Más riveristas que Rivera

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Hablemos claro: Albert Rivera se ha buscado una excusa, o seis, para dar su “sí” a Rajoy, que solo tiene que hacer como que lo pasa mal, aceptar las fáciles, dejar la puerta abierta para negociar las difíciles, y recibir los votos de Ciudadanos. Ciudadanos, por su parte, sigue el libreto: ha hecho algo por España, ha arrancado algo de Rajoy antes de empezar el gobierno, y hará una oposición casi pactada. Los medios como El Confidencial que hablan de “órdago” y de vender “caro” el “sí”, son los figurantes de esta película.

Relativizándolo casi todo

Ayer hablábamos de ciertas discusiones estériles sobre el tratamiento a las mujeres deportistas en las redes sociales. Antonio Martínez Ron lo describía perfectamente: “Por lo que leo, la mujer de la izquierda va tapada ‘porque quiere’ y la otra lleva bikini obligada por el sistema”. Esa es, en esencia, la gran conversación prescindible de estos días. Relativizar algunas situaciones está bien, y abrir melones, también, pero negar la evidencia sirve de bastante poco.

Llegó a lo más alto… porque tenía facultades para ello

Uno de los grandes riesgos de escribir todos los días sobre Internet es sobrevalorar Internet. Le pasó, ayer mismo, a Play Ground Magazine, que publicó en Facebook uno de sus estupendos vídeos breves asegurando que el atleta keniata Julius Yego es hoy uno de los favoritos en lanzamiento de jabalina gracias a YouTube, ya que aprendió su disciplina viendo vídeos. Pues no. Será por sus facultades físicas y, sobre todo, los durísimos entrenamientos. Que viera tutoriales de vídeo es solo la anécdota.

Cuando no sabes qué te da de comer

Urtzi Jauregibietia, como siempre, ajusta muy bien el problema: la denuncia de Xabier Queiruga en Twitter, que se quejaba amargamente de que a su hijo de 6 años no le habían dejado sacarse fotos con un jugador de la Real Sociedad porque no llevaba la camiseta de este año, podía haberse dado en cualquier otro sitio. Todos los clubes siguen sin entender que aunque las marcas de ropa deportiva y las televisiones sean las que paguen, de lo que viven es de la afición y de la ilusión de los niños. Ese valor es lo que pone un precio tan alto.

¿Quién es Dalas?

Es uno de los nombres del verano: leemos en Magnet que Dalas es un youtuber con 2,6 millones de suscriptores a su canal, en el que opina de un modo supuestamente divertido de cuestiones frívolas (otros youtubers, los medios tradicionales) y más serias pero con la misma frivolidad (violencia machista). Su ruptura con Miare por sus flirteos con seguidoras menores de edad (las “pambisitas”) es el culebrón del verano en Twitter, pero nos descubre a un polemista vetado incluso por otros youtubers, pero que se lo está llevando crudo.

¿No importa la corrupción?

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Esa pregunta nos la hemos hecho muchos varias veces desde la noche del 26 de junio. Un problema como la corrupción política, que cerca al PP, y que es la segunda preocupación de los españoles según el CIS, no parece tener reflejo en los resultados electorales. En Playground podemos leer una reflexión al respecto bastante irregular pero con una idea interesante: “El votante permisivo prefiere al gángster que mantiene la paz del barrio que al recién llegado que promete darle la vuelta a todo. De alguna manera, se le perdona el desliz si lo demás va bien (…) Al votante del PP solo le importan dos cosas: que la economía vaya bien y que no gane Podemos. O lo que para ellos es lo mismo: que la economía vaya bien”.

Más reflexiones

Es curioso, según van pasando los días y van acumulándose las reflexiones en los medios digitales y los blogs sobre el fracaso de Podemos y cómo éste ha influido en el fortalecimiento del PP, más gente lo veía venir. Uno de ellos es Antonio Maestre, de normal un periodista bastante interesante, que concluye que el problema ha sido que la izquierda se ha creído las encuestas-trampa emitidas por el stablishment. La hipótesis me parece peregrina y su proceso de comprobación, flojo. Pero ya hemos llegado a un punto en el que lo importante es opinar y darse la razón.

