¿Otro mes sin gobierno?

La aventura independentista catalana tiene que salir bien. Por el independentismo, por la ciudadanía catalana y por las y los políticos que siguen presos o exiliados por ser independentistas (porque los delitos por los que se les condena serían de risa si no supusieran varios dramas personales y familiares). Pero es muy difícil sostener el modelo elegido por sus máximos representantes: “Aragonès aspira a ser president antes del fin del estado de alarma el 9 de mayo”, (El Nacional). Eso supone casi otro mes sin gobierno, sin decisiones importantes o sin una mayoría articulada en el Parlament. ¿Quién defiende esto?

Sí pero no

Comparto las críticas de muchos periodistas hacia el vídeo de Podemos que señala directamente a presentadores y periodistas que no siempre hablan bien de la formación morada. Pero también comparto la crítica de Podemos porque no todos esos comunicadores han buscado la verdad o el debate, sino el linchamiento. Ahora, a Podemos, y siempre, a los nacionalistas. Y aunque comparta esa crítica de los de Iglesias también tengo memoria y sé que en Podemos tienen mucho morro señalando a la prensa como el enemigo cuando ni el partido ni sus líderes serían nadie sin las tertulias televisivas.

¿Todo por Errejón?

Dice el aforismo que si parece que detrás de todo hay un plan lo más probable es que haya un plan. Y los pasos de Pablo Iglesias dibujan un plan: cuando era vicepresidente y diputado, su acercamiento a Bildu le permitía neutralizar el peso de los votos de los de Íñigo Errejón (y en Bildu se dejaban, claro). Y cuando se apartó de aquel foro para saltar a la arena autonómica madrileña lo primero que hizo fue un ofrecimiento capcioso precisamente a Más Madrid que impedía el crecimiento de esta fuerza política. No solo parece que haya un plan, es que parece que hay una obsesión. Sobre ello, César Calderón escribe muy bien en Vozpópuli.

¿Todo por la libertad?

Si Isabel Díaz Ayuso quiere actuar como Braveheart, allá ella. El problema sería que, realmente, se creyese la Braveheart española. Y lo preocupante es que con esta puesta en escena y el riesgo de que pueda tenerse a sí misma como una libertadora, Díaz Ayuso vaya a ganar las elecciones. Elías Gómez lo tuiteaba muy bien: “¿Qué respeto tienes por la inteligencia de tus posibles votantes cuando les pides el voto para derrotar al comunismo en unas elecciones autonómicas?”. Es cierto, “comunismo o libertad” es el lema electoral más ridículo que yo haya leído. No es menos cierto que si funciona tenemos que preguntarnos por qué.

¿Por qué?

“El 65% de la desinformación generada sobre la pandemia es atribuible a doce cuentas. La concentración mediática es más intensa aún si cabe en Facebook: allí esas doce cuentas suponen el 73% de la desinformación covid total” (Magnet). Esa es la conclusión de un estudio que una ONG británica ha remitido a varios fiscales en EE.UU. para que actúe contra canales que ya difundían bulos contra el cáncer, supuestos psiquiatras y líderes de opinión de grupos poblacionales muy importantes. ¿Por qué? En algunos casos hay vínculos directos con su modelo de negocio (venta de libros), en otros es más cuestionable.

Mucho más lógico

El cambio que habrían hecho en las aportaciones de los representantes de Podemos a su partido y que explican en La Política Online me parece correcto y mucho más realista: de ganar los famosos tres salarios mínimos a aportar el 20% de lo ganado (como máximo, según este medio). Eso, sí, la manera de hacerlo (bastante opaca) y la justificación (que también puedan aportar al partido quienes ganan menos de tres veces el SMI) es un disparate, porque el resultado es que quien más gana, más aporta, sí, pero más se lleva a su cuenta corriente. Y eso es lo lógico y lo progresista. Lo demás es populismo y cinismo.

