Intensa actividad en Ereaga

Aprovechando el buen tiempo del que hemos disfrutado, esta semana ha habido una intensa actividad en la playa de Ereaga (Getxo) y su entorno. Todo comenzó el lunes, día 20, con la llegada, procedente de Gijón, del crucero Aida Aura, de 203 metros de eslora y capacidad para 1.266 pasajeros y 389 tripulantes.

El lunes también comenzó la preparación de la playa de Ereaga para la temporada estival. Aunque este invierno no ha habido temporales fuertes que hayan arrastrado mucha arena, se hace necesario devolver arena a la mar. Para ello se han utilizado dos excavadoras, una que la arrastra hasta la orilla y otra que lo carga en un gran camión, que la traslada directamente al agua. Las corrientes y las mareas hacen que esta arena llegue hasta la altura de la torre de control del puerto de Santurtzi. Por otra parte, en la zona del espigón se siguen acumulando muchas algas.

Ya se está utilizando el nuevo parque de calistenia, punto biosaludable ubicado en el paseo de Ereaga, a fin de favorecer la actividad física. Según informa el Ayuntamiento de Getxo, la calistenia es un sistema de entrenamiento que se vale principalmente del propio peso corporal, para mejorar la fuerza y la capacidad cardiovascular. El equipamiento se compone de seis bloques o módulos de ejercitación.

El miércoles hubo trabajo intensivo para instalar las duchas y las rampas de acceso a la playa.

Esta mañana se estaba ultimando el movimiento de arena en la playa de Ereaga, Una excavadora la extraía, creando una zanja de casi medio metro de profundidad y una especie de dunas, mientras otra la arrastraba hasta la orilla.

Hoy jueves, a las 11 de la mañana y procedente de Ferrol, ha llegado el crucero Amadea, de 193 metros de eslora y capacidad para 624 pasajeros y 292 tripulantes. Su salida está prevista para las 10 de la noche, con rumbo a Pasaia. El domingo está prevista la llegada del Silver Whisper y el lunes del Seven Seas Explorer. El día de mayor actividad de la Terminal de Cruceros será el próximo martes, día 28, cuando está prevista la llegada de cuatro barcos: Marina, Sapphire Princess, Norwegian Spirit y Sea Cloud II.

Mientras esperaba la llegada del crucero, esta mañana he visto una gran actividad de barcos pequeños en el puerto. He seleccionado cuatro de ellos, el de salvamento marítimo, un práctico, una pequeña txalupa y un pesquero.

De Adelaida a Melbourne (1): Doce Apóstoles y Tower Hill

En Adelaida cogimos el coche de alquiler para desplazarnos hasta Port Campbell. Por delante tenemos un largo viaje de 663 km y hay que conducir por la izquierda. Menos mal que la carretera es buena y no hay mucho tráfico. En el Best Western Great Ocean Road Motor Inn de Port Cambell pasaremos dos noches, dedicando la mañana del día siguiente a recorrer la costa del océano Antártico. La primera parada resulta obligatoria pues es el emblema de la zona, los Doce Apóstoles (Twelve Apostles). Con este nombre se conoce a un grupo de agujas de piedra caliza que sobresalen del mar. Realmente son 9 los monolitos que se conservan, pues las olas los han ido erosionando, habiendo caído el último en 2005. Antes habíamos estado en los acantilados de Gibson Steps

La siguiente cita la tenemos en Loch Ard Gorge, dos pilares de piedra resto de un arco que se derrumbó en el año 2009. Recibe el nombre en recuerdo del barco Clipper Loch Ard, que encalló en la zona en 1878. Seguimos recorriendo la costa y nos detenemos en la cercana formación rocosa de The Razorback. Regresamos a Port Campbell y nos dirigimos a London Arch (anteriormente London Bridge), una formación de arco natural que hasta 1990 formó un puente natural completo. Cuando colapsó el 15 de enero de 1990, dejó a dos turistas varados en la parte exterior, que tuvieron que ser rescatados por un helicóptero.

El día ha ido levantando y el paisaje resulta extraordinario, así que continuamos recorriendo la costa antártica de Australia. Lo hacemos todo en coche, con constantes paradas y pequeños recorridos a pie. Otra cita importante es The Arch, una curiosa formación rocosa perforada en la roca. Aquí toca descender a un punto más bajo para tener una mejor visión.

