Pero, ¿qué pensabais que era una pandemia?

Este titular de Público ilustra perfectamente el momento en el que vivimos: “Bruselas plantea prohibir los vuelos desde el sur de África para impedir la llegada de una nueva variante de la covid”. Es decir: estamos en una situación tan delicada que instancias supranacionales planean limitar el movimiento de personas por el Planeta para que no se agrave la pandemia que nos asola. Que nos asola. Lo repito esperando que los más tontos del pueblo dejen de decir que esto ya ha pasado y de comportarse como auténticos descerebrados. Esto es una pandemia mundial, y de esto llevamos hablando desde marzo de 2020.

Hablando del más tonto del pueblo…

Puede que a Israel Díaz López le fallara el subconsciente, pero soy de los que cree que el portavoz de Vox en el ayuntamiento de Móstoles dijo exactamente lo que quería decir y que en su cabeza suena de lo más lógico pronunciar y opinar que hay mujeres que valen casi tanto como un hombre. Y por eso hasta las dejan participar en política. Así de “generosos” son los varones que lideran la ultraderecha española. Lo peor, en cualquier caso, no es lo que dijo Israel Díaz, sino cómo lo justificarán (y se autojustificarán) Macarena Olona, Rocío Monasterio o Amaia Martínez, que tienen que convivir con eso y con ellos.

“Llamar fascista a Vox es libertad de expresión”

Antonio Maestre me cae bien desde que en Twitter nos conocíamos casi todos, y creo, simplemente, que lo controvertido que resulta y lo contradictorio que en ocasiones parece, es fruto de lo mucho que escribe, tuitea y dice en las tertulias. Pero todo eso queda en un segundo plano después de lo que su acción nos ha regalado: “¡Se acabó! Perdieron los fascistas. Tras 2 años y 9 meses de recursos han archivado la querella por la que Vox me pedía 4 años de cárcel. La justicia ha confirmado que llamar fascista a Vox es libertad de expresión”. Gracias a Maestre sabemos que llamar a las cosas por su nombre no es delito.

Lo que “preocupa muchísimo” a Díaz Ayuso

Parece que a Isabel Díaz Ayuso no le preocupa qué va a pasar en Madrid en pleno repunte de la pandemia después de haber encabezado la revolución de la “libertad” frente a las medidas de precaución. Lo que a la presidenta de la comunidad le “preocupa muchísimo” es que en Nafarroa pueda verse el canal infantil de ETB, que emite en euskera, lo que liga a, atención, “que unas personas tengan más derechos a acceder a la función pública que otras”. Toma ya, Pablo Casado. Qué requiebro, qué manera de cazar ideas con el lazo y unirlas entre sí, qué forma de tomar posición en la política nacional. Qué cara más dura.

Marca de la casa

El PP está haciendo de la jeta de adamantium un rasgo distintivo. Hace tiempo ya que han generado una superpiel que les impide sonrojarse, pero lo que estamos viendo últimamente es abrumador: los casos de corrupción son de otro PP, Díaz Ayuso ha convertido el derecho a la cañita en la mejor cortina de humo para sus políticas neoliberales, Casado asiste a una misa franquista y deja a la ciudadanía que piense si es facha o medio lelo, y el PP “asegura a toda la Eurocámara que ‘Casado no participó en una misa en honor a Franco’” (Eldiario.es). Si falta hormigón armado en las obras de Euskadi y España no será por la crisis de suministros, es porque lo guardan todo en Génova 13 para tratamientos faciales.

Así son

Agentes manifestándose con la máscara de Guy Fawkes en contra de una ley que amordaza a la ciudadanía y jaleados por sindicatos policiales que nacieron al calor de Ciudadanos y engordaron con los anabolizantes de Vox (como tantas otras cosas). Sí, amigos, en estos tiempos tan extraños lo estamos viendo todo. También en Euskadi, por cierto. El genial Mauro Entrialgo lo tuiteaba así: “Es fascinante cómo los policías españoles ultras se manifiestan con caretas que representan la cara de un terrorista. La reapropiación irreflexiva de terminología y símbolos ajenos por la ultraderecha lleva a estos disparates afterpop”.

