Absolutamente intolerable

Nada justifica el acoso que están sufriendo Pablo Iglesias, Irene Montero y sus tres hijos pequeños, tanto en su residencia habitual como durante las vacaciones. Su salida de Asturias “por motivos de seguridad” (esto es, porque habían hecho pública su situación y hasta les esperaban al entrar a un bar) es absolutamente intolerable. Los dos políticos tienen derecho a una vida privada y al descanso, como todos. Y los hooligans que participan y alimentan este acoso tienen que ser frenados en seco. Esto no es un escrache, que también me han resultado siempre criticables, esto es intolerable. Y punto.

Increíble

La capacidad de Juan Carlos I de hacer lo que le da la gana me parece increíble. Por supuesto, sé que es fruto de décadas de impunidad, de políticos, fuerzas de seguridad del Estado y de medios de comunicación tapándole los escándalos, pero sigo sin alcanzar a comprenderlo: ¿por qué? Y que no me vengan con que devolvió la democracia a España y luego la salvó durante el golpe de Estado del 81, que visto lo visto y leído lo leído, cada día cuela menos. Dos semanas después sabemos que el Rey Emérito está en Emiratos Árabes Unidos, una dictadura que ya ha sido generosa con él antes. Se ríe de su España.

Insalvable

Cada vez soy más escéptico en política: no creo en grandes giros ni en grandes tácticas a largo plazo. Y menos en la política española, que se caracteriza por el aquí y ahora, y por corregirse continuamente. Así que la decisión de Casado apartar a Cayetana Álvarez de Toledo de la portavocía, en mi opinión, no es más que eso: una corrección. No creo que suponga la apertura del PP para facilitar la vida al PSOE ni de lejos. Y después de esta corrección, vendrá otra, porque Álvarez de Toledo como diputada del PP pero relegada, mal; pero fuera de la bancada y con los brazos de Vox abiertos, puede ser todavía peor para Casado.

Imbéciles

Ayer me sorprendió pasar por delante de la concentración de negacionistas de la pandemia en Bilbao y encontrarme a más de 20 personas. Me sorprendió y me preocupó. También vi a ertzainas identificando a esos ciudadanos que, sin mascarilla, creen que desafían a alguien pero solo exhiben al tonto del pueblo. Espero que las multas lleguen y que no sean recurribles, y más en Madrid, donde convocantes y alborotadores como Miguel Bosé han generado este efecto llamada para escépticos radicalmente equivocados. Está claro que del confinamiento no hemos salido mejores y que algunos han salido muy mal. Sin eufemismos.

Inesperado

El vídeo de la fiesta multitudinaria en una piscina de Wuhan que lleva un par de días corriendo por las redes sociales me sorprendió tanto que, pese a encontrarlo en una fuente fiable como el Twitter de la agencia France-Presse, tuve que confirmar que era real, en Wuhan y actual. Y parece que sí lo es. La ciudad, epicentro de la pandemia mundial, ha recobrado la normalidad casi por completo y, aunque parezca una macrofiesta, algunos corresponsales en China han aclarado que el aforo sí estaba limitado. En cualquier caso, el mensaje es esperanzador: sí, se puede salir de la espiral de contagios… Pero con mano dura y conciencia social.

Cada día que amanece…

No sé si el número de tontos crece, pero sí estoy seguro de que cada día que amanece vemos más tontos. Y no porque los busquemos: se exhiben sin rubor. Como los que se manifestaron en Madrid sin mascarilla asegurando que la pandemia es falsa y que las medidas para protegernos son para controlarnos. El tema da pie a muchos chistes pero no podemos perder de vista la gravedad del fondo: la protesta estaba promovida desde el entorno de la extrema derecha española, y aunque el fascismo no tuviera nada que ver, solo el hecho de que se extienda este escepticismo equivocado ya es preocupante.