La última de las formaciones rocosas que visitamos es un de la que más encanto tiene. Se trata de The Grotto, una cueva excavada de forma natural que se levanta a mitad de camino del nivel del mar hasta el acantilado. Hay que descender por una escalera que conduce a un mirador bloqueado por una pared, para impedir el acceso a la Gruta, ya que hay una capa de rocas muy lisas y muy resbaladizas, con riesgo de caída.

Como nos ha gustado tanto, continuamos por la Great Ocean Road, recorriendo el Parque Nacional de Port Campbell por una zona de la que no teníamos información. En la carretera vimos un desvío hacia Bay of Islands y allí fuimos. El resultado fue tan espectacular, que en nada desmerece con los anteriormente visitados.

Concluido el recorrido por la costa, para la tarde dejamos un lugar que prometía, Tower Hill Reserve, un enorme cráter volcánico. Partiendo del centro de visitantes, existen varios senderos balizados para recorrer este lugar que nos encantó.

En la carretera que desciende hacia el centro de visitantes de Tower Hill me detengo bruscamente. En una ladera vemos una pareja de emúes en libertad. Es la segunda ave de mayor tamaño tras el avestruz y autóctona de Australia. Hasta ahora solo las habíamos visto en cautividad. Luego vimos más y muy cerca, pues parece que no se asustan con nuestra presencia. El viaje va ganando en interés.

En Tower Hill se han plantado más de 30.000 árboles, lo que permite que viva una variada fauna nativa. Elegimos uno de los senderos balizados y, al llegar a un bosque de eucaliptos, vimos un koala. ¡Qué emoción! No teníamos claro que los pudiéramos ver en libertad. Parece un peluche, pero con unas enormes garras. Luego vimos un par de ellos más y un canguro. Nos habríamos quedado más tiempo en este encantador lugar, pero tenemos que recorrer los 80 km que nos separan de nuestro hotel en Port Campbell. Debido a los canguros, resulta peligroso conducir por la noche y ya nos ha anochecido en dos ocasiones.

INFO: Está prohibido estacionar en Great Ocean Road o en cualquier carretera adyacente, junto a una línea amarilla. Solo se puede hacer en los aparcamientos existentes.

La Tarragona romana (y 2) Patrimonio de la Humanidad

He dejado para esta segunda entrega las joyas romanas situadas en los alrededores de la ciudad de Tarragona, que también forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2000. Comienzo con el Arco de Bará (en catalán Arc de Berà), un arco de triunfo construido por los romanos hacia el año 13 aC, a poco más de 20 km al nordeste de Tarragona, en la localidad de Roda de Berà. Acostumbrado a verlo al pasar por la N-340, la antigua Vía Augusta, en medio de una especie de rotonda, al ir por autopista me costó dar con él, pues está mal señalizado.

No había oído hablar de ella hasta preparar este viaje, así que la cantera romana del Médol (Pedrera del Mèdol en catalán), me sorprendió gratamente. Se trata de una cantera de piedra calcárea de 200 metros de largo y paredes verticales de casi 12 metros, que sirvió para construir los edificios más importantes de Tarraco. Para llegar a ella hay que andar unos diez minutos por un camino que parte del área de servicio de Mèdol, en la AP-7, dirección Tarragona, de donde dista 13 km. Si no viajas por la autopista se puede llegar al mismo sitio por el acceso de empleados de la autopista. Está bien señalizado.

La Torre de los Escipiones (en catalán Torre dels Escipions), es una torre funeraria construida por los romanos a las afueras de Tarraco, a 13 km de Tarragona, en un lateral de la carretera N-340. Este monumento funerario romano del siglo I, tiene forma de torre que estaba coronada por una pirámide que no se ha conservado. Se pueden ver tres cuerpos de poco más de 9 metros de altura. En el central hay dos figuras en alto relieve que representan al dios funerario Atis.

El conjunto monumental de Centcelles (Vil•la romana de Centcelles en catalán) es único por sus mosaicos del siglo IV. Los restos más antiguos corresponden a un pequeño edificio de los siglos II-I aC, que más tarde se convirtió en una magnífica villa. El espacio más notable es la estancia circular, cerrada con una cúpula donde se encuentran los mosaicos, considerados los mosaicos de cúpula de temática cristiana más antiguos del mundo romano. Además están en buen estado de conservación. Se encuentra en la localidad de Constantí, a 10 km al norte de Tarragona. Se accede a ella por la autovía A-27, Tarragona-Lleida, hasta la salida 6. Horario: Martes a sábado de 10 a 13:30 y de 15 a 18 h y domingos por la mañana. Precios: 2,50 € (general) y 1,50 € (pensionistas). Parados: gratis.

