Continúo el relato del viaje realizado por tierras andaluzas del 17 al 28 de marzo, que dejaba la pasada recorriendo los 144 km que nos separaban de nuestro siguiente destino, Málaga. Nada más salir de Granada empezó a llover con fuerza, además de hacer mucho frío, pues poco antes de llegar a Málaga estuvimos a 7 grados. Para pasar las cinco últimas noches de esta escapada escogimos el Parador de Málaga Golf ****, con una excelente relación calidad-precio y muy práctico para desplazarnos por la provincia, sin sufrir los atascos de la capital, dado que se encuentra al borde de la Autovía MA-20, Málaga -Algeciras, en la salida de Coín. Cuenta con piscina exterior y salida a la playa, que estaba muy sucia por las últimas riadas tras intensas lluvias. Los amaneceres fueron extraordinarios.

Llegamos al Parador a primera hora de la tarde del 23 de marzo y, tras instalarnos en la habitación y ver que la lluvia ya había cesado, nos dirigimos en coche al cercano Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce, que cuenta con dos senderos señalizados con los nombres “Río Viejo” y “La Laguna Grande”, de unos 2 km de recorrido cada uno, que parten de un mismo punto, así que recorrimos los dos hasta los diferentes miradores acondicionados para observar aves que, por cierto, no abundaban. Lo que si que había es bastantes charcos y zonas embarradas, pues había llovido muchísimo en marzo, llegando a desbordarse el río Guadalhorce.

Como el 24 de marzo era lunes y muchos lugares cierran ese día, optamos por desplazarnos a los Montes de Málaga, para caminar por el sendero circular Contadoras-Mirador de Pocopán, de 5,38 km y un desnivel positivo de 202 metros, cuyo punto de partida se encuentra a 31 km del Parador, al que se accede por un carretera repleta de curvas. Desde lo alto se tiene una excelente panorámica de la montaña malagueña y de la capital. Pensábamos estar solos y nos encontramos con tres autobuses de niños que los llevaron al Aula de la Naturaleza de «Las Contadoras” y dos más con jóvenes que realizaron la misma ruta que nosotros. Al terminar aprovechamos para comer muy buena comida casera en el Restaurante Fuente de la Reina, ubicado junto a la monumental fuente del mismo nombre, al borde de la carretera.

Como disponíamos de toda la tarde libre, decidimos trasladarnos a una coqueta localidad que no conocía, Mijas, dejando el coche cerca de la oficina de turismo, sita en la plaza Virgen de la Peña, 2, donde nos proporcionaron un mapa, sacando las primeras fotos al emblemático burro de la localidad, en bronce, a los tiestos y a los burros-taxi. Casi al lado se encuentra un buen mirador, la ermita de la Virgen de la Peña, capilla excavada en la roca en el siglo XVII, el antiguo molino de harina y el pequeño pero curioso Museo de miniaturas Carromato de Mijas.

Nos dirigimos a continuación a la popular plaza de la Constitución, que cuenta con una fuente en el centro. Fotografío la escultura “Cuna de pastores”, bordeamos la fortaleza y subimos hasta la plaza de toros, construida en el año 1900. Casi al lado tenemos la iglesia de la Inmaculada Concepción. Luego tuvimos que bajar para callejear por el casco antiguo, disfrutando de estrechas callejuelas adornadas con macetas con flores, hasta llegar a la fotogénica calle de San Sebastián, a cuya entrada se encuentra la iglesia de la que toma el nombre, que data de finales del siglo XVII. Nuestro recorrido concluyó en un bar situado frente al Ayuntamiento.

El 25 de marzo iniciamos la jornada desplazándonos hasta Nerja, donde se encuentra la cueva más hermosa de la provincia de Málaga, para la que habíamos comprado la entrada para las 11:30 h al precio de 13,50 € los mayores de 65 años, que incluye audioguía, sala de realidad virtual y Museo de Nerja. A la entrada de la cueva hay un amplio aparcamiento de pago al precio de 0,029 €/minuto. La temperatura media en el interior de la cueva es de 19ºC, por lo que no se precisa ropa de abrigo.

Como tuvimos que esperar para acceder a la sala de realidad virtual, que merece realmente la pena, aprovechamos para recorrer el anexo Jardín Botánico, que recoge la flora y vegetación típicamente mediterránea de la zona, más en concreto del sector malacitano-almijarense, con representación entre otros lugares de los Montes de Málaga y del lugar en el que ahora nos encontramos, la Axarquía malagueña. Tuvimos la suerte de ver también una ardilla.

Nos desplazamos a continuación al centro de Nerja, deteniéndonos previamente para fotografiar el Acueducto del Águila, construido entre los años 1879 y 1880 para trasvasar el agua necesaria con destino a una fábrica de azúcar. Dejamos el coche en el Aparcamiento Balcón de Europa, ubicado en la plaza de España, bajo el Ayuntamiento y la oficina de turismo. Aprovechamos para picar algo en un bar de la plaza, para visitar a continuación el Museo de Nerja, ubicado en el otro extremo de la plaza, que recoge una buena colección de piezas arqueológicas, muy bien presentada por cierto, procedentes de la Cueva de Nerja. Nos gustó menos la modernista exposición temporal Mona Guerra, que concluyó el 12 de mayo.

Nerja es una de las localidades más turísticas de la provincia de Málaga, así que aprovechamos para “patear” su casco antiguo, comenzando por un lugar que teníamos al lado, el Balcón de Europa, un magnífico mirador sobre la costa, en el que se encuentra la estatua de Alfonso XII. Al lado está la barroca iglesia del Salvador. Continuamos callejeando hasta llegar a la plaza Cronista Pepe Pascual, para concluir nuestro recorrido fotografiando una réplica del barco de Chanquete, que nos recuerda que aquí se rodó la serie “Verano Azul”.

La tarde todavía no ha concluido, pues nos queda de visitar uno de los pueblos más bonitos de España, que presume de ser el más pintoresco de la provincia de Málaga. Se trata de Frigiliana, que cuenta con un entramado de estrechas calles empedradas con casas encaladas y adornadas con floridas macetas, pero como sucediera en Mijas, en la costa luce el sol pero en las zonas altas las montañas atrapan las nubes, pero Frigiliana nos sorprendió con un buen chaparrón, del que nos resguardamos en la oficina de turismo, sita en la cuesta del Apero, 10. Fotografío primero la plaza del Ingenio, donde se encuentra la antigua fábrica de miel de caña. Luego, bajo el paraguas, iniciamos un deslucido recorrido por la calle Real y el barrio Morisco, para concluir en una antigua bodeguilla tomando una copita de vino moscatel a 1 €.

La siguiente jornada la dedicamos a Málaga capital, pero de ello espero hablar la próxima semana. El viaje continúa.