Dos maneras de actuar

En Twitter sí hay una separación de poderes clara. Están los que pueden parecer sensatos porque lo son y están los que pueden hacer el ridículo y lo hacen. Entre los primeros destaca Maldito Bulo, la cuenta que da buenos consejos para informarse bien incluso en tardes tan complicadas como la del jueves. Entre los segundos, Cabify, que no dudó en hacer marketing macabro anunciando la gratuidad de sus vehículos después del atentado con un cupón.

No hay atajos

Ojo, un juez tendrá que determinar quién tiene razón, pero de momento el ministerio español de Empleo ha “disuelto” Factoo a instancias de la inspección provincial de Trabajo en Valencia. Esta empresa, creada por el exconcejal del PP Chema Escrivá permitía a trabajadores que facturaran “legalmente” sin pagar la cuota de autónomo. Ahora esa legalidad queda en entredicho. La web, de momento, sigue activa y las consecuencias para los usuarios son una incógnita.

De aquellas campañas estos “bots”

¿Qué es un “bot”? “Robots” que hacen pequeños automatismos en Internet: a veces son softwares y otras veces, aunque no se lo crean, son personan en países en vías de desarrollo que hacen trabajos mecánicos sobre decenas de smartphones chinos. Contratar este tipo de servicios es barato pero no es recomendable porque te pillan, como al PP: si tuiteas “Partido Popular” se dispara el número de “me gusta” al parecer por campañas contratadas pasadas.

¡Uf!

Hace unos días les hablaba de cómo Eduardo Arcos explicaba el machismo de James Damore en una circular interna de Google que le costó el puesto. Hoy les traigo un posicionamiento casi antagónico: Cristian Campos en El Español alerta de la posible descompensación en la atención que se presta a los hombres, más vulnerables hoy que las mujeres según los datos de Susan Pinker. Permítanme les recomiende ambas lecturas y me sume al tranquilizador carro de lo políticamente correcto.

China hace negocio en el Camp Nou

El dato es relevante: “Paulinho le ha costado al Barça lo mismo que todas las ventas que la Superliga china ha realizado al exterior en toda su historia”. Lo leemos en Panenka que aporta más información: el resto de “grandes” fichajes de la liga china han ido a Catar, Rusia o equipos menores de Inglaterra y Alemania. Así, a simple vista, los 40 millones que ha pagado el FC Barcelona por Paulinho no parecen un gran negocio. Según cuentan, además, el Guangzhou no bajó ni “una pela”.