«Cualquier tipo de mecanismo»

Aunque nadie en este PP ha dado la más mínima muestra de responsabilidad, confío en que lo de hoy no sea un punto de partida sino una piedra de toque, y que en función no solo del número, sino también del tipo de compañía y de la famosa “foto”, alguien reflexione en Génova 13 sobre si seguir o no en este camino hacia el precipicio de la extrema derecha. Porque como bien denuncia Pedro Vallín en Twitter, lo de Pablo Casado esta semana es un error de proporciones históricas cuando declara que no descarta utilizar “cualquier tipo de mecanismo contra Pedro Sánchez por su alta traición a España”.

Han roto el fachómetro

El PP podría utilizar la irrupción de Vox para centrarse y quitarse la etiqueta de partido heredero de Franco por ser fundado por un ministro franquista, por no haber condenado el golpe de Estado ni la dictadura, y por ser el que más “buenas familias” del franquismo alberga. Lejos de eso, su aportación ha hecho que se rompa el fachómetro español por sobreexposición, por ejemplo, “gracias a” la senadora del PP, Esther Martínez, que se ha quejado de la inversión de quince millones en memoria histórica porque es “para desenterrar unos huesos”.

España se va a la mierda

España está muy mal. La España política es la del PP desatado y Abascal sobre un caballo blanco mientras Sánchez recibe de los suyos y los otros. La social es la España de las desigualdades crecientes y los recortes que no se corrigen. Y la España judicial es la que deja libre a La Manada, encarcela a los Altsasu y, preventivamente, a políticos catalanes, y en la que el fiscal de Criminalidad Informática de la Fiscalía General del Estado, Jorge Bermúdez, amenaza vía Twitter haciéndose el gracioso. España se les va por el desagüe y nos arrastra. Si hay que desatar el lazo lo haremos.

El chavista era Errejón

Y en esta situación política desesperada Podemos decide anularse como actor político útil. La batalla que están librando internamente, según El Español, por defenestrar a Íñigo Errejón, genera una mezcla de vergüenza y preocupación nada deseable. Según el medio de Pedro J. Ramírez, en los grupos de WhatsApp y Telegram internos estarían haciendo circular el vídeo en el que el enésimo traidor clamaba: “Chávez vive, la lucha sigue”, y la idea de que el más chavista de los morados era el propio Errejón, reconvertido a la socialdemocracia junto a Carmena a marchas forzadas.

El Athletic se mueve

¿Cómo anunciar algo? Haciendo un spot. Tan fácil como eso. Si quieres dar a conocer que tienes una masa social con ambición, que tienes posibilidades de hacer algo bueno y que cuentas entre los tuyos con los mejores, como Kerman Lejarraga, y además tienes el dinero para llevarlo a cabo, solo tienes que hacer un anuncio. Y la nueva junta directiva del Athletic lo ha hecho. Podemos poner pegas: largo, más efectista que efectivo… Pero ahí está: un lema estupendo (“todos a por el Barça”), un vídeo que dan ganas de compartir en Facebook, y un sentimiento que rebrota porque, por fin, algo se mueve en comunicación.

¡Para lo que hemos quedado!

Es evidente que ETA en Euskadi nos ha trastocado, y que la mochila de responsabilidad y culpa nos pesa tanto que no nos ha permitido ver con claridad las piedras en el camino. Así, hemos cargado con políticos y pensadores insalvables que nos parecían casi paladines, y hemos sobrevalorado al enemigo de Euskadi al que ETA hacía listo, capaz, fuerte y hasta guapo. Por ejemplo, Jon Juaristi, que hoy es una voz autorizada para el PP de Madrid cuando afirma que el holocausto fue cosa de nazis y comunistas.

Los votantes son sagrados

Un ejemplo de personaje político agrandado por culpa de la acción de ETA es Fernando Savater, que se ha retratado llamando “tontos” a los cinco millones de votantes que tuvo Podemos en su mejor momento. En política es lícito señalar, criticar e intentar tumbar al líder que miente a la ciudadanía o al que le genera miedos innecesariamente para aprovecharse del temor, pero a los votantes se les respeta. A los de Podemos, a los de Vox y a los que tuvo UPyD. Y esta posición de salida marca lo que eres como político: si eres de los que se toma en serio a la ciudadanía y la democracia, o eres de los que no.

El fiscal del “tontopolla”

Jorge Bermúdez, fiscal de Criminalidad Informática de la Fiscalía General del Estado, ha llamado “tontopolla” a Jon Inarritu en Twitter después de que el senador vasco criticara que la justicia española haya despreciado a los observadores durante el juicio del procés. No hace falta explicar nada más para darnos cuenta de la gravedad del asunto. Pero lo haré: porque el insulto lo profirió Bermúdez desde su cuenta en Twitter en la que no aparecía su nombre. Solo cuando lo destapó Xabier Lapitz accedió a reconocer su identidad. Y estos letrados que insultan a cara tapada son los que administran la justicia española.

La evolución no es precarización, al contrario

Ciudadanos está ondeando la bandera liberal con mucho énfasis desde que ha pactado con Vox y PP. Será porque en cuestiones sociales y patrióticas los discursos del “trifachito” se confunden con una facilidad preocupante. En referencia a la huelga de taxistas, Rivera tuitea: “¿Se imaginan una huelga de propietarios de videoclubs para prohibir Netflix y YouTube? ¿O una de carteros para acabar con los emails? No tiene sentido ir contra la evolución, es ir contra el derecho a elegir de los ciudadanos”. Son precisamente los derechos de la ciudadanía los que salvamos cuando nos oponemos a la precarización de trabajadores.

Cómo habéis cambiado

Casi todos los que observamos la política desde muy cerca esperábamos que Podemos acabara mal, reduciéndose en su propio jugo ideológico, como IU, y con sus fundadores instalados en tertulias y programas de televisión. En lo que no nos poníamos de acuerdo era en cuánto tiempo empezaría el descalabro, y estoy seguro de que casi nadie apostaba por que en cinco años el castillo de naipes estaría ya desmoronándose: “Cuando vuelva Pablo Iglesias de la baja, en la sede están Echenique y dos globos con los ojos pintados”, tuiteaba con sorna Pepe Lee. Esto ya no hay quien lo arregle.