Es el derecho de la ciudadanía

Ayer estuvo movido el debate sobre todo en Twitter porque el Gobierno Vasco anunció la necesidad de médicos que cubriesen las vacantes de los afectados por el coronavirus, y que tendría en cuenta el euskera. Algo totalmente lógico, porque no se trata del derecho del médico a ejercer en Osakidetza en euskera o castellano, sino del derecho de la ciudadanía a acudir a su médico en el sistema público (que paga) y explicarse en su lengua (que al médico nadie va por placer). Y quienes convierten el idioma en “casus belli” en este asunto solo lo hacen de un modo capcioso y por interés político.

Ciudadanos lo alimenta y otros engordan

Ciudadanos ha dado cebado debates que han hecho engordar políticamente a Vox. Y con Jusapol, el sindicato policial que promovió y cuyas formas ya vimos en el Parlamento Vasco, le ha pasado lo mismo: los más rancios y fachas con uniforme son ahora apoyados por los de Abascal. Y no exagero: diputados de la formación ultra les han mostrado su apoyo en la manifestación, y los nacionales y guardias civiles muestran su cara más radicalizada. En el vídeo que colgó la periodista Leire Torre en Twitter se les veía avanzar hacia el Congreso con una impunidad y virulencia nada tranquilizadora.

¿Contra qué se manifestaron?

En teoría, los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que se manifestaron ante el Congreso rompiendo el control policial (¿les aplicarán Ley Mordaza?), reclamaban la igualdad salarial. Vale, me parece legítimo. Pero, ¿a qué viene el acoso que por ejemplo denuncia Laura Borràs? Según la diputada del PDeCat, los agentes de Seguridad le increparon con expresiones como: “Catalanes de mierda” e “hija de puta ven aquí si te atreves”. Entonces, ¿contra qué se manifestaron realmente? Y sobre todo, ¿qué tipo de policías forman Jusapol? ¿Cuántos piensan como ellos? ¿A quién o qué defienden?

No han entendido nada

Para comprender un poco la naturaleza de la manifestación y los manifestantes hay pocas fotos mejores que la que tuitea Pasanospoco: varios manifestantes en un autobús con camisetas de Jusapol y la máscara de la película “V de Vendetta” que se ha popularizado como un símbolo de la lucha contra el sistema cuando es injusto. Para mí, cualquier manifestante que la porte tiene más de fantasma que de persona informada que protesta, pero cuando lo hace un policía, ya, es síntoma de un desconocimiento profundo. Como tuiteaba Pedro Vallín: los símbolos “también pertenecen a los que no los entienden”.

No puedes dar pie

Un gobierno no puede dar pie a que agitadores a de la extrema derecha como Cristian Campos puedan tuitear que “el PSOE acaba de filtrar a la SER el documento de 26 páginas que masacra, con argumentos jurídicos y hasta gramaticales, la ley del sí es sí de Irene Montero. Tenéis que leerlo. Es una humillación en toda regla a Montero, y dudo que sea involuntaria”. Además, tiene razón: huele a información trasladada para frenar las futuras veleidades de los de Podemos. Pero lo peor es que ha sucedido, que a una ministra le ha podido la urgencia de la fecha en un tema tan sensible como el dela violencia contra las mujeres.

Cuando todo vale para tus mierdas

Es lógico que quien defiende lo indefendible no tenga mucho problema en atacar vía Twitter una campaña de visibilización del cáncer infantil en Euskadi. Porque el millón de euros recaudado por EITB sobre los 3.941 que dedica el Gobierno Vasco a Osakidetza (que ya atiende a todas esas niñas y niños, y a sus amas y aitas), casi, es lo de menos. Lo más importante era poner el foco sobre esas familias que viven y luchan. Usar el telemaratón de EITB para atacar los presupuestos vascos solo muestra miseria moral.

Sí, puede

Sobre la charla de José Ramón López de Abetxuko en la UPV/EHU merece la pena leer el blog de Imanol Zubero, profesor de esta institución y persona que se ha manifestado, cara a cara, contra quien defendía (y defiende) a ETA. “En términos legales, López de Abetxuko es un ciudadano como cualquier otro. (…) Lo que no cabe en una universidad pública es prohibir un acto como este. Un campus universitario no es la calle, sin más; es un espacio consagrado a la reflexión crítica y al debate”, recuerda Zubero que en el post propone debatir con los organizadores de la charla o un acto de memoria a las víctimas.

¡Lo que tienen dentro!

