La entrada del año en la Copa contra el Villarreal casi se nos atraganta, como el primer partido de Liga contra la Unión Deportiva Las Palmas. Pero curiosamente, contra el equipo que más calidad tiene, fuimos capaces de dar la vuelta al marcador, algo que no ocurría en Copa desde hace más de cien años (remontar un 0 – 2).
Por su parte, en la Copa, el submarino amarillo, me pareció un equipo peligrosísimo. De hecho, en el primer tiempo los dos únicas llegadas al área que tuvieron las convirtieron en gol. En ese momento todos pensamos e incluso verbalizamos eso de: Agur Copa. ¡Qué poca fe en nuestros leones! Y efectivamente, fueron más leones que nunca. El resultado del primer tiempo no refleja lo que se vio en el campo. El Athletic tuvo más llegada pero no consiguió transformar las oportunidades. Un Villarreal súper serio no nos dejó hacer más y en dos arrancadas consiguió dos goles. ¡Qué peligrosos y rápidos son! En el segundo tiempo los rojiblancos siguieron a lo suyo, a lo que habían hecho en el primer tiempo pero en este caso el acierto de Williams, sí que consiguió esquivar al portero para que el balón fuese a la red. A partir de ahí, a asediar al rival, entrando también en el campo Aduriz, que consiguió el segundo gol, tras la segunda conexión con Iñaki. El tercero fue obra de Aymeric a pase de Beñat, otro de los destacados del partido (era su segunda asistencia). No me olvido que el Athletic jugó con algún cachorrillo en sus filas. No lo digo por Williams que parece que ya de cachorro no tiene nada. ¡Qué fuerza y garra tiene! Lo digo por Lekue, al que aunque le hemos visto poco, no me canso. Incluso no jugando en su sitio lo hizo muy bien. Se le ve la calidad en cantidad de detalles. Él, al acabar el partido, dijo que no le importa el lugar en el que le coloque Valverde. Yo que no tengo nada que perder, le voy a pedir al entrenador que lo coloque en su sitio, porque siempre rendirá más, que a pierna cambiada. Hace dos semanas le vi con el Bilbao Athletic contra el Lugo, de extreño derecho y me pareció uno de los mejores del partido, incluyendo un gol precioso. Ya se vio contra el Villarreal que no le cuesta tirar a puerta, en este caso, una volea muy difícil que salió por poco. Iñigo está pidiendo minutos a gritos.
El Athletic tuvo una última oportunidad antes de acabar el partido, también de Laporte, pero no pudo ser. Y así acabó la remontada, dejando el marcador en un 3 – 2, que es un resultado más ajustado a lo que vimos y que nos permite ir con esperanzas a Castellón, aunque ya sabemos que va a ser muy difícil, no sólo porque sea un campo que se nos da fatal, sino por el momento de forma de los amarillos. A ver si nuestros chicos están tan puestos como el segundo tiempo de La Catedral y nos dan otro alegrón. El miércoles la respuesta. Por cierto, el árbitro designado es Mateu Lahoz… Miedo me da, porque el defensa Bailly ya repartió estopa a más no poder y sin una sola tarjeta amarilla (fijaos en el gol de Williams cómo dejó a Beñat, por el suelo, después de que el rojiblanco diera su perfecto pase a Iñaki)… Bailly es el típico jugador que siempre «pilla cacho», y con Mateu y su «sigan sigan» no sé lo que puede pasar.
Pero… por medio y antes, tenemos mañana mismo que enfrentarnos al Sevilla, otro equipo en forma, y en el Pizjuán, una plaza que tampoco se nos da nada bien. Muy difícil, pero si queremos seguir en puestos europeos… ¡A por ellos y Aúpa Athletic!
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¡Iturraspe, la gran noticia de Augsburgo!
Ya estamos clasificados para la siguiente ronda de la UEFA y encima como primeros de grupo. Objetivo logrado además con una estupenda noticia.
Bueno y ahora a disfrutar la clasificación para la siguiente ronda como primeros de grupo, por lo que esquivamos en el sorteo a los que vienen de la Champions, y encima con un partido por delante, el del AZ, para probar cosas y dar descanso a los que más cargados de minutos estén. Perfecto.