Sí, seguimos pagando

“El CNI habría dado cobertura a la salida de España de Juan Carlos I y estaría ayudando en el dispositivo de seguridad que tiene el rey emérito”, leemos en El Nacional, y confirmamos que, efectivamente, seguimos pagando gastos que genera el padre de Felipe VI. No sabíamos hasta ayer dónde estaba, no sabemos qué hace, pero sí sabemos (ya lo intuíamos) que le pagamos la seguridad, cuando menos. Vamos, que sí hay mucha gente que sabía lo de los Emiratos Árabes, y si la mayoría lo desconocíamos es porque el velo mediático funciona pese a que la opinión pública (fuera y dentro) ya mira por los descosidos.

Se cree en la democracia o no se cree

Donald Trump no cree en el voto por correo. Dice que se puede manipular. Y a las puertas de un otoño complicado (votarán el 3 de noviembre) en el que el voto por correo será una opción real para muchos estadounidenses, la creencia del actual presidente es preocupante. Sobre todo, porque su intención es no facilitar los recursos necesarios para garantizarlo a quien quiera ejercerlo. Así, parece que Donald Trump no cree en la democracia: fue presidente sin quererlo, sin tener un discurso sólido y con el apoyo de la extrema derecha. De esos mimbres, estos cestos. Pero más temo los que vendrán.

Negre, ni youtuber

Javier Negre se ha quedado sin comentar en su canal de YouTube la manifestación de los que niegan la pandemia, y si fuera estadounidense estaría haciéndole la campaña a Trump, por supuesto. Pero no puede hacer ni una cosa ni la otra porque YouTube le ha cerrado el canal “por infringir la política de acoso, amenazas y ciberacoso”. Por lo general, la plataforma solo actúa “de oficio” en casos de pornografía, así que han sido los usuarios los que le han tumbado las emisiones. No soy partidario de coartar la libertad de expresión, pero a Negre ya le conocemos y sus contenidos, que firmaría Vox, están mejor sin emitir.

¿Qué pasa con Fortnite?

En este ritmo trepidante de consumo de contenidos que potencia Internet ni siquiera las grandes estrellas del medio sobreviven mucho tiempo. Así, Fortnite no es hoy lo que era hace solo un par de años, pero sigue siendo un juego con muchos seguidores que, ahora, no está disponible en las plataformas de Apple ni de Android para su descarga (en este último soporte es más fácil obtenerlo en otros espacios y que siga funcionando en el móvil). El motivo: que Fortnite ha desarrollado un sistema de pago que se salta a las plataformas y su mordida (un 30% del precio), lo que es injusto, básicamente, para el resto de desarrolladores.

La vida sigue igual, claro

Vuelvo de mis vacaciones de proximidad y ratifico (porque hoy es imposible desconectar del todo) que la vida sigue igual. No esperaba otra cosa, la verdad. Especialmente, después de comprobar que no hemos cambiado… Ni siquiera después de una pandemia y un confinamiento. El dibujante satírico Pedro Vera necesitaba menos caracteres que yo para definir una situación en la que los únicos culpables somos nosotros (aunque busquemos otros, desde los gobiernos a los hosteleros): “Ya están hechos todos los anuncios posibles sobre saldremos mejores y héroes. El de somos mierda pura, ¿para cuándo?”.

O peor

Lejos de sacar lo mejor de nosotros, la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus está poniendo en evidencia el carroñerismo de algunos. Una serie de miserias escondidas en la época en la que todo era fácil y expuestas cuando las cosas se ponen difíciles: Miguel Bosé está siendo uno de los protagonistas este verano por sus argumentos ridículos con los que intenta explicar desde Twitter que esta pandemia es falsa. Bosé se ha convertido en una especie de terraplanista vírico y no hace más que el ridículo, como cuando apoyó la manifestación sin mascarillas de ayer en Madrid.

Por supuesto, Juan Carlos

Además del coronavirus y nuestro comportamiento, el protagonista del verano es, sin duda, Juan Carlos I, que ha huido de España con agostidad y en cuanto se ha visto mínimamente amenazado. Vamos a tener muchas oportunidades para escribir sobre él, para empezar, cuando sepamos finalmente dónde se ha refugiado. De momento, no me cuesta imaginar una escapada sórdida, más que lo que sugiere mordazmente Javier Malevo: “Según fuentes cercanas al Emérito, don Juan Carlos se encuentra tranquilo y reflexivo en su nueva residencia tras follar dos veces, pegarse un bañito y beberse media botella de whisky”.