Conocido como Puente del Diablo, el acueducto de Ferreres (Aqüeducte de les Ferreres en catalán), se trata de una arquería romana que forma parte del acueducto que suministraba agua desde el río Francolí a la ciudad de Tarraco, desde una distancia de 25 km. El acueducto fue construido en el siglo I aC por Augusto y se utilizó hasta bien entrado el siglo XVIII. La arquería del acueducto mide 217 metros de largo y 27 metros de altura máxima. Tiene dos niveles, con arcos superpuestos y 40 centímetros de desnivel desde la parte norte a la parte sur, lo cual facilitaba el discurrir del agua. Se accede desde un parking existente en el km 3 de la doble vía N-240, nada más pasar bajo la autopista AP-7. Hay que caminar unos diez minutos por un amplio parque.

La Tarragona romana (1) Patrimonio de la Humanidad

Mi propuesta de hoy se desplaza a la capital de la provincia de Tarragona, una ciudad muy agradable de cuyos tejados sobresale la Catedral de Santa Tecla. Voy a centrarme sobre todo en los restos de la antigua Tarraco, que durante el imperio romano fue una de las principales ciudades de Hispania. En el año 2000, el conjunto arqueológico de Tarraco fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Tras contemplar en el Centro Cultural El Pallol una gran maqueta de cómo era la Tarraco romana del siglo II, entramos en un paseo ajardinado que va bordeando la muralla romana, conocido como Passeig Arqueològic. La muralla tiene 12 metros de altura media y dos notables torres, la del Arzobispo y la de Paborde. Cuenta también con una réplica de la estatua de César Augusto y el monumento a Rómulo y Remo.

Abandonamos por un momento la zona romana para adentrarnos en la ciudad y detenernos en la Catedral de Santa Tecla, que cuenta con una impresionante fachada. El actual templo gótico se asienta sobre una catedral visigoda, una mezquita árabe y un templo romano dedicado a Augusto.

Seguimos callejeando por el centro histórico en busca de lo poco que se conserva del Fòrum Provincial que, en la segunda mitad del siglo I fue el mayor complejo del mundo romano. Antes nos detenemos en los Voltes de la Merceria, arcos góticos construidos en el siglo XIV, en la calle de la que toman su nombre.

El Foro Provincial llegaba hasta la torre del Pretorio, en la plaza del Rei. Es uno de los edificios romanos mejor conservados, pues parece ser que en la Edad Media pasó a manos de los condes catalanes. En la entrada contemplamos otra escultura de Rómulo y Remo. Al lado tenemos el Museo Nacional Arqueológico.

Contemplamos el «Sarcófago de Hipólito», una de las piezas más relevantes del Museo Arqueológico de Tarragona, que se expone en el Pretorio. Esculpido en mármol, está datado entre finales del siglo II y principios del III. Pasamos ahora al Circo romano, edificio destinado a las carreras de caballos, que tenía capacidad para 30.000 espectadores. Se construyó en el siglo I.

Desde lo alto del Pretorio contemplamos nuestro siguiente destino, el anfiteatro romano, edificio dedicado a espectáculos con gladiadores, fieras y ejecuciones públicas. Construido a principios del siglo II aprovechando la inclinación del terreno, se conserva bastante bien, con las gradas talladas en la propia roca.

Concluimos nuestra visita a la Tarragona romana en el Foro Local, del que solo se conservan restos de la basílica, las columnas corintias, algunas estatuas y cisternas donde almacenaban aceite o vino. Dejo para la próxima entrega las grandes joyas romanas que hay en los alrededores de la capital. La UNESCO ha concedido al conjunto arqueológico de la Tarraco romana la catalogación de Lugar de Valor Universal Excepcional, el reconocimiento máximo que puede lograr un bien que ya estaba considerado Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000.

INFO: El Parking Saavedra es la mejor opción para dejar el coche, ya que tiene 420 plazas y está justo al lado del inicio del recorrido. Existe una entrada conjunta para todos los recintos romanos citados al precio de 7,40 €, que baja a 3,65 € para parados, pensionistas y jubilados. Se puede adquirir en cualquiera de los sitios a visitar.

