Datazo, pero sin «contenidazo»

No resto un milímetro de éxito a Ibai Llanos por haber conseguido reunir a millones de personas delante de una pantalla. Al contrario: el contenido, por mucho que lo haya espectacularizado el propio Llanos (que es el mejor en esto, es indiscutible), era una mierda. Un streamer (un presentador y showman en Twitch) y Bustamante (el cantante, sí) han boxeado de manera amateur y el combate ha durado solo dos asaltos porque el cántabro ha tirado la toalla. Con eso Ibai ha vuelto a batir el récord de audiencia después de intentarlo con un programa de cocina en casas de influencers con Kiko Rivera como reclamo, entre otros.

Esa es nuestra competencia

El logro de Ibai Llanos merece una reflexión porque es evidente que no lo ha logrado con el contenido, sino con la expectativa y la idea de generar un evento y de participar (pagar, ver y comentar). Los medios tradicionales ante eso tenemos que sacudirnos: no es qué contamos, es cómo lo hacemos. Y precisamente sobre eso Ramón Salaverría ha tuiteado recientemente: “Hace tiempo escribí que el periodismo actual había pasado a ser de seis uves dobles: who, what, when, where, why &… wow!!! Últimamente, en cambio, pienso que las noticias, y especialmente los titulares, caminan tristemente hacia una única uve doble: So what?”.

La realidad contra todos

También es cierto que hablamos de cuestiones diferentes: Ibai Llanos ofrece puro entretenimiento, el combate ni siquiera pertenece a una competición. Los medios tradicionales sin embargo estamos obligados a informar de lo que sucede incluso cuando se trata de noticias que dejarían atrás a titulares inventados de El Jueves: “García Egea reaparece en Valladolid en su nueva faceta: ‘La criptomoneda va a cambiar el mundo’”. Lo que hace el anterior número dos del PP es cerrar un círculo a lo grande, defendiendo y ofreciendo ahora alternativas de inversión que viven sus peores momentos.

No se vayan, todavía hay más

Hagan como con Ibai Llanos: quédense un rato más conmigo, esperen a ver si Jagger abre alguna herida a Bustamante y empieza a salir sangre, y si el cantante cede a los seis minutos, quédense por las risas, que la realidad sigue siendo hilarante: “Miami y Madrid son la casa de personas que huyen del desánimo, el paro y el comunismo” (El Independiente). Esto es lo que decía Ayuso en la ciudad estadounidense durante una visita que después hemos sabido que ha salido muy cara para el retorno que ha generado a la Comunidad. A la propia Ayuso sí le habrá generado algún beneficio: el viaje, el ratito de televisión y el titular. Ese titular.

El Brexit es para “incautos”

Dime dónde declaras a Hacienda y te diré cuánto de patriota tienes. Medir el nacionalismo no solo es posible, es así de sencillo. Y pese a ello algunos no tienen problema de que les pillen cruzando la frontera con el carrito de los helados: “Son datos de The Times: 321 parlamentarios británicos tienen ya la nacionalidad irlandesa. El Brexit es cosa de incautos. Ellos seguirán siendo ciudadanos de la UE”, tuiteaba Idafe Martínez sobre un mensaje de Irish Monk. No es fácil comprobar la exactitud de la cifra, pero sí que la salida de la Unión fue una mala idea que va a aumentar la diferencia entre clases. Mensaje para las y los incautos.

España ya no es una

Lunes. Empieza una semana que seguro que no es menos intensa que la pasada en lo político. Una semana en la que Vox, como en las anteriores, seguirá haciendo trampantojos para que no parezca que lo suyo solo es el discurso grueso. Lo que denuncia César Calderón entre otros tuiteros debería de ser sancionable porque supone un malgasto evidente y malintencionado de los recursos: para engordar el número de preguntas parlamentarias, Vox hace la misma petición en cada una de las provincias. “Según este innovador método habrían presentado unas 15 preguntas por provincia. ¡No dan un palo al agua!”.

Podemos la empieza con más tranquilidad

Precisamente Vox, junto a PSOE y Ciudadanos, ha echado un cable a Podemos en Andalucía: finalmente, Teresa Rodríguez y otros ocho parlamentarios autonómicos tendrán que abandonar el grupo de los morados después de que la portavoz lo hubiese solicitado. Una expulsión que a Podemos le ha costado varios escarnios y, seguramente, aún le quede alguno más porque Rodríguez (acusada de transfuguismo y que sigue con un escaño, igual que sus compañeros, pero fuera del grupo) está decidida a plantar cara a la dirección de Podemos en su parlamento, Andalucía y España entera.

Europa… Y mucho más cerca

La eurocámara es especialmente singular, así que la descripción que hace Idafe Martínez seguramente encaje mejor en este parlamento que en otros: “Los eurodiputados se dividen en dos grandes grupos: los que trabajan de eurodiputados y los que usan su cargo de eurodiputados y hasta sus preguntas a la Comisión como altavoz en el debate nacional. Creo que los del segundo grupo son una rémora, para la UE y para su país”. Estoy plenamente de acuerdo con este periodista, pero por mi experiencia insisto en hacer extensiva esta división a otras cámaras e, incluso, consejos de administración.

Sí, así es una pandemia

Parece que hay correlación: a medidas más duras, mejores resultados en la lucha contra la pandemia. A mayor relajación (también la provocada por una buena situación), más contagios y más muertes. Así es una pandemia, y así tenemos que tomárnosla. Ya sé que estamos cansados, ya sé que el derecho a la queja es indiscutible, ya sé que el que siempre sabe lo que hay que hacer nunca está en el gobierno, en ningún gobierno… Pero solo hay una forma de enfrentarnos a la pandemia: con disciplina y abnegación. ¿Y críticas? Si el error es evidente y si son constructivas. Para hacer ruido ya están las charangas.

Vodafone es más rentable… Sin fútbol

La crisis económica derivada de la pandemia puede acelerar que se quede sin oxígeno la mayor burbuja que hemos construido entre todos: la del fútbol. Una burbuja que ya tenía varias fugas y que se mantenía a flote, aparentemente, porque la parcheaban con billetes, montones de billetes. Pero ni el merchandising oficial (que solo compraba el aficionado más próximo) vale lo que cuesta ni lo hacen las retransmisiones: desde que Vodafone dejó de pelear por emitir el fútbol su rentabilidad ha aumentado. Y no es la primera noticia al respecto (aquí también encontramos el famoso velo mediático) que anuncia la crisis que viene.