Miedo me da

Pedro Sánchez ya ha demostrado qué tipo de política hace: va empalmando plazos cortos y lianas que aguantan poco peso, una detrás de otra, hasta que se sale con la suya. Ojo: “Con la suya” no tiene por qué coincidir con los objetivos de su partido o el avance del país que gobierna. Así que cuando leo en El Periódico de España que “los barones piden a Sánchez un revulsivo porque el Gobierno ‘no rentabiliza su gestión’” no puedo evitar arquear las cejas. Un revulsivo de alguien que va con marchas bajas puede tener cierto sentido, pero de alguien que apura en cada curva y ya veremos qué pasa en la siguiente, puede ser una temeridad.

“Podemos se desvincula”

Sin embargo, este titular en El Confidencial no me ha sorprendido en absoluto: “Podemos se desvincula del fracaso electoral del 19-J y ajusta cuentas con Yolanda Díaz e IU”. Después de que el partido de Belarra y Montero se quedase fuera de la agrupación electoral de izquierdas por calcular mal hasta dónde se estiraba el chicle, estaba claro que si los resultados eran buenos no iban a faltar en la foto y, si eran malos, no iban a escatimar en la crítica. Los dedos acusadores van a Díaz y a IU, claro, pero esto sí lo entiendo: esos frentes amplios que parecen espectaculares resultan indefendibles en el campo de batalla.

Hay que saber bajar la persiana

Elección tras elección la ciudadanía deja claro que a la izquierda del PP está el PSOE (lo que no significa que el PSOE esté en izquierda alguna), y a la derecha, Vox. Ciudadanos, esa alternativa que con la etiqueta de “neoliberal” solo sirvió para despertar el voto a la extrema derecha, no tiene hueco. Y su refundación, por lo tanto, no tiene lógica. A veces, simplemente, hay que saber bajar la persiana. Y eso es duro pero también es difícil: hay que saber salir, irse, ser agradecido por la oportunidad y buscar un empleo fuera de la política. Que nadie se engañe: casi en cualquier sitio se vive mejor y se trabaja menos que en política.

Claro que sí, Mario, majo

La mayoría de los colombianos y las colombianas han votado bien. De hecho, han votado muy bien: entre la extrema derecha y cualquier cosa, cualquier cosa. Luego, ya resolveremos los otros problemas si los hay, pero al fascismo se le para en seco y tan pronto como sea posible (a ver si toman nota de esto Núñez Feijóo e Iturgaiz). Y eso han hecho en Colombia. Punto. Así que con su enfado, Mario Vargas Llosa, que una vez más se atreve a aleccionar, a reñir, a dividir a la población entre buenos y malos, lo único que hace es el ridículo. Como dijo Mario Benedetti: a Varguitas hay que leerlo siempre pero no escucharlo nunca.

Invasión, ocupación, anexión

¿Qué diferencia hay entre la invasión, ocupación y anexión que realiza Israel sobre territorios palestinos y la que hace Rusia sobre los ucranianos? Vale, esta me la sé: la respuesta y el apoyo internacional a esta crueldad en tres pasos. A Israel ya sabemos quién le saca la cara. Y a Rusia, también. Pero ambos países actúan sanguinariamente y sus defensores justifican lo injustificable, también, en sendos casos. ¿Cómo puede alguien defender la ocupación militar de Jersón, la masacre, un referéndum sin ninguna garantía y con un resultado esperado por la parte asaltante? Esta también me la sé: se defiende con un spray en la mano.

Una hostia como un piano

Juanma Moreno ha pegado una hostia electoral como un piano. Es así de sencillo. Una vez más, me he equivocado en mis previsiones: no pensaba que el PP pudiera obtener una mayoría absoluta en un parlamento, como el andaluz, en el que convivirán cinco partidos (Ciudadanos ya no cuenta ni contará). Pero así ha sido: la moderación, el conocimiento del terreno y, sobre todo, la elección del enemigo, han sido claves para la victoria de Moreno. El PP no se enfrentó a Vox, ni al PSOE, y omitió a la izquierda. El PP se enfrentó al momento, a la crispación y al mito de la Andalucía socialista. Y ha ganado de calle.

