¿Feminismo?

Cada año Cristina Pedroche enseña más su cuerpo y cada año yo lo entiendo menos. Para empezar, no veo las campanadas en la cadena en la que se exhibe. Para seguir, me sorprende que ella y algunos más sigan vendiendo su carnaza como una muestra de feminismo, pero estupefacto me deja que haya quien compre semejante argumento. Todos y cada uno de los presentadores y presentadoras que trabajan en Nochevieja, en todas las cadenas, lo hacen por la tradición o por ser destacados en sus canales durante al año, salvo Cristina Pedroche, que lo hace por el destape.

Algunos ya lo habíamos descubierto

No soy ningún descerebrado: me he leído el artículo de público titulado “2018, el año que abrimos los ojos al feminismo”, y entiendo a lo que se refiere. Es innegable que el feminismo ha entrado en la agenda mediática, política, social y hasta familiar con fuerza durante el pasado año. Pero no creo que el feminismo pueda considerarse un “descubrimiento” a menos que alguien quiera imponer su modelo feminista aunque algunos llevemos librando nuestras pequeñas batallas desde mucho antes que las manifestaciones de marzo pasado, o a menos que alguien haya descubierto en 2018 un modo de atraer la atención.

¿Quién busca la violencia?

El grupo que ha eliminado varias banderas independentistas catalanas y ha acabado por serrar una metálica de cien kilos, está provocando una reacción entre quienes, cansados de ver eliminadas sus telas, optaron por el metal. Exactamente igual que si fuera al revés. Y no hay excusas, justificaciones ni explicaciones lógicas a un atentado que busca enfrentamiento y crispación. El que pone una bandera solo la impone si usa una fuerza directa o estructural (una ocupación, consideración absolutamente legítima). Quien arranca una bandera se impone siempre y lo sabe.

La madre del atrevimiento

Pablo Casado es un atrevido: lo sabíamos desde que era uno de los portavoces del PP, pero ahora, como secretario general, se ha empeñado en confirmarlo con aseveraciones que, si tuviese un poco de sentido común o conocimiento, le sonrojarían. Pero para lograr mantener su tono de convencimiento Casado sabe que necesita no saber: así que, por un lado, lamento que el esfuerzo de Aitor Esteban, que intenta darle una lección de historia sobre la bandera navarra, sea baldío, y por otro celebro que, por lo menos, unos cuantos en Twitter (empezando por mí) se hayan enterado de su origen.

El tipo más buscado es un guionista

He empezado contándoles que no vi a “la Pedroche” durante las campanadas, pero sí acabé cayendo, como tantos otros (tercera opción después de las 0:00 del nuevo año), en “Cachitos”, el programa de La2 que ya está empezando a convertirse en un clásico contemporáneo de la Nochevieja. El de este año, como siempre, ha sido el mejor, y el responsable es el autor de los rótulos o “chyrons”, Antonio Vicente, “sociólogo, periodista y escritor de cuentos infantiles” que “trabaja actualmente en Hoy empieza todo de Radio3”, según la web Eslang, que ha acertado dando con él.

Y en Andalucía ganará el PSOE

Pase lo que pase, en Andalucía ganará el PSOE. Y parece que, salvo sorpresa mayúscula, Susana Díaz será la presidenta, aunque solo sea por la incapacidad de la oposición para ponerse de acuerdo y articular una alternativa. ¿Cómo puede ser, con una crisis casi sistémica y un sistema clientelar salpimentado con corrupción en los juzgados? Porque los andaluces y las andaluzas así lo quieren, que esa es la base de la democracia: cada voto cuenta, vale y es la expresión de una voluntad. Y sobre todo porque en Andalucía lo saben y son más prácticos de lo que parece.

A Sánchez le va en el sueldo

El sueldo de Pedro Sánchez incluye aguantar a Pablo Iglesias y sus iluminaciones. Porque Pablo sí que sabe hacer la política. Y el periodismo. Y la ciencia en la universidad. Y las negociaciones para que los presupuestos españoles salgan adelante. Y la tortilla de patata seguro que también la borda. Y Sánchez aguanta. Aguanta su sapiencia y su falta de compromiso. Porque la política no va de anunciar que en esto sí te apoyo y en esto ya veré. Solo quien se la toma desde esta ignorancia manifiesta es capaz de atreverse a sustituir al presidente en la facultad de disolver las cortes.

