Las dos Euskadis

Hay una Euskadi realista y una Euskadi onírica. Siempre ha sido así: quienes forman la primera optaron por hablar y quienes forman la segunda, por la violencia. Los primeros optaron por la realpolitik y los segundos, por llegar tarde a todo. La primera opta por gestionar y la segunda, por enfangarlo todo hasta que gobierne. Y hasta que lo logren, si es que lo consiguen, todo será barro. Imanol Lasa denuncia en Twitter que nadie de Bildu dará un paso atrás después de las falsas acusaciones en el caso Bidegi: “Aniquilar al adversario político utilizando para ello documentos falsos e instituciones es un hecho grave que exige responsabilidades”.

Si quieres ir, vas

Lo del chef José Andrés es admirable: ya se ha puesto en marcha para que su ONG, especializada en asegurar que las personas afectadas por tragedias puedan comer, esté presente en Marruecos. Mohamed VI, de esta manera, tendrá que impedir su paso o echarla de esas zonas en las que las y los marroquís no tienen nada que echarse a la boca, con lo que cubrirse o con lo que intentar rescatar a sus familiares bajo los escombros. Ya sé que la política importa y que la diplomacia asegura el futuro, pero también sé que ante la emergencia y la inacción lo que hace el cocinero asturiano resulta significativamente extraordinario.

¿Qué tienen en la cabeza?

En la esquina contraria a la del chef José Andrés, en la de las personas despreciables, encontramos a quienes han fomentado el odio al diferente y a quienes se han prestado a exhibirlo manifestándose contra las y los políticos nacionalistas catalanes durante la concentración en Barcelona de apoyo al pueblo marroquí que ha sufrido un terremoto que ha acabado con la vida de más de dos mil personas. ¿Qué tienen en la cabeza quienes rezuman tanto odio y muestran una falta de empatía tan enorme? ¿Qué tienen en el alma quienes les animan y promueven asaltos a los valores humanos como los que hemos visto?

Una Diada con menos tensión

Era fácil rebajar la tensión de la Diada del año pasado, pero esta tampoco ha estado libre de improperios: en la víspera, en el Fossar de les Moreres, ante el paso de consellers y diputados en Madrid de ERC, “una parte del público ha proferido gritos de ‘botiflers’, ‘traidores’ y ‘españoles’, además de fuertes pitidos” (El Nacional). En política, la gestión de la expectativa es importantísima, y las y los republicanos, desde el principio, lo hicieron mal: dejaron que Junts hinchase un globo ingobernable y Rufián evitó que Puigdemont lo pinchara. Ahora les llega a ellos en el gobierno (lo que siempre quisieron, realmente) y no pueden controlarlo.

No se entera de nada

Luis Rubiales ha demostrado que no sabe lo que le está pasando, que su machismo es tan profundo que donde las y los demás vemos un abuso injustificable, él solo ve un capítulo más de la caza de brujas que sufre. Su despedida, anunciando una dimisión que, de facto, ya le han hecho, es solo la última prueba de su mirada corta. Una visión corta con la que se ha hecho millonario y ha obtenido el favor del gobierno español hasta que la situación se ha vuelto insostenible. Los “poderes fácticos” a los que alude en su carta son solo sus capacidades limitadas para distinguir lo que está bien de lo que está mal.

Es indecente

Es indecente, y así debemos señalarlo, que un digital serio como República trate la posible entrada de la ultraderecha en el gobierno español con normalidad: “El PP lograría entre 147 y 151 diputados y podría tener una mayoría holgada con Vox”. No lo hace solo este medio y no es exclusivo de los que se leen únicamente on-line. Todo intento de blanqueo o normalización de lo peor que le ha pasado a la humanidad, la ultraderecha, debe ser denunciado y tratado como merece. No hay otra opción. Y quien crea que sí la hay se retrata como colaboracionista y, por supuesto, persona, empresa o institución que se siente cómoda con el fascismo.

