Qué (sin)vergüenza

Bildu es una coalición formada por Sortu y quienes les blanquean. Con esa circunstancia de base y lo que la izquierda abertzale aporta (como las y los 44 condenados en sus listas) se pueden armar muchas críticas. Pero nada justifica la desvergüenza de Isabel Díaz Ayuso: “Ayuso, sobre Otegi: ‘La Ley de Bienestar Animal estaba pensada para gente como él’”, leemos en El Independiente. Ante afirmaciones como esa apretamos filas: porque la política no se puede hacer sobre descalificaciones ni trazos gruesos, porque hay líneas que no se pueden pasar y porque denunciar el desbarre de la presidenta madrileña es una obligación.

Que mire en casa

Si alguien ha tenido actitudes tirando a animalescas este fin de semana ha sido, precisamente, un candidato del PP: “Entre los ultras del RCD Español que ayer, después de la victoria del FC Barcelona al RCDE Stadium, saltaron al campo había uno de sus candidatos a las elecciones del próximo 28 de mayo en Sant Joan Despí (Barcelona). Se trata de Yago Darnell, tal como han confirmado fuentes del mismo partido, el número 9 de la lista” (El Nacional). Pero el PP no puede ahora hacerse el sorprendido: su candidato (independiente) “ya fue identificado en los disturbios del partido entre el Girona y el Español en Montilivi de hace un mes”.

Peor lo tienen en Vox

En el PP se han encontrado con un hooligan con cierta tendencia a la violencia en sus listas, pero peor lo tienen en Vox: “Encarcelada una concejala de Vox en Madrid por tráfico de drogas” (El Periódico de España). La concejala y candidata para las elecciones del 28 de mayo, “Ana González Martínez, ha sido detenida en el marco de una operación de la Policía Nacional contra el tráfico de drogas y se encuentra en prisión provisional. En este dispositivo los agentes incautaron cocaína, marihuana y armas tras realizar registros en Madrid y Toledo”. Rocío Monasterio, que posó junto a ella en una foto, reclama presunción de inocencia.

Sin confundir

Raúl López Romo en The Conversation nos muestra “cómo enseñar sobre ETA y el terrorismo en secundaria”. Si es una pregunta yo tengo la respuesta: no confundiendo a la banda armada con el nacionalismo. El responsable del Área de Educación y Exposiciones del Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo lo primero que hace es mencionar los “mitos” de Franco (como si no hubiera condenado a un lehendakari abertzale al exilio) y de “lo español como algo intrínsecamente autoritario”, como si España, igual que el resto de estados con reivindicaciones nacionalistas en sus territorios, no usase nunca mecanismos autoritarios.

¿Para qué comunicamos?

Según Security, un blog especializado, el 47% del tráfico de Internet lo realizan bots (“47% of all internet traffic came from bots in 2022”). Es decir: dispositivos mecánicos programados para abrir ciertas webs y aumentar su tráfico… O hacer cosas peores. A esto tenemos que sumar, que nunca se nos olvide, las tontas y los tontos útiles: esos que hacen clic sin mirar, que siguen sin dudar, que leen sin pensar. Entonces, ¿para quién escribimos? ¿Para qué hacemos campañas en Internet? ¿No iba a ser esta la herramienta que iba a disparar el acceso a la información y, con él, el nivel medio de conocimiento sobre absolutamente todo?

El PP, ¿ilegalizable?

Informar de que en las listas de Bildu hay 44 personas condenadas por haber pertenecido o colaborado con ETA es una obligación. Tenemos que conozcamos a quien va a representarnos y a los partidos que son capaces de incluir en sus listas a terroristas por el hecho de serlo. Dicho esto, proponer la ilegalización de Bildu solo es hacerle la campaña. ¡Qué más quieren los de Otegi que polarizar! Pero si nos ponemos a ello, cuidado, porque otro partido puede ser el siguiente: “El PP incluye en sus listas en Bizkaia a un exportavoz de Bildu denunciado por amenazar de muerte al alcalde” (El Pural), en concreto, en Güeñes.

