Markos Ramas: «El trabajo diario de un restaurante da y quita mucho más que cualquier opinión en Internet»

Reconocimiento al Mejor Blogger Vasco del Año | En la nevera de su casa hay más verde que carne, pero en la calle sabe elegir el mejor restaurante para comer una chuleta. Los ha probado todos

Markos Ramas (Vilagarcía de Arousa, 1980), un gallego que no es cocinero, se ha convertido en una de las referencias gastronómicas de Bizkaia con su blog: “La Mejor Chuleta de Bilbao”. Hoy sale con facilidad en los buscadores, tiene miles de seguidores en las redes sociales y colabora con Onda Vasca.

P.: Tiene que contarnos cómo ha sido este recorrido.

R.: Para mí es una afición que mezcla dos de mis pasiones, la gastronomía y la comunicación: empecé hace cinco años sin saber lo que era un blog, con una plantilla muy básica y sin una intención clara. Entonces mucha gente que no entendía que invirtiera mi tiempo libre en algo así, me preguntaba: “¿Para qué lo haces?”, y siempre respondía lo mismo: “No sé a dónde me va a llevar, pero estoy seguro de que no me lleva a ningún mal lugar”. Por ahora parece que no me estoy equivocando. Escribo sin apoyo económico ni patrocinios, por lo que recibir un reconocimiento así es el mayor regalo, un honor.

P.: ¿Es consciente de lo importante que puede llegar a ser su bitácora antes de que un cliente potencial decida ir a un local u otro?

R.: Creo que no somos tan importantes y que el trabajo diario de un restaurante da y quita mucho más que cualquier opinión. Aunque es verdad que nada más empezar con la web supe que todo lo que escribes tiene impacto: una de mis primeras crónicas sobre un asador low cost en Bilbao tuvo muchísima difusión y el propietario del restaurante se puso en contacto conmigo para agradecerme el artículo y el incremento de la facturación que le había supuesto. Me alegré mucho por él.

P.: ¿Cómo lleva esa “presión”?

R.: Hace poco, en un concurso de parrilla, me tocó catar sentado entre dos periodistas gastronómicos a los que admiro mucho. Cuando terminaban su bocado, me miraban en silencio mientras masticaba, muy respetuosamente, esperando a que yo tragara para dar mi veredicto. ¡Entonces sí me sentí presionado!

P.: También ha creado unos premios con la colaboración de los lectores y, luego, un jurado especializado, ¿al final, le ha dado más alegrías o dolores de cabeza?

R.: Ha sido el proyecto más ilusionante alrededor de la web en los últimos dos años. Aproveché unas semanas de vacaciones para lanzarlo y poder centrarme en él, quería que estuviera bien hecho, que fuera serio, objetivo y, sobre todo, que los lectores decidieran directamente una parte del premio. A pesar de que ha recibido algunas críticas, creo que el resultado ha estado a la altura. En 2019 repetiremos… ¡con mejoras!

P.: Enséñeme a elegir, comer y valorar una chuleta.

R.: Elige una vaca lo más vieja posible y que proceda de una raza con alta infiltración de grasa. Las Simenthal y Chaloresas son mis favoritas. Si te la sirven con un pequeño brasero, ten cuidado, no arruines la carne por hacerla demasiado: debes diferenciar tres texturas en el corte de la pieza y que el corazón rojo de la chuleta esté caliente. Utiliza poca sal y fíjate bien en la profundidad del sabor.

P.: ¿Y qué valora usted más en una chuleta?

R.: El sabor, siempre, por encima de la textura, el punto o la jugosidad. Debe ser profundo, duradero, bien equilibrado y con un recuerdo en boca agradable. Huye de las chuletas con exceso de humo, suelen esconder algo. Hace poco un mítico parrillero de Tolosa me dijo: “La parrilla puede maquillarlo todo… Incluso una mala carne”.

P.: ¿Con patatas y pimientos? ¿Sin pimientos pero con ensalada? ¿Sin patatas?

R.: ¡Ese es uno de los debates favoritos en la web! Yo creo que la mejor pareja de baile de una chuleta es un poco de lechuga porque refresca y limpia la boca para que podamos disfrutar mejor de la carne. Pero, ¿quién puede negarse a unos buenos pimientos?

P.: ¿En qué restaurante va a celebrar este reconocimiento?

R.: En Casa Nicolás, el mejor asador de Euskadi ahora mismo. Iré con mi novia, este reconocimiento también es para ella. Es mi primera lectora y la persona más crítica, si no compartiera el proyecto con ella no lo disfrutaría de la misma manera.

P.: ¿Móvil o portátil?

R.: Ambos, pero el móvil gana por goleada en minutos dedicados.

P.: ¿Cuál es la App que más usa?

R.: WhatsApp, como todo el mundo, supongo.

P.: ¿Cuál es la primera página web que abre en el navegador por la mañana?

R.: La primera es una visita rápida al escritorio de la web para comprobar que no se ha roto nada durante la noche y analizar datos. La segunda la abro durante el desayuno y es el correo electrónico de mi trabajo.

P.: ¿Recuerda su primer post?

R.: Sí, claro, era un artículo pretencioso y muy difícil de leer en una web muy rudimentaria que probablemente no interesó a nadie. He cambiado mucho desde entonces, tanto en lo personal como en lo digital: el tono de los artículos y la línea editorial es mucho más cercana, sencilla. Simplemente soy un enamorado de la gastronomía con cierta experiencia al que le gusta escribir.

P.: ¿Cuántas veces carga el móvil al día?

R.: Dos, como mínimo.