Nigel Farage, con Catalunya

¡Con todos los apoyos que está recibiendo la causa catalana por qué algunos de los que han hecho campaña a favor de la independencia eligen a Nigel Farage como compañero! No lo entiendo, de verdad. Si el líder del Brexit, el antieuropeísta que sigue cobrando del Parlamento Europeo arropa el “procés”, lo mejor que pueden hacer los que lo apoyan es alejarse de él en vez de retuitearlo, por ejemplo. Que no se empañe el buen momento internacional de Catalunya.

La atrevida

Rosa Díez tuvo que salir de Twitter por mentir: aseguraba que ella actualizaba su cuenta en esta red social hasta que fue descubierta en un acto público mientras su community manager picaba tecla. Una vez abandonada la primera línea política recuperó esa red social y ahora tuitea compulsivamente. El 80% de todo es bastante prescindible, en el otro 20% da muestras de una ignorancia inmensa como cuando compara una Irlanda del Norte en guerra con la actual Catalunya.

La cruda realidad

Con dos voceros de la incoherencia por columna yo creo que vale. Así que para compensar les muestro el hilo de uno de los mejores corresponsales en activo: Miquel Roig desde Bruselas explicaba en un puñado de tuits por qué la UE no se va involucrar en la cuestión catalana. Básicamente, lo que ya sabemos: la UE trata con los Estados porque es eso, precisamente, un club de Estados. Y no va a pisar la manguera de ninguno de ellos. La realidad es cruda y necesaria.

Aunque cueste

El escritor y guionista vasco José Antonio Pérez lleva una serie de tuits de lo más apreciables sobre Catalunya. Y uno de sus últimos mensajes me sirve para insistir en lo necesaria que es la cruda realidad. Pérez sugiere que “nos gobiernan dementes” cuando escucha que Puigdemont dice que no le consta haber colaborado en la tensión que vivimos el domingo. Todos vimos a la Policía y Guardia Civil atizar a la ciudadanía, pero a ésta alguien le empujó a un referéndum sin garantías.

Lo de Calella

Hablando de la Policía Nacional y la Guardia Civil: algunos de sus integrantes han sido expulsados de los hoteles en los que se alojaban, por ejemplo, en Calella. El Gobierno español ha salido a denunciar el atropello y por Facebook y Twitter corre un mensaje de uno de los policías lamentando el odio que ha vivido. Pero lo que no cuentan es cómo agredieron con porras extensibles a la ciudadanía, ya por la noche y de paisano, como denuncian en Asivaespana.com.

Llegó el gran día

Desconozco que estará pasando en Catalunya en el momento que está usted leyendo estas líneas. Todo es posible: que la ciudadanía esté votando pacíficamente como es su voluntad, que se lo estén impidiendo como es la voluntad de los poderes ejecutivo y judicial españoles, o que se lo estén impidiendo por la fuerza, que es el peor escenario posible. Pase lo que pase, hoy tampoco hablaremos del mal endémico de España y el partido que gobierna. Lo dice hasta la BBC.

¡El que faltaba!

No ha estado presente en ningún momento y, sin embargo, algunos siguen esperándole, como a Godot. Según El Independiente, el rey de España podría pronunciarse hoy o mañana “como hizo su padre el 23-F”. Lo que no sé es a qué nación va a dirigirse, la verdad, si a la España con la que se acostó ayer o a una nueva con Catalunya en la pista de salida y Euskadi en la cola para despegar. Lo que es evidente es que el modelo de estado español hace aguas hasta en las formas.

Pues es verdad

Un país como Catalunya, que se ha caracterizado siempre por un marketing estupendo, se encuentra sin héroes en un momento tan crucial. Romeva se ha deshinchado, Junqueras guarda demasiada ropa mientras nada, y a Puigdemont no lo eligió nadie para liderar este procés. Solo Trapero ha emergido como figura. Y personajes que, como Mainat o Piqué, están lastrados pero le han echado valor, como reconoce Quique Peinado. Al César lo que es del César.

¡Anda!

