Escapada inglesa (y 3): De nuevo en Bristol

Continúo el relato de la octava escapada del año, realizada a Inglaterra del 7 al 10 de agosto, que dejaba hace dos semanas en la ciudad de Bath. El 9 de agosto lo volvimos a pasar en la ciudad de Bristol, iniciando la jornada visitando un lugar que teníamos a tan solo 8 minutos del hotel, St Mary Redcliffe, que abre de 10 a 16 h siendo la entrada gratuita. La reina Isabel dijo que era la iglesia más bella de su reino. Su visita merece realmente la pena. Con 89 metros y coronada por una aguja, su torre es visible desde muchos puntos de la ciudad.

A la entrada de la iglesia había uno de los muchos perros que vimos expuestos por todo Bristol, que forma parte de la exposición Gromit Unleashed, realizada del 30 de junio al 31 de agosto, presentando a los populares personajes Wallace y Gromit, el travieso pingüino Feather’s McGraw y uno nuevo, Norbot, el «gnomo inteligente». Cada escultura estará decorada individualmente y tiene como objetivo recaudar fondos para el Hospital Infantil de Bristol. Cuatro piezas únicas de Wallace y Gromit se encuentran en el Museo y Galería de Arte de Bristol.

Nos dirigimos a continuación al St Nicholas Market, el mercado más famoso y antiguo de Bristol,  construido en estilo georgiano en 1743. Cuenta con más de 60 puestos pero nos decepcionó bastante. Se encuentra en The Corn Exchange. A unos pasos tuvimos la King street, muy animada por las noches pero vacía por la mañana, en la que se encuentra el Bristol Old Vic Theatre Royal, construido en 1766 y que presume de ser el teatro en funcionamiento continuo más antiguo del mundo de habla inglesa. Muy cerca tuvimos otro lugar que no nos agradó mucho, Queen Square, con la estatua de Guillermo I en el centro.

Enseguida llegamos a un lugar que ya conocíamos, Pero’s Bridge, puente diseñado por la artista irlandesa Eilis O’Connell e inaugurado en 1999. Nada más cruzarlo nos encontramos ante la Upside Down House Bristol (la casa invertida), que habre de 10 a 20 h, pero cuyo interior no visitamos. A sus pies se encuentra Beetle sculpture (escultura de escarabajo). Enfrente está We The Curious, un centro de ciencia y arte, que alberga el primer Planetario 3D del Reino Unido (abre de 10 a 17 h.). Tampoco entramos, deteniéndonos a tomar un vino en el bar La Iguanas, en el que por cierto nos invitó su responsable tras una animada charla. Estamos en la animada zona de Millennium square.

Dos días antes hicimos el siguiente recorrido bajo el paraguas, pero en esta ocasión resultó mucho más agradable acercarnos al Bristol City Council (Ayuntamiento de Bristol), un elegante edificio inaugurado en 1950, frente al que se encuentra la Catedral y el animado parque de College Green, pero cuyo interior no se puede visitar. Junto a él se encuentra la estatua Rajah Rammohun Roy, uno de los principales intelectuales en la India del siglo XIX y en un lateral un pequeño jardín, con flores para los caídos en Ukrania, dominando los girasoles, su planta nacional.

La siguiente cita la tuvimos justo enfrente, en la Bristol Cathedral, antigua abadía convertida en la Catedral de Bristol en 1542, aunque su construcción definitiva en estilo neogótico no se concluyó hasta el año 1877, pero las torres gemelas, de estilo francés, son todavía posteriores, pues no se concluyeron hasta 1888. En su interior destacan la Elder Lady Chapel, la sala capitular y las tumbas de los antiguos abades. La Catedral abre de 10 a 17 h, siendo la entrada gratuita.

El Ayuntamiento de Bristol se asoma a la Park street, en la que el primer día vimos la primera obra de Banksy Tras una empinada cuesta llegamos a la Queens Rd, en la que se encuentra la Universidad, fundada en 1876 bajo el nombre de University College of Bristol. Poco más adelante hay otros dos notables edificios, Browns Restaurant y Royal West of England Academy, la galería de arte más antigua de Bristol. Enfrente está la estatua del Boer War Memorial y un precioso edificio, Victoria Rooms, construido entre 1838 y 1842 en estilo neogriego, y así llamado en honor a la reina Victoria. Frente a él hay una monumental fuente, que data de 1912 al igual que la estatua de bronce de Eduardo VII.

