No podemos dejar de hablar esto

“El ejército israelí no da tregua en sus ataques, que se han extendido por toda la región, en zonas de Siria, Líbano, Cisjordania y la Franja de Gaza, dejando más de 160 muertos en las últimas 24 horas” (El Confidencial). Da igual lo que pase, no podemos dejar de hablar de Israel: 160 personas muertas en menos de un día es una marca que solo el gobierno ultra de Netanyahu es capaz de igualar o superar. ¿Cuántos ataques y niñas y niños muertos más vamos a aguantar? ¿Qué tienen que hacer las y los nuevos comisarios europeos más importante que detener esta masacre que solo va a traer más dolor en el futuro?

“Feijóo fracasa”

No voy a ser de esos que aseguran que lo veía venir, porque es verdad que tantos medios en España asegurando que el PP era capaz de impedir el nombramiento de Teresa Ribera me hicieron dudar. Lo cierto es que es muy extraño que este tipo de riñas locales se eleven al parlamento europeo, y esto no sucede porque a nadie le gusta. Por eso me costaba creer el veto. Al final, no ha sucedido: “Feijóo fracasa en sus maniobras para sacar a Ribera de la Comisión Europea” (Público). Y ese fracaso, con el globo que se ha hinchado, será más sonado. Pero lo peor es lo que no cuentan: lo mal visto que está quedando Feijóo en Europa.

Es el sistema

Tengo la sensación de que a Carlos Mazón no le queda otro remedio que seguir generando estos titulares: “Mazón entrega 34 millones para reparar depuradoras tras la DANA a empresas ligadas con la corrupción del PP” (El Diario). Pero no creo que nadie le obligue a engordar la corrupción del PP (a menos que se demuestre), más bien tengo la impresión de que el sistema le deja sin opciones: fue de tal magnitud lo que hizo el PP en la Comunitat Valenciana que hoy cualquier empresa a la que llamen desde la Generalitat puede generar ese titular. Y con estas evidencias todavía tendremos que oír al PP vasco acusar a otros partidos.

Y el que dimite es Costa

Es muy significativo que, con todo lo que ha pasado y está pasando en Valencia después de la DANA, el único que ha dimitido es Alfred Costa: “Dimite el director de À Punt después de que Mazón ofreciera su puesto en plena DANA” (El Pural). Aunque los rumores apunten a otra cita, cuando no a otras circunstancias, yo me atengo a lo que sé: Carlos Mazón estuvo comiendo durante mucho tiempo con la periodista Maribel Vilaplana, según su propia versión, para convencerle de que fuera la nueva directora del ente público. Si esto es cierto o una excusa, a Costa le ha dado igual, y la verdad es que ha hecho bien.

Para que la fiesta no se acabe

“El ‘empresario de criptos’ sentencia a Alvise y dice que le dio 100.000 euros ‘no porque fuera trabajador del Lidl’”. El titular de El Independiente es cristalino y deja a Alvise Pérez muy mal, aunque realmente eso dé igual. La gente decente que no votó al agitador se dará cuenta de lo que supone lo que Álvaro Romillo ha contado al juez, y de que aquel “se acabó la fiesta” era, más bien, que empezaba una fiesta privada. Ahora el eurodiputado “exige el inmediato archivo o elevación al Supremo para poder declarar y terminar con todo esto”. Alvise sabía que el acta de eurodiputado era su salvoconducto y actuó en consecuencia.

¿De qué va esto?

Lo siento pero no entiendo qué hace el PP utilizando el desastre de la DANA para atacar a una Teresa Ribera que tiene más asegurado el puesto en Bruselas de lo que nos cuentan muchos medios españoles. Tampoco lo entendía cuando el PP instrumentalizaba el dolor que le causaba ETA para obtener un rédito político, ni lo entendí cuando Aznar quiso convencer a toda España de que el 11-M había sido cosa de esa misma ETA y no de su deseo de salir en una foto. ¿Estoy siendo duro? Puede. Pero el PP está siendo el PP y eso parece mucho más grave.

¿Cuál es el objetivo?

Cuanto más tiempo pasa más veces recurro a esta frase que de Emilio Olabarria: “Gobernar es fácil, pero gobernar bien es muy difícil”. Gobernar a golpe de tuit, de titular, para quedar bien, es fácil: echas mano de “que pague más quien más tiene” y subes los impuestos. Pero, claro, ¿qué pasa con las consecuencias? “Las energéticas cargan por la nueva ‘chapuza’ del ‘impuestazo’: ‘Mantenemos nuestra intención de no invertir’” (Vozpópuli). ¿Y cuál es el objetivo, exprimir a quien ya está pagando o fomentar la inversión y tener más base para recaudar?

