GRENADA, Caribe pintoresco

Nos trasladamos al Caribe (¡quién pudiera ahora!), en este caso a la isla de Grenada, en la que estuve el 1 de febrero de 2018 en el transcurso de un crucero por el Caribe, que alargué con una semana de estancia en la francesa isla de Martinica. Grenada forma parte de las Antillas Menores y es el segundo estado independiente más pequeño del hemisferio occidental, tras San Cristóbal y Nieves. Grenada consiguió la independencia de Gran Bretaña en 1974, aunque sigue perteneciendo a la Commonwealth, pero para nosotros se hizo conocido en 1983, cuando fue invadida por las fuerzas militares de Estados Unidos y de otras seis naciones caribeñas. En septiembre de 2004 la isla sufrió el paso del huracán Iván, de categoría 5, que dañó o destruyó el 90 % de las viviendas. Tiene una extensión de 344 km² y una población de unos 110.000 habitantes. El idioma oficial es el  inglés y la moneda el Eastern Caribbean dollar.

Vemos amanecer desde el barco, con la luna todavía en el cielo, mientras navegamos desde Trinidad y Tobago. Pronto empezamos a ver al fondo nuestro destino, Saint George, la capital de Grenada. Acompañado por el práctico, El MSC Fantasía atraca poco antes de las 9 de la mañana en la Melville Street Cruise Terminal, un moderno complejo inaugurado en el año 2005, que cuenta con un solo muelle de amarre y está situada en pleno centro de la ciudad.

Como la terminal de cruceros está en el centro, junto a la principal calle de Saint George, podemos recorrer la ciudad a pie, contemplando las casas criollas del siglo XIX y la Catedral de la Inmaculada Concepción. Lo primero que hacemos es acercarnos a la zona de mercado ubicada en la misma calle, muy sencilla por cierto, pues se limita a unos puestos callejeros en los que se vende frutas y hortalizas. Por cierto, las vendedoras son reacias a las fotos.

Al final de la calle tenemos el puerto pesquero, con sus coloristas embarcaciones, en la que vemos la actividad de algunos pescadores. Los mercados y los puertos pesqueros son mi pasión, pues creo que es donde mejor se conservan las tradiciones de los pueblos, así que siempre que puedo me acerco a ellos. Al lado se encuentra el Fish Market, el mercado de pescado, en el que vendedoras y vendedores posan alegremente para las fotos.

Salvo por el puerto pesquero y el Fish Market, no nos ha dicho mucho el centro de Saint George, así que decidimos caminar 1,5 km hasta una zona que promete más, The Carenage, la hermosa bahía capitalina a la que accedemos por el famoso y estrecho Sendall Tunnel, de 105 metros de longitud, considerado histórico, pues fue una gran obra de ingeniería cuando se construyó a principios del siglo XVIII. Nos ha gustado The Carenage donde vimos pescadores, yates, barcos de excursiones, la escultura Christ of the Deep (Cristo de las Profundidades) y, curiosamente, el Viceconsulado Honorario de España. Tomamos un vino y regresamos al barco a comer, caminando ahora por empinadas calles.

Para después de comer nos hemos apuntado a una excursión del barco, en francés pues en el crucero no viajan españoles, de tres horas y media de duración. Una de las cosas que me atraía era viajar en un autobús criollo, originalmente británico, que fue el primer gran medio de transporte en la isla en los años cincuenta del siglo pasado. Destaca en él sus colores vivos y los bancos de madera acolchados. Una vez a bordo circulamos por un laberinto de empinadas calles que recuerdan un poco a San Francisco, pero al estilo criollo. Nuestro primer destino es el Fort George, construido en 1705, desde donde tenemos una hermosa vista de The Carenage y de la terminal de cruceros.

