Sinvergüenzas

Ya sé que no se puede pedir mucho a un veinteañero inmensamente rico al que, además, jeques, entrenadores y directores deportivos le han entregado las llaves de la caja fuerte y del club en su totalidad, pero me resulta injustificable e intolerable la risa exagerada de Mbappé y su entrenador, Christophe Galtier (que no es un veinteañero ni un millonario precoz y consentido, o no debería), ante la pregunta de un periodista sobre por qué no viajan en tren de alta velocidad (dos horas de trayecto en un transporte sostenible) en vez de en el jet privado para ir a un partido. Nosotros separamos la basura para que ellos contaminen.

Correcto

Me parece bien que las y los diputados en Madrid, de la misma manera que las y los parlamentarios en Gasteiz o Iruña, tengan móviles de última generación comprados por sus respectivas cámaras. Son su herramienta de trabajo, no solo porque se dedican a hablar y negociar ejerciendo de nuestros representantes, también porque hoy, cada vez más, su actividad en Instagram, Twitter o Facebook forma parte de su trabajo (no siempre de la manera correcta, pero allá ellos). Lo que no me parece bien es que haya periodistas que intentan deslegitimar el difícil oficio de representarnos.

Incorrecto

Que las y los diputados, y sus asesoras y asesores, estrenan móvil con nuestro dinero me parece menos importante que los 74 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus que han sido adquiridas pese a que el 93% de la población en España tiene la pauta completa, según Nius. ¿Quién ha impuesto un sobrecoste semejante? ¿Por qué? ¿Y no pueden aprovechar en otras partes del mundo todos esos viales que salvan vidas? ¿Por qué no lo están haciendo ya? ¿Cuántas vacunas de más se almacenan en otros países de la Unión después de la compra centralizada que, con buena lógica, impuso el organismo supranacional?

El caos

Estoy completamente de acuerdo con Pere Aragonès cuando dice: “No tendría sentido ir a una manifestación en contra del Govern que presido” (El Nacional). Lo que no alcanzo a entender, y solo nos separan unos pocos kilómetros, es cómo la Diada de este año está adquiriendo este carácter antisistema. ¿Igual tiene que ver con el giro hacia el autonomismo de ERC que esperábamos todos (también Otegi cuando ponía a sus socios de ejemplo soberanista) si tocaba gobierno? ¿Igual tiene que ver con cómo se ha cebado el ánimo de una población cuyo anhelo se ha frustrado salvajemente después? Qué jolgorio tiene que haber en Madrid…

El momento de los gilipollas

Desprecio a la sostenibilidad, periodistas amarillistas, derroche de las instituciones europeas y tragicomedia independentista. Solo falta una contradicción de Echenique y una manifestación feminista para montar la tertulia definitiva entre influencers que empezaron hablando de videojuegos o criptomonedas y ahora ocupan horas de emisión en Internet o televisión. Sobre esta tribu Daniel Méndez ha escrito en Twitter un hilo estupendo: “Lo realmente preocupante es que la sociedad española no tenga la capacidad crítica para entender que la opinión de una persona que no tiene ni puta idea sobre algo no debería ser tomada en cuenta”.

Sí, son fachas

Una vez más, estoy totalmente de acuerdo con un tuit de Alberto Elías. Este: “Qué cansinez la peña que todavía sigue con el rollito de que la gente vota a Vox por desconocimiento y que hay que desenmascararlos para que pierdan votos. Que ya llevan años desenmascarados. Que la gente es facha y le gusta votar cosas fachas, acéptalo ya”. Esta noche veremos que en Andalucía hay mucha gente a la que le gusta votar a fachas. En Euskadi veremos que ese tipo de gente, seguramente, también vaya a más. En España ya lo hemos visto, claramente. Y votan a los fachas sabiendo ya sin dudas en qué partido están.

Y multan a quien no corresponde

Por suerte, ya son pocos los representantes de Podemos que claman al cielo ante una nueva aplicación de la conocida como “ley mordaza” que aseguraron que derogarían cuando llegasen al consejo de ministros y ministras, y ahí sigue. Algunos votantes y simpatizantes siguen haciéndolo, pero es que ellos pueden. Porque ha vuelto a pasar: el fotógrafo Javier Bauluz ha sido multado finalmente con 1.000 € por sacar fotos de la llegada de migrantes a Canarias en el año 2020, después de que la Policía Nacional le desalojara del puerto. Como recuerdan en Photolari, en 1995, junto a sus compañeros de AP, Bauluz recibió un premio Pulitzer.

