Las noticias que debemos dar

No tengo una venda en los ojos: soy perfectamente consciente de los problemas que tenemos como sociedad, desde la sensación de inseguridad creciente al envejecimiento de la población por un profundo cambio de esta sociedad que abraza el individualismo. Por todo ello creo que noticias como esta, que el director de Migración y Asilo del gobierno vasco, Xabier Legarreta, resume en un tuit, son las que tenemos que difundir: “Euskadi ganó 1.786 afiliadas y afiliados de personas de origen extranjero a la Seguridad Social en mayo. El número de personas de origen extranjero que cotizan en la CAV se sitúa en 94.895”.

Vaya gilipollez

El comunicado de la FAPE, en el que niega el amparo (hecho que me parece correcto) a Vito Quiles porque “no es un periodista en activo ya que ha figurado como candidato en la lista de Se Acabó La Fiesta al Parlamento Europeo” y por lo tanto, “el enfrentamiento entre el señor Quiles y el ministro de Transportes, Óscar Puente, se trata de un conflicto entre dos políticos” es una gilipollez. La FAPE debe entrar en el fondo del asunto: Quiles no se merece el amparo de la profesión porque no es periodista, sino un agitador. Y porque lo es la FAPE debería exigir al Congreso la retirada de su acreditación, en vez de referirse a un proceso electoral pasado.

“Servicios de despacho y atención en sede”

La extrema derecha sigue haciéndose autorretratos como este que publican en El Confidencial y recogen en El Periódico: “Un informe del Parlament ha acreditado que el presidente del grupo de Vox y número dos de la formación, Ignacio Garriga, emitió facturas por valor de casi 40.000 euros a nombre del grupo parlamentario en concepto de ‘servicios de despacho y atención en sede’, además de cargar numerosos gastos personales a cuenta del grupo”. “Entre ellos varios pedidos de comida a domicilio, servicios de tintorería y peluquería y la cuota anual de la Asociación de Familias de Alumnos del colegio en el que estudian sus hijos”.

En Público se preguntan: “¿Deben mezclarse deporte y política?”. Yo tengo clara la respuesta: sí. Para mí, “el viejo debate que resurge cuando los futbolistas toman la palabra” solo existe para poder evitar lo deseable: que conozcamos a las y los deportistas como creemos conocer a otras celebridades de nuestro entorno. Así que, bienvenidas las declaraciones Mbappé y las de los futbolistas que han demostrado después que ellos no apoyarán a la extrema derecha. Pero también son bienvenidas las declaraciones de quienes sí están con los ultras porque así les conoceremos y actuaremos en consecuencia.

Dicho esto

Dicho lo anterior, me remito a este brillante tuit de Raúl Díaz: “Ya me he pronunciado a favor de Mbappé, pero no me hagáis elegir entre Unai Simón o vosotros, porque no os va a gustar mi elección”. El portero del Athletic ha demostrados, de sobra, el tipo de deportista y de persona que es, y la presión que está recibiendo, incluso vinculando su rechazo a posicionarse con la profesión de su aita y su ama, como hace Fonsi Loaiza en X, solo demuestra que el periodismo deportivo español y todo su entorno, ahora también en Internet, sigue presionando políticamente a los jugadores vascos de la selección española.