En el autobús criollo seguimos trepando por las colinas que rodean Saint George, pues nuestro siguiente destino se encuentra en lo alto de Richmond Hill. Se trata de Fort Frederick, el castillo mejor conservado, que se terminó de construir en 1791. Antes de acceder a él somos recibidos por un pequeño grupo musical que trata de ganar unas monedas. Desde lo alto tenemos unas impresionantes vistas de buena parte de la isla y del mar Caribe. El descenso lo efectuamos pasando por zonas ajardinadas, con árboles frutales y lujosas viviendas.

Al dejar atrás Fort Frederick nos dirigiremos al sur de la isla, subiendo y bajando colinas mientras el autobús criollo sigue la carretera tropical y baja hacia la campiña granadina. Pronto llegamos a una playa rodeada por árboles de uva de mar y cocoteros, donde somos obsequiados con un ponche de ron. Se trata de la playa de Grand Anse, la más famosa de la isla, situada a tan sólo 3 km de la capital. Dicen que está considerada como una de las 10 playas más bonitas del mundo. Pasamos una hora en ella y regresamos al barco. Tras estar más de 3 horas hablando en francés, al despedirnos, el guía nos dice en perfecto castellano: ¿Habláis español? Yo también. La influencia de la cercana Venezuela es grande en la isla.

Nos ha gustado Grenada. Puede ser un destino al que volvamos a pasar una semana, como ya hemos hecho en Guadalupe y Martinica. Nuestro barco zarpó a las 18:00 con destino a Basseterre (St Kitts & Nevis), población en la que ya estuvimos dos años antes. Desde el MSC Fantasía contemplamos por última vez una panorámica de las colinas de Grenada, que a los conquistadores españoles les recordaban las de la ciudad andaluza de Granada, motivo por el que eligieron su nombre. Enseguida asistimos al espectáculo de la puesta de sol en el Caribe, de las que hemos visto ya unas cuantas.

El viaje continúa, pero de nuestro siguiente destino hablaré en otra ocasión.

Municipios de Bizkaia (5)

Continúo el recorrido por otros diez municipios de Bizkaia, territorio del que no puedo salir. Son los siguientes en orden alfabético a los publicados el pasado 24 de noviembre. En total son 112 y los recorrí entre los años 2012 y 2016. De esta forma pausada os iré mostrando lo que en mi opinión es más interesante en cada uno de ellos. Hoy me voy a centrar en zonas rurales, pues tan solo 8 de los 10 municipios superan los 2.000 habitantes.

Comienzo en Etxebarria, municipio cercano a Markina, con una extensión de 18,10 km² y 788 habitantes. En el casco urbano de Erbera se encuentra el principal edificio, la iglesia de San Andrés Apóstol, reedificada en 1570. Muy cerca se encuentra el moderno y coqueto Ayuntamiento. También nos acercamos a la ermita de Santa Engrazi, en el barrio Galartza, y contemplamos el Hórreo de Ibarguen, granero de mediados del siglo XVI, situado junto a la carretera que une Etxebarria con Barinaga.

La siguiente cita es en Forua, municipio situado cerca de Gernika, en la margen izquierda del río Oka, en el corazón de Urdaibai. Cuenta con una extensión de 9 km² y 920 habitantes. Nos acercamos en primer lugar al barrio Baldatika, donde contemplamos el mar de nubes, la colorista ermita San Bernardo y hermosos caseríos. En Urberuaga fotografiamos la Cantera Peña Forua, para dirigirnos al barrio Elixalde, donde visitamos la iglesia de San Martín de Tours al tener la suerte de encontrarla abierta. Contemplamos también las ruinas del poblado romano, que vivió su momento de esplendor durante el siglo II. Concluimos nuestro recorrido fotografiando un crucero y dos ermitas, la de la Santísima Trinidad o Triñe, en Gaitoka, y la de San Cristóbal, en Armotxerria.

