Igual no tiene razón

Juan Carlos Unzué padece ELA y tiene mucho mérito su lucha para que nos sensibilicemos ante la enfermedad, pero no tiene razón. Su queja porque solo había cinco diputados cuando tomó la palabra ha tenido muchos altavoces, pero pocos han dado el contexto necesario. Sí lo ha hecho José Ignacio Chaparro en X: “En el Congreso hay muchas jornadas así. A menudo las piden los grupos pero esta es a solicitud de CONELA. Se les ha cedido el espacio y les han acompañado 5 diputadas y el ministro competente (que ha clausurado la jornada). Me parece un trato institucional bastante razonable”. No podemos dejarnos llevar por la corriente.

Periodistas y víctimas

No estoy de acuerdo con la condición de héroe de Julian Assange, creo que se ha mitificado, pero me parece indiscutible el hecho de que es una víctima con la que se han ensañado de un modo injustificable. Nadie merece, y menos un periodista, una persecución como la que aplican a Assange, que puede ser condenado hasta a la pena capital: “EEUU reconoce que existe el riesgo de que a Assange sea condenado a la pena de muerte si es extraditado” (Público). Ya de paso, y sin irnos tan lejos: es alucinante que alguien esté en una cárcel de Europa sin cargos conocidos ni juicio, como Pablo González.

Es un problema global

El de la baja natalidad no es un problema de conciliación ni de ayudas a la natalidad o la crianza. Es un problema social global: es problema de que quien contrata a una mujer joven no entiende que los permisos de natalidad son un beneficio general. Pero también es un problema de las personas que priorizan la comodidad. Porque no, no solo es por la conciliación con el trabajo por lo que no se tienen hijos: la conciliación de la paternidad y maternidad con el ocio propio también importa, y ahí no hay política pública que pueda intervenir salvo que subvencionemos a canguros los sábados por la tarde-noche. ¿O no?

Caballos perdedores

La noticia en DEIA de que “Sumar y Podemos Euskadi concurrirán por separado a las elecciones vascas” ha llegado a la portada de Menéame. En el famoso agregador, sus comentaristas han afilado el lápiz y se han puesto manos a la obra: “Si funcionó en Galicia, funcionará otra vez”, “pero lo importante no es tener representación, sino saber quién tiene razón”, “a Bildu le viene de coña”, “tú me hundes, yo te hundo”, “es evidente que es un fracaso”, “qué manera de dilapidar un capital electoral”… Y una de mis favoritas: “No entienden que hacer lo mismo con otro equipo y tener un resultado diferente solo pasa en informática”.

Si no es sostenible, no lo es

El porcentaje parece poca cosa, pero entre el 30% de los derechos de imagen de Mbappé que su madre quiere ceder al Real Madrid, y el 45 o 50% que pretende el club, lo que hay es una millonada que puede hacer rentable, o no, su fichaje por el club blanco. Lo que tiene que hacer Florentino Pérez es hablar claro: si no es sostenible, no lo es. Y punto. Y ficharlo sin margen de beneficio para luego tener que inventarse la superliga con la que chantajear a UEFA y FIFA para que reparta el dinero beneficiando aún más a los grandes, es jugar con toda la baraja, los comodines y el público, comprado. De comprar árbitros se ocupan otros.

Hablemos de esto

Me parece bien, de hecho, me parece muy bien, esto de El Independiente: “Díaz pone la lupa en los salarios de los directivos: ganan 200.000 euros más en dos años”. No se trata de envidia, se trata de hacer una sociedad más justa o no. Según la CNMV, las consejeras ejecutivas y “los consejeros ejecutivos percibieron de media 1,7 millones de euros”. Esto es: 54 veces el sueldo media de sus empleadas y empleados. “Los consejeros delegados o presidentes se sitúan en mejor posición, con unos ingresos de casi cinco millones por persona”. Y “los de Inditex, el Banco Santander e Iberdrola ganaron más de 12 millones de euros”.

¿Y si el problema no es la masificación?