Aznar logró unir en el PP a todas las ideologías de derecha, desde los moderados a los extremistas pasando por los liberales. Rajoy logró resignarles a seguir en el PP. Casado, con su alocada primera campaña, puso en marcha la centrifugadora y comenzó a reforzar a Vox directamente o vía Ciudadanos. ¿Qué queda hoy en el PP? Solo gente que duda entre dar otro paso a la derecha y gente con aspiraciones. Apuesto a que el militante de nuevas generaciones expulsado después de gritar: “¡A casa, que hay que hacer la cena!”, durante una manifestación feminista en Galiza, tiene claro qué paso dar ahora.

Un antifascista de verdad

Llevo mucho tiempo diciendo que la de antifascista no es una etiqueta que uno decide ponerse. Antifascista se es, como Memphis Depay, o no se es, como los que cantan el “Bella Ciao” en San Mamés y nunca se enfrentaron al fascismo made in Euskadi. El delantero holandés del Olympique de Lyon no dudó en correr y enfrentarse a un ultra de su propio equipo que llevaba una bandera en la que llamaba “burro” a Marcelo Guedes, defensa del Club. Esto sí es antifascismo y estos sí son los futbolistas que nos gustan: Depay es el capitán del Lyon y una de sus estrellas.

Igual sí que quieren irse…

Igual que Euskadi es una isla política en España, donde es evidente que hasta el PSOE muestra cierta permisividad hacia Vox, algunas partes de Europa forman un archipiélago ajeno al resto del mundo. Por eso no entendemos las críticas a Obama, que Trump esté acariciando su reelección o que el Reino Unido quiera abandonar precisamente Europa. Y lo negamos, y hablamos de que hagan otro referéndum como si en realidad quisieran votar lo que nosotros creemos… Pero lo cierto es que los conservadores obtendrán hoy una mayoría holgada para elegir al pro-Brexit Boris Johnson como su Prime Minister.

«Apaizen gela»

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No soy más listo que nadie, simplemente, he visto tantas manipulaciones en Twitter que no me fío de nada. Así que cuando vi la foto que circulaba de un cartel de Osakidetza en el que, supuestamente, habían traducido “sala de curas” como “apaizen gela”, desconfié. A lo largo del día, Jon Darpón lo desmintió también en Twitter y mostró una foto real del cartel bien traducido, “sendaketa gela”. ¿Una broma? Perdónenme que no me fíe y piense que más bien ha habido mala intención en quien hizo el montaje y lo viralizó.

Otra más de Espinar

Ramón Espinar colecciona los problemas y los desprecios a quienes lo señalamos. Es cierto que no tiene la culpa de que su padre fuera usuario de una tarjeta “black” de Bankia, pero sí de declararse un hijo de obrero mientras lo hacía. No puede esconderse de varias polémicas en Twitter, ni de protagonizar la foto del odio de la pasada investidura… Ni de la acusación de haber ganado 30.000 euros con la compra-venta rápida (lo que viene a ser “especulación”) de una VPO cuando tenía 23 años.

“Sin condiciones”

El asunto le estalla a Espinar en pleno proceso de primarias de Podemos Madrid (es el candidato de Pablo Iglesias) y lo hace público la Cadena SER. Elementos que para obsesionados con las conspiraciones, lo explican todo. Ojo, que en Twitter había periodistas como Cristina Pardo que sugerían una filtración desde el propio Podemos. Irónicamente, la cuenta de su campaña había difundido recientemente una intervención de Espinar en la que se presentaba para “defender los servicios públicos sin condiciones”.

No, Maura no amenazó a nadie

Antes de la mala fe de algunos tuiteros vascos y el “affaire Espinar” (solo el último hasta el momento, creo), estaba decidido a encabezar esta columna defendiendo a Eduardo Maura, que se ha visto envuelto en una polémica tonta como pocas en Twitter. Le acusan, también en digitales cavernarios, de amenazar a un Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, cuando tuiteó: “Cuidado con los insultos gratuitos al bulto y cuidado con insultar a quienes de ETA sabemos mucho más. Es indigno y se nota”. Es tan evidente que sobra ese “cuidado” como que el tuit no constituye amenaza alguna.

“Todos menos yo tenéis la culpa”

Esa que pronuncia Homer es una de mis líneas de guión favoritas de Los Simpson, y reconozco que la uso recurrentemente para resumir noticias o entrevistas como la de Pedro Sánchez con Jordi Évole. También es el mantra oculto de tuiteros como esos a los que se refiere el usuario @MargaretCastor con su acierto habitual: “Si alguien dice una subnormalada que no aguanta ni 10 segundos de mirar en Google, y lo dices, eres de derechas”. Si señalas algo que evidentemente está mal eres un colaborador del régimen. Mi pan de cada día.