¿Qué Podemos saldrá de Vistalegre? Si gana Errejón, “el más incómodo para las élites”. La verdad es que el de Iglesias cada vez les da menos miedo. Si gana Iglesias, “el que dice las cosas como son”. La verdad es que Errejón se pierde en su propio discurso. Lo que es seguro es que saldrá un Podemos roto con un Iglesias enrabietado, gane o pierda, y un Errejón marcado como posibilista y melifluo, gane o pierda, en un partido radicalizado desde su concepción.
Podemos, el original
En esa lucha de definiciones del futuro, Hugo Martínez Abarca apela a que, si gana Errejón, el próximo Podemos será como el original. ¿De verdad que en tres años han cambiado tanto? Yo creo que no, que Podemos siempre ha sido lo que vemos hoy y que en este tiempo, simplemente, se han rasgado velos. Por ejemplo: Pablo Iglesias acude de smoking a la gala de los Goya sin ser académico. Y lo hace encantado porque de cómo es la casta siempre ha sabido un rato.
Podemos, el de Monedero
Si hay un personaje siniestro en Podemos y en la política española, ese es Juan Carlos Monedero. Un tipo que ya lo intentó en otros partidos pero que, al final, tuvo que impulsar (¿y financiar?) uno nuevo con personajes maleables al frente. Por eso tiene gracia que ahora se queje de que Errejón use un Pablo Iglesias de cartón para su campaña. O que él mismo llegue a comparar de nuevo a Errejón, con Hitler. Eso es Podemos. Ese es Monedero. No busquen algo distinto.
El Podemos más soberbio
Si Monedero es el más siniestro, Pablo Echenique puede ser el político español más sobrevalorado de España. Resulta hasta ridículo verle apelar al “compañerismo y la lealtad” cuando él fue quien lanzó la campaña contra Errejón, #ÍñigoAsíNo. Desde el Twitter de la campaña de Iglesias lanzaban también este mensaje: “Llegamos a las instituciones para cambiar la política, no para que la política nos cambie”. Insisto en que ellos siempre fueron así, pero la política ha cambiado Podemos.
La gran aportación vasca a Podemos
Podemos tiene problemas tan importantes en su segundo (repito: segundo) congreso, que el impago de Elvira García Díaz de su VPO parecerá una cosa menor. Pero no lo es. Con el escándalo (¿no lo sería si esa noticia la protagoniza un senador vasco del PNV, Bildu, PSE o PP?) lanzado, acudí a su cuenta en Twitter: silencio. De hecho, la ha bloqueado para quien no sea uno de sus casi 7.000 seguidores. Lo que pudo ser Podemos ya no lo será por su propia culpa.