No, no esto no va de derechas

Ha pasado desapercibido pero es importante el voto en contra de la CUP a la Ley de Vivienda en el Congreso. Este hecho rompe el discurso de Bildu, que para justificar su trago competencial (es ERC el que tenía la urgencia en el Govern y el gobierno español el que siempre está dispuesto a uniformizar) habla de en una dicotomía de izquierdas y derechas. Una tensión que no existe desde el momento en el que el gobierno vasco aplica una ley de vivienda más progresista, incluso, que la que ha aprobado España esta misma semana. La tensión es justo esa: España y Euskadi o Catalunya. Y cada partido ha elegido bando.

Si notas la crisis eres pobre

Es evidente que el de la vivienda es un tema importante. Muchos hemos pasado y pasamos por la travesía de la hipoteca o el alquiler. También conocemos casos de VPO otorgadas a personas o familias que las “necesitan” tanto como nosotros y nosotras (exactamente igual), herencias que disfrutan cuerpos y mentes muy progresistas o a diputados que llevan en un escaño desde antes de Internet señalando a jauntxos. Es un debate complejo, con muchas aristas y también con alguna certeza, como que este titular de The Objective es un insulto: “Casi seis de cada diez viviendas se compra ya sin hipoteca ante la subida de tipos”.

No cabe la equidistancia

No cabe la equidistancia entre los grandes tenedores de viviendas que impactan en los precios a su antojo sobre un bien de primera necesidad, y quienes vamos a hipotecarnos o vivir de alquiler toda la vida. Igual que no cabe la equidistancia entre Rusia y Ucrania. O apoyas a un territorio que puede llegar a alianzas pacíficamente con los estados que quiera y que ha sido invadido con crueldad, o compras un argumentario para gente que desea ser desinformada. Lo que ha hecho Lula da Silva esta semana ha sido decepcionante. El actual presidente brasileño era mejor opción que Bolsonaro, pero no por ello es incuestionable.

Y además, hortera

Cada vez que escriba sobre Alberto Luceño o sobre sus compinches, como Luis Medina, aprovecharé para recordar que, además de sinvergüenza, era un hortera. Un puto hortera que se gastó lo que amasó con sobrecostes en varios coches deportivos y relojes ostentosos. Pero además de un hortera era un estafador: “A la placa y el carné falsos como asesor del CNI que los investigadores hallaron en casa de Luceño se unen otras identificaciones falsas: el carné como capitán en activo del Ejército de Tierra y como asesor del Departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno”, según Público.

Siete para robarnos

Siete árbitros solo sirven para ratificar que los estamentos que arbitran el fútbol siempre, siempre, siempre favorecen al club que parece que tiene que estar por encima en la clasificación, aunque no se lo haya ganado en el campo. El jueves en San Mamés el VAR robó dos goles tirando líneas como si todos menos ellos fuéramos tontos, y el árbitro cambió su propio criterio al final del partido, en el área y contra el Athletic. Siete árbitros solo sirven para que más árbitros cobren más. Y como no somos tontos sabemos que la tecnología no arbitra: la tecnología da la excusa a siete árbitros para que favorezcan a quien les dé la gana.

Ya es suficiente

Hace tiempo que no consigo explicarme por qué el mundo sigue permitiendo que existan los ultrarricos o personajes deleznables como Putin, Xi Jiping, Kim Jong-un, Trump o Bolsonaro. Directamente, podemos y debemos eliminarlos de la ecuación. Nada justifica que tengamos que cargar con estos lastres para la supervivencia de nuestra civilización. Nada. Y con cada ejemplo en Irán, Qatar o Brasil, el pasado domingo, lo tengo más claro. Es necesario que nos organicemos como la sociedad capaz y sensible que somos, y que empecemos a señalar, cuando menos, a guerracivilistas peligrosos y a los tontos útiles en los que se apoyan.

Irresponsable

Bolsonaro ha decidido hacer como que nada va con él. No va con él el relevo en la presidencia de Brasil ni van con él las movilizaciones de las y los pánfilos y quienes les dirigen. Bolsonaro se ha ido a EE.UU., donde le vemos comer en un Kentucky Fried Chicken, ajeno a todo. Pero su omisión es acción: no estar presente ha dado alas a quienes creen que Lula Da Silva es un presidente ilegítimo. El traspaso de poderes no solo es simbólico: supone reconocer que has perdido y que le toca a otro dirigir al país, aunque no te guste. Y Bolsonaro ha decidido que él no reconoce, no deja pasar y que está en la reserva, cebándose, si le reclaman.