Que cunda el ejemplo

No me contradigo cuando reclamo la derogación de la “ley mordaza”, especialmente por su aplicación sobre periodistas y fotógrafas o fotógrafos, y al mismo tiempo pido que cunda el ejemplo que tuitea Antonio Ortiz: “Japón hace que los ‘insultos en internet’ se castiguen con un año de cárcel a raíz de la muerte (suicidio) de la participante en un reality show. Algo así supondría el fin de Twitter, de los comentarios futbolísticos argentinos y de los boomers de derechas en internet en España”. Ortiz, buen conocedor de la jungla de Internet, acaba con sarcasmo, pero él percibe el odio con el que convivimos y que no puede traer nada bueno.

¿El dinero no lo es todo?

Quien asegura que el dinero no lo es todo no suele tener problemas de dinero. No los tiene, por ejemplo, Jon Rahm, pero su fortuna (ganada con el sudor de su propia frente) no le deslegitima cuando afirma que él no se subirá al barco de los saudíes, que han decidido volar por los aires también el circuito de golf. Un chico de Barrika que está entre los mejores jugadores de golf del mundo ha sido el que ha hablado más claro: cuando ganas suficiente dinero el doble, realmente, no te soluciona la vida (si ya la tienes solucionada), y el prestigio, la historia, ser parte de la cadena, de algo importante, sí suma. Y así tiene que ser.

No es el PC Fútbol

Mbappé es muy joven para haber jugado al PC Fútbol y yo soy muy viejo jugar a esos juegos en los que se coleccionan cromos virtuales de futbolistas que se pagan con dinero de verdad. Ambos pasatiempos me valen: el delantero del PSG que rechazó al Real Madrid está sufriendo, según cuentan en El Confidencial, lo difícil que es confeccionar una plantilla de verdad. Resulta que los jeques le dejaron diseñar el equipo y, claro, ahora tiene que señalar a los compañeros que sobran en un vestuario en el que hay 38 futbolistas. Jugadores con contratos hinchadísimos que no renunciarán fácilmente a los millones, además.

«¿De qué?»

“Me llena de orgullo y satisfacción”, “¿por qué no te callas?”, “lo siento, me he equivocado, no volverá a suceder” y “¿explicaciones? ¿De qué?”. Este es el póker de frases para la historia, de momento, Juan Carlos I, El Campechano. Un rey que reinó porque chantajeó al estado con la designación de Franco, que puso de acuerdo a PSOE y PP para adquirir la condición de emérito, que se fue a vivir a Abu Dhabi hasta que no le quedaran cuentas con la justicia aunque fuese por cuestiones de forma, que tiene una causa abierta en el Reino Unido por el dinero que dio y reclamó a su amiga Corinna. “¿Explicaciones? ¿De qué?”. Pues tiene dónde elegir.

Enemiga hasta de ella misma

En su empeño por librar todas las batallas, Isabel Díaz Ayuso va a acabar siendo su peor enemiga. Lo que ha sido capaz de decir después de ser nombrada presidenta del PP sobre las mujeres es bastante peligroso no solo porque da alas a los agresores, también porque rompe un consenso para alegría de Vox y otros antisistema, alcanzado con esfuerzo: “Ayuso carga contra el feminismo del Gobierno: ‘Su forma de ver la vida propia de malcriadas que aspiran a llegar solas y borrachas, desprovistas de responsabilidades ni siquiera ante sus peores decisiones, nos abochorna a la mayoría de las mujeres’” (El Huffington Post).

Pero amiga de la hostelería

Isabel Díaz Ayuso fue muy hábil en la defensa de una idea sencilla durante la campaña: su posición era la de la defensa de la libertad entendida esta como el derecho individual de cada persona a hacer lo que le da la gana. Es decir: la libertad del hostelero para abrir, la del consumidor para ponerse Lacasito, pero no la del residente para dormir: “Pilar, vecina de la madrileña calle Ponzano, cuenta que el ruido es ‘insoportable de jueves a domingo’. Como ella, son muchos los que no pueden dormir por el jaleo de las terrazas, por lo que se han organizado para poner coto a los abusos” (El País en Twitter).