Tengo este enlace guardado desde hace días para sacarlo hoy: si por parte del nacionalismo catalán lo han intentado todo para votar en paz pese a su ausencia de líderes, no es menos cierto que por el bando nacional lo han intentado todo para boicotear el referéndum de hoy. Como Jordi Evolé, alzado como el periodista catalán de referencia, que usó su sesgo en preguntas y edición… Como siempre. Su trampa sobre la votación del Kurdistán quedará como paradigmática.

El epílogo

Como Miguel Ángel Puente, yo también pensaba que en un referéndum planteado con limpieza no hubiera ganado el “sí” en Catalunya. Y como mi amigo y compañero, creo que el problema no se termina hoy, sino que empieza el verdadero quebradero de cabeza para España: una generación frustrada y enrabietada va a coger las riendas de su futuro. El tiempo solo juega a favor de Catalunya y en contra de una España que habrá provocado su propio fin.

El desafío

A solo tres días del referéndum este ya se ha convertido en un desafío. El paso adelante lo ha dado Carles Puigdemont publicando un vídeo de una imprenta que está lanzando papeletas para votar en ese plebiscito que la justicia española ha ilegalizado por miedo a la democracia. Pero el inmenso error de España no puede dar pie a un giro temo que desafortunado. El referéndum sirve para avanzar, pero no contra nadie. Con el enfrentamiento Catalunya pierde.

La mentira

El Partido Popular ha lanzado una campaña de cara a este último y crucial fin de semana con la que quieren convencernos de que el derecho a que la ciudadanía decida qué quiere ser pacíficamente no es más que hispanofobia. Eso es, simplemente, mentira, y juega con el viejo axioma de que el nacionalista es, por definición, racista. Algo tan básicamente falso que se cae solo. Pero el PP (un partido nacionalista) va con todo, mentiras incluidas para provocar enfrentamiento.

Y la violencia

El portavoz del PP en el ayuntamiento de Gibraleón (Huelva) no ha tenido ningún reparo en reclamar en sus redes sociales que la Policía Nacional y la Guardia Civil repartan “hostias como panes” en Catalunya “a estas alturas de conflicto”. Manuel Gómez Martín se habrá quedado así a gusto, soltando lo que, por desgracia, muchos piensan empujados por su propio partido, que no duda en inundar anticonstitucionalmente Catalunya de policías ni en avivar la hispanofobia.

Ya han perdido

Son muchas las cuentas en Twitter en las que podemos ver los vídeos de las diferentes caravanas de fuerzas armadas rumbo a Catalunya desde diferentes puntos de España. Algunos las comentan con sorpresa o retranca pero la mayoría comparte estos vídeos con orgullo nacional. La Policía y la Guardia Civil va a enfrentarse con el pueblo catalán que, ¡oh, qué agresión!, quiere votar para saber si mayoritariamente desea ser español o no. España ya ha perdido a Catalunya.

Por fin algo constructivo

He empezado mostrándoles mi duda sobre si la actitud desafiante de Puigdemont es la acertada cuando desde España lo que se fomenta es, precisamente, el enfrentamiento para perjudicar aún más este procés. Pero termino con un enlace constructivo: el de Wikileaks que permite conocer a cada catalán dónde le corresponde votar el domingo. Este sí es el camino que hay que seguir, el paso que hay que dar: el de los recursos de Internet para ayudar al procés.

¡Liberad a Piolín!

La imagen actual de España es la Guardia Civil saliendo de los cuarteles con destino a Catalunya jaleada por amigos y compañeros que gritan: “¡A por ellos!”, y cuando llegan a Barcelona acaban alojados en un barco con Piolín y Silvestre pintados a tamaño gigante. Para colmo del sainete, el ministerio de Interior intenta tapar con lona la decoración… ¡Y no lo logra! De hecho, lo único que consiguen entre todos es alcanzar una gran cota de ridículo.

¿Por qué pensamos eso?

Cuando desde la cuenta “Armando el Pollo” (46.900 seguidores) tuitearon: “¿Qué probabilidad creéis que hay de que en el futuro descubramos que alguien se llevó una comisión por contratar el barco de Piolín?”, lo único que hizo fue poner en negro sobre blanco lo que no pocos pensamos. ¿Por qué? Pues porque este gobierno español (y los anteriores) nos tienen acostumbrados a mercadear incluso con lo que más en serio se toman, víctimas de ETA incluidas.

