¿Qué harían en Moncloa?

Este titular de Público es muy concreto y, a la vez, elocuente: “Los pactos PP-Vox amordazan el Orgullo 2023: sin banderas LGTBI, ‘lona del odio’ y la censura a Rocío Saiz. La alianza urdida entre la derecha y la extrema derecha boicotea una celebración que busca reafirmar el sentimiento de orgullo sobre las orientaciones sexuales e identidades de género tradicionalmente marginadas y reprimidas”. ¿Qué podría suceder el próximo 28 de junio si PP y Vox alcanzan una mayoría suficiente para gobernar? Espero no saberlo nunca, lo reconozco con total claridad. ¿No soy objetivo? Por supuesto que no, ante el intolerante no puedo serlo.

Un friki

Si con 29 años te describen como “admirador de Primo de Rivera y defensor del Valle de los Caídos” porque has “participado de homenajes al fundador de la Falange” y has colgado mensajes “defendiendo el espacio donde los restos de éste descansaban hasta abril”, pareces un poco friki. Si además haces vida activa en Vox hasta ser elegido diputado en el parlamento valenciano (el más joven del hemiciclo), lo confirmas. Lo pregunto completamente en serio: ¿qué lleva a un chico tan joven como José Muñoz Salvador a admirar valores tan rancios, personajes tan antiguos y dictaduras violentas? La respuesta evidencia uno de los principales problemas de España.

Hasta los mejores cometen errores

Las intrahistorias en política son, por lo general, apasionantes. Y en el caso de la líder del PP en Extremadura, un mirlo blanco durante la campaña que ha tenido que rectificar en su rechazo a Vox para formar gobierno autonómico, por supuesto, hay intrahistoria: la protagoniza a su pesar Santiago Martínez-Vares, el asesor que aupó a la candidata entre aplausos de los medios conservadores y que ha tenido que dimitir no por la tensión con Vox y Génova, sino por el audio que filtró un concejal sevillano del partido ultraderechista que, según The Objective, habría enviado el propio Martínez-Vares amenazando a Abascal, y que ha dinamitado todo.

¡Por supuesto!

Se acerca la campaña y el ruido de sirenas y pitos vuelve a las calles. Demasiada casualidad. Una vez más, una comunidad próspera como la vasca se llena de conflictos laborales en nuestras aceras y tímpanos. Una vez más, una conveniencia electoral marca el paso de las personas trabajadoras que aceptan que ELA firme todas las pancartas en su nombre. Y el Tour ha regalado un decorado a los oportunistas. Ahora son los bomberos de Bilbao. ¿Por qué no? Hace tiempo que no se trata de que los peores convenios sean actualizados: se trata de pedir más, y si es dinero público, mucho más. Y la ciudadanía, literal y metafóricamente, lo paga.

“Este tío nos ha utilizado”

“Este tío nos ha utilizado a Alsina, a Wyoming y Sandra Sabatés, a Aimar, a Pepa Bueno y a Cue, y a mí… solo para calentar y llegar así a ‘El Hormiguero’. No hay entrevistador/a que pueda hoy con un Sánchez desatado. Ya ha enganchado a la liebre Zapatero”. Lo tuitea Jordi Évole y lo protagoniza, cómo no, el presidente español, que está haciendo la precampaña en los mejores platós. No lo critico (no me parece en absoluto criticable), simplemente, lo señalo: Sánchez demuestra que va a por todas y que no se arruga, que se sabe el relato y que, como demuestra Évole, marca los tiempos a todas y todos… las y los que se dejan.

Un país paralizado

Evidentemente, en los sindicatos no se han dado cuenta, pero el bloque del Teleberri sobre el 1 de Mayo fue muy elocuente. Como lo son sus mensajes en Twitter: “Euskal Herria está a la cabeza del número de huelgas”, decía (y tuitean) con orgullo Mitxel Lakuntza. Orgullo de paralizar un país. Y sonreía el tío. Igor Arroyo, de LAB, hablaba a los candidatos de Bildu que le acompañaban (porque todo vale para el mitin) de lucha feminista. Claro que sí. Porque el feminismo es algo que algunos hombres indican a todas las mujeres cómo y cuándo tienen que hacerlo. Ambos dicen estar cerca de las y los trabajadores, pero parecen lejos de la sociedad.

¡Qué ridículo!

Y después del 1 viene el 2 de Mayo en Madrid. Una jornada de celebración que ayer, además, sería especial en la comida que compartiría Ayuso con otros miembros del PP. Su victoria moral sobre el gobierno español, apartando de malas maneras al ministro Bolaños de la foto, es de las que recordarán. El mérito es las dos responsables de protocolo que frenaron el intento de acceso al escenario del socialista después de haber dejado pasar a un Núñez Feijóo que solo se representaba a sí mismo. Pero el ridículo lo hicieron todas y todos, el esperpento merece el visionado y el evento es, sin duda, el mejor ejemplo de lo que es mala política.