Y así hizo el día

Toni Cantó ha tenido una semana de esas que a todas y todos nos gusta tener en el trabajo: una tarea sencilla pero relevante, de las que lucen. En un tuit ha justificado su sueldo: “Cataluña: si quieres español, paga. Vaya, lo que hacen las élites nacionalistas y de izquierdas con sus hijos. Los demás, los que no se lo puedan permitir, a tragar”. Lo escribía después de la sentencia que obliga a Catalunya a formalizar una educación en castellano y de que Colau plantease que fuera la privada la que completara la oferta. ¿Serían concertados esos centros? ¿No son las élites de derechas las que eligen esos centros privados en español?

Nos lo traerán los reyes

Entre distopías materializadas a golpe de porra y tuits desde Madrid a precio de oro, menos mal que podemos contar siempre con titulares como este de Vozpópuli: “La Infanta Elena transmite al Rey el deseo del Emérito de pasar las Navidades en España”. ¿Vendrá? ¿No vendrá? Si viene, ¿dónde dormirá? ¿Celebrará la Nochebuena con sus hijos y su nuera? ¿Irá Urdangarín? ¿Y Elena de Grecia? ¿Cuántos cubatitas se tomará Froilán? ¿A qué hora empezarán a pimplar? ¿Irá el novio de Victoria Federica a conocer al abuelito? ¿Pondrá música después de cenar? ¿Qué regalos traerá? ¿Y cuánto nos costará el convite?

¿Qué sabían en Bildu?

Me sorprendió muchísimo la posición de Bildu cuando el Gobierno Vasco anunció su idea de implementar el pasaporte COVID: la defensa de los derechos de las personas no vacunadas que hizo Maddalen Iriarte me sonó muy extraña porque si algo no me esperaba era esa pesca en un caladero tan minúsculo y revuelto. Esta semana leíamos en Eldiario.es “el perfil de los no vacunados, según el CIS: jóvenes, de Vox o abstencionistas”. Voxeros aparte, que están ya radicalizados, lo de los abstencionistas no lo vi venir, pero sí lo hicieron, está claro, en de Bildu. Nadie les negará el olfato. Tampoco el mal olor.

Hoy es Black Friday

Hoy es el Black Friday, pero también puede ser el día del tocomocho: “Un estudio español revela que el precio del 73% de los productos vendidos online es incrementado antes del Black Friday para ofrecer un mayor descuento” (Cagencia.es). No solo sucede eso, que lo hemos visto casi todos: es que el Black Friday es una máquina de asfixiar al pequeño comercio. Un invento no solo americano, que eso no es malo en sí mismo, sino a la americana: las grandes empresas son las que compiten entre sí, las de las grandes cadenas de distribución que acaban con el cartón y el planeta, y lo local sufre por sumarse sin apenas retorno positivo.

La frase de Biden

El atropello a Quim Torra y los excesos de Isabel Díaz Ayuso o Pablo Casado van arrinconando al resto de temas, incluso las noticias sobre la afección de la pandemia más allá de Madrid y de la crisis global. También temas importantes como, por ejemplo, las elecciones en EE.UU., donde Donald Trump puede ser reelegido o bloquear la sucesión, que sería gravísimo. Las crónicas del primer debate electoral son coincidentes: un espectáculo lamentable en el que Biden tuvo un momento para la posteridad mandando callar al presidente. La frase: “Will you shut up, man” ya está estampada en camisetas contestatarias.

Más sobre Madrid

Es profundamente injusto que la Comunidad de Madrid quiera imponer a otras ciudades las medidas que necesitan para frenar la expansión del coronavirus. Lo es porque, por ejemplo, en los territorios vascos del sur las cifras de positivos se basan en muchas más pruebas. Sin embargo, “Madrid deja de hacer test a contactos estrechos de personas positivas si no son convivientes, sector vulnerable o tienen síntomas” (Eldiario.es). Así se escaparán los asintomáticos pero, ¿qué más da? Lo importante es bajar la curva y si para eso hay que dejar de hacer pruebas, se deja de hacer y punto. Trumpismo puro a la madrileña.