Un poco de todo en Ereaga

Cuando inicié este blog, me comprometí a trasladaros a diferentes lugares del mundo pero sin olvidar cuanto sucede en mi entorno más cercano, en esta caso la playa de Ereaga, en la que este sábado ha habido un poco de todo, además de los habituales paseantes, marchadores, ciclistas y patinadores. Con el sol luciendo a ratos, el espectáculo era todavía mayor, teniendo como telón de fondo la salida de veleros del puerto.

Sin embargo, voy a retroceder hasta el jueves, día 9, en el que me encontré el aparcamiento lleno de coches. Había olas y unos cuantos surfistas disfrutaban de ellas.

Procedente de A Coruña, con escala en Santander, el jueves por la tarde llegó a la Terminal de Cruceros de Getxo el lujoso Le Boreal, perteneciente a la exclusiva compañía francesa Ponant. Este barco lo están reposicionando desde la Antártida hasta el Ártico.

Procedente de Lisboa, el viernes llegó a la Teminal de Cruceros de Getxo el barco de los mil millones de dólares, el Celebrity Edge, que realizó su viaje inaugural el pasado mes de diciembre. Tiene capacidad para 2.913 pasajeros y aporta la última tecnología. Incorpora el espacio del balcón a la cabina a través de una ventana que se desliza para convertirse en pocos segundos en terraza. Cuenta con el Magic Carpet, de color naranja, que se ideó para facilitar el acceso al puerto a través de pequeños botes cuando fuese necesario, pero que se utiliza también de restaurante.

Ayer, sábado, cuando me acerqué a Ereaga para efectuar mi habitual recorrido, lo primero que llamó mi atención fue una cometa, que proporcionaba colorido a un cielo gris, aunque si miraba hacia el oeste resaltaba todavía más con el azul del cielo. Se estaban abriendo grandes claros.

Pronto me di cuenta que una zona de la playa estaba ocupada por un montón de niñas y niños que jugaban al voleibol, de forma simultánea en varios campos instalados en la arena. Los padres ocupaban buena parte del paseo contemplando el espectáculo.

Cuando iba a concluir mi paseo mañanero, otra cosa llamó mi atención. Aprovechando el viento que hacía, una persona deambulaba por el Abra practicando kitesurf, teniendo como telón de fondo los molinos ubicados en el superpuerto.

La mañana del domingo ha presentado un paseo de Ereaga lleno de gente y varias personas en la playa tomando el sol y bañándose, pero lo que más ha llamado mi atención ha sido un grupo de gente joven haciendo deporte en la playa.

Una semana en la Región de Murcia

Acabo de regresar de pasar una semana en la Región de Murcia, un lugar que está muy lejos (860 km de Leioa a La Manga del Mar Menor), pero tenía una asignatura pendiente, asistir a la impresionante fiesta de los Caballos del Vino y eso no me ha decepcionado. En seis días he recorrido más de 1.200 km por esa comunidad, que se realizan con mucha rapidez, ya que su red de autovías llega a casi todos los rincones.

Decepcionado por el caos urbanístico que es La Manga del Mar Menor, el primer día nos acercamos al Cabo de Palos, distante menos de 5 km, pudiendo caminar desde el puerto hasta el faro bordeando la agreste costa, en parte también machacada por las urbanizaciones. El recorrido merece la pena. En el puerto disfrutamos de la actividad de los pescadores, que con gran trabajo extraían de sus redes las rayas capturadas.

La tarde la dedicamos a conocer Cartagena. La zona del puerto ha quedado fenomenal para dar un agradable paseo. Luego nos introducimos en el peatonal casco antiguo, lleno de vida, pues abundan los comercios, bares y restaurantes. Nada más acceder a él encontramos su monumental Ayuntamiento y el Teatro romano.

El segundo día nos desplazamos al norte de la comunidad para recorrer el valle de Ricote, situado entre Archena y Cieza. En la imagen vemos los dos primeros pueblos, Villanueva del río Segura, a la izquierda, y Ulea, a la derecha, que estaba en fiestas, concentrándose junto a la iglesia de San Bartolomé y la Casa del Cura, que forman un hermoso conjunto. Continuamos el recorrido hasta Ricote, que cuenta con dos monumentales edificios, el Palacio de Llamas y la iglesia de San Sebastián. A continuación nos detuvimos en el embalse de Azud de Ojós, en el río Segura y en Blanca, población que tiene un monumento dedicado a sus populares encierros. Dejamos para el final lo que nos parecía más interesante, las cuatro norias situadas en Abarán. Lástima que no exista señalización para llegar a ellas, necesitando la ayuda de Google Maps, y que la Noria Grande esté en restauración. Las otras tres estaban funcionando.

