No me gustó lo de “Unidos Podemos” por la utilización del masculino como genérico en el participio, pero la marca es suficientemente clara. El debate sobre el logo del fin de semana me parece innecesario: Podemos ocupa más mancha pero las otras marcas son legibles. No hay que olvidar que el primer gran éxito de Podemos fue poner en la papeleta electoral la cara de Pablo Iglesias. Puede que el mayor problema lo tengan en Twitter, donde una asociación veracruzana de apoyo a enfermos de SIDA tiene el usuario.
¿Hay problema en el concepto?
Personalmente, no veo nada malo en lo que voy a contarles: en Estrella Digital explicaban que Manuela Carmena confía en encontrar una entrada de la final de Champions para su nieto, y en OK Diario que Julio Rodríguez, el fichaje estrella de Podemos en el ejército, viaja con el billete más caro del AVE. Insisto: ni siquiera me parecerían hechos noticiosos… si no fueran representantes de los que señalan a “la casta”. Y me limito a preguntarme: ¿es compatible con la doctrina de Podemos usar tus influencias y gastar más de lo necesario en viajes?
El periodismo cuesta dinero
El Español publica un texto del fotógrafo Manu Brabo en el que vuelca toda su “mala leche” no por la liberación de los periodistas secuestrados en Siria, sino por el comportamiento que tuvieron los medios durante los días siguientes: “¿Son los mismos medios que les pagaban una mierda por su trabajo mientras ellos asumían los riesgos?”. Medios que “por un lado defienden la libertad de prensa y por el otro atentan contra ella” con pagos ridículos por reportajes en los que el redactor o el fotógrafo se juegan la vida, literalmente.
¿Qué es “la transformación digital”?
Comparto la guasa con la que José Antonio del Moral escribe en Twitter: “Todo dios poniendo en sus perfiles de Linkedin que ahora se dedica a la ‘transformación digital. ¡Unos cracks!”. Precisamente Manu Bravo en su reflexión a cara de perro hablaba del coste que tiene para su profesión “el digital”. Un coste y una curva de rentabilidad que desconocemos realmente. Y aunque sería apasionante acompañar a las empresas hacia modelos de negocio de éxito basados en lo on-line, una vez más hay más humo que leña ardiendo.
La tecnología china siempre vuelve
No nos engañemos: la única transformación digital exitosa es la de las empresas que han acertado con sus modelos (y sus campañas publicitarias) de smartphones. Pagamos sobrecostes brutales por teléfonos de Apple, defendemos los modelos de Samsung como si nos fuera algo en ello… Y disfrutamos más discretamente la tecnología barata: primero Xiaomi y ahora Vivo, según El Confidencial, nos ponen teléfonos en la mano con los que hacemos exactamente lo mismo que con un iPhone por mucho menos. ¿Y los derechos laborales?