También es nuestra responsabilidad

Isabel Díaz Ayuso lo está haciendo mal. De eso no hay duda. No hay ni un indicio (y los datos que ofrecen resultan dudosos) que indique lo contrario. Pero salir de esta también es cosa nuestra, no podemos señalar constantemente a los gobiernos y, mientras actúan, esperar o, lo que es peor, ser descuidados e inconscientes. Este tuit de El Mundo es descorazonador: “Sólo uno de cada tres vecinos citados de Vallecas ha acudido a hacerse el test”. Sí, habrá muchos casos justificables, pero son dos tercios los que no han acudido, y ese porcentaje también es reprochable a la responsabilidad individual.

Un dato importante

A Isabel Díaz Ayuso le ha estallado Madrid entre las manos. Exactamente igual que a todas y todos los presidentes sus gobiernos. El problema es que Madrid viene siendo el laboratorio de políticas liberales del PP, basado, sobre todo, en la capitalidad. Gracias a ella ha atraído recursos humano y de los otros, desbaratando posibilidades de desarrollo en otras regiones. Cuando Díaz Ayuso decía que Madrid era España igual se refería a que ha absorbido riquezas del resto de España. Este titular es de esta semana en El Periódico de Aragón: “Madrid aglutina el 44% de la fuga de empresas de Aragón desde el 2015”.

Y otro trágico

El principal problema de Madrid es la inacción: el gobierno autonómico no ha hecho ni lo más básico. Ni poner gel hidroalcohólico en las estaciones del metro o cerrar el hipódromo, donde se juntaban jóvenes a beber y a apostar en plena pandemia. Así se explica el gráfico que Alberto Sicilia ha mostrado en Twitter, junto a esta descripción: “La segunda ola llegó antes a Cataluña, pero en agosto se pusieron las pilas y consiguieron estabilizarla. En Madrid no se tomaron medidas y se escapó de control”. Y este es el resultado: café amargo para todos para que Madrid entre en razón porque no ha querido hacerlo antes.

Palabra de la izquierda abertzale

La izquierda abertzale se ha puesto tan estupenda que no se ha dado cuenta de que ha entrado en el terreno del ridículo: los latinajos (“pacta sunt servanda”) y los juegos de palabras (“no estamos en la política para aceptar las cosas que no se pueden cambiar, estamos en la política para cambiar las cosas que no se pueden aceptar”) les quedan grandes a quienes han tardado 40 años en hacer lo que el resto y tardaron el mismo tiempo en darse cuenta de lo que en Euskadi nadie podía aceptar. También a quienes, a cambio de seguir en algún escaño, callan ante el pasado y aplauden más que nadie el presente. Por si acaso.

Palabra de Iglesias

El que lleva una tendencia preocupante para quien quiera confiar en él es Pablo Iglesias, que ha pasado de pedir limitación de mandatos para todos a perpetuarse al frente de Podemos. Con el 92% de los votos pero sobre un 11,5% del censo, Iglesias se ha asegurado continuar al frente del partido que fundó. La votación no ha podido pasar más desapercibida por el momento. Además, los 89 puestos de máxima decisión del partido son todos de su lista. La número dos seguirá siendo la madre de sus hijos, Irene Monero, y el número tres, Pablo Echenique. El otro superviviente, Rafa Mayoral, será el número cinco.

“Tres botones de colores”

Por supuesto, todos cometemos errores. Y tengo claro que quien lleva media vida dedicada a la política también puede hacerlo y el resto no podemos lapidarlo. Pero quienes son jóvenes y acaban de empezar tienen que estar frescos, tener reflejos y poner todo el empeño en lo que hacen. No es de recibo que, como denuncia la revista El Jueves en Twitter, Adriana Lastra votase “abstención” en la prórroga del estado de alarma. Voto que fue compensado por los dos “sí” de los bancos de Vox. El chiste estaba embocado: “No deja de fascinarnos que haya gente cobrando una pasta por ir a un sitio a tocar tres botones de colores”

El coronavirus sigue con nosotros

Escribir sobre actualidad política ha sido un alivio después de tantas jornadas haciéndolo casi exclusivamente sobre el coronavirus. No obstante, el virus sigue entre nosotros. Margarita del Val, que está coordinando a expertos en pandemias para el CSIC, avisa: “La desescalada no es el final del túnel, hasta que no haya vacuna van a ser los años de la pandemia” (El Diario). Al respecto, Macarena Vidal lleva a El País la apuesta de China por lograr esa vacuna. Una vacuna que tiene pinta de ser un terreno para la batalla geopolítica entre EE.UU., Europa y China. Como si no estuviésemos hablando cada día de miles de muertos.

