¿Qué podía salir mal?

El Blog Salmón empieza su post recordando que en la bitácora ya advirtieron de que la de las bitcoin era una burbuja de libro. Yo, en el momento de expansión de la moda, a la que contribuyeron los medios generalistas sin precaución, les presentaba una y otra vez mis dudas: ¿de dónde salía su valor? ¿Qué atractivo tenía una herramienta tan útil para el mercado negro y el blanqueo de capitales? ¿Por qué se parecía tanto a una estafa piramidal? Ahora, con todo el dinero perdido en nadie sabe dónde, parece que se confirma no solo la burbuja, sino que alguien lo organizó para llevarse lo invertido en la nada.

Pero todo sigue igual

Después de las pérdidas generadas por la estafa de las Bitcoin y de que ya llevamos años viendo a empresas (ahora se llaman “start-ups”) de base tecnológica desapareciendo porque prometen materializar grandes ideas con grandes alcances… Y luego no venden un clavo, volvemos a leer noticias como esta de Motorpasión: “Rivian no ha vendido ni un coche eléctrico, pero ya es la start-up mejor financiada gracias a un inversor de Tesla”. ¿Quién no quiere una pick-up arrolladora pero con motor eléctrico? De momento, nadie, todo sigue siendo humo de la pólvora del rey… En el nombre de la innovación.

Si no tienes reparos Internet es mejor

Visto el panorama es innegable que toda esta evolución de la tecnología e Internet beneficia, sobre todo, a quien no tiene reparos (por no decir, directamente, vergüenza): estafadores, vendedores de peines digitales… Y políticos para los que ganar es el final y no el principio. Por ejemplo, Vox habría usado hasta 1.500 cuentas falsas en Twitter con órdenes automatizadas para interactuar sobre ciertos temas. ¿Qué significa eso? ¿Que retuiteaban mensajes para lograr mayor alcance? ¿Y qué aporta eso? Sigo pensando que bastante poco, que el éxito de Vox está más vinculado a la tele, pero lo significativo es la manera de hacer.

Y nosotros, peores

No tengo muchas pruebas para negar que la Internet comercial, la que usamos a diario y casi a cada minuto, es lo peor que nos ha pasado a los humanos. Pero es innegable que “desde que salió el iPhone en el verano de 2007 no sólo se percibe una escalada abrupta y sin precedentes de lesiones por móvil, sino de lesiones en general. Sí, por culpa de los móviles somos más torpes”, leemos en Magnet. Dicho de otro modo: Internet nos ha atontado. Aunque los datos son de EE.UU. (¡cómo no!), en la bitácora recuerdan que la ciudadanía española (y la vasca) es la quinta más adicta al móvil de todo el mundo.

¡Salvemos Flickr!

Mi plan de jubilación se complica: siempre pensé que llegaría un día que abandonaría todas las redes sociales… Salvo Flickr. La red de aficionados a la fotografía ha resistido durante más de 15 años a varios cambios de propietarios y a otras webs. Pero con la explosión de Instagram no ha podido: Flickr siempre estuvo pensado para el PC o el Mac, y no como App, así que ahora pasa por momentos difíciles y sus últimos gestores, los de SmugMug, piden a la comunidad mayor implicación y que abonen el paquete premium (unos 6 dólares al mes) para salvar el patrimonio fotográfico mundial que atesora.