Es su Diada y su Procés

Después de lo fracturado que ha llegado el bloque que fue independentista en Catalunya (ahora ERC es autonomista y en Madrid, de la mano de Bildu, muy, muy posibilista), las 150.000 personas que se juntaron para celebrar la Diada dieron una muestra clara, sobre todo, de que su realidad es particular. Y pese a que muchos, especialmente desde la izquierda abertzale, han intentado asimilar el Procés con nuestro proceso independentista, más lento y con mucho más terrorismo, este 11 de septiembre ha quedado claro que no es posible. Su camino (que iniciaron solos a petición de los propios catalanes) es solo suyo.

La derecha no tiene plan

Estoy de acuerdo con Cristina Monge en que resulta “un serio problema” (Público) que la derecha no tenga “un plan”. Los partidos conservadores en Europa y el mundo, es evidente, se han dejado comer la tostada por la extrema derecha, no han sabido combatirla. Y ahora son rehenes del argumentario ultra, se ven obligados a hacer un populismo con el que no se sienten cómodos y a abrazar un neo-neoliberalismo que parece tener como fin último el colapso de nuestra civilización. La derecha, sin duda, necesita un plan, una reflexión y un liderazgo que señale, sin dudar, a la ultraderecha como el mayor enemigo.

Rusia y su propaganda

No nací ayer: no tengo pruebas (de momento) pero tampoco dudas de que Ucrania ha contado con apoyo de la inteligencia europea y/o estadounidense para lanzar su exitoso contrataque. Pero de ahí a lo que está diciendo la propaganda rusa y exponen en Nexta (un medio que ha hecho un seguimiento de la invasión inclinado hacia el invadido pero con bastante fidelidad a hechos que después de han confirmado), hay un trecho. Según un canal de Telegram que difunde lo que conviene al Kremlin, hay militares de la OTAN, rubios y negros, combatiendo al ejército ruso. Esto es muy sencillo: cada uno decide con qué mierda quedarse.

Solo se ha muerto una reina

Viví con interés la información que iba surgiendo el día que se murió Isabel II: me resultó interesante conocer los nombres de las diferentes operaciones para asegurar la sucesión y me sorprendí con que Carlos fuera nombrado Rey. La segunda jornada de información la seguí, ya, con resignación menesiana. A partir de la tercera me cuesta entender qué interés tiene ver un coche fúnebre atravesando media Gran Bretaña (de hecho, no entiendo el paseo real del cuerpo). Solo se ha muerto una reina, no podemos olvidarlo, la que más tiempo ha encarnado ese anacronismo, es cierto, pero paso ya de avivar el interés por las coronas.

«Puigdemont llama»

Hoy Catalunya celebra, o todo lo contrario, la Diada más estrambótica de los últimos años. Desde luego, la más extravagante desde que comenzó el Procés. Las declaraciones de Puigdemont que recogen en El Nacional no ayudan a calmar las aguas, precisamente: “Acusa a ERC de ‘deshacer en la Moncloa lo que hicimos juntos’”. El autonomismo de ERC y el seguidismo de ERC y Bildu a PSOE y Podemos son clamorosos. Amagan mucho y, además, encajan el golpe: perfecto para los españoles. Pero quien sea capaz de verlo tiene que reconocer que Puigdemont eligió ser factor de desestabilización en todo momento y lugar.

“Toni Cantó ficha”

Toni Cantó ha decidido reinventarse una vez más: de actor a diputado de UPYD, de diputado de UPYD a diputado de Ciudadanos, de diputado a cabeza de lista en la Comunidad Valenciana, de parlamentario en aquella autonomía a invitado en los actos del PP en las elecciones a la de Madrid, de invitado de Díaz Ayuso a director de la Oficina autonómica del Español, y de ahí a presentador estrella de 7NN, la cadena de televisión más afín a la extrema derecha que hay en España (que ya es decir). Creo que reinventarse es bueno, pero estoy seguro de que los políticos que tienen muchas vidas acaban oliendo a muerto.