“Gracias a mis compañeros”

Imagino que el de ayer habrá sido un día muy difícil en el PSOE. No solo por la derrota, también por lo que va a significar: los de Sánchez sacaron a Susana Díaz de la ecuación y el resultado ha sido desastroso. No solo para ahora: el futuro de una comunidad que ha demostrado que no es de voto socialista, sino de voto cautivo, se tiñe de azul. La derrota ha sido absoluta y, tras una de estas, ya sabemos cómo se las gastan los del puño y la rosa, y en Andalucía, con todas esas circunstancias que todas y todos podemos ver, la lucha fratricida puede ser especialmente cruenta y salpicar mucho.

El book de Macarena

Macarena Olona no podrá completar su book andaluz. Le va a faltar la imagen de la celebración. No pasa nada: vestido verde, mantilla, noche sureña y, venga, a por la foto. ¿Que el resultado ha sido bastante peor que el esperado? ¿Que Olona ha restado más que ha sumado? ¿Que el PP no depende de Vox? En el mundo de Macarena todo se arregla con un posado y una frase hueca: “Te voy a querer cada día. Tú sacas la mejor versión de mi misma. Lo mejor empieza ahora. ¡Gracias Andalucia!” (sic). La falta de esas tildes y la coma del vocativo es como la de los escaños que no llegaron: fastidia pero no impide la foto.

“Urgente”

Según Podemos, el mismo domingo, en los colegios electorales “muchas personas preguntan cuál es la candidatura en la que está Podemos. Estamos dentro de ‘Por Andalucía”. El tuit es el reconocimiento de un fracaso previo al de los propios resultados. La candidatura de Por Andalucía salió coja en la carrera por la estrategia de los morados que impidió el acuerdo a tiempo. No solo es que Podemos se quedó fuera, es que sacó del tablero a la agrupación electoral en su conjunto con su ya famoso juego de tronos. Y el día de las elecciones, las urgencias. Y el día después, el luto. Y el siguiente, las excusas.

Pues ya puede germinar rápido…

Vuelvo al principio: la clave en las elecciones andaluzas ha estado en el enemigo que ha elegido cada partido. El PP, las discusiones. El PSOE, a sí mismo. Vox, sus propias expectativas. Y Por Andalucía y Adelante Andalucía, el uno al otro. Teresa Rodríguez, la líder que quiso encontrar el espacio alternativo a Podemos, ha convertido a su partido en el último del parlamento andaluz después de que Ciudadanos haya desaparecido del todo. Habla Rodríguez de una izquierda “andalucista, feminista y ecologista”. Una vez más, grandes temas. Una vez más, perfil ante otras izquierdas. Una vez más, una izquierda empequeñecida.

Y una vez más, Sánchez se encogió de hombros

Para sorpresa de nadie, Pedro Sánchez “eludió” (ese es el verbo elegido en El Independiente) “su responsabilidad en el pinchazo de Aragonès”. El presidente del Gobierno tiró balones fuera así en el Congreso ayer: “El Gobierno no interviene en las decisiones operativas del CNI”. Ahora toca lo de siempre: el teatrillo con ERC para que Rufián pueda hacer su show; el president Catalán, su espectáculo de faquir; y el propio Sánchez, el papel de negociador a todas las bandas hasta que, por fin, las aguas bajan y todo sigue igual ante la amenaza de PSOE y Podemos de que se trata de elegir entre ellos o el caos del trifachito.

“Una persona como todas las demás”

Entre Juan García-Gallardo y Noelia Frutos hay una que no es “una persona como las demás”: no es una persona normal quien defiende las ideas de la extrema derecha y desprecia a otra por sus propios prejuicios. El vicepresidente de Castilla y León no solo se refería en estos términos a la parlamentaria socialista, también hacía gala de su mente corta en cada frase: “No voy a tratar con ninguna condescendencia” (El Plural), avisaba a Frutos, que se desplaza en silla de ruedas, después de que esta preguntara al de Vox por sus declaraciones, en las que aseguraba que las mujeres no necesitan que se las trate “como a discapacitadas”.

