La libertad tenía un precio

Los impuestos bajos y la juerga alta hay que pagarlos: “Ayuso ejecuta el despido de casi 7.000 sanitarios contratados durante la pandemia” (República.com). En Madrid sufrirán así lo suyo: menos recursos en Sanidad sin haber superado la pandemia. Y en Euskadi, lo nuestro, lo de siempre, lo de cada día: siento la comunidad autónoma que más parte de su presupuesto destina a Osakidetza no faltarán los que “globalicen” las noticias de Madrid para poder gritar que hay recortes en la CAV o se están desmantelando los servicios públicos vascos. Será que no solo en la capital piensan que “España” es solo un Madrid más grande.

Tuits que deberían de ser delito

Isabel Díaz Ayuso con su equipo puede tomar las decisiones que le dé la gana, que para ha sido elegida. Y cuando toque volver a votar la ciudadanía decidirá si quiere que siga al frente con esas políticas o no. Es evidente que una parte de las y los votantes la respalda: la más liberal. Personas como Gustavo M., que pese a tener varios másteres y ser profesor de finanzas, acaba de enterarse de que un autónomo paga 294 € al mes a la Seguridad Social facture lo que facture. Él lo llama “expropiación”. Yo lo llamo poder ir al médico o disfrutar de algo parecido a un permiso de paternidad cuando nacieron mis hijos.

Nadie ha hecho más por la OTAN

Nadie ha hecho más por la OTAN entre todos los que están vivos que Vladímir Putin. Su invasión sobre Ucrania por el morro ha servido para que nos acordemos de que está ahí y de que sigue siendo necesaria para mantener cierto equilibrio entre los malos con armamento nuclear y las y los demócratas. Y que nadie me venga con la tontería habitual: por muy imperfecta que sea una democracia (y el ejemplo lo tenemos todas y todos claro: EE.UU.), es mucho mejor que cualquier autarquía, emirato o dictadura. Segunda tontería recurrente y fácil de resolver: la OTAN no es la amenaza, sí lo es Putin.

Otra inversión buena. O no

El titular en Xataka es más que suficiente: “Un tercio de los NFT ya no vale nada. El desplome de las ventas augura el principio del fin de la burbuja”. Sigo insistiendo en que la tecnología me parece útil: un mecanismo que permite acreditar que tú eres el propietario de un archivo digital. Pero el “boom” de las imágenes exclusivas que se vendían a miles de euros como si fueran a acabarse, y resulta que muchas de ellas carecían de valor creativo o eran compradas varias veces, lo que era un fraude, ya ha pasado. Quienes no se hicieron millonarios con bitcoin y esperaban hacerlo con los NFT han vuelto a fracasar: Meta les espera.

Fotoperiodismo, no sé. Pero temazo sí es

No sé si es fotoperiodismo el libro de Jonas Bendiksen creado a partir de imágenes por ordenador un tanto burdas. Tampoco sé si su hábil denuncia es merecedora del World Press Photo. Pero sí sé que el tema es fascinante: Bendiksen se trasladó a Macedonia para fotografiar una región en la que se concentraba un montón de generadores de fake-news para todo el mundo y que hasta habían influido a favor de Trump. Y para denunciar lo fácil que es colar este tipo de bulos sacó fotos de espacios vacíos, metió gente por ordenador, generó un texto aleatorio con otro software y logro que colara todo ante crítica y público.