Y llegó la fecha que esperábamos, el 2 de mayo, día grande de las fiestas de Caravaca de la Cruz, pueblo que me encantó en mi anterior viaje. Pasadas las 10 de la mañana ya estábamos en el Templete para ver los ensayos de la carrera de los Caballos del Vino por una abarrotada Cuesta de la Simona. A las 12 fue el desfile por la Gran Vía, en el que toma parte todo el pueblo, pues, vestidos de rojo y blanco, participan 58 peñas encabezada cada una por su caballo y concluyendo con una charanga musical. Luego vienen los grupos de moros y cristianos, acompañado cada uno por una banda de música, concluyendo con los gigantes y las autoridades. El espectáculo dura más de dos horas. Los festejos los encabezó la amazona Carmen María Jonquera, haciendo el deleite de los asistentes. Aprovechamos para comer y luego ver en una pantalla gigante parte de la carrera de los Caballos del Vino, acompañados por sus cuatro caballistas, pues es muy difícil y peligroso verla en directo, ya que la cuesta del Castillo tiene solo 80 metros de recorrido y hay miles de personas. El ambiente durante todo el día fue fenomenal. Finalizamos la jornada en Mula, pueblo declarado conjunto histórico-artístico.

El cuarto día lo dedicamos a Murcia capital, una ciudad en la que me alojé en mi anterior viaje y de la que tenía muy buen recuerdo. Ahora ha quedado fenomenal, con su casco antiguo prácticamente peatonal y lleno de ambiente, quizás por el puente que tenían en Madrid. Mientras tomamos un café en una terraza de la plaza del Cardenal Belluga, tuvimos la suerte de contemplar un espectáculo de danza al aire libre, teniendo como telón de fondo la monumental Catedral. Luego nos dedicamos a recorrer la ciudad: Palacio Episcopal, Ayuntamiento, Mercado de Verónicas, Casino, plaza de las Flores, Teatro Romea, plaza de Santo Domingo…

El quinto día lo dedicamos a recorrer la costa sur, deteniéndonos en primer lugar, cerca de Mazarrón, para contemplar las erosiones de Bolnuevo, situadas junto a la playa del mismo nombre, donde el viento y el agua han modelado las rocas de forma caprichosa. La siguiente cita la tenemos en la población costera de Águilas, en la que destaca su emplazamiento. Después de comer nos desplazamos a otra población que ya conocía, Lorca, tristemente famosa por el terremoto del 11 de mayo de 2011, que, aunque solo fue de 5,1 grados, causó 9 víctimas mortales y grandes destrozos en iglesias y otros edificios, que ya no son prácticamente visibles. El rincón que más me gusta es la plaza de España, presidida por la iglesia colegial de San Patricio y el Ayuntamiento.

El sexto día bordeamos todo el Mar Menor (68 km por carretera), desde el Puente de la Risa, en La Manga, hasta San Pedro del Pinatar, el lugar que más nos ha gustado de esta zona, pues allí se encuentra el Parque Regional de las Salinas y Arenales, una preciosa zona en la que abundan las dunas, salinas, charcas y gran variedad de aves, perfectamente acondicionada para recorrer caminando o en bici. También hay un agradable paseo, conocido como el paseo de los molinos, que lleva desde el molino Quintín (en la foto), hasta el molino Calcetera (casi 2 km). Aquí pusimos el punto final a esta escapada a la Región de Murcia.

OLYMPIA (Grecia): Patrimonio de la Humanidad

He tenido ocasión de navegar por los fiordos noruegos, el Mediterráneo, el Caribe, el mar Arábigo y el golfo Pérsico, por regla general con muy buen tiempo, así que, tanto durante la puesta de sol como en el amanecer, he pasado muchas horas en las cubiertas de los diferentes barcos disfrutando de un espectáculo único, como el que inicia esta entrada, cuando estábamos a punto de llegar al pequeño pueblo de pescadores de Katakolon o Katákolo, en Grecia, punto de partida para visitar las ruinas de Olympia, que durante más de mil años albergó los juegos panhelénicos más importantes.

Como llegamos en un crucero y con la crisis el tren que enlaza Katakolon con Olympia no funciona con regularidad, contratamos una excursión para cubrir los 57 km que separan el puerto del recinto arqueológico. Somos cientos de personas los que llegamos a la vez pero, como no nos gustan las multitudes, dado que toda la gente lo primero que quiere ver son las ruinas de la histórica ciudad, nosotros nos dirigimos al interesante Museo Arqueológico, pudiéndolo recorrer casi solos.