Y el domingo, por supuesto, ¡a por el Rayo!.
¡Aupa Athletic!
Granada no es para el Athletic
La mezcla de los errores propios y la mala suerte hicieron imposible que el Athletic pudiese sacar algo positivo de Granada.
Sus compañeros tampoco estuvieron para echar cohetes. Raúl Garcia falló muchísimos pases. Aduriz (aún siendo de lo mejor) desperdició un remate que de 100 van 99 dentro. Williams no culminó un mano a mano con el portero tras jugada y pase primoroso de Aritz. Iñaki, quizá acusó los dos partidos internacionales. Susaeta, ¿estuvo? De Marcos… buf…
La sensación que quedó es que podían haber estado jugando tres días pero que no iban a conseguir nada. Los Cármenes no se les da bien. Era el colista. Estaban necesitadísimos de puntos… Andalucía… Si hubiesemos ganado, nos poníamos arriba… Demasiados condicionantes. El Athletic siempre hace algún petardazo de éstos y nos tocó el domingo, justo cuando teníamos a mano los puestos europeos. Parece como si les diese miedo… En fin…
Ahora a olvidarlo. Bueno. Olvidarlo no. Mejor pasar página y pensar sólo en el Augsburgo. Hay que certificar la clasificación. Pero para ello tiene que jugar el otro Athletic. No el de Granada.
¡Aúpa athletic! ¡Y a por el Augsburgo!
Undiano Mallenco, el peor
Siempre se dice que los aficionados tenemos ojeriza a los árbitros y que descargamos todas nuestras fobias contra ellos, hagan lo que hagan. No sé si esta frase es verdad o no. Quizá alguno sí que lo haga, pero en el caso que nos ocupa el tema es precisamente al revés. Este colegiado, me atrevo a decir sin pensar que me confundo ni un poquito, se la tiene jurada al Athletic. No sé el motivo, ni idea, pero sus actuaciones contra nuestro equipo no es que sean malas, es que son horrorosas. Algunos árbitros son malos, y da igual lo que piten, se confunden muchísimo pero indistintamente favoreciendo o perjudicando a cualquiera de los dos equipos, precisamente por el hecho de que son malos. No lo hacen a propósito. Sencillamente, no saben hacerlo mejor y fallan más que una escopeta de feria.
Para corroborar esto que digo no hay mas que poner las estadísticas que tiene con nosotros. Nos ha arbitrado la friolera de 32 partidos. De ellos solo hemos ganado 6, hemos empatado 10 y hemos perdido 16. Una estadística casi imposible. Y no es casualidad. El domingo en San Mamés el equipo consiguió ganar, pero por el camino, como siempre nos pasa con él, tuvo que soportar sus continuos errores y cambios de criterio según quien sea el que hace algo. El solito se dejó escapar el partido y posibilitó que se diese una tangana, por su incapacidad de cortar el juego sucio, con alguna otra tarjeta más. Estaba claro que el Espanyol venía con la lección aprendida y sabía que el organizador principal de nuestro juego era Beñat. Le pusieron un perro de presa encima y todas las jugadas, acababan con nuestro medio centro en el suelo, siempre, siempre después de haber pasado el balón. Los jugadores periquitos llegaban tarde, y cometían falta de todas todas. A pesar de la reiteración pocas o casi ninguna se saldaron con tarjeta. Eso propició que los jugadores del Athletic acabasen hasta el gorro puesto que veían que había barra libre, según el criterio del de amarillo. Nuestro amigo estaba favoreciendo el juego marrullero de los catalanes que lo único que hacían era cortar y vuelta a cortar el juego. Por supuesto, el público cada vez más enfadado, porque encima vio que las faltas de sus jugadores sí que eran tarjetas. Y no discuto esas tarjetas que nos sacó, porque bien sacadas estuvieron todas… Pero mi queja es … y a ellos… ¿por qué no? Si esto fuese poco, encima, estando cerquísima de la jugada, no pitó un penalti claro a Sabin Merino en el primer tiempo, cuando por detrás le arrollaron, y le mandaron al suelo, cerca de la línea de corner.