Nos desplazamos ahora a la zona de Mungia para recorrer el municipio de Fruiz, que cuenta con una extensión de 5,73 km² y 536 habitantes, dispersos por varios barrios. Nos acercamos en primer lugar a la zona rural de Andeko, donde fotografiamos un grupo de ovejas y la sencilla ermita Sallebante. En Botiola auzoa disfrutamos contemplando hermosos caseríos y la pequeña ermita de San Miguel. Los dos principales edificios se encuentran en el centro urbano, destacando la iglesia de San Salvador, que conserva una bella portada románica de los siglos XII-XIII, de las más notables de Bizkaia pues posee algunos capiteles con relieves historiados. Frente a la iglesia tenemos la ermita de Jesús Crucificado o Capilla Humilladero, que data de 1560.

Nos desplazamos ahora a las proximidades de Bilbao para recorrer el municipio más poblado (29.326 habitantes) y el segundo más extenso (31,70 km²), de esta entrega, Galdakao, ubicado en el valle bajo del río Ibaizabal, a los pies del monte Ganguren. Nos desplazamos primero al barrio de Usánsolo para contemplar la Casa torre de Lekue, del siglo XVI, para luego dirigirnos al centro urbano, donde destacan dos templos, la iglesia de Andra Mari, del siglo XIII y la de Santa María, de finales del siglo XIX. Luego me dediqué a fotografiar diferentes esculturas urbanas que, de arriba abajo y de izquierda a derecha son las siguientes: Ballestero, Dantzaria, Galdakaoko bizkaiari, de Néstor Basterretxea, Irekidurak, de Jorge Oteiza, Cortezas, de José Ramón Anda, Lampera galdakanesa, Cantería, La Lechera, El Mozollo y El Montañero.

Nos desplazamos a las Encartaciones para recorrer el municipio más extenso de esta entrega (44,36 km²), pero uno de los menos poblados (831 habitantes), Galdames, acercándonos en primer lugar al barrio de Montellano, donde se encuentra la iglesia de Santa María. Fotografiamos las nieblas matinales y nos dirigimos a la Torre de Loizaga que acoge entre sus murallas la colección de Rolls Royce más completa del mundo. Nuestro recorrido continúa deteniéndonos ante la iglesia parroquial de San Esteban, reconstruida en 1886, la ermita de San Juan Bautista y la iglesia parroquial de San Pedro. En este importante barrio se encuentra también el Ayuntamiento, frente al que tenemos el elegante  monumento al naviero Martínez de las Rivas (1931), obra de Garcí González y Mariano Benlliure, considerado como uno de los monumentos honoríficos más sobresalientes de Bizkaia.

Regresamos a las proximidades de Mungia para recorrer otro municipio eminentemente rural, Gamiz-Fika, que cuenta con una extensión de 15,50 km² y 1.379 habitantes, que se agrupan en dos núcleos principales, Gamiz, que cuenta con la iglesia de San Andrés, rehecha en el siglo XVIII, y Fika, donde destacan dos edificios religiosos, la iglesia de San Martín y la ermita de Jesús Crucificado, uno de los humilladeros más atractivos de Bizkaia, construcción barroca de 1783. También llama nuestra atención el busto dedicado a José Bilbao.

Muy cerca de Durango tenemos uno de los pequeños pueblos más coquetos de Bizkaia, Garai, que cuenta con una extensión de 7,12 km² y tan solo 327 habitantes, que pueden disfrutar como nadie de unas magníficas vistas de las crestas del Duranguesado. Cuenta el municipio con notables caseríos y monumentales edificios de la talla del Ayuntamiento, el Palacio Garatikua (1574) y las iglesias de San Juan Evangelista (1550), aunque la torre neoclásica no se le añadió hasta 1850, y la de San Miguel Arcángel (1545), que cuenta también con una torre neoclásica. Completamos nuestro recorrido acercándonos a dos ermitas, la de Santa Catalina, reedificada en 1773, frente a la que hay un sarcófago de piedra y una gran cruz, y la de San Juan de Momoitio. que data del siglo XII, aunque fue remodelada en 1754 y 1981. En su entorno se halla una necrópolis medieval y unas mesas con bancos desde los que disfrutar de un hermoso paisaje

