¿Ahora, sí?

Bienvenido sea el acuerdo de gobierno en España pero no puedo evitar pensarlo: ¡qué tomadura de pelo! Para cerrar una negociación abierta en mayo no hacían falta estas elecciones, no hacía falta tirar por la borda decenas de millones de euros, no hacía falta dar una segunda oportunidad a la extrema derecha (que además la ha aprovechado bien). ¿Ahora sí? ¿Qué ha cambiado entre Sánchez e Iglesias? ¿Por qué han empezado a confiar el uno en el otro hasta abrazarse como dos amigos que se reconcilian por fin? Conoceremos todos los detalles en unos días. Por fin, España avanza.

Iglesias ha vencido

Ese es el resumen. Ha vencido a Íñigo Errejón en las elecciones, ha vencido a Pedro Sánchez en su apuesta por el modelo de gobierno y ha vencido a la entente entre ambos. No solo sobrevive, que es a lo que empezaba a acostumbrarse: ahora emerge a costa de Sánchez y Errejón. “Ahora, sí”, el que lo piensa es él, Pablo, que fiaba el futuro de su partido a rascar poder y lo va a hacer frente a la extrema derecha y con el PSOE doblegado. El mejor escenario. Ahora le toca lograr lo que nunca ha conseguido: aprovechar su oportunidad con inteligencia y de un modo pragmático. La clase de politología se ha acabado.

La otra gran noticia del día

La reposición de los derechos civiles básicos a personas que han sido injustamente condenadas también es una gran noticia. De momento, no hay sentencia, pero Europa ha dado un paso en ese sentido después de que el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el polaco Maciej Szpunar, considere que Oriol Junqueras tenía que haber podido ser nombrado miembro del Parlamento Europeo porque pudo presentarse para ello y fue elegido. Parece lógico, ¿verdad? Pero en el laberinto español en el que hay una condena real por un delito simulado, nada lo es ya. Ojalá en Europa se haga justicia.

Euskal Herria se españoliza

Y mientras la cosa se pone seria en España y en Europa, en Euskadi, Arnaldo Otegi se pone con los “memes”: El show tuitero del líder de Bildu, equiparable al de Pablo Iglesias preguntando qué serie mola o al de Errejón respondiendo a cantantes de moda, ha consistido en recordar el momento en el que dijo que el único Rivera referente en España iba a ser el hijo de Isabel Pantoja. Qué risas, eh. Por si acaso el chiste no hace al espectador desternillarse, ha sumado unas gafas superpuestas y unas letras verdes. Cachondísimo. Ángel Munarriz resumía el clip así: “Retrato de la política española. Su nivel, su altura, su seriedad”.

Y Rivera se lo pierde

El acuerdo entre PSOE y Podemos, el principio de justicia para los presos políticos catalanes y los chistacos de Arnaldo Otegi han pillado a Albert Rivera haciendo la mudanza de su despacho a su casa. Una pena. Bueno, no es verdad, no es una pena. Tampoco una alegría porque Albert Rivera no se las ha dado a nadie: ha radicalizado a su electorado, ha normalizado el blanqueo de la política ultra en los medios (¿cuántos entraron en el juego de llamar “centro” a los que estaban entre la derecha y la pared?), ha optimizado eso de la inversión en partidos y ha hecho una política de mierda. Nadie va a echarle de menos.

La mayor antinacionalista

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¿Por qué nos parece verosímil lo que han relatado [Enlace roto.] mejor que en ningún sitio sobre la mujer de Jordi Pujol? “La parodia más patética que se ha escrito sobre Marta Ferrusola la ha escrito ella misma (…) Los valores cristianos que abanderó aparecen ahora como una máscara engañosa. Madre superiora. La hipocresía, cuando es descubierta, es implacable”, escribe Antonio Puigverd entre otras crudezas. El nacionalismo empieza por los impuestos.

¿Esta es la nueva política?

Susana Díaz no es una política que me guste, no le compraría un coche de segunda mano. Pero la respeto, y mucho más a sus votantes en Andalucía y a los que lo hagan en las primarias socialistas. Pero menos me gustan actos como el que ha protagonizado Carles Mulet, de Compromís, que ha roto una fotografía de la socialista a la que ha calificado como “asco de señora” antes de llamarle “gusana” en Twitter. Vistas las formas, seguramente sus argumentos carezcan de fondo.

¿Y si gana Pedro?

Sinceramente, creo que después de las primarias en el PSOE volverá la calma. Doy por hecho que ganará Susana Díaz pero si me equivoco (soy muy malo haciendo predicciones políticas y muy bueno perdiendo apuestas) tampoco creo que se levante una gran tormenta en sede parlamentaria. Otra cosa será lo que pase dentro del PSOE, que huele a purga gane quien gane. Y eso es lo que pone nerviosos a los socialistas, realmente. El puestito, “su” puestito.

Es un paso, pero no es vinculante

Celebro la opinión (no es vinculante, pero sí una base para futuros juicios) del abogado general de la UE sobre Uber: Maciej Szpunar considera que esta empresa (no es una App, no es una web, no es un proyecto colaborativo) es un negocio de transporte y, como tal, está sujeto a licencias y, por supuesto, contratos e impuestos. Un paso adelante, en mi opinión, para una regulación necesaria. ¿Es necesario liberalizar el sector del taxi? No lo sé, pero que sea con todas las empresas y autónomos con las mismas obligaciones.

Mi primer gran amor futbolístico

Soy de Portugalete y del Athletic, y nací en 1980, así que, para mí, Julen Guerrero es un ídolo incontestable. Pero mi primer amor futbolístico fue Dennis Bergkamp que hace un par de días cumplió 48 años y por eso Panenka publicó una breve pero interesante biografía futbolística. Aquel delantero con miedo a volar pero con una técnica asombrosa que fracasó en el Inter (pocos se acuerdan) y triunfó en el Arsenal. Aquel Arsenal de los 90 que tanto nos gustaba. Zorionak!