Y así le va

Isabel Díaz Ayuso se sentía fuerte para parar a todo un ministro. La encuesta de La Razón (el periódico que dirige Francisco Marhuenda, ex diputado del PP y ex asesor de Rajoy) le da tres escaños más en las próximas elecciones, con los que conseguiría mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid incluso sin Vox. Si la noticia se convierte en realidad, el éxito de la presidenta autonómica sería incuestionable. Y también sería incuestionable el éxito del trumpismo versión cañí, que es lo que practican la propia Ayuso y su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. El riesgo es que a otros políticos les parezca una buena idea.

Que nada les detenga

Parece increíble, pero Pablo Cambroreno va a preguntar en el Congreso “si el Gobierno está manipulando el tiempo con productos químicos”. El diputado en cuestión es un “ex” de Ciudadanos que abandonó el partido pero no el escaño, que se ha ido aproximando a Vox (votó a favor de Ramón Tamames en la moción de censura) y que, ahora, se echado en brazos de los conspiracionistas. No sabemos si por llamar la atención o por ignorancia supina, el parlamentario y policía nacional ha hecho suya una paranoia y ha logrado que los conspiracionistas estén representados. Siempre tiene que haber sitio para la idiotez.

Qué temazo

Me acuerdo perfectamente de las crónicas de Xabier Lapitz desde Somoto, Nicaragua, sobre los terrenos que allí había adquirido prevaricando y malversando la entonces delegada del Gobierno López en Chile, Ana Urchueguía. Me acuerdo de cómo tuvo que defender su profesionalidad el periodista. Me acuerdo de los ataques y las descalificaciones, y de quiénes participaban en el linchamiento. Me acuerdo de lo incómodo que fue para todos ellos, miembros del gobierno y miembros de la clac, el Grupo Noticias, con todas sus limitaciones. Así que ahora celebro la resolución favorable. Favorable a la verdad y a quien la contó.

Una huelga preelectoral

La huelga general de la semana que viene tiene tan poco sentido que hasta los convocantes se lo han cambiado: ¿es para presionar a Urkullu o a Sánchez? ¿Es para que suban el SMI y las pensiones o es porque lo hacen sin que los convocantes salgan en la foto? Con esas dudas y solo alguna certeza decidí entrar en la cuenta en Twitter de la propia huelga, que retuitea a LAB, a ELA… A Ernai, a Sortu, a Bildu, a Alternatiba y a Teresa Rodríguez. Y al final acaba ganando lo que barruntaba: esta huelga solo tiene un fin preelectoral. Ya sé que no he descubierto el fuego: salta a la vista y todo el mundo lo sabe en Euskadi.

Un PIN mediático

Igual que es evidente que la huelga de la semana que viene tiene una motivación política, es evidente que el PIN parental de Murcia tiene un fin mediático: Vox quiere que hablemos de sus mierdas y lo logra. Porque en Murcia, además, ha gobernado el PP y ahora lo hace Ciudadanos, ¿qué locas ideas progres han metido en los colegios estos partidos? Ninguna, evidentemente. E igual que los argumentos para la huelga son soniquetes, los que defienden el PIN parental nos intentan colar mentiras a base de machacarlas. En Maldita.es las desmontan: los exagerados vídeos que comparten no corresponden a charlas de sexualidad.

¿Por qué nos toman todos por tontos?

Unos nos dicen que su huelga no es política. Otros nos dicen que el PIN parental es para evitar imágenes que no se corresponden con lo que quieren evitar. Y los últimos (de momento) nos aseguran que Pablo Iglesias renuncia a su sueldo. Pues no, no lo hace. Pablo Iglesias cobrará lo que le corresponde (subida incluida después de aprobar la de los trabajadores públicos) y luego donará una parte al partido, como hacen casi todos los representantes políticos. Si dona mucho o poco es cosa suya (Iglesias tiene otros sueldos e ingresos), pero que no nos cuelen que renuncia al sueldo es cosa de todos.

No necesitamos verlos así

En los últimos años hemos visto muchos cambios en los informativos de televisión que, sinceramente, no sé si aportan algo: presentadores de pie ante pantallas gigantes, platós que no existen y se insertan vía “chroma”, periodistas de exteriores que caminan de un lado a otro de la escena… O que se exponen a cualquier inclemencia climatológica. Especialmente esta última idea me parece la peor porque los reporteros y sus cámaras (no les vemos pero están ahí, aguantando) pasan frío, son empujados por el viento, se empapan o se asan de calor durante la canícula. Que alguien pare esto, por favor.

Una Copa para los más grandes

La alegría de jugadores, aficionados y directiva de la Cultural Leonesa es maravillosa. Han eliminado al Atlético de Madrid en la primera ronda en la que participaban los colchoneros. Porque esta Copa nos la han vendido muy bien pero hemos comprado mercancía averiada. En este caso, dirigida: Atlético, Real Madrid, Barcelona y Valencia han entrado muy tarde en las eliminatorias (ganando tres partidos se plantan en semis) y los bombos van por categorías para que las sorpresas se compensen con lo que, en el fondo, tiene que pasar. Una castaña, vamos. Como dijo Valverde: esto es una industria. Y además, lo parece.