La “faena” del sistema

O en Glovo no entienden nada o nos mienten: si ellos están convencidos de que sus repartidores pueden ser todos falsos autónomos es que desconocen por completo el mercado laboral y desoyen absolutamente a todos sus asesores (damos por supuesto que se han encontrado con alguno profesional y honesto). Si saben que con esta estratagema abaratan costes que asume el trabajador y se colocan en una posición de ventaja respecto a la competencia legal, y se hacen los tontos, malo: Óscar Pierre podría ser considerado un sinvergüenza antológico merecedor de un severo castigo comercial.

Harto de poner notas

Además de ciertas reinvenciones (la comunicación, el marketing, la política o el mercado laboral), la tecnología nos ha traído la posibilidad de poner nota a casi todos los servicios y profesionales. Obsesión que raya ya lo enfermizo. Desconozco si tendríamos que haber empezado por puntuar a los profesores y dejarlo ahí, pero el hecho de que todo y todos estemos constantemente valorados por usuarios que, seamos sinceros, a veces no tenemos ni idea ni de ser consumidores de ciertos productos o servicios, es una grave perversión contemporánea.

Para esto están las públicas

Charles Chaplin logró un estimable 6,4% de audiencia la noche el miércoles con El Gran Dictador, que emitió La2. Otro ejemplo de que cuando programas algo interesante, aunque esté en blanco y negro, despierta cierto interés. Qué revelación, ¿verdad? Según Vertele, una película de 1940 ha dado el mejor dato en Prime Time a la segunda cadena pública española en lo que va de año y ha triplicado la media de su audiencia. Además, ha quedado por delante de Los Cuatro Fantásticos, que emitió Cuatro, y solo el tercer Batman de Nolan pudo superar al Hitler de Chaplin.

La foto de la semana

20151004_semana

La que nos muestran en ‘Público’ es, sin duda, la foto de la semana, y puede que de la legislatura. Andrea Comas ha sabido captar la esencia de Mariano Rajoy, rodeado de medios y con cara de: “¿Por qué me preguntan estas cosas?”. Y eso es justo lo que diferencia una buena fotografía de las demás, esa capacidad para contar en la captura de un segundo lo que tardamos palabras en expresar y años en suceder. Rajoy se siente acosado y que no se entera.

El gobierno del PP es como Sánchez Dragó en televisión

Viejo, casposo, absolutamente pasado de moda y haciendo peor las cosas que los que ya estaban. Así es Sánchez Dragó en RTVE, y así es el PP (en España y también en Euskadi, que ya los sufrimos soportando el gobierno de Patxi López). El controvertido periodista presentará desde hoy un programa sobre libros en la tele pública, donde ya existía el magnífico ‘Página2’, y se llevará un buen bocado de las arcas públicas a cambio de hacerse pasar por sesudo revisor de la actualidad.

¿Y si en Catalunya se paran a gobernar?

No creo que haya nada más nacionalista que pagar todos los impuestos y gestionarlos de la mejor manera para hacer, entre todos, una nación propia próspera. Por lo que no considero una traición a la causa independentista catalana (nada más lejos de mi intención) sugerir que se detengan a gobernar. Pasar la crisis (Mas lleva tres elecciones autonómicas en cinco años) en pleno proceso puede haber afectado al desarrollo económico, y en ‘Economía Digital’ leemos que el empresariado catalán también pide un gobierno fuerte de la opción mayoritaria.

Neymar sigue haciendo méritos

La justicia de Brasil ha embargado bienes valorados en 42 millones de euros a Neymar, entre ellos, un Porsche Panamera que puede costar unos 80.000. Para pasar el mal trago, el futbolista ha decidido reemplazar el motor alemán por uno italiano, y ha subido a Instagram una foto de él sobre un Ferrari cuyo precio ronda los 300.000 €. Estos son los millonarios hoy: jóvenes sin estudios que no conocen el valor de los objetos ni de hacer bien las cosas (como las declaraciones de hacienda).

Queremos un “modo coche”

Los móviles son una fuente de peligro mientras conducimos: el chat que no puede esperar (siempre puede esperar), la llamada que tienes que coger, ese e-mail que por fin llega… Así que los fabricantes y los desarrolladores de Apps están planteándose incorporar un “modo coche” en los similar al de los aviones para que los conductores desactiven automáticamente una serie de funciones de sus móviles y puedan llevar su vehículo con cierta tranquilidad.