La huelga general de la semana que viene tiene tan poco sentido que hasta los convocantes se lo han cambiado: ¿es para presionar a Urkullu o a Sánchez? ¿Es para que suban el SMI y las pensiones o es porque lo hacen sin que los convocantes salgan en la foto? Con esas dudas y solo alguna certeza decidí entrar en la cuenta en Twitter de la propia huelga, que retuitea a LAB, a ELA… A Ernai, a Sortu, a Bildu, a Alternatiba y a Teresa Rodríguez. Y al final acaba ganando lo que barruntaba: esta huelga solo tiene un fin preelectoral. Ya sé que no he descubierto el fuego: salta a la vista y todo el mundo lo sabe en Euskadi.
Un PIN mediático
Igual que es evidente que la huelga de la semana que viene tiene una motivación política, es evidente que el PIN parental de Murcia tiene un fin mediático: Vox quiere que hablemos de sus mierdas y lo logra. Porque en Murcia, además, ha gobernado el PP y ahora lo hace Ciudadanos, ¿qué locas ideas progres han metido en los colegios estos partidos? Ninguna, evidentemente. E igual que los argumentos para la huelga son soniquetes, los que defienden el PIN parental nos intentan colar mentiras a base de machacarlas. En Maldita.es las desmontan: los exagerados vídeos que comparten no corresponden a charlas de sexualidad.
¿Por qué nos toman todos por tontos?
Unos nos dicen que su huelga no es política. Otros nos dicen que el PIN parental es para evitar imágenes que no se corresponden con lo que quieren evitar. Y los últimos (de momento) nos aseguran que Pablo Iglesias renuncia a su sueldo. Pues no, no lo hace. Pablo Iglesias cobrará lo que le corresponde (subida incluida después de aprobar la de los trabajadores públicos) y luego donará una parte al partido, como hacen casi todos los representantes políticos. Si dona mucho o poco es cosa suya (Iglesias tiene otros sueldos e ingresos), pero que no nos cuelen que renuncia al sueldo es cosa de todos.
No necesitamos verlos así
En los últimos años hemos visto muchos cambios en los informativos de televisión que, sinceramente, no sé si aportan algo: presentadores de pie ante pantallas gigantes, platós que no existen y se insertan vía “chroma”, periodistas de exteriores que caminan de un lado a otro de la escena… O que se exponen a cualquier inclemencia climatológica. Especialmente esta última idea me parece la peor porque los reporteros y sus cámaras (no les vemos pero están ahí, aguantando) pasan frío, son empujados por el viento, se empapan o se asan de calor durante la canícula. Que alguien pare esto, por favor.
Una Copa para los más grandes
La alegría de jugadores, aficionados y directiva de la Cultural Leonesa es maravillosa. Han eliminado al Atlético de Madrid en la primera ronda en la que participaban los colchoneros. Porque esta Copa nos la han vendido muy bien pero hemos comprado mercancía averiada. En este caso, dirigida: Atlético, Real Madrid, Barcelona y Valencia han entrado muy tarde en las eliminatorias (ganando tres partidos se plantan en semis) y los bombos van por categorías para que las sorpresas se compensen con lo que, en el fondo, tiene que pasar. Una castaña, vamos. Como dijo Valverde: esto es una industria. Y además, lo parece.