El mundo es de unos pocos

Si cuando se abrió su cuenta en Twitter el presidente de la compañía no le dio la bienvenida, lo siento, es usted pobre. Como yo. Esta semana, Jack Dorsey sin embargo sí se ha molestado en responder “welcome” a una nueva tuitera: Ana Botín, que con quince tuits ha superado los doce millones de seguidores. El mundo es para unos pocos, otra vez lo hemos comprobado. Permítanme la maldad, pero la Botín ha entrado en Twitter… Solo cuando la empresa ha empezado a ser rentable.

Facebook sigue ganando

Twitter es la red social que más mencionamos porque nos encanta a los periodistas y a los políticos. Precisamente por eso para mí es un milagro que aún no haya cerrado. Pero la red social predominante sigue siendo Facebook en el mundo, en España, en Euskadi y en Bilbao. En Trecebits sacan los datos: un 90% de los bilbaínos tendría cuenta en Facebook (hay más de 300.000 pero seguro que menos usuarios); un 49%, en Instagram; y en Twitter, menos de un 10%.

La gran, gran historia de Instagram

Precisamente en Twitter, José Luis Antúnez tiene una serie de hilos estupendos sobre esas historias de tecnológicas y visionarios que tanto nos gustan. Esta semana ha dedicado una imprescindible a Instagram y a sus creadores, Kevin Systrom y Mike Krieger: la red social que Facebook está convirtiendo en el nuevo gigante es un prodigio de la innovación. Supieron apostar por el móvil, por la foto, por la localización… Por todo lo que ha triunfado desde que la lanzaron en 2010.

Pero todo estaba ya inventado

Systrom y Krieger realmente no inventaron nada, pero sí supieron identificar y unir todo lo que molaba. Incluso los famosos filtros los usaba antes Hipstamatic, otra app. Y mucho antes solo eran defectos de la química fotográfica, como muestra la colección de polaroids de Andrei Tarkovsky, que conocemos ahora y con las que en Magnet conjeturan que hoy este cineasta sería el mejor instagramer… Si fuera capaz de dejarse atrapar por la vorágine de Internet, algo difícil de imaginar.

De aquellos crowdfundings…

No vi El Cosmonauta, no puse dinero para su financiación vía crowdfunding, y no conozco a Nicolás Alcalá, su director, más que por lo que he leído esta semana en El Confidencial. Así que no sé si es justa la semblanza que le hacen en un reportaje sobre aquella cinta que alcanzó cierta notoriedad porque iba a cambiar el modo de producir cine. Me quedo precisamente con eso: no con el fracaso, sino con el canto de sirena, uno más, que lanzaron desde el Internet redentor y “lo colaborativo”.

Sí, es preocupante

El texto de Sergio del Molino en CTXT no es el primero al respecto que leo: los más jóvenes muestran en estadísticas y estudios sociológicos cierto desinterés por el sexo. La generación de la historia de la humanidad que más cuerpos desnudos ha visto vía Internet parece que pasa de tocarlos o besarlos en directo, o de hacer el esfuerzo de relacionarse con otras personas hasta lograrlo. Hasta es interpretable un mensaje a la especie: sobramos, así que mejor no reproducirnos.

Por qué es importante la carrera espacial

Al contrario que a muchos, sigue generándome más dudas que emociones que Elon Musk haya puesto un coche de más de cien mil euros en la órbita de Marte. Como campaña de publicidad me parece cara pero buena. Pero como paso adelante tengo mis reservas. Lo que le agradezco es que nos haya generado la oportunidad de hablar sobre lo positiva que es la inversión en investigación aeroespacial, que el usuario Shine McShine ha resumido acertadamente en Twitter.

¿Cuál es la tesis?

Hace un par de días les hablé de cómo Josele Sánchez hacía público un supuesto intento de soborno y que temía por su vida porque en el medio que dirige, La Tribuna de Cartagena, estaba informando del asesinato de Emilio Botín cuando ningún otro medio lo hacía. Pero, ¿qué cuentan Sánchez y su digital? Que el expresidente del Santander ha sido asesinado y, sobre todo, que son el único medio que informa del tema porque el resto estamos comprados por este banco.

Cambia el modelo

Javier Gil está investigando desde la universidad a Airbnb, esa web que, en nombre de “lo colaborativo”, se ha convertido en un modo tapado de ofrecer alojamientos turísticos. Gil ha aportado en Twitter un dato muy significativo: en Madrid ya hay más pisos en esta plataforma que para alquilar en Idealista. Es decir: quien tiene una vivienda en algunas ciudades prefiere rentabilizarla como apartamento turístico con empresas que hacen todas las gestiones que como vivienda habitual.

