«La opción más arriesgada»

La reflexión personal de Joana Sánchez sobre el estado de las y los autónomos y por qué este gobierno español, el más progresista de la historia, según su propia definición, nos está haciendo papilla, es para tenerla en cuenta. Pero como ella misma sugiere, pocas y pocos lo harán. La subida de las cuotas y el ninguneo son posibles por la heterogeneidad del colectivo y nuestra incapacidad para articular protestas o declararnos en huelga. Ríete tú del funcionariado correctamente sindicalizado si paramos todas y todos los de la cuenta propia: de hosteleros a periodistas, pasando por todos los gremios. Pero saben que no lo haremos.

“Entretenidos y consumiendo”

He tardado en descubrir a Ignatius Farray. Lo hice, casi por casualidad, gracias a la serie que protagoniza en Amazon. Ahí vi a un tipo inteligentísimo con capacidad para hacernos reír con cosas muy tristes y, a la vez, con otras mucho más absurdas, para restar dramatismo a la vida. En una de sus últimas intervenciones radiofónicas, en la SER, el cómico canario reflexiona sobre cómo “la cultura del esfuerzo” lo que busca es que “seamos nuestros propios tiranos”. Pero me quedo con otra idea suya: la importancia de tomarnos nuestro tiempo hasta para aburrirnos porque “nos quieren entretenidos y consumiendo” todo el rato.

Así ganan lo que ganan

Si nos tomáramos nuestro tiempo para pensar y para comparar, seguramente dejaríamos de ser clientes de ciertas marcas cuyo modelo de éxito es el abuso: “Banco Santander ha ganado 9.605 millones de euros en 2022, lo que supone un 18% más que en 2021. La entidad consigue así un beneficio récord y vuelve a superar los 9.000 millones después de 15 años. Este beneficio se ha registrado, tal y como explica el banco, gracias al fuerte crecimiento de la actividad comercial, una buena calidad de los activos y el control de costes” (El Independiente). Si nos tomamos nuestro tiempo, todos sabemos traducir esta última frase.

Más madera

El periodista Víctor García Guerrero llevaba a Twitter otro ejemplo de cómo algunas empresas arrasan con sus beneficios gracias a que nos dejamos llevar. Así de sencillo: “Las petroleras de EEUU duplican ganancias y obtienen beneficios récord en 2022: Exxon Mobil, 51.400 millones; Chevron, 35.400. Razón: aumento de la rentabilidad ante las necesidades de los países europeos. Es viejo y manido pero… Qui prodest?”. Es viejo y manido, pero en Europa lo que nos tocaba era cambiar nuestros hábitos para hacer frente a la guerra, no sustituir a Rusia como proveedor mientras seguimos a lo nuestro como si nada.

Más impostores

También en Twitter, el guionista Diego Soto lanzaba esto: “El síndrome del impostor es interesante, pero ¿y el síndrome inverso? ¿El de esas personas que todo lo que hacen dicen que está de puta madre? Esa gente sí que tiene un problema serio”. Precisamente en Twitter llevo varias semanas reduciendo mi lista de “seguidos” porque cada vez soporto menos a esas personas que lo saben todo sobre todo y que, sin embargo, siguen en esa red social para demostrarlo en vez de ser ya, qué se yo, ministros del Universo o los tipos a los que Elon Musk les hace los recados. Prefiero seguir sintiéndome impostor cada día ante la página en blanco.

El botón de muestra

Aunque la he visto tarde, la noticia me ha dejado tan descolocado que no dudo en compartirla en la columna: “‘Espejo Público’ invita al abogado de La Manada como experto para hablar de la nueva ley de libertad sexual” (Vertele). Creo que es necesario expresar y hacer notar la indignación ante hechos como este. Indignación como profesional y como ciudadano. Agustín Martínez, que siempre habló y actuó como otro miembro más de La Manada además es contertulio habitual de Susana Griso. Vamos, que a él el machismo mal no le ha venido. Pero este que transmite Antena 3 me parece un caro mensaje.

Va a ser que sí

Pablo Echenique intenta que parezca que Podemos está en el gobierno pero también que parezca que está un poco en la oposición, manteniendo sus reclamaciones. Pablo Iglesias intenta que parezca que Podemos esté en el gobierno pero también que parezca que está siendo víctima del mismo. Don Mitxel Erreaga, popular tuitero vasco, protestaba ante este juego imposible: “A ver, un vicepresidente hablando de cloacas es como un vicepapa hablando de pederastia, pues haz algo, chaval”. Y más cuando Iglesias parece que tiene acceso a esas cloacas. Ya no caben quejas, solo acciones.

La enfermedad estadounidense

Si no hay más casos de coronavirus en EE.UU. es, claramente, porque nadie sabe cuántos hay. Solo hacerte la prueba puede llegar a costar 3.000 dólares (Magnet). Esta epidemia, que no es más mortal que la gripe común de momento, vuelve a poner de manifiesto lo más pernicioso del sistema sanitario estadounidense y, al mismo tiempo, el tesoro que tenemos en la Sanidad Pública. Donald Trump ha donado su sueldo trimestral para hacer frente al nuevo virus, pero eso tampoco sirve de mucho en un sistema en el que la enfermedad es sinónimo de ganancias… O de créditos bancarios e hipotecas.

Otro descubrimiento

Seguramente porque sé que tiene toda la razón no soy de los que piensa que Diego Soto ha escrito un tuit machista (él se queja de que le han llovido las críticas), este: “Ya vais a ver cuando descubráis que el teletrabajo es hacer todo lo que hacías en la oficina y, además, todo lo que hace el que se queda en casa (lavadoras, compra, comida, niños, gestiones, abrir a 456 mensajeros y 478 cosas más que no me caben en el tuit)”. Al contrario, me parece el tuit de una persona que hace su parte en las tareas domésticas. Y sobre todo es el tuit necesario para desmitificar el teletrabajo del que tanto hablamos por el coronavirus.

Leed prensa… O no

La semana pasada fue El País el que se sumó al cobro por contenidos. Ya estamos casi todos los periódicos tradicionales funcionando con ese modelo también en web. Va a ser muy difícil convencer a los lectores de que se tienen que suscribir para leer los contenidos, pero hacerlo entre muchos va a ser más fácil. Y después de tantos años regalando el trabajo y con algunos compañeros sumándose a discursos insostenibles sobre cómo y cuánto tiene que correr la información, va a ser difícil que todo el mundo lo entienda a la primera. Iñako Díaz-Guerra lo zanjaba así en Twitter: “Pagad o no pagad, pero no deis la turra”.