«Mueve el esqueleto con la mayoría»

Igual alguno de los lectores cuando lea estas líneas recuerda que fue él o ella la que bailó con Xabier Arzalluz aquella noche de viernes de 1980 en la que el PNV se desmelenó y organizó un “baile concurso con gran premio” en la Sala Holiday de Bilbao. El cartel anunciador del evento lo ha recuperado Javier Ochagavía en Twitter: “Mueve el esqueleto con la mayoría. Vota PNV”, aparece en el anuncio de lo que parece un acto político diferente ya en aquel lejano año 80. Impagable.

Sí, créanselo

Sé que les va a costar hacerlo, pero créanme o, mejor, crean a @Mohorte, autor del reportaje en Magnet sobre Óliver Ibáñez, el youtuber y tuitero que con más éxito en castellano (88.000 suscriptores a su canal y un libro con relativo éxito en Amazon) está difundiendo que la Tierra es plana. Sí, a finales de 2017 los “tierraplanistas” están viviendo un resurgir gracias a Internet, y se atreven con todo, como buenos ignorantes, rebatiendo incluso a astronautas como Pedro Duque.

Igual con una de estas…

Para seguir difundiendo sus descubrimientos, la NASA va a enviar al espacio diez cámaras reflex de la marca Nikon (de las buenas). Los fans de la marca encontrarán en esta noticia un nuevo argumento para colgarse orgullosos la cinta de su cámara. Pero la elección de los cuerpos según cuentan en Photolari ha sido tomada para aprovechar los objetivos que ya se encuentran en la estación espacial, todos de reflex Nikon, ya que con ellas empezaron en 1971.

Una de fútbol

El fútbol inglés tiene algo especial que hace que historias como la de Glenn Murray sigan siendo posibles hoy, aunque parezcan de otra época. Murray es un delantero del Brighton & Hove Albion que a sus 34 años empieza a tener algo de reconocimiento en la máxima categoría del fútbol de las islas. Emigró a EE.UU., volvió a Inglaterra y tiene en su haber cinco ascensos, uno en cada categoría profesional de aquellas ligas. Un trotamundos del balón que dibujan muy bien en La Media Inglesa.

Esta tarde hay sarao

Esta tarde en el Palacio Euskalduna a partir de las 16:30, DEIA celebra una jornada muy interesante (se lo garantizo) sobre procesos de digitalización: profesionales importantes de varios sectores nos hablarán de sus experiencias antes de que el youtuber Telmo Trenado, un protagonista de esa digitalización, nos abra las puertas de su mundo. Y a las 19:00 entregaremos los V reconocimientos a las mejores iniciativas digitales intentando poner en valor a quien se lo merece en Euskadi.

«Hay mucha gente en redes sociales que promociona productos que le dan las marcas pero no tiene una influencia real»

Telmo Trenado. Creador de contenido audiovisual

Telmo Trenado (Zumaia, 1995) empezó con un canal en YouTube donde explicaba los trucos de magia que aprendía antes de que conociéramos la palabra “youtuber”. Hoy tiene 90.000 seguidores en esta plataforma, 170.000 en Twitter, donde es una estrella, 22.500 en Instagram y casi 10.000 en Facebook. No ha tenido escuela: ha triunfado gracias a su intuición, la misma con la que explica como pocos en Euskadi el cambio en la industria del entretenimiento.

¿No será de esos que compran “followers”?

– Lo de comprar followers siempre se ha hecho y se hará en empresas grandes, marcas muy conocidas… Pero también lo hacen pequeños creadores de contenido. Ten en cuenta que es la primera impresión que vas a llevarte cuando ves un perfil: esa cifra. Y ves de otra manera, aunque sea inconscientemente, a alguien que tiene 200.000 seguidores que a alguien que tiene 200. Para mí es una chorrada.

¿Lo suyo es un trabajo?

– Sí lo es porque a cambio de algo que hago recibo una remuneración como en cualquier otro empleo.

¿Se definiría como “youtuber”?

– Cuando yo empecé en YouTube, en 2012, el boom actual de los “youtubers” no existía. Yo simplemente era una persona que subía vídeos.

¿Se definiría entonces como “influencer”?

– Yo creo que hay que distinguir entre “influencers” y “escaparates”: hoy hay mucha gente en redes sociales que promociona productos que le dan las marcas y ya está, pero no tiene una influencia real. “Youtuber”, “influencer”, “instagramer”… A mí el tema de las etiquetas no me convence mucho, prefiero dejárselo a la gente. Yo solo hago cosas en Internet… Pero también las hago fuera de Internet.

Vale, pero lo de “creador de contenido” yo creo que también necesita una explicación.

– “Creador de contenidos” siempre me ha parecido una manera formal de llamar a la gente que hace algo en Internet: creador de contenido puede ser un músico que hace “covers” y los muestra en Internet o un ilustrador. Simplemente es una manera más bonita de llamar a estos instagramers o youtubers que, precisamente, crean contenido diferente.

Su aita suele salir en los vídeos pero, ¿entiende a lo que se dedica?