¿Esto es lo que nos espera?

Todavía tenemos un par de semanas de ritmo lento, una calma rara que se altera cada día por las cifras del coronavirus y por Juan Carlos I jugando al escondite. Claramente, septiembre nos traerá la segunda oleada de la pandemia, pero también la del blanqueo a ETA que está intentando la izquierda abertzale. Un blanqueo que, como el de cualquier otro fascismo, no podemos permitir. Al respecto, Javier Igea tuiteaba: “Lo que no entiendo es que haya gente de fuera del País Vasco empeñada en hacer ganar la batalla del relato a una Izquierda Abertzale que es la primera que sabe que perdieron todas las batallas”.

La llantina

Lo que no ha parado tampoco durante el verano es la llantina de Podemos, ahora penando porque, según su argumentario, un juez ha ido “a pescar” algún delito basándose en declaraciones e indicios vagos. Como siempre, los de Iglesias y Echenique piensan que la política empezó con ellos, pero no es así: ¿cuántos partidos y líderes han sido perseguidos judicialmente regalando titulares a la caverna mediática en procesos que se han quedado en nada… O con consecuencias catastróficas, como en Catalunya? Así que, menos kleenex y más manos a la obra desde el gobierno o la mayoría en el Congreso para detenerlo.

No, no se ha terminado

En Pekín hay un rebrote del coronavirus y en una ciudad del tamaño de un país están volviendo a confinarse en círculos concéntricos en torno a un mercado (otra vez, un mercado) que parece que es el nuevo foco. Esto no se ha acabado, al contrario: solo estamos en medio del problema, terminando de superar el primer golpe. Este virus, que es de los que mata, no se ha ido a ninguna parte. Al contrario: está donde surgió (allí) y está donde se expandió (aquí). Así que más nos vale cuidarnos, usar la puñetera mascarilla (que algunos parece que no lo entienden) y mantener las distancias. También con la familia.

Y sí, las y los profesores sí importan

No hacía falta que un grupo de directores de centros escolares declarasen que los profesores en Educación Infantil y Primaria son importantes. Igual que lo son los de cursos superiores y hasta la universidad: la educación a distancia improvisada, evidentemente, no está funcionando tan bien como la presencia de nuestras hijas e hijos en las aulas. Igual el confinamiento sirve para que demos valor a las y los sanitarios, la Ertzaintza, las y los profesores, las y los reponedores y cajeros, repartidores, hosteleros… Esos profesionales que nos han ayudado o a los que hemos echado tanto de menos.

El irrelevante fin de EA

Mikel Segovia ha hecho un práctico resumen para lectores de El Independiente de toda España de lo que supuso electoralmente la escisión del PNV y EA, y la situación actual de cada partido. La del partido de Ortuzar, sobradamente conocida. La de EA, ignota para quien no está metido en la arena política. ¿Qué en EA están dirimiendo en los juzgados quién será su nuevo secretario general? ¿Quién lo era hasta ahora? ¿Cuántos quedan en EA? Son las preguntas que se hacen hasta muchos afiliados del PNV que vivieron aquellos tortuosos días. Hoy, solo quedan restos de la obra de Garaikoetxea y los rebaña Sortu con satisfacción.

Iturgaiz no sabe ni dónde vive

Después de tanto tiempo yendo y viniendo a Bruselas, me temo que Carlos Iturgaiz tiene jet-lag permanente. Y eso que su propio partido le dio un respiro cuando estuvieron a punto de apartarle del europarlamento. Bueno, la cosa es que el candidato del PP a lehendakari no sabe muy bien dónde se encuentra: “Iturgaiz se reivindica como única alternativa al ‘frente popular de Bildu, ERC, UP y PSOE’” (El Confidencial). Ahí es nada. Iturgaiz contra todos y con todo lo que se le pase por la cabeza. Entiendo que el PP esté intentando no convertirse en la nada, pero igual no tienen bien detectado su propio problema.