Además de esto, otra de sus características es que tiene la capacidad de desquiciar a unos y a otros, porque en un momento determinado se pone súper serio y súper estricto con un jugador, y como el domingo, va corriendo hacia él,… y … le obliga con gestos exagerados…, que en un saque de esquina tire hacia atrás el balón ¡MEDIO MILIMETRO! Jugada fundamental donde las haya… ¡MEDIO MILIMETRO hacia atras el balón! Incluso me atrevería a decir que el balón estaba perfecto, pero… es que le dan estas venadas. Increíble, pero cierto. Supongo que todos los que visteis el partido sabéis a qué jugada me refiero. Respuesta del público: más bronca y más gritos… y eso que al jugador que le mandó tirar hacia atrás el balón era del Espanyol.
Y así uno y otro partido. En nuestro caso nada menos que 32. Y lo peor de todo es que sabemos que nos volverá a arbitrar y volverá a ser igual de desastroso, porque este árbitro no es de los que he mencionado arriba que son malos. El problema de este árbitro es que es malvado. Malo no. Malvado, sí. Malvado, porque lo hace a propósito. Así que a rezar todos para que nos toque lo menos posible.
Y para no acabar con mal sabor de boca, cambio de tema radical y sólo decir que qué maravilla de goles los dos del otro día. El de Raúl García por la dificultad del remate de cabeza cayéndose y entre dos defensores, y haciendo un escorzo complicadísimo; y el de Williams… buf… no tengo ni palabras. ¡Qué preciosidad! Hace muchísimo tiempo que no veía nada igual. Ya no digo en La Catedral, sino en cualquier campo. ¡Qué pasada de gol! De esto último sí es bonito hablar y no de lo anterior, que es una pena, pero que también hay que denunciarlo.
¡Aupa Athletic y a seguir así!
La importancia de Raúl García
En el poco tiempo que lleva en Bilbao, Raúl García, se ha convertido en insustituible y es por varios motivos. No es que haya metido muchos goles, no es lo fundamental. Es por su participación en el juego. Por los apoyos que da. Por lo bien que se entiende, no ya con Aduriz, sino con cualquiera que se le pone al lado.
Así mismo, ya lo he comentado alguna otra vez, libera de muchísimo trabajo a Aritz porque va por alto casi tan bien como nuestro delantero centro, prolongando balones a éste o a alguno de los jugadores de banda. De hecho, con sus apoyos, repito, ha mejorado el juego del equipo. Aumenta el enlace entre la media y la delantera, dando ayudas en materia defensiva. Ayudas que se inician con su presión a los defensas cuando intentan sacar el esférico controlado. El tener un jugador como él cerca, es fundamental.
La vaselina que intentó desde la esquina del área fue todo un lujo. Pena que dio en el travesaño porque merecía el gol. Éste es un recurso que ya había utiizado anteriormente. Le sale natural y la calidad del toque es de muchos kilates. Además pisa área con mucha insistencia y con intuición. Parece que sabe adónde va a llegar el balón. Por eso lleva bastantes remates de todo tipo. El otro día al acabar el partido, cuando un periodista le dio la enhorabuena por su gol le contestó que estaba enfadado consigo mismo por no haberlo metido antes, en alguna de sus opotunidades, y así haber podido liberar un poco antes a los compañeros ¡Chapeau! No te preocupes Raúl, vendrán más goles y más asistencias, seguro.
Sobre las tarjetas, ya dijo también él mismo, que metió la pata, como le suele pasar. Es consciente de ello, primer paso para intentar evitarlo. A ver si lo consigue, porque eso es una losa que te puede costar otros partidos. Pero por otro lado, contagia a los compañeros en la competitividad y en la presión al árbitro, que a veces es necesaria.
Vamos… un lujo en todos los sentidos. Un profesional implicado con el equipo desde el minuto cero.
Enhorabuena Raúl. Parte de la mejoría del equipo es gracias a ti.