Particularmente me parece que el museo es más interesante que el propio sitio arqueológico. Tras contemplar gran cantidad de figuritas y utensilios que se exponen en vitrinas, nos detenemos en las grandes esculturas, de las que os he seleccionado tres, Hermes con el niño Dioniso, obra de Praxíteles, esculpida en mármol de Paros hacia el 343 aC, Adriano, estatua de mármol del 160 dC y Zeus raptando a Ganímedes, terracota policromada de los años 480-470 aC.

Hemos dejado para el final lo más interesante, la sala central, dedicada a algunas de las más grandes obras del arte griego, los frontones con 42 estatuas y metopas del Templo de Zeus de Olympia. Sus relieves son muy realistas, y representan a dioses y hombres participando en un juego. El frontón oriental data de los años 470 a 456 aC, tiene una longitud de 26,39 metros y muestra los instantes previos a la mítica carrera de carros entre Pélope y Enómao. El frontón occidental, de la misma época, muestra los preparativos para la lucha entre Pelops y Oenomaos.

Nos dirigimos ahora al sitio arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1989. Nada más entrar nos detenemos en el lugar que más nos ha gustado, el Philippeion, edificio jónico circular iniciado por Filipo II de Macedonia en el siglo IV aC y terminado por su hijo Alejandro.

Nos detenemos ahora en el Templo de Hera o Heraeion, dórico, que data del año 600 aC. Cuentan que en su altar se realizaba una ceremonia de los juegos precursores de los Juegos Olímpicos, motivo por el que es el punto de partida de la antorcha olímpica. A un paso tenemos el Estadio Olímpico, una pista situada en una explanada rectangular de arena de casi 193 metros de longitud. Data del siglo V aC y no tenía gradas para público. Su capacidad era de unas 45.000 personas, pero sólo los nobles y personas influyentes tenían acceso. Como estamos en primavera, todo el césped que lo rodea está lleno de flores.

Con unas dimensiones de más de 64 x 27 metros el Templo de Zeus es el mayor de todo el Peloponeso. Fue construido en el siglo V aC por el arquitecto Libón de Élide, en honor de Zeus Olímpico. Es de estilo dórico, con 6 columnas en la fachada y 13 a los lados. Un terremoto lo derrumbó en el siglo VI dC, pero en el Museo Arqueológico podemos ver casi intacta la decoración escultórica de sus metopas y frontones, en mármol.

INFO: La entrada para el museo y el sitio arqueológico cuesta 12 €. En varios puertos griegos existe una agencia que cobra muchísimo menos que las excursiones de los cruceros. Se trata de Katakolon Express (www.katakolon-express.com/lang/es). Con ella, el traslado de Katakolon a Olympia cuesta 20 €. La visita dura cuatro horas y el autobús tiene wifi. Merece la pena.

NACEDERO DEL UREDERRA Y LIZARRA-ESTELLA (Nafarroa)

Mi propuesta de hoy se encuentra a solo 131 km de casa, a los pies de la sierra de Urbasa, en la pequeña localidad navarra de Baquedano/Bakedao. Desde ella caminaremos hasta el nacedero del río Urederra y, por la tarde, podemos visitar la ciudad de Lizarra/Estella, distante tan solo 18,5 km. Bakedao cuenta con una iglesia dedicada a San Juan Bautista, un lavadero y el bar-restaurante Urederra, en el que podemos comer o tomar algo al concluir la ruta. También tiene un amplio aparcamiento en el que dejar el coche.

El recorrido total del sendero que nos lleva hasta el nacedero del Urederra es de 5,3 km, ida y vuelta, con un desnivel de 200 metros. Como se hacen muchas paradas, calcula dos horas y media para efectuar la ruta.

Uerederra significa en euskera agua hermosa, así que según vamos caminado iremos contemplando pequeñas cascadas, rápidos y pozas de agua, que toma variados colores. Conviene llevar un calzado adecuado para la práctica del senderismo, pensando que si ha llovido recientemente, puede haber barro.

El camino discurre en buena parte por una pista forestal, que al final se convierte en un sendero. Es bastante sombreado, pues el entorno cuenta con grandes árboles que, en esta época del año, tienen una variada gama de verdes.

