Isla Norte de Nueva Zelanda (y 2): Rotorua, capital geotérmica

Continúo el relato del viaje por la isla Norte de Nueva Zelanda que dejaba la pasada semana en Rotorua. Hoy toca un día muy variado, de poco coche y bastante caminar entre géiseres, lodos y cascadas. Por la mañana nos desplazamos tan solo 31 km hasta Wai-O-Tapu, donde sacamos la entrada conjunta para este Parque Termal y el Lady Knox Geyser al precio de 32,50 NZD (18 €). Hay que tenerlas antes de las 10 para poder llegar al géiser. El horario de apertura es de 08:30 a 17:00 h, pero la última entrada es a las 15:45. Más información en https://www.waiotapu.co.nz/book-now/.

Vigésimo día de viaje. Llueve a mares cuando sacamos las entradas, así que aprovecho para comprar una capa, pues nos va a tocar estar varias horas al aire libre. Nos desplazamos en coche hasta el aparcamiento del Geyser Lady Knox, en el que hay que estar obligatoriamente antes de las 10:15, hora en la que se le obliga a entrar en erupción, pues si no solo lo haría cada 48 horas más o menos. El chorro alcanza los 20 metros de altura. Con lo que veremos a lo largo del día, este lugar es prescindible. Al menos enseguida deja de llover y ya no tendremos que volver a abrir el paraguas.

Regresamos al aparcamiento del centro de visitantes de Wai-O-Tapu (en maorí, Agua Sagrada) y nos disponemos a efectuar los 3 km del recorrido más largo de todos, para no perdernos nada de este extraordinario lugar, formado por cráteres, fumarolas y lagunas de lodos incandescentes. Parece que estamos en otro planeta.

Continuamos caminando por Wai-O-Tapu bordeando varios pequeños cráteres, la mayoría de ellos formados en los últimos 900 años, que llegan a alcanzar 20 metros de diámetro y una profundidad de 12 metros. Buena parte de ellos contienen manantiales de agua hirviendo con importantes concentraciones de azufre. Nos detenemos ante el Rainbow Crater (Cráter del Arco Iris), así llamado por las tonalidades que toman las paredes de piedra pómez del cráter, debido a los sedimentos de azufre y óxido de hierro.

Nuestro recorrido por Wai-O-Tapu continúa por un terreno boscoso, descubriendo diferentes lagunas de lodos hasta llegar a Artist’s Palette (Paleta del Artista), uno de los lugares más hermosos de este Parque Termal por su colorido, debido a la acumulación de diferentes minerales. Hasta el sol acompaña, después del inicio de jornada tan lluvioso.

Nuestro recorrido por Wai-O-Tapu sigue sin tener desperdicio. Las fumarolas siguen impregnando un paisaje en el que curiosamente vemos algunas aves. Pasamos por varias charcas de agua caliente y llegamos al lugar más curioso de esta zona, la Oyster Pool (Piscina de la Ostra), que tiene agua con altas concentraciones de azufre y recibe su nombre por la forma que tiene.

Continuamos en Wai-O-Tapu, caminando entre pequeñas lagunas con fumarolas y aguas de colores. También vemos varios pequeños cráteres, llamando sobre todo nuestra atención el Inferno Cráter (Cráter del Infierno), en cuyo fondo tiene lodo hirviendo. Antes de concluir nuestro recorrido nos detenemos en un precioso lugar, el Devil’s Bath (Baño del Diablo), que tiene un color verde fluorescente. Hemos concluido el recorrido sin lluvia y con algunos rayos de sol. El día promete.

Concluida la visita Wai-O-Tapu nos desplazamos hasta cerca de Rotorua, donde se encuentra nuestra siguiente cita, Te Puia, distante 27 km. Se trata de una especie de parque temático, con danza maorí en directo, en el que aprovechamos para comer. El día ha quedado radiante, así que lo primero que hacemos es recorrer la recreación de un poblado maorí, para luego visitar un pequeño recinto llamado Ngã Manu Ahurei, para ver varios kiwis en cautividad, eso sí, cuando la vista se nos hace a la oscuridad, ya que se trata de una especie nocturna.

Continuamos la visita a Te Puia dirigiéndonos al Parque Termal, parecido aunque en pequeño al que hemos visitado por la mañana en Wai-O-Tapu. El recorrido resulta muy agradable, al caminar por un bosque para luego descubrir diferentes lagunas y fumarolas, llamando especialmente nuestra atención las Mud Pools (piscinas de barro).

He dejado para el final el lugar en el que más tiempo permanecimos y más nos ha gustado en Te Puia, al tratarse de su principal atracción, el Pohutu Geyser. Se trata del géiser activo más grande del hemisferio sur. Hace erupción con mucha frecuencia y a veces alcanza alturas de 30 metros. Pōhutu significa “salpicaduras constantes”, en maorí. Esto es lo que justifica acudir a este lugar, pues es algo que no tenía Wai-O-Tapu. El horario es de 8 a 17 h y el precio de 62,10 NZD (34,65 €).

No todo va a ser parques termales. A 21 km tenemos una cita muy diferente, las Okere Falls. Ahora toca cascadas, así que a media tarde nos disponemos a recorrer su sendero sombreado de poco más de 1 km, que discurre por el interior del bosque, bordeando el río Kaituna que lleva una fuerza descomunal. Caminando por el sendero y por diferentes tramos de escaleras llegamos sucesivamente a tres miradores desde los que contemplar otras tantas pequeñas cascadas de nombre Okere Falls, Tutea Falls y Trout Pool Falls.

Al final nos quedamos sin visitar Rotorua, pues llegamos tarde al hotel, así que solo conocemos la cercana calle cubierta, en la que casi todo son bares y restaurantes. Mañana cambiaremos de isla, desplazándonos en avión a la isla Sur. El viaje continúa.

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