Regresamos al entorno de Mungia para recorrer el municipio de Gatika, que cuenta con una extensión de 17,42 km² y una población de 1.663 habitantes. La cabecera del municipio es el barrio de Garai-Sertutxa, donde se encuentra la iglesia de Santa María, construcción del siglo XVI. A continuación nos desplazamos al barrio de Butrón, por donde discurre el río del mismo nombre antes de convertirse en la ría de Plentzia. Allí encontramos la ermita de la Magdalena y el fotogénico castillo de Butrón, restaurado en 1789 en estilo neogótico. Su entonces propietario, el Marqués de Torrecilla, encargó la obra al arquitecto Marqués de Cubas.

Volvemos a la comarca de Busturialdea para recorrer el municipio de Gautegiz Arteaga, que tiene una extensión de 13,57 km² y una población de 836 habitantes. Este municipio se halla en un enclave privilegiado dentro de la Reserva de la Biósfera de Urdaibai, donde visitamos el Urdaibai Bird Center, que ocupa la sede de un antiguo pabellón industrial ubicado en las proximidades de las marismas. Fuera del centro se encuentran los observatorios de aves situados en los barrios Orueta y Ozollo. En el pueblo visitamos la iglesia parroquial de Santa María, del siglo XVI, el Ayuntamiento y la Aretxederreta Kultur Etxea, moderno edificio inaugurado en noviembre de 2008, frente al que se encuentra una curiosa escultura. No podemos concluir este recorrido sin visitar la Torre de Arteaga, cuya reconstrucción encargó la emperatriz Eugenia de Montijo en 1857, con mármol de diferentes colores extraído de las ricas canteras de Gautegiz y Ereño. En la actualidad es un hotel.

Sin salir de la comarca de Busturialdea concluyo este apresurado recorrido en un municipio muy señorial, Gernika-Lumo, que cuenta con una extensión de 8,60 km² y 17.016 habitantes. Iniciamos la visita en la parte alta del municipio para ver la iglesia de San Pedro de Lumo, de donde nos desplazamos al centro urbano y más en concreto al Parque de los Pueblos de Europa, que alberga las esculturas de Eduardo Chillida (Gure Aitaren Etxea) y Henry Moore (Figure in a shelter). A un paso tenemos el Museo Euskal Herria, sito en el Palacio Alegría, de donde nos dirigimos a la iglesia de Santa María la Antigua, actual Salón de Plenos de las Juntas Generales de Bizkaia. Estamos en uno de los símbolos de Euskal Herria, la Casa de Juntas y el viejo roble del Árbol de Gernika. La siguiente cita es en la iglesia de Andra Mari, uno de los mejores ejemplos del gótico vasco. Fotografiamos también el mural “Guernica” Gernikara, que reproduce el famoso cuadro de Pablo Picasso. Todavía nos queda por ver el Mercado, la Foru plaza, a la que se asoman el Museo de la Paz y el Ayuntamiento. Y para concluir, dos esculturas dedicadas a Don Tello e Iparragirre. Gernika tiene tantas cosas de interés, que volveré más adelante para tratar esta población más ampliamente.

Las imágenes que ilustran este reportaje fueron tomadas entre el 8 de octubre de 2013 y el 7 de enero de 2014.

Con motivo de las recientes nevadas, el pasado día 23 regresé a Garai para obtener una nueva panorámica desde ese excelente mirador situado frente a la ermita de San Juan de Momoitio y mostraros las crestas del Duranguesado nevadas.

Previamente estuve en el puerto de Urkiola, dando un corto paseo por la nieve desde el puerto al Santuario y de allí hasta la ermita del Santo Cristo y el Mirador de las Tres Cruces, desde donde la vista es espectacular sobre los montes Mugarra, Untzillatx, Astxiki y Alluitz.