Durante la ruta iremos haciendo varias paradas para tomar fotografías. Poco a poco vamos ganando altitud y el tamaño de las cascadas va en aumento.

El sendero concluye al bode de la principal surgencia, una impresionante caída de más de 100 metros que con, el transcurso de millones de años, ha modelado un anfiteatro rocoso de notable belleza. Sobre nuestras cabezas tenemos la sierra de Urbasa.

Concluido nuestro recorrido por la Reserva Natural del río Urederra, podemos desplazarnos a la cercana ciudad de Lizarra/Estella. Bañada por el río Ega, es una de las localidades más hermosas de la ruta jacobea. Cuenta con un rico patrimonio, como la iglesia del Santo Sepulcro, iniciada en el siglo XII, ubicada en un alto por el que accede a esta población el Camino de Santiago. Del patrimonio civil destaca el Palacio de los Reyes de Navarra, de estilo románico, construido en la segunda mitad del siglo XII.

Otra de las joyas arquitectónicas es la iglesia de San Pedro de la Rúa, que cuenta con una imponente fachada del siglo XIII y parte del claustro construido en el siglo XII. En su interior existen notables capillas, retablos e imágenes.

INFO: Aunque si vas entre semana en primavera no hay ningún problema, dado que existe un cupo diario, es obligatorio efectuar una reserva en la web www.nacederourederra.com. Te proporcionarán un código que hay que presentar en la caseta del aparcamiento. La reserva es gratuita, pero los coches tienen que pagar el parking (4,50 €). El horario de entrada es de 09:30 a 17:30 h, pero la reserva solo se mantiene hasta las 12:00 h.

ANTEQUERA (Málaga): Los dólmenes y el Torcal

He estado en otras ocasiones en Antequera, una ciudad que me encanta, así que alojándome a los pies del Caminito del Rey, a sólo 32 km, no pude resistir la tentación de volver, para caminar por el Torcal y volver a visitar los dólmenes, cuyo espacio ha sido acondicionado tras ser declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2016. Poco antes de llegar nos detuvimos para obtener esta imagen de cómo luce Antequera en primavera, teniendo como telón de fondo la Alcazaba y la Peña de los Enamorados.

Situada sobre un cerro, la Alcazaba de Antequera es el conjunto más destacado de la antigua medina islámica. La ciudad cuenta también con un rico patrimonio religioso de iglesias y conventos, destacando la Real Colegiata de Santa María, construida entre 1514 y 1550, que tiene el honor de ser el primer templo renacentista en Andalucía.

Para dar variedad a este relato, me quedo con otros dos lugares, el Arco de los Gigantes, construcción de 1585, y la capilla tribuna de la Virgen del Socorro, de 1715, también llamada Capilla del Portichuelo por estar situada en la plaza del mismo nombre.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2016, el conjunto de los dólmenes de Antequera cuanta con un centro de visitantes y un amplio aparcamiento, desde el que se puede visitar dos de los dólmenes, así que en primer lugar nos dirigimos al más interesante, el de Menga, considerado una de las cumbres de la arquitectura adintelada en la Prehistoria europea. Su grandiosidad radica en su carácter arquitectónico y la magnitud de las losas empleadas en su construcción. Data del Neolítico, entre los años 3750 y 3650 aC.

A un paso del anterior tenemos el domen de Viera, que es del tipo de sepulcro de corredor, con el pasillo y la cámara funeraria perfectamente diferenciadas y separadas por una losa horadada. Está orientado hacia el amanecer del sol en los equinoccios. Como el anterior, fue también construido en el Neolítico, entre los años 3510 y 3020 aC.

Para el tercer dolmen, el tholos de El Romeral, cogemos el coche, pues se encuentra escondido en un polígono industrial, distante 3,5 km. Construido entre los años 3000 y el 2200 aC, es del tipo de cúpula y está orientado hacia la sierra del Torcal.

Aunque es el primer sitio que recorrimos, he dejado para el final un lugar que me gusta mucho, el Torcal de Antequera. Estamos a 890 km de casa pero a tan solo 17 de la ciudad de la que toma su nombre. El Torcal de Antequera es un paraje natural de 1.171 hectáreas, conocido por las caprichosas formas que diversos agentes han ido modelando en sus rocas calizas, constituyendo un destacado ejemplo de paisaje kárstico. La otra vez que estuve, un mes de febrero, la nieve dificultaba el caminar por algunos lugares, motivo por el que volví en abril con un tiempo más seguro, aunque con amenaza de tormenta.

