«Que el salmorejo me salga bueno»

A las puertas de la Nochebuena lo mejor que puedo hacer es recomendar el último post de Antonio Agredano, que sigue dando vueltas al futuro de su bitácora mientras piensa en lo que quiere para el año nuevo. Un post que empieza pareciendo que va de sexo pero termina dejando claro que va de amor, de amor sin cursilería: “Que tengamos que dejar de follar porque nos invadan las risas” pide junto a cosas más mundanas que son las que componen nuestro día a día, nuestros años y nuestras vidas. Sin gravedad. Solo con la satisfacción de leer un buen relato y vivir una buena vida.

Que no nos cuelen sus mierdas

A Olentzero también podemos pedirle esta semana que los que peores intenciones tienen dejen de colarnos sus mierdas. Para eso también les recomiendo visitar de vez en cuando la web Maldito Bulo, en la que desmienten falsedades como esta: “No, no se ofrece una ‘paga de 664€ mensuales a todo extranjero menor de 23 años que llegue a nuestro país y no tenga trabajo’”. Datos y afirmaciones absolutamente erróneas que, sin embargo, circulan de WhatsApp en WhatsApp y de Facebook en Facebook, noticias falsas que solo intentan criminalizar a un colectivo ya vulnerable.

Hasta entre ellos hay violencia…

En la pasada campaña, la del 10-N, nos enteramos de que varias personas habían acabado peleándose durante un mitin de Vox al grito de “Yo soy más español que tú, que tienes cara de mono”. Pues bien, hoy sabemos que no es el único acto de este tipo en un evento similar, lo más grave es que ha trascendido que en 2016 nada menos que Ortega Smith fue el protagonista: “En el curso de la asamblea tuvo lugar un altercado en el que el denunciante, Argimiro Santos, afirma que Ortega Smith y el vicesecretario de Presidencia de Vox, Enrique Cabanas, le golpearon, causándole lesiones de carácter leve” (El Plural).

Ciencia, un poco menos

Además de la violencia, si algo caracteriza a la extrema derecha es la seguridad con la que dice hasta la chorrada más grande. Así, parece que todo es más grave, más importante, por gorda que sea su mentira sobre la inmigración o que la solución que den a una cuestión compleja sea una auténtica barbaridad. Es lo que ha pasado, según varias webs y tuiteros como el divulgador científico Santiago Campillo, con la propuesta de Espinosa de los Monteros para el Mar Menor: la explicación del de Vox, por mucho aplomo que tuviera, conllevaría un desastre medioambiental según los que saben.

Otro entrenador vasco de máximo nivel

Creo que no estamos dando la suficiente importancia al momento actual del fútbol vasco: varios de nuestros entrenadores están en equipos de élite. A los cinco que entrenan a los clubes vascos de primera en la Liga (Garitano, Alguacil, Mendilibar, Arrasate y el otro Garitano) hay que sumar a Lopetegui (Sevilla) y Deschamps (Selección Francesa). En Inglaterra, Emery ha sido despedido del Arsenal después de pasar por el PSG y finalmente en el equipo londinense acabará Mikel Arteta, mano derecha de Guardiola en el City. Todos ellos son solo la punta del iceberg de la inagotable cantera futbolística vasca.

De manifestantes y cagapoquitos

Intento ser un buen ciudadano y resignarme cuando una huelga o una protesta me perjudica o señala. Pero también entiendo a los ciudadanos que en Londres han arrastrado a los que han intentado boicotear un tren eléctrico para manifestarse por la sostenibilidad del planeta. Y no, no creo que esa gente cabreada haya sido abducida por la patronal, los que mandan, las oligarquías, los poderes o como quieran llamarlo. Al revés: hoy ejercen como concentradores del poder quienes se empeñan en llamar a la movilización, la protesta y la huelga como si estas no tuvieran también límites. Pues miren, sí, los tienen.

Para esto sirven las bitcoin

Desde el principio avisamos que las bitcoin podían ser un refugio de esas grandes cantidades de dinero negro que vienen del tráfico de gran volumen de armas o drogas. Nadie logró desmentirlo. Al contrario, hasta leímos ciertas justificaciones como un mal menor hacia un nuevo modelo. Hoy, con la moda pasada y la rentabilidad por los suelos (¿dónde ha ido el dinero transferido de los inversores que ahora no se puede recuperar por la devaluación de estos activos?), leemos noticias como que estas monedas virtuales eran usadas para comprar pornografía infantil en el mayor portal del mundo, ahora desactivado.

Hablando de dinero…

Lo importante de la mecánica que ha elegido Vox para el control del dinero no es la propia mecánica (aunque es bastante significativa) sino si es legal y si la han copiado a algún otro partido. Según leemos en Eldiario.es, las subvenciones que recibe Vox en los municipios son transferidas directamente a una cuenta central que manejan Javier Ortega Smith, como secretario general de la organización; el gerente, Enrique Cabanas; el tesorero, Andrés Porta; y el vicesecretario jurídico, Pedro Fernández. Una operativa que muestra una forma de actuar, de pensar y de confiar en la sociedad.

El dinero virtual, más lejos de ser realidad

Me extrañó mucho que con los malos resultados del bitcoin y de las cuentas de Facebook, el monedero virtual que quería impulsar la marca de Zuckerberg fuera a tener tanto éxito, sobre todo, reclutando a grandes empresas del negocio financiero. Hoy leemos en Xataka que Visa, MasterCard, eBay, y otras menos conocidas como Stripe y Mercado Pago, se han sumado a PayPal bajándose del barco de Libra. Como con las bitcoin, vuelvo a preguntarme con ironía: ¿qué puede salir mal en un plan que empieza con un dinero virtual que no está sujeto a ningún banco central y solo está controlado por empresas privadas?

Se acaba el dinero para el fútbol

Más que el dinero, lo que se ha acabado es la gente capaz de pagar por ver fútbol. El mercado no da más de sí: Movistar, Orange y Mediaset no logran rentabilizar su inversión y ahora va la Federación y pide 45 millones por la emisión de la Copa del Rey. Una oferta que de momento nadie ha agarrado al vuelo (ni siquiera RTVE). Tampoco sabemos si, finalmente, se está viendo la liga española en Inglaterra después de que le distribuidora revocara el contrato, ni a qué precio han logrado vender el paquete. El fútbol sigue siendo un deporte maravilloso que enriquece hasta a los intermediarios más torpes, pero ya no da para más.