– Aita entiende que hago cosas en Internet que disfrutan muchos seguidores, pero creo que no es del todo consciente de la cantidad de personas que puede llegar a verlo. Él se lo cuenta a sus amigos así: “Mira, mi hijo graba unos vídeos que ve mucha gente, se ríen y le escriben”. Es divertido y me parece que está orgulloso como lo estoy yo del rollo que tenemos, que seguramente será envidiable para muchos.

¿Y cómo lleva él la fama?

– Muchas veces me ha venido: “Oye, Telmo, que me han parado en la calle”, y mi madre se ríe. Se le hace un poquito raro, pero tampoco te creas que le paran como pueden pararme a mí o a otros youtubers un fin de semana. La verdad es que es curioso que solo porque le vean en mi Instagram luego le hablen en la calle.

¿No le da un poco de pudor que desconocidos como yo sepamos tanto de su vida y conozcamos su casa, por ejemplo?

– La verdad es que no. Es más, que sepa cómo vives o quién eres te convierte virtualmente en una especie de amigo de quien lo ve. Te conocen, saben muchas cosas de ti y, al final, se crea como una conexión, un vínculo que es bonito y que luego deriva en que te quieran de alguna manera, que te tengan alguna especie de aprecio o cariño. Obviamente siempre tienes metido en la cabeza: “¡Joder, saben dónde vivo!”, pero es a lo que te expones, y sin esta exposición no está ese cariño. Hay que valorarlo, pero a mí no me preocupa.

Su charla antes de los V Reconocimientos de DEIA a las Mejores Iniciativas Digitales se titula: “Ama, aita… Quiero ser youtuber”. ¿Cómo se lo dijo usted?

– Yo no tuve que decírselo porque no existía ese concepto. Yo simplemente subía vídeos a YouTube sin todo este mundillo que, poco a poco, se fue generando. Cuando mi ama lo veía en televisión decía: “Anda, pero si mi hijo hace esas cosas y gana un dinerillo”, pero en mi caso fue algo mucho más normal porque ya estaban acostumbrados a que hiciese vídeos antes de ese boom.

¿Se considera una celebridad?

– Es verdad que tengo una gran cantidad de seguidores y sé que me conoce mucha gente. Si eso es “una celebridad”, puede ser.

ElRubius, Wismichu, Haplo Schaffer, Dalas… ¿Tienen algo que ver con usted? Porque muchas veces metemos a todos los youtubers en el mismo saco.

– Tengo la impresión de que se nos mete a todos los youtubers en el mismo saco siempre que pasa algo malo. Entonces es cuando se dice: “Ay, los youtubers”. Pero cuando surge algo positivo se individualiza.

¿Se conocen entre ustedes?

– Sí tengo relación con otros youtubers y empatizo mejor con unos que con otros del mismo modo que cualquiera en su trabajo tiene a gente con la que se lleva mejor y con la que se lleva peor. Pero no nos relacionamos con muchos de esos personajes que nos dejan en evidencia.

En YouTube, un profesor de magia; en Twitter, un gamberro; y en Instagram, un seductor. No me creo que le haya salido sin querer…

– Ha sido sin querer, créeme, porque cada red social muestra un poquito de mí. Cuando empecé en YouTube hace cinco años era un chaval pero todo lo que he hecho en mi canal ha sido siempre muy serio, muy correcto. Esa es una faceta mía: tengo mi saber estar y sé hacer las cosas bien cuando hay que hacerlas. Pero gran parte de mí también es ser gamberro, un poquito cabroncete, incluso, en un ámbito de más confianza, con mis amigos, en un círculo más cerrado… Gracias a Twitter e Instagram lo he podido mostrar y parece que a la gente también le ha gustado, es más, diría que ha tenido incluso más éxito que la magia. Son las dos facetas de mí complementarias y que muestran cómo soy realmente.

¿Ha tenido algún problema con alguna asociación de magos por revelar trucos?

– Sí. De hecho, llevaba varios meses yendo a la de Gipuzkoa, Xixka, y cuando se enteraron de mi actividad en YouTube me advirtieron: o dejaba de hacer los vídeos o no podría seguir acudiendo. Yo sabía entonces que no hacía las cosas del todo bien en YouTube porque aprendía algo y lo compartía, y algunas cosas no tenía que haberlas enseñado. También pienso que estas asociaciones tienen una mentalidad todavía un poquito arcaica y me parecen elitistas, incluso. No obstante, van evolucionando porque he estado con gente que pertenece a otras asociaciones y parece que, paso a paso, la mentalidad va cambiando.

En Instagram actúa casi como un modelo.

– Aunque no lo parezca viendo mi Instagram, no me gusta que me saquen fotos. De hecho, me gusta la fotografía, y grabándome a mí mismo para YouTube estoy muy cómodo, pero que me saquen me cuesta un pelín más. Aun así, me animo: “Venga, que luego salen cosas guays”. Solo intento tener un Instagram bonito para complementar mi perfil. Pero de Instagram en lo que me centro es en los “stories”, los vídeos cortos que solo duran un día, para contar cosas y mostrar mi vida.

¿Le invitan a todos esos viajes?

