Hagámoslo cuanto antes

Hace solo unos días escribía en esta columna sobre Savannah Solo, que en unos meses había ganado en Only Fans un buen montón de dinero y estrenaba casoplón desde el que seguir emitiendo para sus seguidores (que tienen que pagar por serlo) su cotidianidad en ropa interior y agitando su voluptuosidad. Al respecto, he encontrado un tuit estupendo que resume perfectamente lo que pienso del fenómeno: “Otro día hablamos de la ‘modita’ ahora de las niñas influencers de ‘jugar a ser puta’ en Only Fans desde sus casitas cuando todo sabemos el pozo de putísima mierda que es la prostitución”.

Colaboracionista

Puede que Esperanza Aguirre crea lo que dice, que Vox es un partido de centro-derecha. Eso supondría que el PP puso al frente de la Comunidad de Madrid a una mujer que no distingue a un franquista de un demócrata, a uno de extrema derecha de una persona. Pero que lo crea o no, realmente, es lo de menos: Aguirre es otra colaboracionista que intenta suavizar la imagen del fascismo a cambio de un trato de favor si este llega al poder. Por cierto, el colaboracionismo no es exclusivo de España y los neoliberales. Algunos vascos y progres también lo practican y les tomamos la matrícula igual.

Casado ya no tiene padrinos

El futuro de Pablo Casado al frente del PP se oscurece cada vez más: ya no le quedan padres ni padrinos políticos, ya nadie quiere responsabilizarse de sus decisiones o derivas, ya no hay quien le defienda ante las diferentes jaurías o le dé cobijo ante una tormenta,. “Aznar y la órbita de FAES cuestionan el liderazgo de Casado en el PP”, leemos en Público, como si el sector duro no hubiera maniobrado para atajar el continuismo de Soraya Sáenz de Santamaría ante la decepción que supuso Mariano Rajoy para el propio Aznar. Casado ahora camina solo, pero Sánchez supo convertir eso en una oportunidad.

Un ritmo trepidante

No voy a justificar a un plagiador y sé también que los plagios y las acusaciones estaban presentes también antes, cuando las industrias culturales no habían disparado su capacidad para generar productos, ya sean series, libros o escritores. Pero la pieza en El Confidencial sobre los plagiadores sugiere unas cuantas cosas (sin entrar al fondo, una vez más) muy interesantes. La principal, el ritmo de publicación y la labor del creador, que ahora tiene más presencia mediática (lo que roba mucho tiempo). ¿Empuja eso al plagio? No creo que más que antes, pero sí a unas obras peores y con más “inspiraciones”.

Nada nuevo bajo el sol

En la pieza en El Confidencial, curiosamente, no citan la sospecha de plagio (o inspiración muy calcada) de Aranburu en el personaje del terrorista de su “Patria”. Sobre el fenómeno editorial y, ahora, televisivo, han tuiteado recientemente Barrena o Permach como si ETA fuera una ONG, y lo ha hecho Sillonbowl con mucho más acierto: “Empiezo a no poder con que gente que no ha pisado Euskadi le mande a uno a leer ‘Patria’ para entender a los vascos”. Su queja, sin embargo, no es novedosa: cuando ETA mataba, ¿cuántos nos contaban desde España lo que pasaba en Euskadi porque lo habían visto en Antena3?

No se libra nadie

Todos los que han sido señalados como ejemplos de la gestión de la pandemia han ido cayendo: desde Corea a Nueva Zelanda, que es el último estado que, en el rebrote, se ve con el agua al cuello. En el caso oceánico, además, las actuales restricciones a la movilidad impuestas están afectando lógica y negativamente a la economía como no había sucedido hasta ahora: entra en recesión después de once años de crecimiento consecutivos, según La Información. A veces, mirando a lo lejos entendemos mejor lo que pasa cerca: ningún estado se ha librado de la pandemia ni de la crisis. Esto es, de verdad, un problema global.

Tampoco de los problemas

Estamos todos jodidos: si no nos mata el coronavirus tendremos que luchar por salir de una crisis económica sin precedentes. Por si no fuera poco, para evitar el contagio vamos a vivir con medidas asfixiantes, literalmente, y un estrés creciente por los horarios y por saber qué pasará. A esto sumamos un egoísmo individual como nunca hemos visto. ¿No nos damos cuenta de que esto es una pandemia? Como en el párrafo anterior, apelo a la mirada lejana: en Alemania los funcionarios reclaman subidas del 5% en su salario y las administraciones responden que la pandemia les deja sin recursos.

¿Movilizaciones en Madrid?

¿El desastre de la gestión de esta crisis en Madrid merece una respuesta? Por supuesto: para eso están las elecciones, para sacar de los edificios de gobierno a quien la mayoría de la ciudadanía no quiere ahí. Pero igual de desafortunadas que las de los cayetanos resultan ahora las movilizaciones en los barrios que aseguran sufrir medidas más severas en el rebrote por ser pobres. ¿Parece que es así? La verdad es que sí. Pero la concentración de personas y la insurrección no es la respuesta. Lo único que detiene una pandemia mundial es la disciplina individual y colectiva. Y unos gestores eficaces suman, por supuesto.