Cambio dos Évoles por media Otero

Carles Puigdemont se equivocó cuando aceptó conceder una entrevista a Jordi Évole, que siempre graba y edita convenientemente (convenientemente para Évole, claro) su trabajo. También es cierto que el President se arriesgó a estar con el entrevistador catalán más de moda hoy. Por desgracia, atrás quedan periodistas como Julia Otero, que sigue poniendo “seny” a esta escalada española, como cuando critica la jura de bandera civil en Madrid del 1-O.

A mí no me parece una broma

Albert Pla tiene todo el derecho del mundo a seguir siendo él en una España envuelta ya en una espiral de ridículo imparable. Y yo tengo el mismo derecho a expresar que no me parece adecuado bromear con el sentimiento nacional de mucha gente ni con cómo se están empleando a fondo los poderes españoles contra la expresión de ese sentimiento. Así que no me ha hecho gracia que haga pública una posición contraria al referéndum para luego descubrir que era una broma pesada.

Assange es su propia caricatura

Insisto en que el problema interno del “procés” son los aliados. Al principio, ni el Govern ni los partidos que lo sostenían querían injerencias exteriores (empezando por los vascos). Al final, se les han sumado Maduro, Otegi y Assange. Tres ases que solo ganan una mano si el que juega lo hace al solitario. El de Wikileaks ya ha perdido todo el crédito (¡por fin!) dando por verdadero un tuit de la web satírica “El Mundo Today”. Él, el experto en verdades y medios.

No es un pulso entre dos

Es cierto lo que tuitea Cristian Campos: la estrategia de Rajoy de dejar hacer se ha caído porque nunca creyó que el referéndum por la independencia fuera real. Y Carles Puigdemont, por su parte, nunca pensó que el estado español actuara de un modo tan salvaje contra sus instituciones. Pero no se puede resumir la voluntad de un pueblo al pulso entre un presidente español indolente y otro catalán alejado de la realidad. Es evidente que se trata de una emoción de muchos.

No hablemos de Catalunya

Creo que tenemos que imponernos un ejercicio de disciplina: dejar de mirar a Catalunya un tiempo cada día para no perder de vista otras cuestiones importantes. “Un interventor general de la Administración del Estado” declaró la semana pasada que no comprendía el destino de hasta 300.000 euros de dinero público que, según investigaciones judiciales, habrían acabado en cuentas vinculadas a la trama Gürtel, implicando directamente al PP de Madrid, según El Plural.

La burbuja de Internet

No me cansaré de decirlo: Carlos Fernández Guerra solo hay uno. Esa es la característica principal de los gurús, que son irrepetibles. Y su modo de trabajar al frente de las redes sociales de la Policía Nacional española también es irrepetible. El resto le imitan con mala o peor suerte y caen en chistes que no tienen sentido o amarillismo sin sustancia. El último ejemplo lo denuncia El Confidencial: la Guardia Civil es la que da a conocer una peligrosa moda de autolesiones.

Alemania, frente a su pasado

En Ciencias y Cosas hemos encontrado una noticia de esas que nos sorprenden: en 2017 siguen desalojando barrios completos de Alemania, por lo menos durante unas horas, porque en medio de obras, construcciones o en un desalojo, encuentras bombas de la II Guerra Mundial sin explosionar. Ojo, que se trata de entre 10 y 15 bombas cada día de los 2,7 millones de toneladas de proyectiles que cayeron sobre suelo alemán para derrotar a Hitler y el nazismo.

Vuelven las viejas marcas

Realmente nunca se fueron: quienes somos aficionados a redes sociales de fotografía como Flickr o Instagram, sabemos que hay muchos usuarios de cámaras antiguas y película que, sin embargo, triunfan en estos nuevos espacios. Seguramente atraídas por ese éxito sobrevenido, Polaroid primero, Zenit recientemente y ahora Yashica (poco sabemos de su futuro modelo), marcas de otras décadas, han acometido o anunciado una “rentrée” en el mercado, según Photolari.