¿Por qué?

Ibai Llanos es el vasco con mejor sentido del espectáculo del mundo. Eso lo tengo claro. También que, visto el panorama de las televisiones que emiten en toda España, la de Ramón García y Ane Igartiburu era la opción menos casposa. Pero aunque reconozca todo lo anterior no deja de asombrarme que lo más en Twitch sea la programación de La1 en Nochevieja de los años 90. Aunque no es menos cierto, insisto, que Los Morancos con Ana Obregón es una involución aún mayor. Que ver a una señora casi desnuda me parece troglodita. Y que alzar como cima del saber estar a Mariló Montero y Risto Mejide es una fantasía.

El Product Placement ya estaba inventado

Sin embargo, Ibai Llanos dejó una imagen muy preocupante, por antigua y contraproducente, durante su especial de Nochevieja. Borja Terán rescata el momento muy bien en Twitter: la mesa llena de paquetes de Papa Deltas, Gublins y latas y botellas de Pepsi no es nada recomendable. Al contrario. Su comentario, aunque agrio, también es necesario: “La tele del futuro es una mezcla de Localia, La tienda en Casa, El Chiringuito, Pueblo De Dios, Desesperado Club Social, Qué tiempo tan feliz y un Call TV”. Ese camino ya lo hemos hecho y sabemos dónde acaba. Otra cosa es, que como dice el aforismo, los espectadores lo conozcan.

El troglodita

Si es cierto que llevan meses preparando el vestido para dar las campanadas de Cristina Pedroche y que hasta 80 personas han participado en el desarrollo y la ejecución, es evidente que hay que cambiar a quien toma las decisiones, que parece ser José Fernández-Pacheco, conocido televisivamente como Josie. Ver a una mujer casi desnuda en televisión hoy no aporta nada. Nada. ¿Morbo? ¡Venga ya! Somos la generación que más tetas y penes diferentes ha visto gracias a Internet. Y que no intenten colarme que esto va de empoderar a las mujeres y de abanderar el feminismo. Esto va de un culo en transparencias por 60.000 euros.

Sorprendentemente, funciona

Sorprendentemente, sacar en televisión a una tía que acaba de anunciar que está embarazada medio en bolas funciona: “Antena 3 hunde a TVE y gana en la audiencia de las campanadas por más de 2 millones”, es el titular en El Independiente. En números: “Fueron 6.666.000 millones los espectadores que escogieron Antena 3”. Los Morancos y Ana Obregón reunieron a 4.469.000 televidentes. La que se hunde irremediablemente es Telecinco, con solo 799.000 personas delante de la televisión para escuchar las lecciones de Risto Mejide y ver a Mariló Montero de florerillo. Pero que lo vea mucha gente sigue sin significar que sea bueno.

El verdadero fenómeno de la Nochevieja

Cristina Pedroche pudo salir casi desnuda en televisión porque la temperatura era estupenda. Otros años, no obstante, se ha comido el frío de la noche mientras su compañero iba con esmoquin porque eso, al parecer, es una forma de feminismo. Pero volvamos a la noche del pasado sábado: todas y todos coincidimos que no es normal que pudiéramos salir a encender unas bengalas al balcón en camisa, o que a la mañana siguiente pudiéramos pasear con el jersey por la cintura o sobre el hombro. Estaría bien que 2023 se convirtiese, por fin, en el año en el que los negacionistas son ridiculizados sin piedad.

Valencia quiere que le paguemos 20.000 millones

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A mí las luchas de poder en el PP de Valencia me importan más bien poco, sobre todo después de leer que la comunidad valenciana pretende que entre todos financiemos una “quita” de 20.000 millones, de los “más 40.000 millones de euros, una cifra que se habrá duplicado en solo cuatro años al aflorar los miles de millones en impagos de facturas que acumulaba la Generalitat y que pasaron de deuda comercial a financiera con la ayuda del Estado y su plan de pago a proveedores y por el incumplimiento reiterado del objetivo de déficit que supone añadir otros miles de millones al año en pasivo” (‘El Confidencial’).

Y el PP solo paga “a los suyos”

En el municipio riojano de Torrecilla tiene más opciones ahora de no pasar a manos del PP. O así debería de ser si uno atiende a las declaraciones del candidato del PP, que expresa un chantaje como una catedral: “Eso lo sabemos todos, el Partido Popular no le va a dar el dinero al Partido Riojano. Se lo reparte para los suyos” (‘El Plural’). Es decir, si en tu municipio gobierna el PP, te toca trozo del pastel. Si no, no. Y eso, como aseguró Carlos Iturriaga en TVR, es por todos sabido. Una manera muy “coherente” de hacer país.

Monedero solo fue la chispa

El incendio parece declarado en el seno de Podemos. Otra cosa es que la cohorte mediática que, incluso desde antes del surgimiento de la formación, ha dado cobertura a este partido intenté echar tierra sobre el fuego. Pero la salida de Monedero solo ha abierto la puerta para que entre el oxigeno y alimente las llamas: las corrientes internas que quieren que Podemos no pierda, ni en el ideario ni el la estructura, sus ideales, se revelan contra el posibilismo y el giro al centro que intentan imponer Iglesias y Errejón (‘El Semanal Digital’).

Comisiones más caras

Lo de los bancos es la leche. Así, sin ambages. Hacen negocios con nuestro dinero con los que anuncian grandes beneficios… que nosotros ni olemos. No nos dan créditos y si lo hacen las condiciones tienen las consecuencias que conocemos. Y para colmo, “BBVA se suma a Bankia y sube las comisiones a particulares y empresas” (‘El Confidencial Digital’). ¡Y dos huevos duros!, que dirían los hermanos Marx. Alucinante. Pero la culpa no es de estos rodillos de amasar millones, sino de quienes se lo permiten. ¿A qué modelo nos empujan?

TVE, sin límite de gasto

No voy a entrar si aceptar un presupuesto de 2,5 millones de euros de Los Morancos es caro o barato. Cada televisión hace sus cálculos y sus estudios de audiencia. Pero sí voy a entrar en la evidencia de que el ente público español no está reparando en gastos para recuperar una audiencia que le da la espalda. El modelo de negocio, con los ingresos por publicidad limitados a patrocinios culturales, convierte esta “generosidad” en un agujero de deuda que luego habrá que gobernar. El modelo del PP para los medios públicos no parece el más deseable, desde luego.