Con el Liverpool y con el Arsenal

Puedo reconocer las carreras de Llorente (ya en declive) y la de Kepa Arrizabalaga (con muchos años por delante) como deportistas de élite. Pero como aficionado al Athletic Club y partiendo de la base de que el fútbol alivia nuestros instintos, apoyaré a Liverpool y Arsenal porque no podemos trasladar el mensaje a nuestros cantearnos de que irse del Athletic es sinónimo de triunfar. Somos un club que vive de cuidar lo nuestro, aunque esta semana nos hayamos llevado otra decepción, de cuidarlo con un celo extremo porque la pervivencia de nuestra singularidad está por encima, incluso, de nuestra pervivencia en Primera.

Aquí, el líder

En Twitter hay un axioma que falla pocas veces: si se define como políticamente incorrecto lo más probable es que diga tonterías. Pablo Hasel lo ha vuelto a ratificar: “Apuesto a que a RuGALcaba no le ha dado el ictus pensando en todas las víctimas del terrorismo de Estado que apoyó y que asesinó a muchos antifascistas que luchaban por derechos y libertades democráticas”. Solo le ha faltado llamarle: “RuGALcaGa”, como algunos tuiteros que habrán terminado en Vox. Ahí tienen al poeta, al rapero, a la víctima, al líder de opinión y una causa justa para muchos, mostrando de qué madera está hecho.

Divide y vencerás

Si la izquierda vence en Madrid será porque su división no ha sido tan completa como la de la derecha. Esa es la batalla ideológica hoy en la capital del reino: el ejército que se haya desmembrado menos es el que más opciones tiene de conseguir algo. Pero la división ya ha debilitado a los dos bloques, también con cuestiones prácticas como esta que apuntan en República.com: “La JEC permite ahora a Carmena participar en debates electorales pero no a Errejón”. No creo demasiado en la efectividad electoral de los debates televisivos con tanto ruido de campaña, pero parecer un aspirante le debilitará.

Estos lodos

No creo que la pelea en Alcorcón entre candidatos del PSOE y del PP que ha terminado con denuncias cruzadas sea el ejemplo de la política española, pero sí creo que es la decantación de lo que está pasando. Si algo me sorprende para bien de las personas que se dedican a la política es que, salvo posiciones muy enquistadas, todas son capaces de llevarse bien y tratarse con camaradería pese a los debates. Llegar a las manos en Madrid, en una pegada de carteles, es el resultado de que algo se está rompiendo, de que tensarnos a todos, a base de campañas, argumentarios y tuits, no nos lleva a nada bueno.

Es lo justo

Más allá de lo que ha pasado en Alcorcón, me sumo al reconocimiento de Pablo Simón en Twitter: “No me resisto a desear mucha suerte a esos miles de concejales que hoy dan el paso. Implicarse en lo público desde lo local no siempre es fácil, así que gracias de veras”. Efectivamente, quienes van a ser concejales en sus pueblos son los verdaderos héroes de la política, y más en este momento en el que el ejercicio de dedicarse temporalmente a los demás está tan mal visto (no negaré la parte de culpa que tienen algunos políticos y algunos periodistas). Es labor de todos poner en valor ese trabajo.