¿Defender a los griegos o a uno mismo?

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Yanis Varufakis logró su primer objetivo: ser ministro de Economía. Los objetivos económicos del estado, esos que afectan directamente a la población, parecen quedar relegados. Mantener un pulso con el resto de Europa parece su segundo objetivo, y también parece cumplido: “Son unánimes en su odio hacia mí y yo doy la bienvenida a su odio” (‘Vozpópuli’). Tal vez si logra el tercer objetivo, ganar ese pulso, los griegos empiecen a notar efectos positivos. ¿Y si no lo logra?

¿Socializarán también los beneficios?

Bankia ha ganado 244 millones de euros en el primer trimestre de 2015, según su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, además, ha ganado clientes y cuota de mercado en los sectores que consideraban clave, con lo que va equilibrando a favor su balanza. Solo con ingresos por comisiones han obtenido 233 millones de euros (‘El Confidencial’). Y ahora, ¿qué? ¿No tocaría socializar los beneficios como sí se socializaron las pérdidas? ¿O los dividendos son solo para los inversores? ¿Nadie va a salir, por lo menos, a explicarnos que nosotros solo somos pagadores?

En el PP insisten en equivocarse

El PP es experto en equivocarse eligiendo tesoreros: todos los que ha tenido, sin excepción, han sido imputados por la justicia. También es experto en equivocarse eligiendo lehendakaris: el apoyo de Antonio Basagoiti a Patxi López sigue pasando factura electoral a sus respectivos partidos. Pero también es experto en equivocarse echándose las culpas: “’Los ciudadanos de Castilla-La Mancha no hemos olvidado que los Gobiernos de Barreda y Rajoy dejaron una herencia ruinosa’. Éstas son declaraciones de Carmen Riolobos, portavoz y vicesecretaria del PP de Castilla-La Mancha y senadora por Toledo, según una nota de prensa enviada por el partido a los medios de comunicación” (‘Público’).

Es una cuestión de sensibilidad

Jurdan Arretxe, del ‘Noticias de Gipuzkoa’, fue uno de los primeros en difundir el vídeo del plante de Gaizka Garitano durante la rueda de prensa posterior al partido entre el Almería y el Eibar. Arretxe ya señalaba con tino el acierto del jefe de prensa del club almeriense, que recordaba: “¡Que llevamos seis años en primera!”, ante el error de los periodistas que se quejaban porque Garitano respondiese en euskera a una pregunta en euskera. A partir de ahí, comentarios de todo tipo en las redes sociales digitales, retratando la sensibilidad de cada uno.

Idiotizándonos

Vivo pegado a un teclado, físico o táctil (del teléfono o de la tablet). Aún así, me empeño todos los días en escribir a mano porque no quiero perderlo. Intuyo, sin saber muy bien por qué, que escribir con un bolígrafo (siempre azul, por cierto) sobre un cuaderno es bueno para mí. Después de leer el resumen del reportaje de la BBC sobre el evidente beneficio para los más pequeños de aprender a escribir a mano, me ratifico: “Datos de escáneres cerebrales sugieren que el escribir prepara el cerebro para un sistema de aprendizaje que facilita la lectura cuando los niños llegan a esa etapa. Además, desarrollar habilidades motrices finas para adquirir la destreza que se requiere para producir letras puede ser beneficioso en muchas otras áreas del desarrollo cognitivo”.

Vuelve el ladrillo

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Realmente, nunca se fue. Los inversores han seguido comprando ladrillo, pero en las subastas, de un modo más discreto. Y las transacciones sin hipoteca, billete sobre billete, han sido demasiado habituales durante un tiempo que se consideraba de crisis. Como anteúltimo indicio, resulta significativo que responsables del “banco malo” lo hayan abandonado para montar un negocio inmobiliario. Pero la última muestra de que el ladrillo vuelve a estar al alza la ha dado el gobierno español, que piensa colocar un “impuestazo”, según ‘Vozpópuli’ a la compra-venta, cuyo crecimiento esperan.

Las frases de Rosell

El presidente de la CEOE se ha cubierto de gloria con eso de que las amas de casa engordan las listas del paro artificialmente y para cobrar el subsidio (como si fuera automático), pero Juan Rosell ya había mostrado su altura moral con otras declaraciones, como recuerdan en ‘Publico’: “Quien se apunte al paro porque sí, habrá que decirle que no”, “la gente encuentra trabajo milagrosamente cuando falta un mes o dos para agotar el subsidio”, “a los funcionarios sería mejor darles un subsidio a tenerlos en la Administración consumiendo papel” o “hay una inflación de noticias negativas que debería moderarse” son solo algunas de sus “perlas”.

¿Es correcto?

No lo creo. Sinceramente, no me parece bien que un banco que ha sido rescatado con 25.000 millones de euros que vamos a tener que pagar entre todos empiece a repartir bonus a la cúpula directiva, como informan en ‘El Confidencial’. Ni que vaya a recuperar el plan de pensiones a sus trabajadores cuando estos tienen la jubilación que corresponde. Si las cuentas de Goirigolzarri salen bien, me alegro: que empiece a aligerar la deuda que vamos a sufragar entre todos. Porque si el modelo español de privatizar beneficios y socializar pérdidas ha hecho “crack” no pueden volver a él con tanta ligereza.

¿Por qué vuelve a Sortu a reclamar la amnistía?

Sinceramente, espero que no sea por el motivo que mencionan en ‘El Confidencial Autonómico’, donde vinculan la recuperación de la “amnistía” como reivindicación a la existencia de un grupo disidente dentro de la izquierda abertzale, Ibil. Pero sí me parece significativo. La izquierda abertzale había hecho un gran trabajo de realismo trasladando a sus bases que la exigencia de imposibles no formaba parte del nuevo tiempo, pero su vuelta a estos objetivos de máximos inalcanzables, como recogen en su boletín, no puede ser casual. ¿Marcan distancia con otras izquierdas? ¿Quieren tensionar la cuerda de Bildu? ¿Hay péndulo?

Poca vergüenza

Es una cuestión de sensibilidad que, se tiene, o no se tiene. Y si Rita Barberá quiere hacer pagar a una familia 45.000 € por la exhumación de un antepasado muerto durante la Guerra Civil española, porque lo considera “arqueología”, está mostrando que sensibilidad no le sobra, precisamente. En ‘El Plural’ recogen la noticia y la contextualizan adecuadamente: esta locura es solo el último episodio, porque antes la alcaldesa de Valencia, directamente, se había negado a recuperar la memoria de su ciudad y su ciudadanía. ¿O de qué cree que va esto?