Estoy escribiendo ahora este comentario después de que han pasado bastantes horas desde que ha acabado el partido, pero sigo con el mismo subidón que cuando el árbitro ha pitado el final.
Nico, crack (Foto: Borja Guerrero)
En Twitter he puesto que este partido es para ponerlo en bucle en la tele. Que sepáis que lo he vuelto a ver entero en el Molly Malone, con unos amigos, casi sin pestañear, para no perdernos nada. El Athletic ha jugado un auténtico partidazo de principio a fin y encima contra un rival cuya calidad nadie pone en duda, por los jugadorazos que tiene, por el entrenador que les dirige, que aunque como persona a mí me parece que deja bastante que desear, pero que dirigiendo, es un top mundial, y también por como compite este grupo de jugadores, que en medio minuto te la puede liar cualquiera. Pues ayer no. Ayer parecían hermanitas de la caridad, que no sabían por donde les daba el aire.
El primer tiempo de nuestros rojiblancos fue extraordinario, un vendaval que le pasó por todos los sitios al Atlético, izquierda, derecha, arriba, abajo, por dentro, por fuera,… de tal manera que parecía que eran un equipo menor. Impresionante lo de nuestros chicos. He leído en Marca que lo que hicieron ayer fue un monumento al fútbol. No le quitó ni una coma. MONUMENTO. Sólo faltó la guinda del gol, que ya sabemos que es caro y más contra los colchoneros, que sólo habían recibido 3 goles fuera de casa. Además, con el antecedente tan cercano del Granada. Misma calidad de primer tiempo, misma infinidad de ocasiones, y marcador a cero. La diferencia, la calidad del rival, porque el Atlético es top y el Granada no. Las ocasiones fueron de todos los colores. Dos palos de los Williams, el penalti fallado por Sancet, y otro montón de tiros parados por Oblak, que es un porterazo, y alguna otra que fue fuera por poco. Un derroche de oportunidades, juego, calidad… Una auténtica gozada. Pero… sin gol. Y para qué nos vamos a engañar, todos asustadísimos en el descanso, acordándonos de que, quien perdona lo paga.
Pero ahí que llegó el segundo tiempo, los zurigorris que siguieron a lo suyo, a desbordar, y el Atlético, a intentar parar las oleadas como podía. Todo seguía igual, hasta el 53 en el que Herrera, que estaba haciendo un partidazo, le puso un balón de oro a un Guruzeta, en estado de gracia, que empujó a gol (su octavo en Liga). Buah. El delirio. Pero de nuevo a la carga, se sucedían las oportunidades, hasta que Lekue, otro que también vaya nivel que está mostrando, le metió un balón en profundidad a Nico, que… madre mía, se metió en el área, teniendo delante a dos defensores, para hacer un maravilloso tiro a puerta con la zurda y con rosquita, rosca, o «roscaza» (aunque no exista), haciendo baldía la estirada del cancerbero colchonero. Vaya golazo. Otro partido de Nico para enmarcar. Da la sensación que se ha quitado el peso de encima del rollo de la renovación, se ha desmelenado y se está despachando a gusto. ¡Que manera de jugar! Por cierto, el penalti en el primer tiempo se lo hicieron a él. Y participó en la mayoría de las jugadas de peligro. Si no él, su hermano. ¡Vaya dos! Y así un 2 a 0, para el minuto 65.
Simeone desesperado sin saber qué hacer, lo intentó todo. Hizo dos cambios en el descanso para intentar dar más consistencia al centro del campo pero no le sirvió. Los otros 3 cambios los tenía ya hecho para el minuto 67. No le sirvieron de mucho. Sí que atacó más en los últimos minutos, pero es que menos que antes era imposible, porque no pasaron casi de su campo. Y cuando lograron llegar al área se encontraron con nuestro portero que es tan bueno o más que Oblak. ¡Vaya nivel en el que está, el bueno de Unai! Sacó dos pies de balonmano, de muchísimo mérito.
Los dos bermeanos tuvieron minutos, y saltaron juntos al campo, Gómez y Jauregizar, y el primero a punto estuvo de meter el tercero. Pena.
Mencion especial quiero darle al centro del campo. De Herrera ya he dicho que estuvo muy bien, pero es que su acompañante, que por la lesión de Ruiz de Galarreta, fue Beñat Prados, diría que estuvo sobresaliente. ¡Vaya partido el suyo también!
Me encanta cuando se me acumula el trabajo porque hay que destacar a muchos. Lleva el equipo ya bastantes partidos seguidos en los que nos están deleitando con su juego. Esto sí que es Rock and Roll y del bueno. Además la entidad del rival le da mucho más mérito a lo conseguido. Algo de «culpa» de todo esto tendrá Ernesto, así que mi aplauso al entrenador. La demostración de fuerza, calidad, consistencia, equilibrio entre líneas, capacidad de generar peligro, la rapidez del juego, el desborde,… que están demostrando en todos los últimos encuentros nos lleva a soñar. Javier Clemente, ayer después del partido, cuando le pusieron el micrófono para decir unas palabras antes del partido de las leyendas, dijo que estos chicos nos van a volver a hacer campeones. Con eso soñamos todos, pero el juego que estamos viendo no es un sueño, es una realidad, así que, chavales, a seguir trabajando, y a seguir deleitándonos con vuestro trabajo, esfuerzo, juego,… Sin confianzas pero con una ilusión enorme, a por Las Palmas, que nos viene a La Catedral este miércoles. Y a disfrutar todos de lo vivido, que las semanas con victoria del Athletic siempre son más alegres.
P.D.: No puedo acabar sin comentar la inauguración por la mañana de la estatua de nuestro maravilloso Txopo.
Iribar y Jon Maia
Fue muy bonito y muy emotivo. Con las palabras del presidente Jon Uriarte y del alcalde Juan Mari Aburto, ya empecé a llorar, un poco agobiada, hasta que me di cuenta que a mí alrededor tenía a bastante gente igual. Unos cuantos señores mayores, hechos y derechos que no podían contener las lágrimas. Me sentí muy acompañada. Y ya sin control el lloro, con los versos que le dedicó Jon Maia. Mientras, mis vecinos, no daban a basto con los pañuelos. Más que merecido el homenaje y un gusto verle a él, sacándose fotos con todo el mundo y aguantando estoicamente más de hora y media de saludos, besos, fotos, con todo lo que se meneaba. Sin darle importancia, sin que le cueste,… ¡Como no se le va a querer! Ya en San Mamés, en la tribuna un amigo me comentó durante el partido, que había estado, poco antes, viendo la estatua y que le había llamado la atención que todo el mundo que se acercaba la tocaba como con devoción. ¡Que ha sacado incluso fotos de la gente tocando la estatua, porque le ha parecido una maravilla ese cariño, que te impulsa a tocarla como si fuera el mismo portero en carne y hueso! El Txopo se merece eso y más, así que permitidme que acabe diciendo, bueno, más bien cantando, eso de:
«Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno»
Y, por supuesto,
¡Aúpa Athletic!