La campaña más cara

Pedro Sánchez necesitaba aprobar una ley de Vivienda de cualquier manera (y ahí encontró a una ERC necesitada y a un Bildu fácil) para empezar a lanzar sus anuncios inmobiliarios. Y no ha parado: lleva 19.000 millones comprometidos, la mayoría en esa materia. También pretende promocionar el uso de Interrail, pero eso es el chocolate del loro, el guiño a la juventud mochilera pija. Con todo, entre lo poco y lo mucho, y lo que se han dejado ERC y Bildu, estamos financiando la campaña electoral del PSOE. Personalmente, me parece una desvergüenza hacer anuncios del gobierno en un mitin de partido.

Va de esto

Me parece bien que en El Diario se hayan hecho eco de una noticia tan local: “Una fuga de agua potable en Badalona lleva 18 años perdiendo 180.000 litros diarios: ‘Es un despropósito brutal’”. Me parece bien porque se trata de un bien común, el agua, y porque en todos los municipios hay fugas (no tan exageradas) o esa puñetera fuente que no cierra, y esta campaña va de esa fuente, de aquella fuga, de la acera por la que pasamos cada mañana de camino a la ikastola y también de la vivienda, pero cómo interviene mi municipio si la ley impulsada por el electoralismo de PSOE y Bildu se lo permite.

Silencio oficial

Hace tiempo que no hablamos de Cuba. Por desgracia, eso significa que la dictadura sigue haciendo cosas de la dictadura y que poco tienen que vendernos quienes la defienden con el argumentario básico: de la alegría de vivir al éxito artístico, educativo o sanitario. De hecho, uno de los últimos logros bien publicitados fue el de su vacuna contra la covid, de la que no supimos más. Ahora sí sabemos, gracias a EPE que “la depresión y los suicidios se ceban en una Cuba azotada por la crisis y el desencanto”. Una noticia triste, pésima, sin ambages, de la que los portavoces oficiosos del régimen no nos habían dicho nada.

No empiezan bien

Hemos escrito y leído mucho, y han hablado en Twitch, sobre los sueldos de la King’s League, la liga de fútbol alternativa con normas cambiantes que ha organizado la empresa de Gerad Piqué. Pero hay otro dato importante, además del de los 75 € por partido que cobran los jugadores: el de la audiencia. El estreno en Cuatro del torneo ha ofrecido resultados por debajo de la media de la cadena mientras, según aseguran sus organizadores, se mantienen las cifras vía on-line. Es posible hacer varias lecturas de esto, pero la más importante es el salto: la tele ya no es capaz de hacer suyos contenidos creados para otros soportes.

No podemos olvidar

Por supuesto, no discuto que las y los candidatos de Bildu que fueron condenados por colaborar o pertenecer a ETA tienen todos sus derechos restituidos después de cumplir su condena. Pero eso no implica que no hicieran lo que sí hicieron y por lo que fueron condenados. No podemos estar señalando los ascensos de Arturo Espejo y meternos la mano en el bolsillo con la legitimación del fascismo local con la que algunos pretenden que traguemos. Nuestra labor como periodistas (como bien hace Jesús Barcos en su tuit) y, lo que es más importante, como vascas y vascos, es que no se olvide lo que pasó en nuestro país.

Haberte hecho funcionario

Como vasco, precisamente, una de las instituciones de la que más orgulloso me siento es la Ertzaintza. Tener una policía propia y dotarla de competencias y recursos es importantísimo como país. Defenderla de quienes quisieron aniquilarla, literalmente, fue una obligación como abertzale y persona. Recurrir a ella, por desgracia, es inevitable en nuestras vidas. Pero el cuerpo no puede olvidarse de qué va esto, de qué nivel de protección social e institucional tiene, de que amenazar con eventos que van a ser de todas y todos no es legítimo, y de que “haberte hecho ertzaina”, por supuesto, no es una respuesta.

¿Dónde estarán las y los comerciantes?

La idea de un supermercado público me resulta extraña y la insistencia de Pablo Iglesias, sospechosa. Pero sobre todo creo que no es un sector en el que poner en marcha una nueva mecánica funcionarial. España y Euskadi tienen un serio problema con las y los autónomos. No hablo de “entrepreneurs”, hablo de la fontanera y el tendero, del ebanista y la carnicera. Anuncios como este: “Belarra promete que en los súper públicos los trabajadores ganarán más que en los privados” (El Independiente) no parecen realistas, primero, porque habla de una hipótesis y, segundo, porque demuestra que no sabe de qué va el día a día de la mayoría.