MUSCAT, la capital del Sultanato de Omán

En enero de 2015 realizamos un crucero de una semana de duración recorriendo los Emiratos Árabes Unidos (Abu Dhabi y Dubai) y el Sultanato de Omán, que es lo que más curiosidad me despertaba dado lo cerrado que había estado al mundo y por haber estado en dos ocasiones en el vecino Yemen. Ante mi sorpresa me encontré con un país moderno pues, con la ayuda del petróleo, el sultán Qaboos logró llevarlo al siglo XXI, hasta el punto de que, cuando lo visitamos, tres mujeres formaban parte del Gobierno, el 58% de los universitarios tiene sexo femenino, la red de carreteras es muy buena, hay 200 hospitales, la sanidad es gratuita, la electricidad llega hasta el pueblo más remoto y la educación es universal. Nos comentaron que los niños de aldeas remotas son trasladaos en helicóptero a la ciudad y al finalizar la semana devueltos a su aldea. Qabus ibn Sa’id Al Sa’id ostentó el título de sultán desde que derrocó a su padre en 1970, hasta ser sustituido por Haitham bin Tareq al Said, tras su fallecimiento en enero de 2020. El Islam es la religión del Estado y la de la mayoría de la población, aunque existe plena libertad religiosa pero está prohibido hacer proselitismo de cualquier religión. El árabe es la lengua oficial pero también se habla inglés y la moneda de curso legal es el rial omaní, aunque pagamos en dólares USA.

11 de enero de 2015. Sobre las 7 de la mañana las primes luces del sol iluminan la isla Al Fahal, que marca la proximidad de nuestro destino, Muscat, la capital del Sultanato de Omán. Mientras observamos el paisaje montañoso, un práctico nos acompaña al Port Sultan Qaboos, donde vemos amarrado otro crucero. Autobuses y todo-terrenos se agolpan al pie del Costa Serena, en espera de los clientes para las excursiones. Nosotros cogemos el autobús gratuito que nos lleva a la entrada del puerto. Aunque hace falta visado que se obtiene al llegar al país, la única documentación que tenemos que presentar es la tarjeta de identificación del crucero, pues ellos se encargan de las gestiones. Pasada la aduana vemos la parada de taxis. Hablamos con un taxista, le indicamos el plan, regateamos el precio y lo contratamos para 5 horas. Un matrimonio gallego que anda despistado, se une a nosotros. Todo nos salió fenomenal.

Nuestro primer destino es el lugar más impresionante de Muscat, la Gran Mezquita, situada en una amplia explanada en las afueras. En 1992 el Sultán Qaboos decidió que su país debía tener una Gran Mezquita, así que un año después tuvo lugar un concurso para su diseño. En 1995 comenzaron las obras que se prolongaron durante seis años y cuatro meses. Siendo inaugurada por el sultán el 4 de mayo de 2001. Cuenta con un minarete central, de 90 metros de altura y cuatro laterales, de 45,5. La musalla (sala de oración) principal puede alojar a más de 6.500 fieles, y la de mujeres 750. Con el pavimentado espacio exterior (40.000 m²), puede recibir a un total de 20.000 fieles. Un importante elemento del interior es la alfombra que cubre el suelo de la sala de oración (70 x 60 metros). Contiene 1.700.000.000 nudos, pesa 21 toneladas y se tardó cuatro años en fabricar, siendo la segunda alfombra de una pieza más grande del mundo. La lámpara de araña de encima de la sala de oración tiene 14 metros de altura. La verdad es que la mezquita nos gustó mucho.