Pocas dudas tengo de que serán las y los consejeros ejecutivos, delegados y presidentes, quienes puedan hacer turismo en un futuro próximo: viajar se convertirá en un artículo de lujo para sostener la industria y, al mismo tiempo, el planeta. Así que reflexiones como esta en EPE dan entre risa y pena: “El turismo se enfrenta a su miedo a morir de éxito por la masificación”. La masificación actual no es sostenible, nuestra huella de carbono y los proveedores lejanísimos para llevarnos recuerdos locales no es sostenible, la contradicción de quienes se preocupan por el medioambiente y luego viajan como si no costara no es sostenible.

Los dueños del mundo

Algunas series de ciencia ficción amable como Upload juegan con el modo en el que dependeremos de las grandes empresas tecnológicas para cuestiones tan básicas como nuestra alimentación. Pero lo peor del chiste es que es cierto (por eso funciona y se convierte en recurrente): “No contentos con dominar sectores enteros de la economía ahora Google, Meta y Apple quieren ser algo más: tus caseros” (Xataka). Todo empezó con Facebook, que compró viviendas en Silicon Valley para que atraer talento no le saliese un ojo de la cara, el resto de grandes empresas le copiaron y poco a poco han ido expandiendo el negocio.

Y si no, lo será ella

Si Amazon, Google, Meta, Apple o Elon Musk no acaban comprándose el planeta, lo hará ella: Fayza Lamari, la madre del jugador de fútbol, Kylian Mbappé. Según Vozpópuli, ella es el principal escollo al que se enfrentan el Real Madrid o el Liverpool para fichar a su hijo. Es una dura negociadora no solo del sueldo del futbolista, también de su comisión por mediadora. Tanto es así que, según el digital, el verano pasado el PSG estuvo dispuesto a traspasar a Mbappé pero no encontró comprador que pudiera satisfacer Lamari. Mientras tanto, Mbappé ha seguido siendo el jugador mejor pagado del mundo en París.

El fin de la réflex

Hace tiempo que tengo aparcada mi vieja réflex digital. La tecnología me permite ir con una pequeña cámara compacta y obtener mejores resultados (el precio de los carretes por el triunfo de la moda entre las y los niños pijos me impide ir con mis cámaras analógicas). Y este avance parece imparable: “El fin de las Nikon F: todos los productos de su sistema réflex ya han dejado de producirse”, leo con resignación en Photolari, porque el famoso “clic” que generaba el espejo al levantarse va a ser ya solo un sonido predeterminado y grabado para los nostálgicos. Pero me rindo a la evidencia de la calidad y la ligereza… Como todas y todos.

«No tiene que ser cierto, solo viral»

Sé que últimamente puedo parecer un poco pesimista. Al contrario: creo que las señales del colapso de nuestra civilización son tan visibles que seremos capaces de reaccionar. Estoy seguro, por ejemplo, de que EE.UU. no elegirá a Donald Trump de nuevo como presidente. Y menos, después de conocer estos apuntes que Carles Planas saca en X de un artículo del New York Times: “‘No tiene que ser cierto, solo viral’. Trump tiene un ejército de trolls que inunda las redes de memes y deepfakes para impulsar su victoria presidencial. Los ataques más duros con IA son contra rivales mujeres como Nikki Haley, a quien desnudan”.

Lo sabemos, actuemos

Sabemos que los personajes como Donald Trump hacen trampas, que Internet está lleno de desinformación e intoxicadores, y que el resurgir del fascismo tiene mucho que ver con la propagación on-line de noticias o noticias falsas. Actuemos en consecuencia. Para lograrlo, nada mejor que leer las reflexiones de Daniel Innerarity en X (o Twitter): “La extrema derecha parece controlar cada vez más la situación. Impone a los demás un punto de vista que ellos mismos no han elegido. Establece los temas sobre los que los demás quieren distanciarse de ella. El reto no es cómo refutarla, sino cómo recuperar el control”.

Un mal chiste

Sería gracioso si millones de personas no viviesen bajo una dictadura, con un monarca hereditario que, literalmente, pasa de su ciudadanía mientras vive en Europa, y con un conflicto sin resolver que tiene sin tierra propia a un pueblo entero. Pero nada de esto ha importado, por lo que parece: “Marruecos, elegida para presidir el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pese a las violaciones en el Sáhara” (El Independiente). Quienes han permitido que esto suceda han dado la espalda no solo a las víctimas del régimen de Mohamed VI, también al resto de una población mundial que sí sabe reconocer a un dictador.