Desandamos brevemente el camino por la Queens Rd, descendiendo unos pocos metros hasta nuestra siguiente cita, el Bristol City Museum & Art Gallery, fundado en 1823, que desde 1905 ocupa un eificio de estilo barroco eduardiano. Nada más acceder a su interior contemplamos otra obra de Banksy, el Paint-Pot Angel (el Ángel del bote de pintura), que recuerda la exitosa exposición del museo “Banksy versus Bristol”, celebrada en 2009. Continuamos la visita disfrutando del amplio patio y la sección dedicada a Egipto.

Continuamos la visita al museo con la exposición de dinosaurios y las galerías de historia natural que incluyen una amplia selección de animales disecados. A continuación nos dedicamos a contemplar diferentes obras de arte, como Kathleen Garman by Jacob Epstein, Madonna de Botticelli, El Arca de Noé de Jan Griffier, Ecce Homo de Murillo, Girl with a Pearl Earring. Mojisola Kareem-Elufowoju, Ram Mohan Roy, Templo de Déndera de David Roberts y una foto de Martin Barr. El museo abre de 10 a 17 h (cierra los lunes), con entrada gratuita. Info: https://www.bristolmuseums.org.uk/bristol-museum-and-art-gallery/.

Iniciamos el largo regreso al hotel, volviendo a pasar cerca del Ayuntamiento en busca de un callejón donde se encuentra otra obra Banksy en forma de texto: You Don’t Need Planning Permission to Build Castles in the Sky (No necesitas permiso de planificación para construir castillos en el cielo). Volvemos al Pero’s bridge para dirigirnos al Puerto de Bristol, donde tomamos un bote que cruza el río Avon (acaba a las 17:30 h), que nos lleva a una zona industrial en la que casi oculta encontramos otra obra de Banksy, The Girl With Pierced Eardrum (la chica con el tímpano perforado). Ya solo nos queda un largo camino bordeando el río Avon, contemplando de paso una histórica grúa accionada por vapor, en el muelle de Bristol Docks. Nos ha encantado Bristol.

El 10 de agosto nos tocó madrugar y salir sin desayunar para trasladarnos en taxi al aeropuerto de Bristol. Desde él contemplamos como telón de fondo la exhibición de globos, antes de coger el vuelo de easyJet con destino a Bilbao, que salió a las 07:55 h. La escapada inglesa ha concluido.

Escapada inglesa (2): Bath

Continúo el relato de la octava escapada del año realizada a Inglaterra del 7 al 10 de agosto, que dejaba hace dos semanas en la ciudad de Bristol, en la que tuvimos nuestro “campamento base”. El 8 de agosto lo dedicamos a conocer Bath, que presume de ser una de las ciudades más hermosas de Inglaterra. Para ello nos desplazamos a la cercana estación Bristol Temple Meads, junto a cuya entrada, casi oculta, se encuentra la estatua de Isambard Kingdom Brunel, ingeniero británico conocido por ser el creador de la línea de ferrocarril del Great Western Railway, la que utilizamos para desplazarnos hasta la Bath Spa, en tan solo 11 minutos en el tren directo, que continúa hasta Londres, al precio de 10,30 libras ida y vuelta. Hay trenes constantes, aunque no todos son directos, empleando entonces en el trayecto hasta 18 minutos, dependiendo de las paradas. Bath se encuentra a 21 km al sureste de Bristol en el valle del río Avon. Una antigua cabina de teléfono, muy florida, nos dio la bienvenida.

Bath fue fundada como un complejo termal por los romanos bajo el nombre “Aquae Sulis” en el año 43 de nuestra era. En la Edad Media se convirtió en un importante centro de la industria lanera y en el siglo XVIII, durante el reinado de Jorge III, se transformó en una elegante ciudad con edificios neoclásicos, motivo por el que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1987. Además de la abadía hay que reseñar dos notables iglesias, la católica de Paris of St John The Evangelist, concluida en 1867 y la georgiana St Michael’s church, que data de 1837.

La primera visita que efectuamos fue mercado más antiguo de la ciudad, pues lleva más de 800 años en el mismo lugar. Se trata de Guildhall Market, que no es un mercado al uso sino un pequeño centro comercial con una veintena de pequeños comercios. Unido a él tenemos The Corridor, una de las primeras galerías comerciales del mundo. Diseñada por el arquitecto Henry Goodridge y construida en 1825, cuenta con un hermoso techo de vidrio que nos traslada a la High Street.

