Pablo Casado se la ha jugado en la campaña andaluza: ha copado el protagonismo (así que la victoria o la derrota se le podrá atribuir) y ha apostado por un nuevo discurso. Lejos del pragmatismo de Rajoy y en oposición, Casado considera una victoria quedar por detrás del PSOE… Pero por encima de Ciudadanos y sin que Vox le desgaste. Para lograrlo ha elegido viejos temas como la inmigración con nuevos enfoques: el discurso xenófobo ha entrado en campaña. Más nos vale a todos que a Casado le vaya bien porque ha embarrado el terreno y puede haber pelea.
La patita
Observar la campaña andaluza desde la distancia ha sido entretenido, sobre todo en la derecha (en la izquierda, Podemos pierde gas y el motor de Susana Díaz parece que lo aguanta todo). Pablo Casado ha entrado en los temas que han puesto en la agenda Ciudadanos y Vox y, al mismo tiempo, estos se han enzarzado entre sí para ver quién es el genuino partido más a la derecha que el PP. En este ring con tres púgiles gana el que ha entrado cuando ya había dos: los de Abascal se encuentran muy cómodos mientras Ciudadanos no sabe ser y no ser al mismo tiempo.
A Abascal le sale todo
En la primera campaña en España en la que la extrema derecha tiene un papel relevante, a Vox le ha salido casi todo bien. ¿La suerte del principiante? Más bien el nada que perder y el mucho que ganar, que permite que te muevas con más alegría. Para el fin de fiesta, Santiago Abascal se ha enzarzado en Twitter con el jefe de Opinión de El Mundo, un medio que agita temas que benefician a los de Vox. Si encima Jorge Bustos da pie al líder de Vox para iniciar una discusión tuitera, mejor: notoriedad, relevancia y una buena dosis de victimismo. Qué pena siento cuando leo a Bustos últimamente.
Juan Carlos I y sus movidas
Me sorprende la nula trascendencia de la presencia en Abu Dabi de Juan Carlos I, no solo porque acudiera a ver un campeonato de Fórmula 1 con todo el lujo, también por su encuentro con Mohamed bin Salman, el príncipe saudí que podría estar detrás del asesinato del periodista Jamal Kashoggi. “No fue el que mantuvo con el Rey emérito el más importante ni mucho menos el más largo. Pero tampoco se limitó al saludo que ha trascendido. Eso sí, fue el elegido para presentarlo como imagen al exterior”, relata Raúl Pozo en Vozpópuli insistiendo en que no fue una anécdota.
¿Por qué nos cae mal Dalas?
Daniel Santomé, conocido como Dalas, acudió ayer al juzgado después de que la Fiscalía le acusase de haber acosado a una menor de trece años. En Twitter la noticia ha sido comentada y la situación, carne de chiste. En todos los digitales la han publicado. E incluso voces moderadas como la del abogado David Bravo han ironizado. ¿Por qué cae tan mal este youtuber a todos? No es aversión, es advertencia: su soberbia, su machismo y su alcance a millones de niños y niñas nos hacen estar alerta e intentar desmontar sus argumentos y al personaje repelente que ha creado.