¡Al banquillo!

Una vez más, el posible fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid vuelve a ser noticia. Una vez más, una cantidad insultante de dinero separa al jugador de la capital española. Una vez más, la ambición desmesurada se disfraza de competitividad y talento. Pero en este circo todos tenemos una responsabilidad: sostenerlo está bien pero atar a los perros con longanizas es imposible. Si las pretensiones de Mbappé, por muy bueno que sea, ponen en peligro las finanzas de un club como el Real Madrid están fuera de mercado se muestra, se explica y se admite con honestidad. Quienes amamos el fútbol tenemos que pinchar esta burbuja.

Lujos innecesarios

Con el paso del tiempo, Bill Gates se ha convertido en un tipo razonable pese a su fortuna y Microsoft, en una empresa refugio. Desde que sé que el que fuera hombre más rico del mundo lleva a diario un Casio de 90 € le respeto un poco más. El peluco de Gates es una excepción, según: el actual jefe de Microsoft, Satya Nadella, lleva un Breitling de 3.200, y los 375 dólares del Swiss Army que lleva Michael Bloomberg no son nada comparados con los 35.000 € que vale el Rolex de Warren Buffet o las colecciones de lujo de Elon Musk o Jeff Bezos. Aparatos cuya fabricación y comercialización deberían de ser tomadas como un insulto.

El empeño en fracasar

Lo siento, pero no entiendo el empeño en fracasar. Si algo ha salido mal: autocrítica, examen, propuestas de mejora y a seguir. Pero lo de revolcarse en el fango no lo he entendido nunca. Y es lo que está haciendo la izquierda española, claramente. Una izquierda española con una bis vasca importante: Podemos lo lidera una navarra que, sin embargo, irá quinta por Madrid. “Sumar ofrece a los morados encabezar Navarra. Un caramelo envenado porque ‘allí no quieren a Belarra’”, leemos en El Independiente. Las propuestas con malicia, igual que las negativas con desesperación, no son atractivas para las y los votantes. Es evidente.

De escudero, un sangre azul

Creo que sé muy poco de política: no entiendo que Sumar y Podemos se empeñen en hacer públicas sus discusiones, que solo les genera desgaste, y no entiendo que Yolanda Díaz haya escogido a un sangre azul como su número dos: Agustín Santos puede tener un currículum brillante y haber trabajado para el PSOE, pero también es un sangre azul de libro que siempre ha flotado en aguas pacíficas de ministerios, embajadas y puestazos. Un progre de alta cuna, en plata. ¿Qué mensaje proyecta? ¿En quién está pensando Díaz cuando hace la elección de la persona y de lo que significa? Quien mira más hacia arriba que hacia abajo suele tropezar.

Núñez Feijóo no va mal

Al PP le quedan dos piedras en el zapato. Una es la de todos los partidos: la fecha y la abstención. Y la otra es Vox. Pero Núñez Feijóo, pese a todo y contra todo pronóstico (por lo menos yo no vi llegar su éxito el 28-M), avanza y acierta en los mensajes (también pese a sus habituales errores): “Si el PP gana, el PSOE tendrá una oportunidad para reconstruir el partido que existía antes de Sánchez” (Nius). Esto es un gol, es insistir en su idea (la del PP, claro) de “el sanchismo” y de todas las connotaciones negativas que es capaz de meterle. Y es una idea que cala fácil porque el cortoplacismo de Sánchez nos ha sobrecogido a todas y todos.

Rusia, sí

Sigue habiéndolos. Cada vez más escondidos, cada vez menos, es cierto, pero seguimos encontrando a defensores de lo indefendible, a difusores de teorías de la conspiración, a personajillos que ven la película de “La cortina de humo” en cada informativo, a propagandistas a sueldo del Kremlin y a tontos útiles que defienden a Rusia y atacan a Ucrania desde sus redes sociales completamente gratis. Ahora tendremos que verles negando que el ataque a una presa y a la ciudad natal de Zelenski no tiene nada que ver con la contraofensiva ucraniana, y afirmando que la agredida es Rusia. Y por los nazis, por supuesto.