Cambia Instagram

Seguramente hayan notado cambios en Instagram últimamente: hace unos meses la plataforma empezó a mezclar contenido reciente con otro relevante pero más antiguo. Desde hace unos días esto se ha acentuado y las actualizaciones se pierden entre fotos de hace varios días… Y la publicidad. Para los aficionados es un pequeño lío, pero para quien ha hecho de Instagram su modo de vida ese cambio puede ser tan importante como negativo. Y no nos alegramos.

El fiscal no quiere al PP en el banquillo

No soy un experto en temas legales, pero me da que la fiscalía se está metiendo en el espacio del juez cuando concluye que la destrucción de los discos duros en la sede del PP no es motivo para juzgar al partido de Rajoy y Alonso, ya que no queda acreditado que esa desintegración fuera un encubrimiento. Bárcenas retira su acusación particular y solo queda la popular (promovida por IU), que no sería suficiente, según la doctrina Botín y el propio fiscal, que libraría así al PP del banquillo.

Respeto a la ciudadanía

Pero hoy toca hablar de Catalunya. Otra vez. Y así pasamos por encima del despropósito judicial que acabo de describirles. Uno más. No importa lo que haga este PP, ni cómo lo haga, que le juzgan o no, que le condenen o no: si la sociedad española no está suficientemente adormecida siempre podrán correr la cortina de humo catalana. “El poble de Catalunya mereix un respecte”, tuiteaba Roger Torrent. Ojalá todos los políticos españoles y catalanes lo tengan claro.

Operación “Campechano 2”

Felipe VI cumple 50 años y, para celebrarlo, impone el Toisón de oro a su hija, de doce. Una hija que no será jefa de estado a menos que cambien la Constitución. Pero no creo que ese cambio genere muchos problemas al heredero del más campechano de los reyes, vistos los reportajes empalagosos que le ha regalado casi toda la prensa española. Un rey fuera de sitio y tiempo al que sostienen entre unos cuantos, como a aquel que iba desnudo, mientras todos le mantenemos.

El que se va

Dicen que Aymeric Laporte se ha ido bien del Athletic. Yo me quedo en el “se ha ido”. Con todo lo que he escrito sobre él, prefiero a Kepa Arrizabalaga, que se ha quedado “mal”, pero se ha quedado: con una millonada y un nubarrón sobre su cabeza, pero la camiseta que se pondrá para salir al campo será la del Athletic, mientras Laporte se enfundará la del Manchester City. Con todo hay que ser agradecido: por los servicios prestados (65 millones, incluidos), ojalá Laporte triunfe en la Premier.

Y el que viene

Me hago viejo y cada vez tengo menos certezas. Por ejemplo, no sé qué me parece el fichaje de Iñigo Martínez. ¿Es bueno que el Athletic haga a otros (a los vecinos y rivales) lo que no quiere que le hagan? ¿Es aceptable que confundamos la socarronería bilbaina con dar por bueno este “qué se le va a hacer” entre sonrisas? ¿Es recomendable el mensaje a Lezama: “En cuanto entra la pasta fichamos lo que podemos porque no nos fiamos”? ¿Somos diferentes o somos como los demás?

Ser «youtuber» se complica

¿Se acuerdan de “caranchoa”, el youtuber que recibió un guantazo bien dado por ir insultando a la gente gratuitamente? Sergio Soler, que así se llamaba, era un “generador de contenido” de poca monta y, gracias a la polémica, acabó vendiendo su canal por una buena cantidad a Hawkers. Soler había recibido la llamada del dinero y la fama fácil de YouTube, pero la web de vídeos pretende acabar con este reclamo: ya no quiere (ni necesita) “pequeños creadores” que le dan muchos problemas.

Ser “instagramer” no es tan fácil

No me cabe duda: ser instagramer de moda es un trabajo difícil. Tienes que buscar las tiendas, la ropa, darte a conocer, estar siempre arreglada, saber dar a cámara y sacar fotos (o que te las saquen) y editarlas (o que te las editen). Luego está el nivel top, donde las cosas se complican como en cualquier trabajo cuando uno o una llega a lo más alto. Y Lovely Pepa (Alexandra Pereira) por fin ha hablado de las amarguras de quien enseña todo lo bonito: acoso e intentos constante de ridiculización de su trabajo.