No hay maquillaje que lo tape

Donald Trump, en un gesto que le retrata, ha despreciado a la mujer de la que, según las evidencias, abusó sexualmente, diciendo que ni siquiera la conoce. No hay maquillaje que tape de qué madera esta hecho el multimillonario (la misma que todos los multimillonarios, no lo olvidemos) ni el hecho de que haya sido condenado a “pagar cinco millones de dólares a E. Jean Carroll por abuso sexual y difamación” (EPE). Tampoco podemos olvidar quién sigue el modelo trumpista (Vox y Díaz Ayuso, en España; los populistas vascos, en Euskadi) especialmente ahora, que toca votar otra vez. EE.UU., como país fallido que es, va a su aire.

“Un terrible recordatorio”

“Su muerte es un terrible recordatorio de los riesgos y peligros que enfrentan los periodistas a diario”. Así empieza la nota con la que la agencia AFP daba a conocer que Arman Soldin, su coordinador de video en Ucrania, de solo 32 años, había fallecido en un ataque a los soldados locales con los que estaba en los alrededores de Chasiv Yar, una localidad cercana a Bajmut. Un ataque, ya lo digo yo, que partió del ejército invasor ruso. La de Soldin es, por desgracia, una muerte más en un conflicto cuyo inicio es la ocupación rusa por la cara de una parte de Ucrania. Su muerte, como todas las demás, podía haberse evitado.

El barro

Arnaldo Otegi cree que hablar de ETA está mal, supongo que igual que cree que la cuestión de los presos de ETA es una cuestión de todas y todos. Arnaldo Otegi cree, en definitiva, que el país es un EH Bildu más grande: lo que le viene mal o lo que les ocupa es lo que nos viene mal o nos ocupa a todas y todos. Y el país (el vasco) tiene que ser como Bildu: un lugar en el que, a cambio de algo, ayudemos a su blanqueo. Pero eso no va a pasar: vamos a seguir hablando de que en este país unos mataron a otros porque pensaban diferente, de que amenazaron a toda la sociedad y de que los que les justificaban ahora quieren que todos corramos un tupido velo.

Fascistas y antifascistas

Lo que no deja de sorprenderme es que en Euskadi la táctica del velo tupido funciona perfectamente a Bildu: encuentra con facilidad a personas dispuestas a blanquear a Sortu (que manda en la coalición) a cambio de un puesto de trabajo, y encuentra a muchísima gente capaz de votar a quienes no distinguen a un fascista de un cacahuete y a quienes lo hacen pero valoran más ese puesto de trabajo. Es muy sencillo: ¿quién es el fascista en este caso: “El Ejército israelí vuelve a demoler un colegio palestino construido con fondos de la UE cerca de Belén” (Menéame)? Pues es así de fácil también con lo que pasa y ha pasado en Euskadi.

El municipalismo

“¿Por qué Podemos no tendrá espacio en la propaganda gratuita de RTVE para el 28-M?”, preguntan en el Huffington Post. La respuesta no puede ser más fácil: porque es una fuerza que desde su creación ha despreciado el municipalismo, obtiene resultados muy discretos en los ayuntamientos y los repartos de tiempos en los servicios públicos van en función de los votos recibidos. Podemos no quiso presentarse con su marca en las primeras municipales que cató: fuera de Bruselas, Congreso y el parlamento autonómico solo estábamos las y los pobres, de espíritu y de sueldo. Quejarse ahora de poco espacio en los medios es oportunismo.

Y más

Otro ejemplo: “Los municipios de Podemos que se rebelan contra la dirección nacional ante el 28M”, leemos en El Periódico de España. Y si seguimos leyendo, podemos comprobar que no se dejan nada en el tintero: “En algunas localidades las bases de Podemos piden el voto para Más Madrid o PSOE”. Si Yolanda Díaz es lista, abrazara el municipalismo. Veremos. Pero lo que es evidente es que en Podemos han trabajado muy mal lo más importante de la política: lo local, la farola, la papelera y el banco (el de sentarse). O lo que es lo mismo: la organización local que te va a dar suelo y soporte a corto, medio y largo plazo.