Todos los indultos son ideológicos

Por supuesto que sé que todos los indultos son ideológicos. Por supuesto que sé que lo son los que recibieron (y celebré) los presos políticos catalanes y ahora la nueva mayoría cavernícola del Tribunal Supremo revisa desde su ideología. Por supuesto que el de Juana Rivas fue un indulto ideológico y, además, catártico, porque algunos miembros de Podemos se implicaron vía Twitter en aquella huida. Y por supuesto que es ideológico el indulto a María Sevilla, expresidenta de la asociación Infancia Libre, condenada a cuatro años por secuestrar a su hijo y dejarlo sin escolarizar, y compareciente en el Congreso a propuesta de Podemos en 2017.

El peloteo como ideología

Me ha sorprendido el discurso inconexo de Carlos Herrera sobre Juan Carlos I. Es tan pelotudo el peloteo que hasta él, con una voz que sale de entre la derecha y la pared pero experimentada, justifica al emérito con chorradas. Allá a quien se las cuele: “El Rey Juan Carlos ha pasado todo el fin de semana en la Ría de Pontevedra y no ha pasado nada de lo que decían los heraldos del escándalo. (…) Tipos que persiguen a un señor de 84 años que no tiene ninguna causa pendiente. (…) Para ponerse a disposición de la Justicia primero te tiene que llamar la Justicia, ¿no? (…) Estos bolivarianos… La Justicia son ellos, también”.

El antifútbol

Nuestros equipos de fútbol tienen que jugársela en competiciones manipuladas, contrarias a lo que es, precisamente, el fútbol: el deporte en el que todo es posible gracias a unas normas sencillas. Pero Liga y Federación se empeñan en entrometerse, en permitir desequilibrios económicos (lo del Barça es un escándalo), en ajustar calendarios y estadios, de tal manera que siempre alguien salga beneficiado. Al respecto, el periodista David Lourido tuiteaba: “Acabo de ver esto y no doy crédito. Eldense y La Nucía jugarán la final del play-off de ascenso en su campo, con su gente. Espero que Arenas Club y Sestao River levanten la voz”.

Crispación

Si Alberto Muñoz ha escrito en El Periódico de España un párrafo inapelable, ¿quién soy yo para añadir nada más? Así que, ahí va: “Nueve de cada diez españoles esperan más de sus dirigentes. Esperan que bajen el tono, que lleguen a acuerdos y que resuelvan cuestiones clave para el futuro del país como son el precio de la energía, la lucha contra la violencia de género y los desafíos derivados de la invasión de Ucrania. Así lo refleja una encuesta publicada por el CIS en la que, además, se señala como responsables de esa crispación al PSOE y a VOX como principales agitadores del mal ambiente”. Ahora, que lo lean los referidos.

Condición

También me parece inapelable el tuit de Aitor Salinas-Armendariz sobre la noticia de que Bildu “exige a Sánchez una excarcelación masiva de presos de ETA” (Vozpópuli). El abogado tiraba de retranca: “Yo pensaba que lo de ‘condicionar la acción política en Madrid a la defensa de los intereses de unos pocos frente a los intereses de la mayoría de los vascos’ era lo que Bildu recriminaba a otros”. Esta legislatura en el Congreso está resultando bastante curiosa, pero nada más asombroso que las contorsiones de Bildu para parecer el PNV, servir a ERC, sostener al PSOE y contentar a su núcleo duro.

Financiación

La democracia es cara, pero cualquier alternativa lo es aún más, sin dudas. Y la financiación es importante para poner en marcha campañas y sostener partidos políticos que articulen reclamaciones. Así que, sí, es lógico que el reparto del dinero preocupe ahora en la gran coalición a la izquierda del PSOE en Andalucía que no supieron armar. Podemos se ha quedado fuera después de perder a su propio juego, y ahora les toca a todos recomponer la imagen de la agrupación, defender su posición dentro de ella y averiguar cómo pagan ahora la campaña. Hablamos de 1,5 millones de euros, según El Independiente.

Adhesión

También anda fino Niporwifi cuando tuitea: “Si hace un año alguien nos dice que Finlandia en 2022 iba a solicitar su adhesión a la OTAN lo habríamos tomado por loco”. Hasta hace un año solo oíamos hablar de la OTAN cuando veíamos en los PGE la partida destinada a la compra de armamento a la que obligaba la organización al estado español. Desde que Putin decidió invadir Ucrania volvemos a hacerlo como espacio de seguridad y solidaridad en el caso de que un loco decida invadir militarmente otro país por el morro. Y esto ya no es una hipótesis que roza el chiste, es una posibilidad real, por desgracia, sobre todo, para las y los ucranianos.