Los socios de Ayuso

Un buen ejemplo de cómo está la política española hoy es que nos estamos centrando en la pugna entre dos políticos de mira corta, lengua larga y decisiones discutibles como Isabel Díaz Ayuso y Pablo Iglesias. Pero es que el segundo no es alternativa de la primera, sino la cuarta o quinta opción política. Después, hablamos mucho de la posible desaparición de Ciudadanos pero todos dan por hecho que Vox será el socio del PP. Y el número dos de la candidatura de ultraderecha, según El Plural, es para Jorge Cutillas, “detenido acusado de apedrear varios autobuses llenos de niños vascos” en 1982.

Correcto

El gobierno más progresista de la historia de España, según quienes forman parte de él, está dando que hablar más por sus pugnas internas y sus maniobras partidistas que por su gestión. Por eso cuando conseguimos rescatar una noticia sobre lo que hacen, la compartimos, porque es como un mosquito envuelto en ámbar con una gota de sangre de dinosaurio en su interior: “Consumo prepara un aluvión de denuncias a aseguradoras, bancos y aerolíneas por negarse a poner teléfonos gratuitos”. Esta noticia de El Independiente es buena sin apostillas. Tanto como escasa en el torrente que desde el propio gobierno español activan.

La tele

Esta Semana Santa ha habido más noticias que las derivadas del coronavirus y la final de Copa. Por ejemplo, la denuncia televisiva de Rocío Carrasco del maltrato que había sufrido por parte de su pareja. Ese discurso en televisión generará muchos análisis que yo soy incapaz de hacer, pero me quedo con este dato: “Las llamadas al 016 de violencia machista suben un 42% tras la emisión del caso”. La profesora de Comunicación Audiovisual, Estefanía Jiménez, recordaba cómo “en los 90 se emitió una telenovela en la que la protagonista tenía cáncer de mama. Las autoexploraciones se dispararon. Que la tele está muerta, dicen”.

La globalización cierra el círculo

China no es el último paso de la manufactura barata: Myanmar, Vietnam, Indonesia e incluso México son los países que utilizan las industrias chinas para fabricar sus componentes a un precio menor que si lo hiciesen en la propia China, según Magnet. Nosotros mismos, en Euskadi, fuimos parte de ese proceso de abaratamiento de la mano de obra. Vinieron por el precio más bajo pero intentamos darles argumentos con el buen hacer y la seriedad. En eso consisten las oportunidades de un mundo globalizado o, simplemente, que parece más pequeño gracias a la tecnología y los grandes transportes.

La política de fichajes

Es normal que los partidos hagan fichajes para sus listas electorales y quieran llamar la atención cuando alguien inesperado se ha subido al barco. Pero no es normal que las listas de un partido se hagan a golpe de fichaje. Porque un partido es puramente instrumental, es el medio para llegar a un fin. Y toda herramienta tiene que estar a punto para trabajar adecuadamente. Los partidos y las listas de aluvión acaban como Ciudadanos y como lo hará Podemos antes de lo que pensábamos todos si Iglesias insiste en su política de show: ayer un mantero, hoy un taxista contra Uber. Eso no es dar voz, es usar la de otros.

Madrid: cañas y tapas

Isabel Díaz Ayuso siempre ha despreciado la pandemia: no le han importado los contagios ni las cifras trágicas. Lo suyo era mantener la actividad. Pero no la de los bares, sino la suya propia como punta de lanza de “lo liberal” contra el gobierno español. Sin embargo, su menosprecio le puede salir muy caro: queda mucho para las elecciones y la comunidad de la capital española está ya “descontrolada” porque “se multiplican por 5 los contagios y repuntan los muertos” (El Plural). Estas solo son las cifras al inicio de la oleada de turistas europeos que llegan a Madrid a desfogarse, beber, comer gritar y lo que surja.

El turismo, en jaque

Pocas veces lo de “en jaque” es más adecuado: el sector turístico vasco, español y mundial está en peligro pero aún le quedan unos pocos movimientos para dar la vuelta a la situación. Esta Semana Santa supone una inyección no de la vacuna pero sí de un paliativo a la espera de la inmunidad. Después de arriesgarnos para salvar a tantos sectores también le toca al turismo. Otro movimiento es el de las ayudas públicas, pero este también puede estar tocado por la gestión, o todo lo contrario, del gobierno español: “Temor de las hoteleras a que SEPI dilate los rescates tras el escándalo Plus Ultra” (La Información).