El último circo

Por supuesto, vi partes de la coronación de Carlos III. Lo hice como quien ve un show que le es completamente ajeno. Londres el sábado no me pillaba lejos, me pillaba tarde: eran imágenes que merecen estar en blanco y negro, que no merecen una señal digital y un streaming. Esos avances se crearon pensando en el futuro, y aunque la monarquía británica sea una pieza de museo vistosa, no tiene nada que ver ni con el presente. Y preferiría no hablar hoy de otras monarquías que, igualmente desfasadas, generan más noticias por lo que han trincado quienes han formado la familia real y su real soberbia, pero hablo.

Pablo Iglesias ya no es lo que era

Tanto cambio de proyecto informativo, tanta insatisfacción en su búsqueda de la verdad más esencial, no han sentado bien a Pablo Iglesias: “Pierde tirón: Canal R(e)d tiene menos de la mitad de audiencia que su anterior programa”, escriben en Vozpópuli. Pero solo hay que darse una vuelta por la cuenta en Twitter y el canal de YouTube para ver lo que es claro: números mucho más discretos que los de otros proyectos y una estructura sin web central que es un desacierto. Y no es una casualidad, sino el posible inicio de una tendencia: la página de noticias promovida por Podemos, La Última Hora, también acabó fatal.

Y Podemos, aún menos

Podemos siempre ha sido un movimiento principalmente madrileño que supo hacer de esa centralidad algo global, por lo menos, durante un tiempo. Una vez en el gobierno y ya con una secretaria general navarra, han demostrado lo jacobinos que son: las competencias impiden que nos centremos en lo importante, según ellos (y Oskar Matute). Así que la posibilidad de verse anulados en Madrid tiene que resultarles dolorosa. Pero lo innegable es que su candidatura es desconocida y poco atractiva, que Más Madrid y PSOE ocupan mucho espacio en la izquierda y que Podemos viene, además, de la gran torta de Pablo Iglesias.

Correcto

Lo que no necesitamos es a ese tipo de emprendedores que inventan cosas como el “flipping”. Para evitarlo, “Podemos pide un recargo del 20% a quienes vendan vivienda antes de dos años de su compra” (EPE) y, por supuesto, me parece bien. El “flipping” lo hacen quienes compran viviendas al contado para que venderlas después a quien tiene que hipotecarse durante treinta años o se ata a un alquiler vitalicio que no va a permitirle ahorrar. El problema es la articulación de la medida (no voy a preocuparme por el olor a electoralismo): ¿no acabará pagando el propietario final ese incremento vía impuesto?

Hablemos de nosotros y nosotras

Me resulta muy curioso que siempre se hable del turismo de masas o la gentrificación como algo que hacen otras y otros, como si una masa no fuera, por definición, algo mayoritario o como si no viajásemos a otras ciudades y no quisiéramos alojarnos en el centro, tomar algo en el centro ni pasear por el centro. Sigo pensando que viajar está sobrevalorado y que nos tenemos por “buenos turistas” por encima de nuestras posibilidades. Y el problema de los pisos turísticos no solo afecta a las ciudades: los pueblos de nuestro país se vacían a la vez que se llenan de pisos para Airbnb. Y somos nosotros los que los alquilamos y ofertamos.

No solo es la vivienda

Viajar no solo está sobrevalorado, es que es carísimo. Y no hablo de lo que cuestan los hoteles, los alojamientos turísticos, los billetes de avión o la gasolina: nuestros viajes (sí, los míos y los tuyos) están teniendo un coste altísimo. Las altas temperaturas y la sequía nos trasladan a los territorios imaginarios (hasta ahora) de películas como Mad Max pero, ¿quién no se ha acordado de ellas viendo las noticias? “Bienvenidos al yermo”, titulan en Podcaliptus para presentar una comparativa de lo que imaginaron varios autores de ciencia ficción y quienes adaptaron al cine sus visiones, y hasta de videojuegos. ¿Cuánto de lejos estamos?