Una guerra

El conflicto racial en EE.UU. empieza a parecerse peligrosamente a una guerra larvada en el seno de una sociedad llena de apariencias y miedos, en el seno de un estado fallido de libro liderado por un Trump al que votan convencidos los de extrema derecha. La población negra libra una batalla diaria contra el racismo, los locos y la policía que no duda en atacar con plena intención de causar la muerte a un negro mínimamente sospechoso. Dan igual los antecedentes, dan igual las llamadas a la calma, da igual la lucha por la igualdad: los prejuicios antes de cada tiroteo anticipan una limpieza étnica en una guerra civil.

Una ministra

Llevo más de 10 años dedicándome a observar la comunicación política y todavía no tengo claro si es un acierto o todo lo contrario llevar a los políticos a espacios como el de las revistas del corazón o de variedades. Critiqué aquella foto de Patxi López escuchando música en Ajuria Enera pero no me pareció mal el posado pretendidamente sexy de Soaraya Sáenz de Santamaría. Ahora, no sé lo que pienso de la entrevista en el Diez Minutos a Irene Montero, pero sí de las reacciones que ha suscitado: ni ella es una celebrity ni lo importante es si lleva un Rolex o un Swatch. Es una ministra y ha de ser tratada como tal.

Las vacunas

La pandemia nos golpea, las medidas para prevenirla nos zarandean como sociedad, el confinamiento nos amenaza y la vacuna está ahí pero ya nos advierten, por un lado, los expertos de que puede no ser definitiva contra el virus y, por otro lado, los gilipollas de que nadie puede obligarnos a ponérnosla. No veo por qué no pueden obligarme a ponerme la vacuna si me han retenido en mi propia casa durante tres meses, la verdad. Y sobre todo, no entiendo que alguien dude todavía sobre la importancia de las vacunas incluso la semana en la que celebramos que la polio ha sido erradicada en África.

El Windows 95

La aparición del Windows 95 ha cumplido 25 años esta semana, el sistema operativo que cambió la manera en la que nos relacionábamos con los ordenadores y que, sobre todo, cambió la vida a Bill Gates y sus socios, que desarrollaron un software y un sistema de licencias que les hizo millonarios. Hace 25 años les vimos salir a un escenario e intentar bailar y animar al público en la presentación de su gran proyecto. Las imágenes hoy provocan ternura, pero sirven para ilustrar que, a veces, los empollones son los que ganan. Aquellos nerds se hicieron ricos e importantes cambiando la informática y nuestro día a día.

El Messi

La última semana de agosto nos ha traído un bombazo deportivo: Leo Messi no jugará más en el FC Barcelona (y lo peor que podría hacer la junta directiva del club es obligarle a hacerlo en contra de su deseo). Su último partido será el vergonzante 2-8 ante el Bayern. Y no tendrá oportunidad de abandonar el club de su vida como lo hicieron otros: Joaquim Campa recordaba en Twitter el homenaje que rindieron hace un par de años a Totti en Roma. Así se despide a un crack que ha dado sus mejores años a un único club. Pero Bartomeu y los suyos son capaces de empeorar aún más las cosas. Nos vamos a divertir.

Mercadear con la Seguridad

El tuit del Sindicato Unificado de la Policía, que recoge una noticia en El Plural, es un escándalo: “Habríamos enviado a los Mossos la ficha del imán dándole a un simple botón de haberlo solicitado”, aseguran. Y lo mantienen pese a la corriente crítica: España se ha acostumbrado a mercadear con la Seguridad y negarla a quienes tienen competencias. La Ertzaintza recibe ahora información gracias a los pactos que alcanza el PNV pero, ¿quién asume las consecuencias de los retrasos?

¿Y de la manipulación?

¿Y quién asume las consecuencias después de haber manipulado para conseguir una noticia, un enfoque y una reacción de rechazo basadas en unos hechos que nunca sucedieron? Lo que denuncia Raúl Calàbria (y que es fácilmente comprobable siguiendo sus pasos) también es un escándalo, en este caso, mediático: Carles Puigdemont no dijo tras el atentado que había que continuar con “el procès”, como aseguran varios medios españoles. De hecho, pidió priorizar la resolución del ataque.