Y el comercio mundial, casi

Una cuadrilla de egipcios ha sido la que ha logrado desatrancar el enorme carguero que atascaba el Canal de Suez. Miquel Roig nos los ha mostrado a muchos retuiteando a Mohammed Soliman, que es quien había compartido en Twitter el vídeo del momento de la liberación: ese grupo de hombres que saltan en la cubierta de lo que parece un remolcador ha permitido que el comercio mundial continúe. Esto también es la globalización, que tan lejos nos ayuden tan cerca y al revés, que las industrias auxiliares estén o estemos en todos los países del mundo, que esa alegría sea la nuestra.

Viviendo un sueño

Pertenezco a la generación que desde 1984 a 2009 atravesó el desierto con el Athletic. Después, tuvimos que esperar hasta 2015 para levantar aquella Supercopa que nos dieron en Camp Nou como si nadie quisiera. En 2012 vivimos a lo loco y lloramos como niños. Pero este 2021 ya llevamos una de las pequeñas y tenemos dos oportunidades a partir de mañana para llevarnos las grandes copas. Estamos viviendo un sueño, pero es incluso más que eso: el Athletic es lo que nos anima en medio de todo este horror, y pienso exprimirlo y disfrutarlo. Me alivia que mañana no haya periódico porque yo libero ya al hooligan que hay en mí.

Sí, la hostelería es un factor

La hostelería no tiene la culpa, aunque son pocos los que mantienen la guardia alta ante el virus: la culpa es de las y los usuarios, que nos relajamos con una cerveza. Y con tres, ni te cuento. Pero es evidente que la hostelería es un factor relevante para la expansión del virus. Y si no fuera suficiente leer una curva u observar lo que salta a la vista, en El Confidencial recogen el resultado de varias investigaciones que concluyen: “El cierre de locales de hostelería es una de las medidas más eficaces para frenar la incidencia y mortalidad por covid-19” (EE.UU. y España), y que este cierre afecta a la actividad económica (Escocia).

¿La libertad es un bar? ¿En serio?

Los bares de Madrid molan. Claro que sí. Son espacios que disfruto cada vez que voy a la capital española y hasta preparo una lista de los que quiero visitar. Pero la libertad es mucho más que un bar o que todos ellos. Así que el spot de Isabel Díaz Ayuso que titula “Madrid es libertad” y solo se ve a cocineros y camareros, es otra pantomima más de la presidenta de la Comunidad. Otro ejemplo de populismo de brocha gorda y pintura a chorretones: su empeño en mantener abierta la hostelería y obviar lo evidente, que facilita la transmisión del virus entre la clientela, solo es avalado por su capacidad para ocultar datos terribles.

Pues me parece bien. O casi

Ícaro Moyano tiene un blog estupendo sobre hostelería madrileña, y además tuitea muy bien: “El matrimonio Iglesias Montero ha amasado en 7 años algo más de 1.5 millones de euros. Oficialmente ganaban 3 salarios mínimos. Podemos va camino de ser una parodia, o una fábrica de millonarios a costa de la clase obrera que confió en ellos.”. Que el líder de un partido, europarlamentario, diputado, vicepresidente y ministro, y una diputada y ministra que, además, es su pareja, ganen dinero me parece muy bien. Pero que renegaran de hacerlo e incluso hayan mentido con las cifras cambia mucho la cuestión.

Es un logro de todas y todos

Así que, sí, me parece bien que Pablo Iglesias, Irene Montero y el resto de los representantes de Podemos ganen mucho dinero. Y me parece mal que con sus sueldos hayan hecho populismo hasta el punto de mentir (es evidente que no ganaban tres veces el SMI). Claudi Pérez lo explica en Twitter: “Sobre la polémica del patrimonio de los ministros, me parece populismo populachero. La política debería estar estupendamente pagada, algo que no sucede en España. Que nos vaya bien como país depende en parte de que haya incentivos para dedicarse a ese oficio”. Y que no haya que ser rico para ser político es un logro de todos.