Sí, hay un modelo de negocio

Es fácil pensar que 7NN se inspira en el modelo de Fox, la cadena de televisión en la que se apoyó Trump y que es un bastión de la extrema derecha en EE.UU., aunque no creo que quienes ponen la pasta a Toni Cantó a modo de zanahoria se les escape que el modelo de negocio es sustancialmente diferente. Antes de que conociéramos el último paso del político, presentador y, casi, mocatriz (modelo, cantante y actriz), Roger Senserrich había escrito un post sobre cómo Fox mantenía una audiencia muy fiel y, con ella, una rentabilidad mayor (vía cable) que su competencia, más progresista e incluso con mejores contenidos.

Y aquí, también

La cantidad de información errónea o falsa que hay y la compulsividad con la que accedemos a Internet, vía móvil y con el entrenamiento previo al que nos someten las redes sociales, también posibilita que teorías ridículas se expandan hasta el pasmo. “El cañoneo de estímulos implica tener el motor del cerebro siempre encendido, lo cual conlleva serias consecuencias sobre la salud mental y física”. “La hiperconectividad es el gran agujero negro por donde se escapa nuestro tiempo y nuestra salud”, avisan en el reportaje de El Periódico de España titulado de este modo tan gráfico: “Abrasados por el móvil”.

Da igual lo listo que seas

Da igual lo listo que seas, o que creas que eres, que esta recesión te va a pillar a menos que no seas uno de esos ultramillonarios a los que todo les da igual y son el cáncer a extirpar de nuestra civilización. Si te compraste un Tesla por Elon Musk, o a pesar de él, y porque así no te afectaba la subida de los combustibles ni los impuestos, hay malas noticias para ti: “Así se ha desvanecido la ventaja del coche eléctrico con la subida de la electricidad” explican en El Blog Salmón. Pero cualquiera con dos dedos de frente tiene que concluir que si todos los vehículos pasan a ser eléctricos esta energía se convertirá, en precio y acceso, en el nuevo petróleo.

Sinvergüenzas

Ya sé que no se puede pedir mucho a un veinteañero inmensamente rico al que, además, jeques, entrenadores y directores deportivos le han entregado las llaves de la caja fuerte y del club en su totalidad, pero me resulta injustificable e intolerable la risa exagerada de Mbappé y su entrenador, Christophe Galtier (que no es un veinteañero ni un millonario precoz y consentido, o no debería), ante la pregunta de un periodista sobre por qué no viajan en tren de alta velocidad (dos horas de trayecto en un transporte sostenible) en vez de en el jet privado para ir a un partido. Nosotros separamos la basura para que ellos contaminen.

Correcto

Me parece bien que las y los diputados en Madrid, de la misma manera que las y los parlamentarios en Gasteiz o Iruña, tengan móviles de última generación comprados por sus respectivas cámaras. Son su herramienta de trabajo, no solo porque se dedican a hablar y negociar ejerciendo de nuestros representantes, también porque hoy, cada vez más, su actividad en Instagram, Twitter o Facebook forma parte de su trabajo (no siempre de la manera correcta, pero allá ellos). Lo que no me parece bien es que haya periodistas que intentan deslegitimar el difícil oficio de representarnos.

Incorrecto

Que las y los diputados, y sus asesoras y asesores, estrenan móvil con nuestro dinero me parece menos importante que los 74 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus que han sido adquiridas pese a que el 93% de la población en España tiene la pauta completa, según Nius. ¿Quién ha impuesto un sobrecoste semejante? ¿Por qué? ¿Y no pueden aprovechar en otras partes del mundo todos esos viales que salvan vidas? ¿Por qué no lo están haciendo ya? ¿Cuántas vacunas de más se almacenan en otros países de la Unión después de la compra centralizada que, con buena lógica, impuso el organismo supranacional?