Eterno Aduriz

Aritz Aduriz no solo ha sido solo importante porque ha sido el delantero titular y, además, goleador del Athletic durante los últimos años, ni porque ha demostrado una persistencia y una resistencia admirables. Sus números, que la Adurizpedia, cómo no, ha recopilado en un hilo de Twitter, son los de un jugador extraordinario: ha logrado varios récords e hitos y se codea con los más grandes de la liga española (Messi o Raúl) y los eternos, como él será, de la historia del Athletic. Su hueco va a ser enorme, sobre todo, en lo anímico. Y lo peor es que no podremos gritar más alto en las gradas para tapar el zarpazo en el corazón.

«10.000 euros limpios por minuto»

“Solo las tres principales compañías, que copan en torno al 90% del mercado, suman unos beneficios netos de 4.121 millones en el periodo de enero a septiembre, lo que arroja una media de 10.482 euros por minuto o 628.968 por hora”. Esos son los números de Endesa, Iberdrola y Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa). Números que invitan a pensar que, efectivamente, la de la energía es la mayor estafa legal que hemos sufrido nunca, más incluso que la de la vivienda durante la crisis. Gracias a que se lo permiten este invierno volveremos a ver cómo sube el recibo.

¿Por qué tanto empeño?

Esa es la pregunta a la que no logramos dar respuesta: por qué Pablo Iglesias se empeña en colocar a Julio Rodríguez en un lugar privilegiado de la política española. Lo intentó hasta dos veces como diputado y en las dos falló, incluso cambiándole de provincia para tener más opciones. Y ahora le dirige hacia la alcaldía de Madrid compitiendo contra Carmena, como hemos visto, y creando un problema tremendo. ¿Qué debe Iglesias al que fuera Jefe del Estado Mayor con Zapatero? ¿Qué prometió el gran jefe en Podemos a este militar que luego se ha declarado pacifista?

La Guardia Civil y Twitter

Primero fue el tuit sobre una noticia de Vox (positiva, por supuesto) al que la cuenta de la Guardia Civil le dio un “me gusta”, y después un comentario fuera de toda lógica: “Los Mossos investigan la aparición de unos muñecos colgados en un puente con los logos de PP, Cs y PSC. Pues si son los Mossos los que investigan vamos a ponernos cómodos…”. No quedó más remedio a la Guardia Civil que rectificar: borraron el tuit, pidieron disculpas y anunciaron que depurarían responsabilidades. Pero al que tienen que echar fue al que copió el estilo de Carlos Fernández Guerra y lo hizo mal.

No hay sueldos para las abuelas suecas

En Escandinavia no atan a los perros con longanizas, aunque a veces miramos al norte con incontrolada envidia (y yo, el primero). Porque allí también los recursos son finitos, es lógico que, como confirman los de Maldito Bulo, no sea cierto que vayan a poner un sueldo a cargo del estado a las abuelas que cuidan de sus nietos. No digo que no se lo merezcan allí y aquí, digo que me extraña que un país, incluida Suecia, llegue a tener sus servicios sociales cubiertos hasta tal punto que aún les queda una partida para un sobresueldo. Por desgracia, el bulo corre más que la verdad.

¿Y tampoco habrá “cash”?

Seguimos con Suecia porque sí parece irreversible la tendencia de la ciudadanía de usar cada vez menos el dinero en metálico. El primer beneficio de la medida es que así sería imposible que existiese el dinero negro (es decir, también allí existe). Pero esta decisión también tiene consecuencias negativas: la ausencia de monedas y billetes excluye a las personas no tan tecnologizadas y a las más pobres, directamente. Y lo peor: es posible privatizar el modo de pago y cobro, que afecta directamente al modo de funcionamiento de un país completamente.