PIRINEOS: La magia del agua

En la primera semana de julio de 2015, mi amiga Pepa publicó en Facebook unas fotos de las cascadas de Pont d’Espagne rebosantes de agua, por lo que decidimos desplazarnos hasta allí lo antes posible. Primero pasamos dos noches en Arbizu para ir al nacimiento del río Urederra y, a continuación, nos desplazamos hasta Lourdes para desde allí ir a fotografiar las cascadas que ahora os presento, además de acercarnos al Col du Tourmalet. El 17 de julio estábamos en Lourdes, población que dista 299 km de Leioa (unas 3 horas de viaje). Elegimos esta localidad para pasar dos noches, porque fue donde conseguimos hotel a un precio asequible en plena temporada alta francesa.

Pasamos las últimas horas de las dos tardes en Lourdes, población de Altos Pirineos situada a orillas del río Gave de Pau, a una altitud de 400 metros. Como todo el mundo conoce, Lourdes es un importante centro de peregrinación en el que destaca el Santuario, formado por varias iglesias, centros de peregrinos y otros edificios. A la hora en la que fuimos había muy poca gente, lo mismo que sucedió en la gruta de Massabielle, en la que tuvieron lugar las apariciones de la Virgen a Bernadette. Sobre la ciudad se alza el castillo del siglo XIV, reedificado en el XVI, que fue la residencia de los condes de Bigorre.

El 18 de julio fue muy intenso. Enfilamos hacia Pont d’Espagne, pasando por Cauterets, deteniéndonos enseguida, a los 32 km, en La Raillère, en un aparcamiento situado frente al restaurante l’Abri du Benques, muy cerca de la confluencia de los ríos Gave du Marcadau y Gave du Lutour, que bajan con mucha fuerza desde las cumbres pirenaicas. De este lugar parte un camino señalizado que enseguida nos acerca a la cascada de Lutour, que surge con fuerza en medio del bosque.

Continuamos por la sinuosa carretera que sube a Pont d’Espagne, bordeando el río Gave du Marcadau, que 2 km después se precipita bruscamente dando lugar a la imponente cascada de Cerisey, a la que es posible subir caminando desde el anterior, pero el día no acompaña. Nos detenemos bruscamente en una curva al ver el cartel indicador de la cascada y un minúsculo aparcamiento. Aquí nos limitamos a tomar las fotos desde el mirador.

3 km después llegamos al Parking de Puntas, máximo punto permitido para vehículos cuando te diriges a Pont d’Espagne. Aquí hay que coger una telecabina o caminar por la carretera poco más de 1 km, que es lo que hacemos tras esperar a que amaine la lluvia. Me resulta extraño ver este precioso lugar sin nieve, pues solíamos venir aquí a practicar el esquí de fondo. Pont d’Espagne es el punto de acceso a los espectaculares valles de Marcadau y Gaube. A este último pensábamos dirigirnos tomando el telesilla que acerca al Lac de Gaube, pero como el día sigue cerrado nos limitamos a caminar un poco más hasta el Chalet du Clot, para luego emprender el regreso. Al final solo hemos caminado unos 3 km

De regreso al Parking de Puntas nos detenemos en la Hotellerie du Pont d’Espagne, un buen lugar para hacer el hamaiketako. Estamos a 1500 metros de altitud en un lugar lleno de encanto, pues desde aquí contemplamos las más hermosas cascadas de la jornada. Además ha dejado de llover y podemos caminar un poco por los alrededores. Esta primavera ha debido nevar bastante en Pirineos, por lo que está habiendo mucho deshielo a mediados de julio.

Tras el fracaso matinal, como el día está levantando decidimos trasladarnos a Gavarnie, distante 50 km, coqueto pueblecito pirenaico situado a 1000 metros de altitud. Un cómodo paseo de una hora de duración, que también se puede hacer a caballo, nos permite llegar hasta la base del circo de Gavarnie, una imponente muralla de 1700 m de altura y 14 km de diámetro, que forma parte del macizo de Monte Perdido, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sobre nuestras cabezas tenemos el pico Gran Astazu, el Marboré, y el Taillón, además de poder contemplar una de las más altas cascadas de Europa, con más de 400 metros de caída vertical.

Como ha quedado una tarde espectacular, nos desplazamos hasta un lugar emblemático, el Col du Tourmalet, puerto emblemático del Tour de France debido a sus 23 km de subida, situado a 2115 metros de altitud. Coincidimos en la subida con numerosos ciclistas aficionados que quieren realizar esta proeza, para luego contemplar unas excepcionales vistas de los Pirineos. Por delante tenemos tan solo 46 km para regresar al hotel en Lourdes. La escapada ha concluido.

En caso de hacer buen tiempo, sería conveniente dedicar un día más a esta escapada y alojarse en Cauterets. Así un día lo dedicaríamos a las cascadas y praderas de Pont d’Espagne y subir al lac de Gaube para contemplar el monte Vignemale. El día siguiente lo pasaríamos al completo en la zona de Gavarnie.

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