A media mañana le pedimos al taxista que nos lleve a algún bar para tomar algo, café o zumo de naranja, a lo que nos iremos acostumbrando, pues de alcohol nada. Nos lleva a una terraza junto a la playa Al Qurum Beach, muy concurrida los viernes por niños que acuden a jugar al fútbol. La temperatura es muy agradable. Como telón de fondo tenemos la isla Al Fahal. Vemos que Muscat es una ciudad muy verde y con muchos jardines, que contrastan con la aridez del desierto. También nos comentan que el sultán prohibió los edificios muy altos. Tras el zumo, nos detenemos un momento a fotografiar la otra joya de la ciudad, la lujosa Royal Opera House, la primera ópera estable de la Península Arábiga y la segunda de Oriente Medio, tras la de El Cairo. La sala grande tiene capacidad para 1.100 espectadores. Como curiosidad, los días 17 y 19 de enero de 2018 se representó aquí “Madame Butterfly”, con la Sinfónica de Bilbao en el foso, que concluyó con siete minutos de aplausos.

Nos desplazamos ahora al otro extremo de la ciudad para ver los antiguos fuertes portugueses, aunque el primero de ellos, el de Mutrah, que ya lo vimos al lado del puerto. La entrada al viejo puerto de Mascat está rodeada por dos fuertes, el de Al-Jalali al este y el de Al-Mirani al oeste. El primero data de 1587 y el segundo de 1550. Fueron construidos por los portugueses para protegerse de los ataques otomanos y asegurar su ruta comercial. Cerca de Al-Mirani se encuentra el Al Alam Palace o Palacio del Sultán de Omán, moderno edificio que utiliza solo para las recepciones oficiales. Vemos también a los fieles que acuden a la mezquita Al Khor Mosque.

Cerca de los fuertes hay una zona residencial rodeada de parques y jardines, donde se encuentra nuestro siguiente objetivo, el Museo Bait al Zubair, antigua vivienda de lujo construida en 1941 y reconvertida en museo en 1998, con objeto de mostrar distintos aspectos del patrimonio omaní. Cuenta con una extensa colección de armas antiguas, mobiliario y disfraces. Fuera del museo hay un zoco y un pueblo omaní a gran escala, así como esculturas de oryx, el animal nacional de Omán, Qatar y Jordania. Son antílopes de gran tamaño y con largos cuernos rectos y anillados, de un metro o más de longitud. Por su colorido me recuerda a la exposición de vacas que hace unos años hubo en Bilbao y otras ciudades europeas.

Abandonamos la zona del museo y sus amplios jardines y pasamos bajo el Muscat Gate Museum, inaugurado en 2001 para albergar exhibiciones sobre la historia de Omán. Nuestra última cita es en el paseo de la Cornisa (La Corniche), a donde volveremos al día siguiente. Desde allí contemplamos el enorme y lujoso yate del sultán y nuestro crucero, el Costa Serena. Aunque es un poco tarde, decidimos regresar al barco a comer, cosa que podemos hacer con vino, y a descansar, pues hemos tenido muchas horas de viaje hasta llegar aquí, donde anochece pronto, a las 17:38 h. Desde nuestro barco contemplamos la puesta de sol y el vecino crucero Aida Diva.

12 de enero de 2015. Hasta las 14 h no zarpa nuestro crucero, así que aprovechamos la mañana con más tranquilidad que el día anterior. Hoy no cogemos taxi, pues hemos dejado todo lo que queda cerca del puerto y podemos recorrer a pie, comenzando con un lugar fascinante, el mercado del pescado de Mutrah, situado nada más salir del Port Sultan Qaboos. Aquí podemos ver un centenar de vendedores y cortadores de pescado, que posan amablemente para la cámara. Eso sí, no hay ni una sola mujer. Vemos muchos atunes, pequeños tiburones, sardinas y otros pescados. Recientemente el mercado ha sido renovado, contando con una elegante cobertura.

Todos los días, a partir de las 6 de la mañana, comienza la incesante actividad de los pescadores, descargando su preciada mercancía en los aledaños del mercado de pescado. Nosotros nos acercamos bastante más tarde y tan solo pudimos presenciar la llegada de dos pequeñas embarcaciones y el traslado del pescado en una carretilla. Eso si, contemplamos un buen grupo de aves esperando una captura fácil y a un pescador lanzando la red en las proximidades de La Corniche.

