No nos ofendan

La política española, la Casa Real española y la justicia española están ofendiendo nuestra inteligencia, últimamente, muy por encima de sus posibilidades, reutilizando aquella frase sobre la crisis de José Blanco cuando era ministro. Lo último que nos faltaba era que llamaran “terrorismo” a las acciones pacíficas (sí, hay boicots pacíficos) de la ciudadanía catalana. Para los que hemos convivido con el terrorismo y sus defensores este atrevimiento resulta imperdonable.

La batalla del relato exterior

Aleix Sarri trabaja en la oficina del eurodiputado Ramón Tremosa en el Parlamento Europeo, y desde allí denuncia en Twitter que “algunos corresponsales de medios españoles ya han empezado su campaña para desinformar y vender que el independentismo y sus presos políticos sólo reciben el apoyo político de ‘extremistas’”, antes de exponer cuatro ejemplos de políticos europeos (de los de las primeras filas) que saben ver e interpretar la realidad catalana.

El suicidio del PP

Ayer mismo les hablaba de la nueva tradición que habíamos descubierto en los partidos políticos españoles, la de inmolarse. Hoy les traigo un interesante post en la misma línea de Carlos Sánchez en El Confidencial: “Detrás de un error político casi siempre hay un error intelectual, que casi siempre nace de una visión conservadora de la acción política que tiende a ningunear los cambios sociales. Y Rajoy es, ante todo, un conservador, más que un hombre de derechas”.

De nuevo, no vale todo

No defenderé yo a al PP de Rajoy y Alonso ni a la FAES de Aznar, pero sí defenderé el derecho de las fundaciones y asociaciones a organizar jornadas, seminarios, conferencias y cursos, a traer a ellos a los profesionales que consideren más adecuados, y a pagarles por su tiempo. Así, la afirmación de que FAES “pagó al magistrado que juzgará la caja B del PP” es oportunista: “Juan Pablo González cobró 765 euros por dar cursos en la fundación”, según el mismo texto de El Plural.

Bronca de la Casa Real a unos funcionarios

La esencia de esta historia, lo que queda decantado, es lo preocupante: la casa real española habría “abroncado” a TVE por difundir el vídeo de Leitiza Ortiz, las infantas y Sofía de Grecia haciendo el ridículo y dejando ver en público su mala relación. Han buscado su origen y la cadena de su gestión, poniendo incluso de manifiesto la existencia de un periodista concreto que se dedica a tratar las imágenes de la familia real antes de difundirlas, que ese día estaba de libranza.