Esos catalanes violentos

Esos catalanes violentos deberían de dar una lección a esos vascos pacifistas que no paran de sacarse fotos, mover su bandera y, de paso, intentar limpiar su pasado con el presente y futuro de Catalunya. Ojalá todos esos que quieren importar el proceso catalán a Euskadi desde antesdeayer lo hubieran deseado también cuando aquí sus amigos paraban un país y vaciaban un futuro con bombas y pistolas. Estoy bastante harto de que nos den lecciones los que tienen que pasar su vergüenza. Tan harto como envidia me dan esos catalanes violentos a los que la Guardia Civil acusa de haber lanzado aviones de papel.

Se volverá en contra

No me cabe duda de que el nivel de integridad necesaria que están marcándole al Gobierno de Sánchez, y especialmente la jugada de Villarejo con las grabaciones, se volverá en contra de quien está promoviendo este tipo de política. Gaspar Llamazares lo resumía perfectamente en Twitter: “Convertir la filtración de grabaciones sobre la vida privada en asunto público de confrontación política es, en primer lugar, enlodar la política en favor de la moralina y la hipocresía, pero también legitimar la conspiración y al conspirador”. El sistema se defiende limpiando, para empezar, tu parte.

No es menos cierto…

Al respecto de estas conspiraciones, Javier Muro respondía a este tuit de Máximo Pradera: “Todos decimos tonterías para ser aceptados en grupos que percibimos como hostiles. Es posible que Delgado soltara lo de ‘Marlaska, maricón’ porque pensaba que podía hacerle gracia a Villarejo. Se llama el Síndrome del Camaleón (Síndrome de Zelig). No me creo que sea homófoba”. Y el tuitero apostillaba: “Totalmente de acuerdo, pero tendemos a explicar positivamente y a no pedir responsabilidades a las personas que ‘nos agradan’ y a no otorgar el beneficio de la duda a las que no”.

Todos son oposición

Pero el principal problema de Sánchez no es la oposición que no quiere negociar con él, sino la que sí dice que quiere hacerlo. PP y Ciudadanos pueden forzar que sus ministros caigan, pero solo PNV, PDeCat, ERC y Podemos pueden hacer que caiga el presidente en forma de convocatoria de elecciones. Si estos partidos quieren que Sánchez siga tienen que negociar con intención de ceder su parte, es así de fácil. Lo que no ayudará a la supervivencia de este gobierno socialista es que se multipliquen las reclamaciones: Podemos, En Marea y En Comú negociarán por separado.

Juega la nuestra

No quiero tardar más en invitarles a que vean o vuelvan a ver (si lo han hecho ya) el vídeo de la Federación Vasca de Fútbol para animar a nuestra selección. Más allá del forzado equilibrio territorial, hay que reconocer la intención y la ejecución. Y sobre todo, hay que reconocer el esfuerzo para La Verde juegue en fechas de selecciones de verdad, y no de encuentros entre Castilla La Mancha contra el equipo de suplentes de alguna selección africana. El próximo día 12 juega la nuestra, Euskadi, juegan los nuestros, juegan con nuestros colores y en la capital de la CAV.

El ministro tuitero

Y no, no es Patxi López, contra casi todos los pronósticos, sino Maxim Huerta. No voy a columpiarme: desconozco si el exlehendakari ha rechazado el puesto y, además, el próximo máximo responsable español de Cultura y Deportes genera suficientes comentarios. Más de 350.000 seguidores en Twitter (para que se hagan una idea: el lehendakari tiene 30.000) y una trayectoria no siempre ejemplar, con tuits como: “Me cago en el puto independentista”, otro en el que la reforma del Estatut le parecía algo provinciano e incluso algún chiste con tufo xenófobo.

¿Qué prometes a un astronauta?

¿Qué ha prometido Pedro Sánchez a Pedro Duque para convencerle? En una entrevista reciente en Radio Euskadi, el astronauta reclamaba más inversión en ciencia e investigación. Y ahora le toca exigir para su ministerio ese incremento a quien le ha ofrecido el puesto… Porque entiendo que se lo ha prometido. Y si lo logra, me levanto y aplaudo a Sánchez y a Duque pero, ¿qué ha asegurado a las otras dieciséis ministras y ministros, a las que ha tenido que convencer para meterse en este lío? Porque hay que reconocer a todas y todos el mérito de la valentía.

Dos ministros vascos

Celaá y Grande Marlaska son los dos vascos que estarán en el consejo de ministras y de ministros. En principio, su éxito será el de todos con un gobierno español fuerte que consiga que el principal territorio al que exportamos los vascos tenga capacidad de gasto y producción. Pero no soy muy optimista, lo confieso: si les va mal, por supuesto, será malo para Euskadi. Pero si les va bien no será necesariamente bueno para nuestro país: el juez ha mostrado su “pasado antiabertzale” (El Nacional) y la exconsejera de Educación disfrazó con el trinlingüísmo su presión al euskera.

Y uno más

Hay otro vasco muy cerca del presidente español: el donostiarra Iván Redondo será el nuevo jefe de gabinete de Pedro Sánchez después de haber sido asesor de Basagoiti, García Albiol o Monago en Extremadura. Ya saben que me encantan estos personajes en la sombra pero con una capacidad de mover hilos como pocas personas tienen en España. Redondo es dueño de una consultoría especializada y, como en las series americanas sobre la trastienda política, ha sabido convertirse en el hombre de confianza de personas importantes en los dos principales partidos españoles.

Iglesias, despierta

No hay ministros de Podemos. Pedro Sánchez no ha hecho siquiera un simple guiño al tercer partido en el congreso de los diputados como sí ha hecho con Ciudadanos o el PP. Solo un gesto es visible: los hombres que han decidido que van a llamarse “Unidas Podemos” ven cómo once ministras dejan claro que lo de los morados solo es postureo para el cartel. Y ahora Pablo llora, dice que Pedro se ha olvidado de ellos en tan solo 24 horas. Pero eso no es cierto: ni siquiera les ha dedicado tanto tiempo porque sabe que Podemos es solo uno más en la oposición, como en Euskadi.