Sí, sin tontos

Si votas a la fascistada o eres facha o eres un desinformado. No hay más. Y pasa con la extrema derecha española y mundial pero también con esos partidos que no reconocen ni condenan la existencia de un fascismo vasco que asesinaba a quien pensaba diferente. El puestito vale más que la decencia. Y engañar a las y los pánfilos siempre es más fácil que contar la verdad: En Ctxt explican “cómo la extrema derecha explota la conspiranoia que niega la crisis climática”. Pero no solo son negacionistas del cambio climático o de la democracia: “En los canales ultras de comunicación se desprecia el consenso científico”. Esos son sus mimbres.

Muy españoles y mucho españoles. O no

No tengo nada en contra del Real Madrid. Lo considero el enemigo íntimo del Athletic Club, mi equipo. Pero no deja de resultarme significativo que, por primera vez en 121 años de historia, Carlo Ancelotti sacase al acampo un once inicial sin españoles (de nacimiento) en el campo. Españoles de nacionalidad, como Valverde, sí que había. Pero lo significativo, para mí, es que haya tardado tanto, la verdad. En un fútbol tan globalizado este hecho ya se ha dado en muchos equipos ingleses, que han saltado al campo sin ingleses. También lo hizo el Inter en Italia sin italianos. Espero que nunca lo haga el Athetic sin vascos.

16 años de iPhone

Tal día como ayer en 2007, Steve Jobs revolucionaba nuestra vida: nacía el iPhone y con él el modelo de smartphone que el resto de marcas copiarían. Las BlackBerry de las que casi nadie se acuerda ya (sin embargo, yo sigo echando de menos la mía) ya existían, pero fueron desplazadas rápidamente por un dispositivo que, como me dijo uno de los primeros usuarios que yo conocí, simplemente, “mola”. Han pasado 16 años, varias generaciones de iPhone y el precio del aparato es hoy una locura injustificable, pero la visión de Jobs, que realmente lo diseñaba todo como un usuario perfeccionista, sí que ha quedado.

Rajoy elige parecer tonto

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Cuando el presidente del gobierno en funciones y presidente del PP por designación de José María Aznar dice: “No teníamos ni idea de lo que pasaba en el PP de Valencia”, está tomando una decisión, la de parecer tonto ante la opinión pública. Porque la única alternativa es la de estar enterado y, por lo tanto, en el ajo, y parecer un ladrón. En cualquier caso, lo que sucedió en Valencia no parece que sea un caso aislado en el PP, por lo que Rajoy tendrá que seguir eligiendo si prefiere parecer tonto esférico o colaborador necesario en sustracciones de todo tipo.

¿Se enteró de lo de Acuamed?

Por ejemplo: ¿tenía alguna idea Mariano Rajoy de lo que sucedía en Acuamed, una empresa pública dependiente de un ministerio en la que, durante la última legislatura, parece que se cometieron ciertas “irregularidades”? ¿O Rajoy se va a declarar igualmente incapaz de enterarse de nada de lo que pasaba aunque, como asegura el delator de la trama, el mismo Arias Cañete cuando era ministro era el que daba las órdenes? Irregularidades como un “acuerdo por el que inflaron en 8 millones de euros los pagos a FCC haciendo que las arcas públicas pagaran el 40% de los desperfectos que había ocasionado la propia constructora”.

El precio de estar en contra de Pablo Iglesias

He observado con paciencia a los acontecimientos que se han sucedido desde que Pablo Iglesias fulminara al secretario de organización de Podemos a media noche, evitando los titulares en la prensa escrita. Nada jugoso en Twitter, como era de esperar, salvo las lecturas de otros usuarios, como cuando Sergio Pascual presumía de que Podemos era una piña una semana antes de ser destituido. No estar con el amado líder se paga caro: con el cuello.

Brasil, la referencia de la izquierda

A la izquierda internacional solo le queda el uruguayo José Múgica como referencia democrática, después de que Nicolás Maduro se autoretrate, el aura de Evo Morales se esfume, y ahora Dilma Rousseff haya nombrado a todo correr ministro a Lula da Silva, después de que este fuera detenido “por sospechas por lavado de dinero y ocultación de patrimonio”, para aforarle. ¿Y ahora, qué? ¿Dónde empieza y, sobre todo, dónde terminan los modelos a seguir?

Este post solo tiene cuatro párrafos por necesidades de diseño en el periódico.