Y hundimiento

Estoy seguro de que Víctor Ventura se ha esforzado en explicarnos en El Economista en qué demonios consistía el “criptochiringuito financiero” que ha generado la caída de las monedas digitales, una detrás de otra. Lo que sí me ha quedado claro es que esta primera pieza del dominó usaba la tecnología para generar una percepción de crecimiento que atraía a nuevos inversores que eran los que pagaban la fiesta, y que el dinero se ha volatilizado (¿se ha volatilizado o ha cambiado de manos?) en cuanto ha surgido un fallo (¿ha surgido o lo han hecho surgir?). Demasiadas preguntas para respuestas tan sencillas.

Shireen Abu Aqleh

Llevo dos días hablando del asesinato de periodistas en México y hoy tengo que hacerlo de la ejecución de Shireen Abu Aqleh por parte del ejército israelí. La periodista de Al Jzeera, que también tenía nacionalidad estadounidense, recibió un disparo en la cabeza en Yenín, Cisjordania. Si en el caso mexicano criticábamos la inacción de aquel gobierno, que está consintiendo una masacre, en el caso israelí debemos señalar directamente a sus tropas y pedir, en este caso, una reacción internacional contundente contra una violencia sistemática, directa e indirecta. Pero ya sé que, tratándose de Israel, eso es pedir mucho.

¿Está todo caro? Pues vamos a flipar

No hace falta más que este titular en El Confidencial para echarnos a temblar: “Los precios de la gasolina baten récords en EEUU y Arabia advierte de desabastecimiento”. La sentencia de Abdulaziz bin Salman, una especie de ministro de la dictadura saudí que, según el digital, lleva desde los años 80 representando a su país en la OPEP, es lapidaria: “El mundo se está quedando sin capacidad energética a todos los niveles”. Pero creo que a este sátrapa (porque siendo ministro de largo recorrido de un emirato, muy demócrata no será) no le falta razón: hemos creado un mundo insostenible. Ahora toca deshacerlo. Así de crudo.

La dictadura china, desatada

El corresponsal de la Agencia EFE en China se ha convertido en una de las mejores fuentes para seguir en Twitter cómo está siendo el confinamiento forzado de la población de Shanghái para alcanzar el objetivo de “covid cero” que persigue aquella dictadura. Una dictadura que está mostrando su plenitud represora para la consecución de un logro colectivo, como dicta su comunismo interpretable. Víctor Escribano explica cómo las autoridades van cambiando criterios sobre la marcha, y que no hay manera de conocerlos antes de que te recluyan en un centro simplemente porque tu vecino de arriba ha dado positivo.

¿Qué podía salir mal?

Vincular la economía de un país entero a un valor tan volátil como el Bitcoin parecía una mala idea y, por desgracia, esta semana hemos confirmado que lo es, ya que la caída de precios de la moneda virtual ha arrastrado a El Salvador. Y ahora, ¿qué? ¿Qué ayuda puede recibir el país del FMI, por ejemplo? Poca si, además, Nayib Bukele, el presidente que ha metido a su país en este embrollo, ha anunciado esta misma semana una nueva compra de Bitcoin por parte de El Salvador. El argumentario de Bukele, su gabinete y los criptoentusiastas, es que se trata de nuevas ideas. Pero ya vemos que no significa que sean necesariamente buenas.

Yo no le daría por muerto

Si esto que cuentan en El Independiente es cierto habla muy mal de Yolanda Díaz y de su equipo: “El entorno de Yolanda Díaz da por ‘muerta’ a Unidas Podemos y ‘no permitirá que pase lo de Andalucía’. Los partidos ‘están matando la política y el que lo acepte, bien, y el que no, no estará en el proyecto’, dicen en vicepresidencia segunda”. Primer error: creer que los partidos no tienen futuro. Un pensamiento, por cierto, más trumpista que muchas cosas que hemos oído a los de Vox. Segundo error: dar por muerto a Podemos. Iglesias sigue ahí, como un tótem, nos guste o no, y hay mucha gente que se identifica con él y con su proyecto.