El sábado en el partido del Athletic contra el Valencia en la Catedral asistimos a un cambio de timón en la dirección del equipo por parte de nuestro entrenador.

Cuando llegó el Toto al Athletic, allá por mayo, comentó que quería hacer del equipo un grupo protagonista que quisiese el balón y el buen juego, basándose sobre todo en la combinación, pero teniendo como meta el ataque.
De las intenciones a los hechos va un trecho y el bueno de Berizzo todavía no ha encontrado el camino, más bien se ha dado con el muro de la realidad. Estos jugadores rojiblancos quizá no son los ideales para hacer lo que él pretendía. Los dos últimos partidos contra el Eibar y contra el Rayo Vallecano así lo han vuelto a demostrar. Sobre estos encuentros no escribí ya que mis comentarios se centraron en la Asamblea de compromisarios. Pero casi mejor, porque fueron tan horrorosos que yo creo que han sido la razón por la cual el entrenador le ha dado la vuelta a su concepción del fútbol para el Athletic, por lo menos hasta que encuentre una solución para la sangría que estábamos sufriendo.
Me parece perfecto. El equipo defensivamente era un coladero. El tiki taka se estrellaba continuamente en los pases erróneos o en las pérdidas absurdas. Si en Eibar no perdimos fue porque los milagros existen. En Vallecas fue por la vergüenza torera de Raúl García, que con su trabajo e intensidad, contagiò a todos en el segundo tiempo. Vistos los goles encajados, los resultados, y los jugadores que tenemos el sábado Berizzo pensaría en proteger o fortalezar al equipo desde el centro del campo, al que dotó de muchísimo músculo. San José y Mikel Rico junto a Dani García. Bien. Pierdes creación pero de momento ya se consiguió que el Athletic acabase el partido sin encajar un gol, algo que no ocurría en toda la temporada. Es un paso. Yo le agradezco el cambio al entrenador. Si su idea inicial no prospera, habrá que probar otras cosas, sobre todo en esta situación de premuras clasificatorias. Hubiera sido mejor sacar lo 3 puntos contra los valencianos, pero había un equipo delante que quería lo mismo que tú, ganar el partido. En este caso el Valencia, con Marcelino al mando, y con sus necesidades apremiantes también. Otro rey del empate y con pocos puntos en el casillero, como nosotros. Un buen equipo con buenos jugadores ante los que si tienes perdidas absurdas te pueden hacer un lío. El blindaje del centro del campo hizo que los ches no estuviesen cómodos en todo el partido. Nosotros no hicimos muchas oportunidades pero ellos tampoco. Así que empate merecido, por mucho que Marcelino dijese que merecieron más. Pues no. También Raúl García tuvo en el último segundo una ocasion que pudo hacer que el partido acabase con 1 a 0. No fue así. Iago también, se encargó, con un paradón de evitar poco antes el 0 a 1. Tablas merecidas. También quiero destacar a los «nuevos» San José y Rico, que cumplieron de sobra y con buena nota a pesar de estar, sobre todo Rico, casi inédito en esta Liga.
Ahora esperemos que a partir de esa solidez se pueda empezar a crear y a hacer alguna ocasión de gol, porque el pobre Aduriz se tuvo que ir desesperado a casa. No tuvo nada que echarse ni al pie ni a la cabeza para rematar. Así no se puede. Pero volviendo a los partidos anteriores en los que el centro del campo era más creativo y con menos músculo, pregunto… ¿se crearon más oportunidades de gol? No. NO rotundo con mayúsculas. Bueno, entonces parecido a lo del sábado. Así que, para mí, bien Berizzo. Primero solidez y ya irá volviendo a su idea de creación y protagonismo atacante. Necesitamos puntos y no nos podemos poner exquisitos. Mejor un punto que nada.
En los próximos partidos nos enfrentaremos a dos de los gallos actuales, el Espaynol y el Atlético… más difícil no se puede poner. Pero tranquilos que hay tiempo.
¡Aúpa Toto y aúpa Athletic!