Vuelve la mula al trigo

Doy por hecho que, al final, Florentino Pérez fichará a Kylian Mbappé. Lo doy por hecho porque el presidente del Real Madrid es de esa casta a la que nadie le dice que no. Tardarán más o menos, pero todas las personas y todas las cosas claudican ante ellos, ante los dueños de los países. Lo que espero es que lo haga rapidito porque de los creadores de los clubes-estado tenemos ahora los jugadores-historia, y aburren: la historia de Mbappé, la de Messi no fichando por el Barcelona, aquella de Neymar, la de Griezmann que va y viene… Un Mbappé al que dieron plenos poderes en París para demostrar que solo es un buen jugador más.

Si quieren atención, que tengan atención

Si lo que quería Qatar comprándose el Mundial de fútbol que empieza hoy era atención, aquí la tiene. Empezando por las 6.750 personas fallecidas contabilizadas (la opacidad del régimen y el velo mediático invitan a pensar que serán más) en la ejecución de las obras. Siguiendo por las opiniones homófobas de quienes el emirato ha designado como embajadores del evento. Siguiendo, también, por el machismo normalizado en el país. Y terminando por la dictadura religiosa que prohíbe muestras de afecto y que ha empoderado a una clase alta exclusivista y sobreprotegida por el país y sus principales clientes. Eso es Qatar.

Todo lo que está mal en el fútbol

El mundial de Qatar no solo pone en el escaparate a la dictadura que lo acoge, tan despegada de la realidad que pensaba que iba a servir para que loásemos sus virtudes. También deja al descubierto todo lo que funciona mal en el mundo del fútbol: cómo se consiguió (cómo influyó el emirato para conseguir los votos lo hemos visto en documentales y leído en un montón de reportajes), o cómo las ligas de cada país se prostituyen para hacer un hueco en noviembre. Pero otros deportes también se dejan: Arabia Saudí organizará unos JJ.OO. de invierno en 2029 y el mismo país ha organizado un circuito mundial de golf regalando millones.

Todo lo que está mal en el Mundo

Con todo, que Qatar se haya comprado el Mundial de fútbol y Arabia Saudí unos cuantos deportes más es solo la punta del iceberg. El problema es cuánto depende el planeta de sátrapas y dictadores que han logrado hacerse los dueños (no sin violencia) de las materias primas que el resto del mundo necesita. Y que no sean sistemas democráticos salvo excepciones no es una casualidad. Pero los gobiernos consienten y ceden terreno. Xi Jinping fue el más buscado en Bali junto a Biden. Y los únicos que blanquearán a Qatar tal y como Qatar pretende son quienes se sienten en los palcos. Eso es lo intolerable y boicoteable.

No necesito tu permiso

La mayoría de quienes piden un boicot al Mundial de Qatar no habrían visto ningún partido de haberse celebrado cuando tocaba y en un país democrático. Son como quienes señalan a los aficionados que salen del estadio cinco minutos antes de que el árbitro termine el partido un martes a las once de la noche (en jornada adelantada por un Mundial extemporáneo). No necesito el permiso de nadie para ver fútbol, ni para irme si quiero (que no me he ido nunca). La altura moral de quienes planean boicots culturales o deportivos ya la conocemos, y podemos asegurar que no es tanta como ellas y ellos creen.

Hablemos de fútbol

Me reservo este último párrafo para hablar solo de fútbol, como propone Borja Pardo en su hilo en Twitter: Mbappé, Cristiano Ronaldo, Messi o Neymar son los nombres propios a seguir. ¿Qué harán? ¿Hasta dónde llegarán? ¿Cómo se despedirán de los mundiales el portugués y el argentino? En lo local, Iñaki Williams en la selección de Ghana es para mí uno de los mejores reclamos de la competición. Y no hay que perder de vista a los arbitrajes, especialmente cuando juegue Qatar, cuyo país no ha comprado el Mundial para ver a su selección goleada en los tres partidos de la liguilla. ¡Qué ruede el balón!