Pues en España les va bien

Está bien, me rindo: el PP parece desnortado en Euskadi pero en España las encuestas respaldan su estrategia de enfrentamiento constante, tono agrio y cara de oler siempre un pedo. Por lo menos, en La Razón han decidido que el ánimo no puede decaer, y han publicado una encuesta en la que los de Casado y los de Sánchez empatarían a escaños si hubiese elecciones generales, aunque el PP quedaría todavía 200.000 votos por detrás. Me cuesta creerme este resultado tan bueno, pero sí parece que el PP va recuperando voto fugado a Ciudadanos y Vox, y que el PSOE tiene menos margen de crecimiento.

¿Nos lo planteamos ya?

En El Confidencial se plantean ya una cuestión que va a ser la más importante de los próximos años y puede que de los últimos siglos: ¿quién tendrá acceso a la vacuna contra el coronavirus primero y por qué? Yo tengo claro que si ésta se desarrolla en EE.UU. ya podemos ponernos a la cola el resto del mundo hasta que el último súbdito de Trump que pueda pagarla se la administre. Y si se desarrolla en Europa o en China, los países desarrollados se pondrán en fila e irán adquiriéndola casi en el orden del PIB de cada Estado. ¿O alguien se cree que va a ser de otra manera? ¿Y quién cederá su puesto?

No dejemos pasar este momento

Ni la campaña vasca ni siquiera el coronavirus tiene que ocultar este momento, el de un manifestante de la zona bien de Madrid en un Mercedes descapotable con un megáfono, pidiendo la dimisión de Pedro Sánchez y gritando vivas a España mientras su chófer le lleva por las calles saltándose el confinamiento. Esa imagen es el icono perfecto de la manifestación de los pijos porque lo tiene todo, desde el chófer hasta la bandera. Y es el icono también del motivo por el que tantos, tantos no nos sentimos representados por la rojigualda ni lo sentiremos nunca: por quién y para qué la ondea.

Sí, por quién la ondea

Las manifestaciones de pijos de derechas en Madrid nos dan la razón, insisto, a quienes nada queremos tener que ver con ellos. Solo hay que ver cómo los herederos del franquismo más virulento, como la nieta del general Queipo de Llano, las encabezan. Privilegiados que siempre ha estado en el bando ganador y que no tiene problema en demostrarlo encarándose a la Policía Nacional porque saben que ningún agente hará nada contra ellos. Esa es la España que se siente dueña de todo porque lo robó un día por la fuerza, la España hacia la que solo podemos sentir rechazo cada día más personas.

Ya hay vascos suficientes en ese bando

Además, ya hay suficientes vascos en ese bando rancio y facha. Empezando por Abascal, siguiendo por Rosa Díez, Bea Fanjul o Javier Maroto. Todos están reunidos en una imagen ofrecida por “Estado de Alarma”, el programa en YouTube de Javier Negre que se ha convertido en el núcleo duro de este enfrentamiento entre fascistillas y fascistas contra el resto del mundo. Allá quien se sienta a gusto en este circo, allá quien lo consuma, allá quien lo aplauda, allá quien ensalce a esa banda de cavernícolas y colaboracionistas, pero que ni cuenten con los demás ni se atrevan a señalarnos.

Agur al posibilismo catalán

Marta Pascal no es la única ni la última política de las consideradas “posibilistas” en Catalunya, pero su “adeu” al PDeCat es una mala noticia para el partido y para quienes creemos en una manera de hacer política basada en el diálogo, la negociación, la cesión, el respeto y el acuerdo. Eso es para mí el posibilismo, y más de diez años después dedicándome a esto, tengo claro que es mi opción. Pascal es además una política coherente: renunció a su acta como senadora cuando comenzó su desacuerdo con el rumbo del partido que llegó a dirigir, y ahora lo abandona definitivamente. Entre las Martas y los Carles lo tengo claro.