El caos

Estoy completamente de acuerdo con Pere Aragonès cuando dice: “No tendría sentido ir a una manifestación en contra del Govern que presido” (El Nacional). Lo que no alcanzo a entender, y solo nos separan unos pocos kilómetros, es cómo la Diada de este año está adquiriendo este carácter antisistema. ¿Igual tiene que ver con el giro hacia el autonomismo de ERC que esperábamos todos (también Otegi cuando ponía a sus socios de ejemplo soberanista) si tocaba gobierno? ¿Igual tiene que ver con cómo se ha cebado el ánimo de una población cuyo anhelo se ha frustrado salvajemente después? Qué jolgorio tiene que haber en Madrid…

El momento de los gilipollas

Desprecio a la sostenibilidad, periodistas amarillistas, derroche de las instituciones europeas y tragicomedia independentista. Solo falta una contradicción de Echenique y una manifestación feminista para montar la tertulia definitiva entre influencers que empezaron hablando de videojuegos o criptomonedas y ahora ocupan horas de emisión en Internet o televisión. Sobre esta tribu Daniel Méndez ha escrito en Twitter un hilo estupendo: “Lo realmente preocupante es que la sociedad española no tenga la capacidad crítica para entender que la opinión de una persona que no tiene ni puta idea sobre algo no debería ser tomada en cuenta”.

Lo que no expresa

Cuando Núñez Feijóo expresa que “Sánchez quiere ocupar el espacio electoral de Podemos” (El Independiente) lo que también dice es que él mismo pretende ocupar el espacio electoral de Vox. España, al final, se divide en los mismos bloques de los últimos siglos, casi nada ha cambiado. A un lado, los fascistas y sus colaboradores necesarios. Al otro, la izquierda intransigente y un grupo de que no se ubica ni en un espacio ni en otro y que pretende parecer progresista pero no tanto que dé miedo. Y así hemos llegado a 2022, ahora se llaman Vox, PP, Podemos y PSOE pero, realmente, ¿importan algo los nombres?

6.700 millonarios más en España

Para ser millonario hoy en España no hace falta ser hijo o nieto de quienes se apropiaron de lo que perdían las familias de los represaliados, no hace falta ser neoliberal, o socialdemócrata acomplejado, ni es incompatible ser millonario y seguidor de Pablo Iglesias: solo en 2020, según El Periódico de España, “el número de millonarios creció en más de 6.700”. No solo son más, es que ganaron más: “En paralelo a un incremento de sus propiedades hasta máximos históricos”. Respecto a quienes tienen más de seis millones de euros “en la última década, este privilegiado grupo de población aumentó un 26% y sus propiedades se duplicaron”.

Isabel de Tabarnia

A Isabel Díaz Ayuso no le ha importado ser un friki más en el desfile que hicieron Juan Carlos Girauta, Tomás Guasch, Javier Cárdenas, José Ortega Cano, Carmen Lomana o Ramón Arcusa (el del Dúo Dinámico, sí), entre otros y otras. De hecho, de entre todos ellos, la del PP es la líder. No lo digo yo: la han elegido las y los miembros de Tabarnia, ese “reino” imaginario que surgió después de que en unas elecciones catalanas apareciese una región que no voto mayoritariamente nacionalista. Aquello duró un suspiro salvo para quien necesita inventarse algo con lo que le hagan caso. Y su presidenta es Díaz Ayuso.

Mientras tanto, en Catalunya…

Las y los taberneses, precisamente, estarán encantados con lo que está pasando con la Diada este año. Bernat Dedéu en El Nacional lo describe con su habitual tono irreverente: “Tanto Esquerra como Convergència están comprando el marco mental español habitual en cualquier Diada”. “La carrera del autonomismo indepe busca simplemente comprar el marco mental del parlamentarismo español, desacreditar cualquier movilización independentista como un ejemplo de exclusión de la ciudadanía normal y tranquila”. Una carrera que lidera Esquerra, nada menos que el partido aliado de Bildu en Madrid.

Bruselas bolchevique

“Bruselas propone introducir un tope al gas ruso y recortar los ingresos de las energéticas” (República). Esto es intervencionismo puro y duro, límite de gasto y, por extensión, de ingresos, y bloqueo real a la oligarquía rusa que se enriqueció de manera infame con el permiso de Putin. Bruselas, entendida como la capital política de Europa, es hoy más bolchevique y antiliberal que nunca. No hay otra opción que parar los pies a los partidos que basan su oposición en que cada uno haga lo que quiera y al poder del Este del que dependemos, no es menos cierto, por culpa de Bruselas. Puede que sea tarde, pero es bueno.