Tras tomar un café en el centro histórico de la ciudad, accedidos al Zoco de Mutrah, que teníamos al lado. A media mañana en su interior había muy poca gente y, a diferencia de lo que vimos en el mercado del pescado, aquí era mayoritaria la presencia femenina. Accedimos por la puerta que da al paseo marítimo, La Corniche, deteniéndonos en los puestos de especias, frutos secos, perfumes, telas, de vestidos tradicionales y gorros, en el que compré uno.

Como todavía nos quedan más de dos horas hasta la salida del barco, el día está fantástico y no hace calor, dedicamos el último tiempo en Muscat a recorrer todo el agradable paseo de la Cornisa (La Corniche), por donde también circula el autobús turístico, descubriendo un par de grupos escultóricos dedicados a los delfines que pueblan estas aguas, varios kioskos para descansar a la sombra, embarcaciones tradicionales y un punto de alquiler de bicicletas, que son gratuitas en cuanto anochece, para fomentar su uso cuando menos calor hace. Al fondo se encuentra el Costa Serena, desde le que más tarde contemplamos la puesta de sol.

El viaje continúa. Nuestro próximo destino es Khasab, situado en la península de Musandam. Se trata de un enclave omaní ubicado en los Emiratos Árabes Unidos, en pleno estrecho de Ormuz, del que os hablaré en otra ocasión.

TENERIFE, mucho más que playas (y 3): La Laguna, el barranco de Masca y el Carnaval

Concluyo el relato de los viajes por Tenerife que dejé la pasada semana en Candelario. Comienzo hoy en la ciudad más monumental de la isla, San Cristóbal de La Laguna, población de más de 150.000 habitantes, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, por ser ejemplo único de ciudad colonial no amurallada.

Nos desplazamos en autobús hasta el aeropuerto de Los Rodeos y en sus proximidades tomamos el tranvía (Metropolitano de Tenerife), que cuenta con dos líneas. Una vez en el centro comenzamos a contemplar notables edificios como la Casa Peraza de Ayala, la capilla de la Santísima Trinidad, las Casas Alvarado-Bracamonte, de la Alhóndiga y del Corregidor, el colegio de las Dominicas, el convento de Santa Catalina de Siena, fundado en 1605, la ermita de San Miguel, la iglesia de Ntra Sra de la Concepción que, fundada en 1511, es la parroquia matriz de la isla de Tenerife. Su elemento más representativo es la torre, de 28 metros de altura. Finalmente, el Ayuntamiento.

Continuamos nuestro paseo monumental por San Cristóbal de La Laguna pasando por la plaza del Adelantado, el Teatro Leal, la Casa Bigot, la plaza de la Concepción, la iglesia y ex-convento de San Agustín, la iglesia y hospital de Ntra Sra de los Dolores, y la Casa Salazar, edificio barroco sede del Palacio Episcopal, de donde nos dirigimos al palacio Lercaro y al convento de San Juan Bautista o de las Clarisas, fundado en 1547.

Hemos dejado para el final uno de los edificios más interesantes de San Cristóbal de La Laguna, el Real Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna, que forma parte del convento franciscano de San Miguel de las Victorias y tiene la categoría de Bien de Interés Cultural. En su interior destaca el retablo barroco de plata repujada, que data del siglo XVIII. Vemos pasar una carrera popular y nos ponemos a buscar restaurante, pues se ha echado la hora de comer.

Al día siguiente cambiamos de escenario y nos dirigimos al extremo norte de la isla en compañía de una pareja de amigos canarios que nos hacen de guías. De crío estuve con mis padres en la ermita de la Virgen de Begoña, que creo que se encuentra en Almáciga, pero mis amigos no tenían ni idea de su existencia, así que seguimos con su plan por el Parque Rural de Anaga y la zona del Pico del Inglés, donde contemplamos diferentes formaciones rocosas. Circulamos por la TF-134 hasta el Mirador Risco Amogoje, para luego ir a comer el tradicional gofio en un popular bar de la zona. El gofio es un alimento preparado con harina no cernida de cereales tostados, generalmente de trigo o millo, usada con diferentes alimentos, que realmente no me agradó en demasía. Como el día está amenazante, concluimos la jornada en la Casa del Vino La Baranda, una antigua hacienda canaria del siglo XVII cuyo propietario, el Cabildo de Tenerife, ha convertido en el Museo Insular de la Vid y el Vino de Tenerife, en el que también se visita la antigua capilla de la casa, dedicada a San Simón, acondicionada como biblioteca.

