
La campaña catalana está siendo una losa para Podemos. Acostumbrados como estaban a quejarse de PP y PSOE y clamar por la justicia universal, en cuanto se han visto obligados a bajar a tierra y hablar de lo concreto, no han parado de trastabillar. Pablo Iglesias reconoce que no se siente cómodo, que es “como hacer campaña en otro país”, y que los parámetros electorales son diferentes a los españoles, con PSOE y PP como minoritarios y Ciudadanos como un partido asentado (‘El Món’).
Manolo Lama pide que no seamos como él
O eso, o Manolo Lama lo que pide es que le dejemos ser el único que pueda mezclar deporte con política. Es lo que se desprende de su sorprendente tuit, fruto sin duda de la euforia desmedida (su modo de hacer periodismo, curiosamente): “Enhorabuena a Pau Gasol, catalán y español. Viva el deporte. Y por favor dejar de mezclarlo con la política”. Sin entrar en que ese “dejar” tendría que ser “dejad”, la frase es un monumento a la incoherencia.
La boda de Maroto, el día después
Empiezo a pensar que Javier Maroto no es xenófobo y que tampoco quería casarse. Empiezo a creer, de verdad, que el ex alcalde de Gasteiz lo único que quiere es que hablemos de él. Después de lo escrito sobre la presencia de Rajoy en su boda, ahora nos vemos obligados a seguir comentando el evento porque éste se celebró fuera de horario y normativa en el ayuntamiento de Gasteiz. Maroto lo dejó todo atado cuando abandonó el despacho del alcalde y su sucesor, Gorka Urtaran, avisó en ‘Onda Vasca’ de que no habrá más excepciones (‘El Plural’).
Más fraude
Me sorprende que esté pasando desapercibido en los grandes medios españoles el asunto del fraude en las adjudicaciones a las empresas que hacen el recuento de votos, dependiente del ministerio español de Interior: “Al menos uno de los tres funcionarios presuntamente involucrados en la trama habría maniobrado para alterar los pliegos de condiciones de las licitaciones de las europeas y las municipales para favorecer a una empresa, Base 100 SA, en la que trabaja un familiar de primer grado y en la que él mismo podría tener intereses comerciales” (‘El Condifencial’).