De dónde venimos y a dónde vamos

Las noticias sobre el último estudio sobre la singularidad genética de la ciudadanía vasca me generaron cierto recelo. Y me alivió ver en Twitter que no era al único: Juan Ignacio Pérez también lo comentó. Su tuit fue criticado y el director de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU decidió explicarse en su blog en DEIA: “Cuando se habla de vascos no se habla, en realidad, de quienes vivimos en Vasconia hoy, sino de un subgrupo de los que vivieron hace unos sesenta años o antes. Y en el caso que nos ocupa hoy, a personas que hablan euskera”. Además, critica el habitual uso político de los resultados.

Ya está bien de acontecimientos

La venta de Euskaltel es el enésimo acontecimiento que vivimos estando ya agotados. Por supuesto, los mismos parlamentarios, periodistas y tuiteros de cabecera que te hablan en Euskadi de derechos humanos, gas, TAV o pandemia, opinan ahora sobre la OPA. Mientras tanto yo estoy cada vez más cerca del guionista vasco Raúl Díaz, que tuiteaba: “Veo mucho tuitero que solo escribe de política. Ya sabéis: cabreo, mismo tema al unísono, ponzoña… No sé si pretenden movilizar o molestar. A mí suelen provocarme tristeza. Me pregunto si les pagan, si se ven como gurús… Yo deseo que sean bots porque si no, vaya vida, colega”.

La verdad es esta otra

Héctor Barnés explica muy bien en El Confidencial lo que nos pasa a muchos: “Empieza a abundar la sensación de que nos sacrificamos para que otros tengan barra libre para hacer lo que quieran: la solidaridad se ha convertido en un ‘tonto el último’”. Es así de sencillo y desmotivador: quienes intentamos cumplir somos los que mantenemos el equilibrio. Si todas y todos hiciéramos lo que nos dé la gana (y son muchas y muchos los que lo hacen) estaríamos muertos. Pero si los que salen, trampean, se creen más listos y pasan de todo se justifican con que están cansados, los que cumplimos lo estamos más.

El milagro de Ayuso

El milagro de Isabel Díaz Ayuso no tiene nada que ver con mantener la actividad del sector servicios mientras avanza la pandemia. El milagro que obra la presidenta de la Comunidad de Madrid consiste en desviar la atención de las cifras y conseguir que nos fijemos en las barbaridades que dice. Pero esta es la situación real: “Dramáticos datos en Madrid, botellódromo de Europa: Ayuso reconoce casi 3.000 nuevos contagios pero no actualiza el número de muertos este fin de semana” (El Plural). Información que se suma a la de que Madrid aporta 4 de cada 10 nuevos positivos en España.

Pero qué tomadura de pelo

El pasado domingo las bases de Podemos ratificaron que Pablo Iglesias será el candidato de Podemos a la comunidad de Madrid. Lo hicieron después del anuncio del vicepresidente español, después de que Podemos explicara que la anterior cabeza de lista iba a ser relevada, después de que el propio Iglesias haya nombrado sucesoras en su vicepresidencia, su ministerio y su escaño en el Congreso, y se haya despedido desde la tribuna de oradores. ¿Y ahora nos quieren vender un proceso democrático interno? ¡Venga ya! Ojalá se acabe pronto la moda de tratar a la ciudadanía como una audiencia infantilizada.

¿Qué impide la Policía?

Muchas cosas van mal en España si entre dos grupos de manifestantes, uno de franquistas y otro de mujeres que muestran la parte superior de su cuerpo, la policía detiene a las integrantes del segundo. Ya sé que la de los fachas era una manifestación permitida y las Femen fueron a reventarla, pero la foto no puede ser más elocuente: entre fascistas y tetas, las autoridades españolas actúan contra las tetas. Lo que demuestra que los franquistas, cuyo derecho a exhibirse es aceptado primero y protegido después, pueden tener razón: en el fondo, España ha sido maquillada, pero sigue siendo rancia.