Los acantilados de los Gigantes son un accidente geológico volcánico de tipo basáltico, situados en la costa oeste de la isla. Nos acercamos a Playa de San Juan y Puerto Santiago y luego fuimos a hacer una excursión marítima que no olvidaré fácilmente, pues desde el barco contemplamos muy cerca un grupo de delfines mulares, que pueden llegar a medir 3 metros. Los delfines se acercan muchísimo y parece jugar con el catamarán. También observamos otro buen grupo de calderón tropical, también conocido como ballena piloto, que pueden superar los 5 metros de largo y pesan entre una y dos toneladas. ¡Una gozada de día!

Desde el barco en el que fuimos a observar delfines y calderones, contemplamos el final del Barranco de Masca, así que en el último viaje a Tenerife nos lo pusimos como principal objetivo, aunque no fue fácil, ya que llovió casi todos los días y con mal tiempo no se puede realizar. De hecho, desde el 26 de febrero de 2018 permanece cerrado, ya que ha habido bastantes accidentes, incluso mortales. Aunque su apertura estaba prevista para fin de 2020, supongo que se retrasará, dado que pretenden mejorar su seguridad con barandillas y escaleras, además de arreglar el embarcadero que se llevó el temporal. Conviene contratar una excursión que te lleve al punto de partida en el caserío de Masca y que te trasladen en barco desde el punto final, ya que hay que descender 580 metros de desnivel en unos 4 km de recorrido, en lo que se tarda más de 3 horas. Al principio se camina por un angosto y empinado sendero, con algunos destrepes, para luego seguir el curso de una especie de wadi que te conduce a la playa. El recorrido resulta espectacular, Lo peor, las agujetas de los días siguientes.

No podía terminar este relato sin citar al Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, considerado el segundo más popular y conocido del mundo tras el de Río de Janeiro (Brasil). El 18 de enero de 1980 fue declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional. Nunca me he planteado ir a esta fiesta, pues no me gustan las multitudes, pero la casualidad hizo que en uno de mis viajes a la isla, al ir a visitar su capital, me encontrara con un preludio del carnaval, de esos que se realizan desde muchos días antes, así que sigo sin conocer Santa Cruz de Tenerife, pues pasé toda la mañana en este acto en el que se presentó a las candidatas a reina del carnaval, fotografiando también a los ganadores de disfraces de la categoría infantil: femenina, masculina, parejas y grupos de más de 12.

El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife se celebra desde los primeros asentamientos europeos, siendo  las primeras referencias escritas de finales del siglo XVIII. Como los reporteros gráficos que cubrían el evento llevaban buenos teleobjetivos y yo no, conseguí que me dejaran estar en el escenario, en un lugar en el que no estorbaba, para poder tomar las fotografías que os presento, en las que aparecen los ganadores de las categorías femenina, masculina, parejas, grupos de 6 a 12 y de más de 12 personas. Fue una suerte coincidir con este evento.

El último viaje a Tenerife lo realizamos con la compañía Vueling y, aunque siempre pedimos pasillos, como con esta compañía tengo “enchufe”, pude disponer de los tres asientos y así poder fotografiar desde el aire la punta del Teide, casi oculto por las nubes, la salida de la isla y algo que tenía muchas ganas, el paso del estrecho de Gibraltar, pudiendo ver a la vez el norte de África y el sur de Europa, pues tuvimos la suerte de coincidir con un día fantástico. Fue un buen remate del viaje.