A unos pasos tenemos la joya de la ciudad, que ya visitamos en septiembre de 2022, por lo que en esta ocasión la pasamos de largo. Se trata de las termas romanas, ubicadas bajo el nivel de la calle y accediendo a ellas por un elegante edificio. El complejo está muy bien conservado, gracias a lo cual se pueden apreciar muy bien los elementos arquitectónicos presentes en el edificio. La entrada es bastante cara y conviene reservarla con tiempo El precio actual oscila entre las 28 y las 32 libras, incluyendo el pequeño pero interesante museo. Abre de 9 a 18 h. Las fotos corresponden al viaje anterior. Más información en https://www.romanbaths.co.uk.

Como en el anterior viaje solo nos detuvimos en Bath para visitar las termas romanas, volvimos en esta ocasión para disfrutar más tranquilos de esta agradable ciudad, visitando a continuación la abadía de San Pedro y San Pablo (the Abbey Church of Peter & Paul), a la que popularmente se llama tan solo la Abadía de Bath. Fundada en el siglo VII, esta iglesia parroquial anglicana fue con anterioridad un monasterio benedictino. Reconstruida entre los siglos XII y XVI, fue completamente reformada en la década de 1860. En su exterior se encuentra la Fuente de Rebeca, erigida en 1861.

La abadía de Bath tiene unas dimensiones de 67 metros de largo y 22 metros de ancho y la bóveda de la nave central se eleva hasta una altura de 24 metros de altura, alcanzando la torre los 49 metros. Tiene una capacidad de unas 1200 personas. El ventanal oeste cuenta con escenas del Antiguo Testamento. También podemos contemplar el sepulcro del Obispo de Bath y Wells (1608-1626), James Montagu. La Abadía abre de 10 a 17 h y la entrada cuesta 8 £. Más información en https://www.bathabbey.org/.

A unos pasos de la Abadía tenemos el Parade Gardens, de una hectárea de extensión y situado a orillas del río Avon. Es un lugar muy frecuentado por los habitantes de Bathal al que se accede de forma gratuita desde el pasado 1 de abril. Una alegoría floral nos recuerda que este año se celebra el 250 aniversario de Jane Austen. También podemos contemplar una estatua del Joven Mozart y un grupo escultórico dedicado al legendario rey Bladud. Las gaviotas se están adueñando de este parque.

Desde el Parade Gard contemplamos por primera vez uno de los emblemas de Bath, el puente Pulteney, diseñado por Robert Adam, basándose en el Ponte Vecchio de Florencia. Finalizado en 1773, es uno de los cinco puentes habitados existentes en el mundo. En el canalizado río Avon pudimos ver varios cisnes. Lleva su nombre por Frances Pulteney, heredera en 1767 de la finca Bathwick situada al otro lado del río. Cruzamos el río y regresamos a comer al otro lado, muy bien por cierto, en el Joya Italian Steakhouse.

Tras la comida continuamos recorriendo la ciudad, dirigiéndonos a continuación a The Circus, famoso ejemplo de arquitectura georgiana. Se trata de un complejo residencial circular, dividido en tres partes, cuya construcción se inició en 1754, concluyéndose en 1768. Muy cerca tenemos la siguiente cita en otra joya georgiana, The Royal Crescent, formado por treinta viviendas en forma de media luna que se asoman al Victoria Park, otro lugar muy frecuentado por los habitantes de Bath.

Iniciamos aquí el regreso a la estación Bath Spa, distante una milla. En nuestro recorrido pasamos ante el museo The Jane Austen Centre, dedicado a la escritora que vivió en esta ciudad de 1801 a 1806, aunque no le gustó mucho. Enfrente tenemos Queen Square, con el monumento al Príncipe de Gales. Aunque no entramos, nos sorprendió la existencia del bar Pintxo Bath, situado junto al Bath Theatre Royal y muy cerca del mercado de frutas y verduras situado bajo el Maple Tree. Siguiente destino, la estación de tren.

Pasadas las 5 de la tarde concluimos la estancia en Bath, desplazándonos en tren a Bristol para luego asistir al Festival de Globos, del que os hablé hace dos semanas. Todavía nos quedaba mucho por ver en Bristol. La escapada continúa,