A él la Legión. Al revés, no

Santiago Abascal puede hacer suyo el título de aquella película fascista: “¡A mí la Legión!”. Lo que no puede ser es al revés, porque el líder de Vox, aunque no repare en gasto de saliva o tuit para exaltar a las fuerzas militares españolas, ni ha sido legionario, ni ha sido militar… Ni siquiera hizo la mili, para lo que pidió varias prórrogas. Pero que no le falten mascarillas con escudos marciales ni proclamas pretenciosas: “¡Legionarios a luchar! ¡Legionarios a morir!”, tuiteaba. Pero ellos, claro, que él está donde ha estado siempre: pisando moqueta. El barro, para los que fueron llamados a filas y cumplieron.

Vivir de promoción

Igual que Javi Vizcaíno, tengo la impresión de que, antes de verla, cada espectador ya sabe si va a gustarle Patria o no. También tengo la impresión, sobre todo atendiendo a sus últimos detalles, de que Fernando Aramburu es un gran vendedor de historias. Y lo digo como un halago, que nadie lo dude. El autor, de hecho, vive en una promoción sin fin: “Mucha gente de pueblos pequeños ha tenido que ir a comprar mi libro a San Sebastián, y se lo han llevado a casa en el fondo de la bolsa, tapado con los puerros”, es el entrecomillado de Aramburu que destaca Juan Antonio Vázquez en Twitter de un reportaje de El País.

Correcto

La fiscalía alemana se plantea iniciar un proceso judicial contra una “supercontagiadora” del coronavius. Una mujer estadounidense que, teniendo que estar en cuarentena, y con fiebre y tos, primero acudió a trabajar y, después, a diferentes locales de hostelería. Porque la vida son dos días y uno no vas a pasarlo confinado, ¿no? El caso me parece interesante y la intención de la fiscalía, la correcta. Muy cerca hemos visto a una socorrista llevar a su hija a la ikastola y hacer surf después de dar positivo. Pero hay más casos desconocidos de gente que se salta la cuarentena y pone en riesgo a los demás. ¿Sin castigo? ¿Por qué?

Más gasto, ¿menos impuestos?

Isabel Díaz Ayuso se queja de que percibe una campaña de desprestigio contra su persona. Personalmente, creo que los mejores cronistas, analistas y columnistas deberían de darle más caña por sus ocurrencias. Algunas, incluso, presentadas como serias: su anuncio de bajar el IRPF en todos los tramos (lo que beneficia, sin duda, a por quien más tramos tributa) en plena pandemia es populismo chusco, porque lo que ahora necesitan los gobiernos es liquidez, y proveer y ejecutar gasto. ¿O su plan es quedar bien con sus votantes de derechas y cuando se quede sin pasta hablar de otras comunidades como la vasca?

Estupenda noticia

No solo es buena la noticia de que la fundación Francisco Franco se vea amenazada, es estupenda que lo que se planteen sea su salida de España. Si finalmente se culmina su ilegalización (que llegaría cuarenta años tarde) y lo hacen podrán comprobar y podremos ver cómo les va fuera de España. Supongo que tendrían que cambiar el nombre y el objeto de la fundación para ser acogidos por otro estado, y que lo venderían como una gran noticia de que la libertad es posible fuera de la España democrática, pero ese sería su gran fracaso. Un fracaso que, además, quedaría por fin visible a todas y todos.

¿Aramburu plagia, se inspira o pasa de todo?

Las torturas que Fernando Aramburu describe en Patria parece que siguen dándole dolores de cabeza: de la supuesta equidistancia del cartel que le obligaron a escribir un post en su blog, a la comparación de varios pasajes del personaje que las recibe con las de la biografía del miembro de ETA, Iñaki Rekarte, “Lo difícil es perdonarse a uno mismo”, escrita por Mikel Urretabizkaia. Parece claro, por lo que leemos en El Diario, que Aramburu, por lo menos, se inspira en lo que cuenta Urretabizkaia, y que no quiso acercarse a un miembro de ETA para documentar un libro con más sesgo a cada detalle.

Samuel L. Jackson me representa

Como siempre que el facherío se desata el euskera es atacado. Nada que no hayamos leído miles de veces antes: que es un idioma inventado por Sabino Arana, que nadie lo habla y que no sirve para nada, y menos para nada actual. Pues bien, Samuel L. Jackson ha demostrado que es útil para mandar “popatik hartzera” a Donald Trump. Y de paso, a todos los que son inspirados por Trump, que son esos mismos fachas hoy desatados que atacan todo lo que no comprenden como el euskera o que, simplemente, alguien sienta como suya una lengua que no sea el castellano de España. Pues eso, que les den.