Dejamos el coche en el aparcamiento del Centro de Visitantes Torcal Alto, que cuenta con restaurante y la posibilidad de realizar visitas guiadas. De aquí parten tres senderos balizados, de acceso es gratuito, optando por el que nos parece más interesante, la ruta amarilla, sendero circular de 3 km de recorrido, que nos permite contemplar las curiosas formaciones rocosas y un arce incluido en el catálogo de árboles singulares de Andalucía. Eso sí, hay que llevar calzado adecuado para caminar por terreno pedregoso. Más información en http://www.torcaldeantequera.com/.

INFO: Hasta el 15 de junio, los dólmenes están abiertos de martes a sábado, de 09:00 a 20:00 h y los domingos hasta las 15:00 h. La entrada es gratuita.

EL CAMINITO DEL REY (Málaga)

Algo más de 900 km separan Leioa de El Chorro (Álora), donde nos alojamos para esta escapada que tiene como principal objetivo el Caminito del Rey, paso construido en las paredes del desfiladero de los Gaitanes, entre los términos municipales de Ardales y Álora. Una vez instalados en el hotel, nos desplazamos a Ardales, pues queríamos ver los escenarios en los que tuvo lugar el concurso de ETB y Canal Sur “Tú al Norte y yo al Sur”.

El Caminito del Rey se terminó de construir en 1905, pero lo que ahora vemos es la rehabilitación integral realizada por la Diputación de Málaga, que se abrió al público en 2015. El recorrido total oscila entre 6,7 y 7,7 km, según la ruta de acceso escogida, aunque el desfiladero tan solo tiene 2,9 km, repartidos entre 1,5 km de pasarelas y 1,4 de sendero. Salvo que el viento o la lluvia fuerte lo impidan, está abierto de 09:30 a 17:00 h, de martes a domingo. El precio es de 10 €, a los que hay que añadir 1,55 € del autobús que nos devuelva al punto de partida. Más información en www.caminitodelrey.info.

La entrada se encuentra en el municipio de Ardales. Tras recorrer 1,7 km de pista llegamos al control de acceso al Caminito del Rey, donde nos piden la entrada y nos proporcionan un casco. A partir de este punto está prohibido fumar, llevar mochila, palos selfie, trípode, bastones, muletas, paraguas y calzado inadecuado. Conviene leer las normas y llevar agua. Enseguida entramos en el primer tramo de pasarelas, que es lo que buscábamos.

El segundo tramo por el desfiladero de los Gaitanes se realiza por un sendero bastante amplio. Por el otro lado del río circula el tren de RENFE que viene de Málaga.

El segundo tramo de pasarelas es el más largo e impresionante, pues a veces solo tiene un metro de anchura y la caída vertical puede alcanzar los 105 metros. Padezco vértigo pero os puedo garantizar que no me impresionó, quizás por la sensación de seguridad que hay en toda la ruta. En muchos lugares, vemos por debajo lo que queda del camino viejo.

Casi al final de las pasarelas se encuentra el lugar más emblemático del Caminito del Rey, el nuevo puente metálico, situado junto al viejo, que une ambas vertientes del desfiladero. El que padezca vértigo mejor que mire al frente al pasarlo, pues por el suelo se puede ver el fondo del cañón.

El final de las pasarelas es espectacular, mucho más desde donde está tomada la foto que cuando caminamos por ellas. Al decaer el interés, los poco más de 2 km de pista que quedan hasta el Chorro se hacen interminables, máxime con el día tan caluroso que tuvimos pese a estar en abril.

Como el día estaba espectacular por la tarde fuimos en coche hasta el lugar en el que empezamos el Caminito del Rey, donde se encuentra el embalse Conde de Guadalhorce. En esta zona está a punto de abrirse el nuevo centro de visitantes.

La carretera en esta zona está muy bien, pues la arreglaron para los finales de etapa de La Vuelta, así que aprovechamos para visitar el antiguo poblado de Bobastro, el embalse Superior y el mirador Tajo de la Encantada, desde donde se tiene una vista casi aérea de la zona y del lugar en el que estamos alojados.

INFO: A El Chorro (Álora) se puede llegar en tren desde Málaga. Nos alojamos frente a la estación, en el Complejo Turístico Rural LA GARGANTA (www.lagarganta.com). Tiene un buen restaurante. Resulta agradable contemplar la vista que tenemos desde la habitación y la paz que se respira al atardecer, cuando se ha marchado toda la gente.