Un poco de frialdad

Aunque Twitter es, en general, un pozo de lodo donde chapotean intentando hacerse ver personajes ignorantes y cobardes con sus propias obsesiones, de vez en cuando encontramos fogonazos de cordura. Pepo Jiménez, por ejemplo, advertía: “Enhorabuena a los que estáis difundiendo la foto del cadáver del terrorista como trofeo de guerra… Ya habláis su mismo lenguaje”. Efectivamente, aunque pueda ser comprensible el impulso de venganza es necesario pensar.

Mientras tanto, en Yemen

El empeño de algunos en que veamos otras realidades incluso más crueles que la de Barcelona después del atentado me parece un error. Es lógico que nos impacte más lo cercano aunque sea menos grave. Pero tampoco negaré que gracias a ese empeño, efectivamente, echamos un ojo a donde la sangre se derrama cada día. No entro porque no lo sé en si los saudíes son amigos del ISIS y les financian los Clinton, pero sí en que están arrasando Yemen con ayuda internacional.

22 años del Windows 95

Cambio de tema pero, aunque no lo parezca, no de relevancia: tal día como ayer hace 22 años se presentó el Windows 95, el sistema operativo que hizo accesible la informática en esa parte del mundo en la que el PC prevalece sobre el Mac. Y lo hizo con una campaña mediática nunca vista hasta el momento para un sistema operativo. Hay un antes y un después de aquel producto en nuestro día a día laboral y personal o familiar: la informática empezó a ser como la vemos.

Un poco de casta basta

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Pablo Iglesias ya no va a debates televisivo, solo quiere entrevistas personales en los medios como candidato a la presidencia del gobierno español que es (‘El Confidencial Digital’). A mí la decisión me parece no solo respetable, me parece acertada. Pero esta misma decisión si algo hace es acercarle a los políticos a los que ha defenestrado en los debates televisivos. Iglesias es cada vez más “casta”, como él dice, con camarilla dentro de su partido, aplaudidores y deseos de ser tratado con exclusividad.

No a la homofobia

Las agresiones sexuales y la violencia doméstica nos han tenido muy preocupados este verano en Euskadi, donde, después de haber sufrido a quienes asesinaban a quienes no pensaban como ellos, puede que estamos especialmente sensibilizados. No podemos olvidarnos, tampoco, de la violencia xenófoba o la homófoba, como la que relatan en ‘Público’: “Dos chicos de 25 años fueron increpados y uno de ellos golpeado al grito de ‘maricones’” en Madrid.

¿Dónde está la “ética”?

Mientras algunos medios aprovechan los datos de Ashley Madison, la web en la que buscar una aventura, para señalar dónde hay más personas infieles, la mayoría de los usuarios (absolutamente legítimos) del servicio están sufriendo las consecuencias del hackeo. Estos días hemos visto en Twitter testimonios de usuarios gays en cuyos países la homosexualidad está penada, y que están aterrorizados, y en ‘ADSL Zone’ leemos que la empresa ha puesto precio a la cabeza de los hackers después de que se hayan conocido dos suicidios relacionables con la filtración.

Instagram sigue creciendo

Instagram, la red social de fotografía que Facebook compró por mil millones de dólares, puede convertirse en la nueva reina de la publicidad on-line. Son ya varios los posts y noticias que leemos al respecto, como el de ‘Hipertextual’: no solo crece el número de usuarios (ya ha superado a Twitter), también crece la eficacia como soporte publicitario y el volumen de ingresos en este concepto. Una herramienta muy divertida (lo sé de primera mano) y muy rentable para Zuckerberg.

20 años no son nada… O sí

Estos días celebramos un aniversario que, para quienes llevamos unos cuantos años picando un teclado, no pasa desapercibido: se cumplen 20 años del lanzamiento del Windows 95, el sistema operativo que lo cambió todo y al que todos se parecen desde entonces (empezando por las evoluciones del propio Windows). En ‘Magnet’ no solo recuperan la efeméride, también la campaña de publicidad que llevó a Windows a vender 40 millones de licencias en un año. Un verdadero hito para “la época”.