Pero este error es solo suyo

Pablo Iglesias es valiente. O arrojado. No dudó en salir la noche del domingo a dar una rueda de prensa y a encontrarse con sus fans. También ha hablado para LaSexta un par de días después. Pablo Echenique salió a hacer un par de chistes. Errejón sí que ha abierto el melón, pero por donde tiene razón. Y Monedero ha salido a gustarse. El resto son espantadas, como la de Tania Sánchez a una mesa redonda después de las elecciones. Nadie quiere dar la cara… Y no lo hacen. ¿No les importaba tanto la gente? ¿O se importan, sobre todo, ellos mismos?

Gilipollas sin fronteras

Los gilipollas son universales, no hay fronteras para ellos, ni ideología. Las tienen todas. Los hay en todos los partidos, sin excepción, y el que crea que en el suyo, no, ese es el gilipollas de su partido. Los hay, por ejemplo, en el PP, y los grabó Álvaro Ojeda, una especie de “follonero” de derechas con un espacio en el digital de Eduardo Inda. Él no me hace gracia, pero a los que graba, riéndose de otro político o sugiriendo incluso agresiones, me parecen vergonzosos.

No mires el móvil

Eso que nos aprendimos todos de carrerilla, de que al pasar un paso de cebra primero hay que mirar a la izquierda y luego a la derecha, tiene que cambiar. En el blog de Pantallas Amigas leemos que “Más del 20% de atropellos que se producen en los países desarrollados son producto de las imprudencias cometidas por peatones, la gran mayoría provocados por despistes con el teléfono móvil”. Es decir, que a nuestros hijos les enseñaremos: primero, levanta la vista del móvil, luego mira a la izquierda y, después, a la derecha.

Los catalanes serán europeos pase lo que pase

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Desde el momento en el que escuché en directo cómo Carlos Alsina explicaba a Mariano Rajoy que los catalanes por ley no pueden perder su condición de españoles y, por extensión, tampoco la de europeos, supe que el corte iba a dar muchas vueltas… y que Alsina difícilmente hará otra entrevista a Rajoy. En Twitter el momento, grabado además en vídeo por lo que puede apreciarse la cara de pasmo del presidente, “corrió” como hemos visto hacerlo pocas veces.

15 community managers en el PP

La gran metedura de pata de Rajoy no la arreglan ni los, al parecer, 15 community managers a tiempo completo (que es lo que más me llama la atención personalmente) que tiene el PP. Para colmo de “casualidad”, como bien subrayan en ‘Vozpópuli’, es el mismo número que en Podemos (habrá que ver si Pablo Iglesias considera “pesebreros” a sus trabajadores como sí lo hace con los de otros partidos). La batalla política, sin duda, se libra cada vez más en Internet.

La independencia es un proceso

Los medios españoles (tal vez también los políticos) como ‘Diario Crítico’ empiezan a darse cuenta de que la independencia no será, en ningún caso, de un día para otro. El proceso que emane de los resultados electorales del domingo, sea el que sea, llegue hasta donde llegue, será largo, costoso y lleno de negociaciones internacionales. También podemos pensar que explicar algo tan lógico, simplemente, no les interese.

La infanta gana 240.000 € al año

Después de sucesivas subidas de sueldo (de hasta un 200%) durante la peor crisis que hemos conocido, la infanta Cristina ganará este año 238.000 € como “directora del Área Social de la Fundación La Caixa”. La progresión de la mujer de Iñaki Urdangarín ha sido, cuando menos, notable: “Si en 2004 ganó 83.000 €, al año siguiente su retribución ascendió a 112.000; en 2006 fue de 124.000; en 2007 de 131.000; en 2008 de 139.000… Y este año, coincidiendo con su marcha a Ginebra (Suiza) para escapar de la presión mediática del caso Nóos, la Infanta se embolsará de la entidad catalana un salario de 238.000 €” (‘El Confidencial’).

La jornada de seis horas se extiende

De momento solo en Suecia y especialmente en centros de salud o atención directa a los pacientes. Pero la noticia me parece estupenda. No solo las personas trabajan menos horas: cobran lo mismo y, lo que es más importante, los pacientes reciben una atención de mayor calidad por parte de personal más fresco, menos cansado, y más motivado. Así, la relación de “más hora, más trabajo”, parece romperse, como indican en ‘Play Ground Magazine’.