Esta es la realidad

Claro que me gustaría que fuese otra, pero esta es la realidad: “España pierde 10.000 millones de recaudación de impuestos por la fuga de empresas y ricos a guaridas fiscales” (El Diario). Y lo difícil es gobernar mirando esa realidad de frente, sabiendo que tienes que calcular lo que puedes exprimir fiscalmente a las grandes empresas (que son las que dejan las grandes recaudaciones) sin que estas sientan tentación de marcharse, de fugarse, usando artimañas contables y fiscales. Ahí está el reto. Anunciar un acuerdo en X es lo más fácil.

“Los Reyes” visitan a quienes lo han perdido todo

No voy a aprovecharme de ningún tuitero con dolor de espalda por las genuflexiones, así que no señalaré a quienes se empeñan en mostrarnos la bondad de “los reyes” (lo del lenguaje no inclusivo en la web de la Casa Real, que pagamos todos, es alucinante) por haber visitado a personas que en Valencia y Albacete lo han perdido todo. Por supuesto, los medios españoles han hecho su trabajo, también, y han emitido los aplausos y el contacto humano de Felipe y Letizia con pobres, sí, pero sin barro en las manos ya. Por si acaso.

Señora, suélteme el brazo

Esperanza Aguirre, la primera liberal de España (eso hay que reconocérselo, para mal, por supuesto), está encantada con la victoria de Trump y con la rabia que nos ha dado (voy a incluirme, sí, que me fijo en el lenguaje no inclusivo en la web de la Casa Real española) a “los inquisidores de la corrección política en todos los países de Occidente”. Lo deja clarísimo en The Objective: “Trump ha acertado al identificar a su enemigo” ante “los ciudadanos, hartos de ese wokismo, de sus exageraciones y de sus dogmas, empobrecedores”.

La estafa continua

La factura de la luz es, sin duda, la mayor estafa legalizada de la actualidad: los peajes, las tarifas, los sistemas de cálculo, los costes y las justificaciones hacen que nos resignemos con los consumos. Pero cada vez que hay novedades recordamos que el atraco es global, redondo, amplio, sin fisuras: más de diez millones de consumidores nos veremos afectados para mal por el nuevo sistema de cobro. ¿La solución? “Incentivar el ahorro a través de cambios en las pautas de consumo”, según Teresa Ribera (La Información). El gobierno más progresista de la historia de España prefiere eso a meter mano a las eléctricas.

Cuestión de sensibilidad

El encarcelamiento de los políticos catalanes y su persecución internacional por parte de la justicia y la política españolas muestra una clarísima falta de empatía. Seguro que las sentencias están justificas, pero no lo están en lo humano, lo lógico y lo democrático: representantes de la ciudadanía avanzaron en el camino en el que les pusieron sus votantes y están pagando un precio personal altísimo. Los indultos llegan tarde y mal, y contribuyen poco al alivio, pero lo hacen y eso es lo positivo. Entender todo esto, sentir que son políticos y no criminales, que son personas injustamente presas o huidas, es cuestión solo de sensibilidad.

Y de sociología de un país

En Euskadi no estamos en nuestro mejor momento políticamente: la oposición se ha vuelto populista y oportunista, y la violencia ha vuelto a ser directa y justificada por quienes nunca dejaron de hacerlo. Pero en España, sociológicamente, también están en un momento delicado: el texto de César Calderón en Vozpópuli sobre el cambio de ciclo político presenta una pérdida de confianza abrumadora de los españoles hacia el PSOE y el gobierno de coalición, y vaticina una remontada espectacular del PP sobre el propio PSOE y Ciudadanos… Pero con Vox como apoyo por su derecha para ascender al gobierno.

La transparencia real

Una vez más, la Casa Real española ha decidido hacer una comunicación de mierda: Felipe VI ha sido vacunado, pero no vamos a saber ni cómo ni por quién (no hay imágenes) ni con qué vacuna, que es lo más relevante. Ya sabemos que la opacidad es una de las tradiciones más arraigadas en todas las monarquías, pero especialmente lo es en la española, como la de las prebendas y los amigos que te dejan millones para que regularices tu situación con Hacienda. Bueno, que me lío, que en vez de dar ejemplo y proyectar esa imagen de falsa normalidad que pretenden, han optado por el oscurantismo. Allá ellos y sus movidas.

¡Qué liada!

Cuando Correos presentó su enrevesada campaña para promover supuestamente la igualdad, en la que los sellos tenían un valor en función de su color (piel más blanca o más oscura), ya se veía venir el golpe. Pero la dimensión internacional del mismo ha sido inesperada: The Washington Post explica cómo el servicio postal español ha atribuido un valor menor al sello con apariencia de piel negra, y un valor mayor al sello con apariencia de piel más blanca. Un lío de esos que hacen que te preguntes: ¿Nadie en la cadena de responsabilidad lo vio venir? ¿De verdad este disparate tuvo todas las luces verdes?