Ser friki es una oportunidad

Amable Sarto, de la Jefatura de Recursos Humanos del Estado Mayor de la Defensa, compareció ante el Senado para recordar que: “En el mando de ciberdefensa hay que andar a la búsqueda de unos perfiles muy determinados, que popularmente se conocen como frikis, y dentro de las Fuerzas Armadas muchos frikis no hay, alguno va habiendo, pero hay que tener cuidado”. Según Público, quiso decir “hacker”, pero yo no estoy tan seguro: muchos me ven como un friki. ¿Y qué?

La internet de las emociones

Los Premios Feroz son hoy menores, por desgracia, y lo mejor de la gala, empezando por los premios, está teniendo una segunda vida en Internet muy bien impulsada por los patrocinadores (cuando Telefónica hace bien las cosas hay que decirlo). Por ejemplo, el emocionante discurso de Javier Calvo dirigido a todas esas personas, también niños, que se sienten mal porque aún no han dicho a nadie que son gays. Como dice Calvo: “Le van a querer, va a encontrar su sitio y va a cumplir su sueño”.

La tienda física on-line

No lo entiendo: Amazon crea una máquina perfecta de recabar inversiones para generar y generalizar un comercio deslocalizado… ¡Y acaba montando una tienda! Vale, que sí, que es un tema de imagen: se trata de una tienda sin vendedores (salvo el que comprueba que eres mayor de edad para consumir alcohol) en Seattle. Entras, coges y luego Amazon te cobra en casa. Así no habrá colas, dicen. Pero Ryan Petersen muestra lo contrario: la fila para entrar en Amazon Go.

El menos listo de su clase

“Si algo ha demostrado nuevamente el Estado Español con el pueblo de Catalunya es que en Euskal Herria, los terroristas no eran los de ETA, sino España que, como ahora, les negó siempre, a través de la violencia de estado, su libertad como pueblo.¡Libertad presos políticos!”. Lo dice Óscar Reina, secretario general del SAT. La respuesta es evidente: en Euskadi sí sabemos distinguir a un terrorista, aunque vaya de uniforme, y sobre todo, a los tontos que los justifican.

El Corte Inglés encuentra a un pez más grande

Soy cliente habitual de El Corte Inglés y lo seguiré siendo, conozco sus ventajas para mí, intuyo las desventajas para su competencia y algo he leído sobre sus propietarios. Así que no he podido evitar una sonrisa cuando he descubierto que este gigante pide a los organismos internacionales que regulen un poco el mercado porque, oigan, a ver si Amazon se lo va a comer todo, incluso lo suyo. Ha tardado mucho pero, otra vez, ha aparecido un pez más grande.

De Taburete a Modo Avión

Tienen que leer la pieza de Mohorte en Xataka sobre Modo Avión, el grupo de música formado por el hijo del exministro Federico Trillo, y por sus primos. “El punto intermedio entre el cuñao-guitarras del BBK y Luisito, hijo del banquero del pueblo, con sobredosis de Álex Ubago”, así los define el autor, que recuerda que el pop (en este caso, “folk lacónico”) hecho por niños bien es algo casi cultural en España, y que esta banda buscará repetir el éxito (sin paliativos) de Taburete (la del hijo de Bárcenas).

Con todas las consecuencias

De lo poco bueno que nos está dejando tanta actualidad rojiblanca es el ramillete de reflexiones de quienes, por lo general, siempre han tenido algo interesante que aportar. Hoy les traigo las de Juan Carlos Latxaga, que pide: “Si somos el Athletic, seamos con todas las consecuencias” y hace las preguntas adecuadas. Dar por buenos los millones es entrar en una lógica a la que hemos querido permanecer ajenos. Es su liga, puede que hasta su fútbol, pero es nuestra manera de entenderlo.

Qué morro

Con todos los sitios que hay en Madrid y por lo que cuesta, no creo que ni se me pasara por la cabeza ir a Diverxo, por supuesto, pagando como cualquier comensal. Lo que menos haría es pedirles una mesa gratis para recomendar su restaurante en mi página de Instagram sobre gastronomía. Y ojo al tipo que hace la propuesta: ¡qué fiabilidad pueden tener sus recomendaciones cuando no sabe lo que está pidiendo ni a quién se lo está pidiendo! A los caraduras de Internet, leña.