Un Madrid sin Mbappé

La capital de España ha perdido la oportunidad de convertirse en la ciudad de otro millonario: Kylian Mbappé renueva con el PSG y deja con las ganas al Real Madrid. El equipo de Florentino Pérez tendrá que pensar en un nuevo refuerzo, y la prensa deportiva madrileña, la gran derrotada al final del culebrón, tiene que pensar también en qué papel ha jugado y por qué: “El caso Mbappé debería hacer reflexionar al periodismo futbolístico español que ha montado durante años una burbuja rentable para la audiencia pero letal para la credibilidad. Aunque ya no sé si la credibilidad le importa mucho al periodismo”, tuiteaba Juan Pedro Valentín.

Campeones en todo

Sí, el final de temporada de nuestros equipos (desigual y con el Eibar todavía a un paso de Primera), las elecciones en el Athletic o el fichaje frustrado del jugador mejor pagado del mundo, acaparan nuestra atención y nos impiden ver otras disciplinas u otros logros importantes, como la Copa que ha traído a Bilbao el Bidaideak BSR, el equipo de baloncesto en silla de ruedas que ha hecho un curso estupendo refrendado de la mejor manera en deporte: con un trofeo. Un logro que no solo es deportivo, es también vital para un equipo que lucha por su visibilidad social. Una victoria de la que tenemos que alegrarnos todas y todos.

Lección 1. La prensa

Al final, Mbappé no ha fichado por el Real Madrid. ¿Cómo ha podido suceder? Haremos nuestras cábalas y desarrollaremos teorías propias porque de la prensa especializada en el Real Madrid poco se puede esperar, desgraciadamente (y esto es un borrón en la cuenta de todos los periodistas, sin excepción): han sido portavoces de Florentino Pérez (ya ni siquiera de la institución), al que han alabado empalagosamente, han creado villanos (el emir y Al-Khelaïfi), y han glosado la figura del jugador acentuando su supuesto madridismo. Después de un fracaso semejante toca hacer autocrítica o, por lo menos, crítica.

Lección 2. Los negocios

Entre los muchos piropos que ha recibido esta semana Florentino Pérez se repite el de gran negociador. Un negociador tan bueno que empezó ofreciendo 160 millones de euros y una fecha límite y ha acabado poniendo 200, según esos mismos periodistas, a última hora del mercado de fichajes. ¿En serio eso es negociar bien? ¿En serio nadie va a reconocer que se equivocó o, cuando menos, que exageró sin darse cuenta? Pero esto no ha acabado: si el año que viene Mbappé llega libre al Real Madrid lo hará con una prima de fichaje y un sueldo anual escandalosos porque, como todo el mundo sabe, Pérez negocia muy bien.

Lección 3. La humildad

Para el Real Madrid y para el FC Barcelona este mercado de fichajes ha sido un baño de humildad: han sido la otra parte en su propio juego, han visto cómo otros se llevan a los futbolistas y han sentido el desprecio durante las negociaciones cuando el de enfrente te considera más pequeño. Esto ha dolido a directivos, aficionados y a periodistas que se dan cuenta de que ya no defienden al pez más grande, perdiendo los papeles: “En Gol acaban de decir que deberían de prohibir a un club al que le sobra la pasta como el PSG decir que no a una oferta tan elevada como la del Madrid”, tuiteaba Mikel Recalde.

Lección 4. La geopolítica

¿Por qué el PSG rechazó una oferta de hasta 200 millones por un jugador que acaba contrato al final de esta temporada? Porque el club no necesita el dinero y su propietario, el emirato catarí, prefiere tener el mejor equipo posible. Y también porque se lo permiten: parece que las reglas del famoso “fair play financiero” no son aplicables en su caso. Todo lo sucedido ha compuesto un mensaje que no podemos dejar pasar: Catar, que es una dictadura, va a hacer lo que quiera en cualquier lugar del mundo porque tiene dinero para ello, no se sujetará a normas que con aplicables al resto, y poseerá lo que le dé la gana.