– En el último viaje que he podido hacer, junto a una pequeña start-up de Valencia que se llama Airhopping, sí me invitaron con todos los gastos pagados, y se lo agradezco. Además, fue una propuesta mía porque me gustaba el concepto de su empresa, que mediante un algoritmo, relaciona destinos muy, muy guays. Yo les hice promoción, me fui de Italia a Dinamarca durante cuatro o cinco días y la verdad es que fue estupendo.

¿Facebook es para los de nuestra generación la primera red social pero para usted y sus seguidores es la última?

– Así es. Facebook para mí es esa red social tan perfecta que tiene de todo… Y que por eso no me gusta. No me gusta su algoritmo ni me gusta visualmente. Mi red social favorita ha sido y es Twitter: en ella me he pasado muchísimas horas y en ella he explotado y he sacado mayor partido a mi faceta de humor y cachondeo… Incluso casi todas mis relaciones con grandes youtubers que ahora son buenos amigos las he hecho en Twitter. Facebook es lo contrario: no nos gusta nada a ninguno. De hecho, cada vez que entro a Facebook veo vídeos y posts que me dan ganas de salir. Mi perfil personal lo uso para poner algo de vez en cuando: una vez al mes, como mucho. Y mi página de Facebook ahora ni la utilizo y antes la usaba para subir contenidos porque tenía contacto con algunas páginas importantes desde las que me decían: “Sube que te lo compartimos”. Pero ahora mismo lo tengo un poquito abandonado porque Facebook no, no me gusta.

¿Cuántos “inputs” recibe cada día en sus diferentes redes sociales, incluyendo WhatsApp?

– La verdad es que WhatsApp no lo utilizo mucho: tengo a mis amigos y amigas, familiares, cosas de trabajo… Pero no le doy mucha caña, le doy más caña a Instagram o Twitter. Durante un día recibo miles de inputs y, obviamente, no llego a todos aunque casi siempre intento responder a las menciones o los mensajes. En Twitter en verano puedo alcanzar a los doce millones de impresiones, que es una barbaridad, porque todo el mundo está con el móvil en la mano por el día y por la noche hasta más tarde.

¿Vas a acabar viviendo en Andorra por la velocidad de conexión? Ya sabrá que algunos youtubers se han mudado a ese país y, de paso, pagan menos impuestos

– Entiendo pero no comparto por qué se han ido muchos youtubers a Andorra. En mi caso no es una posibilidad: ni me lo planteo ahora mismo, para nada.

No es PDRO, es el PSOE

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El equipo de Pedro Sánchez hizo una cosa muy bien: trabajar la notoriedad. En menos de seis meses, aquel diputado desconocido se convirtió en un secretario general del PSOE reconocible. Para lograrlo lanzaron la marca PDRO SNCHZ, así, como la leen. Hoy, esa marca y el secretario general están en riesgo, pero como él mismo avisa en Vozpópuli: es el PSOE el que peligra. Por eso pide apretar las filas, con toque especial de atención a Susana Díaz.

Perdiendo relevancia

Sigo con el mismo personaje porque en El Confidencial Digital han dado otro “zasca” importante al PSOE, ya que tanto el partido como su secretario general son el partido y líder menos mencionado en Facebook. El más mencionado es Mariano Rajoy, seguido de Pablo Iglesias. Por supuesto, el estudio solo se fija en los cuatro partidos españoles, y no nos deja ver, por lo menos en la pieza del digital, cuánto se habla de las otras opciones en la principal red social.

La reina de los ejércitos

Está bien encontrar y difundir este tipo de noticias para recordar que el jefe de estado en España, además de ser elegido por las gónadas de su padre y de su madre, con exclusividad, es una figura doblemente arcaica, por su base hereditaria… Y su tronco militar. En El Confidencial Digital nos informan de que Letizia Ortiz va a ir ganando presencia en los actos marciales. Y me parece muy bien para, como decía al principio, recordar que le Casa Real no solo va a recepciones con niños y actos culturales. Que los suyos son los que van armados.

Básicamente, un friki

También está bien encontrarse noticias sobre cómo la Casa Real española prepara a su reina para que reine entre los militares, y acto seguido ver que ha sido detenido el militar de alto rango español en Corea del Norte. El friki ese que defiende lo indefendible, como lo son todos los dictadores. Alejandro Cao de Benós ha sido detenido por tráfico de armas. Pues muy bien. Pero yo sobre lo que quiero llamar la atención es sobre que, en el fondo, en este párrafo y en el anterior hablamos de lo mismo.

Chistes entre youtubers

Telmo Trenado ha hecho un chiste sobre ElRubius. La verdad, es que el youtuber español por excelencia se lo merecía. ElRubius tuiteaba: “Estoy en un sitio donde puedo crearme mi propia hamburguesa. VIVA U.S.A.” (sic). @Telmometro respondía: “Rubén. 26 años. Es la primera vez que pisa una cocina”. El chiste tiene gracia, sí. Pero en una de las respuestas daban en la diana: más de 4.000 personas consideraban que la primera insustancialidad merecía ser compartida.