¿Otra vez?

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Abel García tiene 22.800 seguidores en Twitter y 15.700 en YouTube. A todos ellos les ha enseñado su último vídeo, en el que utiliza gas pimienta contra un repartidor de pizzas. Se supone que es una broma, se supone que el repartidor no estaba enterado, y se supone que esto hace gracia. YouTube ha retirado el vídeo pero él lo ha colgado de nuevo. De lo que no tengo duda es de que Abel García busca fama siguiendo la “moda” de notoriedad por agresión.

Y las que quedan…

Además de la presencia de youtubers que no dejan de sorprendernos… para mal, Internet es una fuente de problemas, y si no que se lo digan a la cocinera Macarena de Castro, que ha tenido que pagar 6.000 € por propasarse en la respuesta a una clienta en una web. La clienta hizo una crítica negativa y De Castro respondió en la misma web dando detalles de la comensal para ponerla en evidencia. Como usuario de estas plataformas… permítanme que me ponga del lado de Macarena de Castro.

Errejón se equivoca

Mantengo mi intención de que sean los hechos los que retraten a Pablo Iglesias como líder, y no los vaticinios que hagamos columnistas y contertulios. Pero el que se equivoca es Íñigo Errejón que, según El Confidencial, habría puesto sobre la mesa sus exigencias: un 40% de asientos de la ejecutiva y su portavocía, por supuesto. La dureza de su derrota y su comportamiento evidencian que hasta el que parecía el más listo en Podemos tampoco era para tanto.

Más madera

Si está haciendo esfuerzos por pensar que la sociedad española no es tan corrupta, que se trata de hechos aislados que coinciden en el tiempo y hacen mucho ruido… Deje de hacer ese esfuerzo: José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto de 2004 a 2016 habría llevado una vida de lujo (caviar, champán, camisas a medida, chaquetas de 300 €, manicuras, etc.) a cargo de la FEB, y está siendo investigado por malversación, administración desleal, apropiación indebida y falsedad documental.

Piscinazo del Barcelona

Mi buen amigo Iker Fernández ha sabido escoger los cuatro segundos que resumen perfectamente el partido entre el PSG y el FC Barcelona: Neymar exagerando una caída de un modo ridículo. Porque el “Barça” sí se cayó estrepitosamente, y ese golpe contra el suelo ha generado una corriente de ánimo positivo en muchos usuarios de redes sociales. Eso significa que este equipo, en el que ya no están Puyol ni Xavi, está haciendo las cosas mal también fuera del campo.