Lección 5. La vergüenza torera

No debemos olvidar que este sainete de 200 millones de euros (más la ficha anual del jugador) lo ha protagonizado el mismo “héroe” que hace solo unos meses anunció en “El Chiringuito” que destrozaba las competiciones tradicionales porque una superliga era lo único que podía salvar de la ruina al suyo y al resto de clubes “ricos”. Ese es el nivel de falta de vergüenza, ese es el personaje que lo maneja todo y ahora se ha encontrado, por fin, con un antagonista más fuerte. Pero esta historia no termina: “Madrid, Barça y Juve fichan a un ‘lobby’ para ‘vender’ la Superliga a políticos, periodistas y funcionarios de la UE”, según InfoLibre.

La gestión de la expectativa

Pablo Iglesias no necesita oposición política: lo más duro a lo que va a hacer frente es a la gestión de la expectativa que él mismo ha generado. Empezamos por la legión de cargos de confianza que va a nombrar, de esos a los que antes llamaba “pesebreros”. Y seguimos por todo lo que ha prometido y a lo que tendrá que renunciar. Aunque consiga algunos logros (que serán buenos para la mayoría como la subida del SMI si la consigue), él mismo ha puesto tan alto el listón que todo va a parecer poco precisamente a quien le ha comprado el discurso. El legislativo es difícil, pero el ejecutivo aún lo es más.

Por lo menos, abandona el intrusismo

El mayor problema de Pablo Iglesias es su soberbia, la misma que usa para decir que por fin los humildes tienen un representante: él. Nunca se ha cortado en señalar, en poner apelativos (¿no es acaso “casta” desde hace tiempo?), en marcar dónde está lo correcto (lo correcto era su piso de VPO heredado en Vallecas y lo incorrecto era un chalé con piscina en Galapagar, por ejemplo) y en hacer de periodista si hacía falta. Porque los demás no valíamos. Este fin de semana Pablo Iglesias ha cerrado su ciclo La Tuerka y lo ha hecho con una entrevista suya a Zapatero. YouTube está bien, pero ser ministro es otro rollo, claro.

No como otras

Con un regate que pasará a la historia de la vergüenza ajena, el Colegio de Arquitectos de Madrid se negó a posicionarse siquiera sobre las actuaciones de Rocío Monasterio como arquitecta antes de acabar la carrera porque, claro, como no era colegiada entonces no les competía. Pero “el concejal y arquitecto de Más Madrid, José Manuel Calvo” (Público) ha insistido hasta lograr que el Colegio salga de la mazmorra de la cara dura y se mueva. De momento, lo primero que ha hecho es pedir a la de Vox que se defienda de las acusaciones. ¿Quién les protege? Y lo más preocupante: ¿por qué?

Cambio de ciclo

Después del fin de semana copero y supercopero patrocinado por Arabia Saudí, seguiremos hablando de fútbol. Pero aunque parezca repetitivo me temo que será necesario afinar el oído porque estamos en pleno cambio de ciclo: la lista de los jugadores más valiosos de 2019 contiene un montón de nombres que no son los de los últimos años. De los veteranos solo se mantienen Kane, Messi y Griezmann. Ahora brillan los Mbappé, Sterling, Salah, Sancho, Mané, Rashford o Martínez. Jugadores cuyos nombres nos suenan pero que no nos resultan tan familiares como los Ronaldo, Ibrahimovic, Lewandowski o Agüero.

Y de disciplina

Antes o después reconoceremos a las nuevas estrellas del fútbol, pero no estoy tan seguro de que seamos capaces de hacernos con los nombres de las nuevas grandes estrellas del deporte capaces de recibir cheques en blanco antes de que les salga la barba: me refiero a los jugadores de eSports y, en concreto, a Lee Sang-hyeok. Este surcoreano, más conocido como “Faker”, jugador de “League of Legends”, ha admitido recientemente que recibió una oferta de 10 millones de dólares al año para jugar en un equipo chino y que otro estadounidense llegó a proponerle que pusiera él la cifra por sus servicios.