«This is Gaza»

La responsable del departamento legal de la UNRWA, la agencia de la ONU para asuntos palestinos, mostraba hace unos días en X lo que es Gaza hoy. El vídeo es desde un coche, con el móvil, directo y crudo. Philippa Greer habla de “destrucción por todas las partes” de miles de vidas que han sido vividas en una ciudad que hoy el gobierno y el ejercito israelíes han reducido a escombros. ¿Para qué? La verdad es que ya no importa el motivo, pero sí importa que lo paguen: esta atrocidad no puede quedar sin respuesta. Cada denuncia pública, como la de Greer, debe servir para que la exigencia de justicia inmediata sea mayor cada día.

Ya lo arreglará quien venga

Nada es comparable a la destrucción ordenada por Netanyahu sobre Gaza, y cualquier cosa que escriba después de volver el vídeo de Philippa Greer me va a parecer irrelevante, sin embargo, esto en Vozpópuli de lo que apenas se habla es tan importante como grave: “El Gobierno (español) ha pagado 8.400 millones en cuatro meses sólo en intereses de la deuda”. (Vozpópuli) ¿Y luego, qué? Pero dejar un marrón a quien venga no es algo exclusivo de PSOE y Sumar: “El 80% de las comunidades autónomas se saltan el límite de deuda que marca la ley”. Solo cumplimos, significativamente, Euskadi, Nafarroa, Madrid y Canarias.

Nos importa una mierda

Lo de Gaza nos mueve, sí, pero, vaya, qué lejos nos pilla. Y lo de la deuda pública nos parece un tema que no tiene por qué afectarnos: ya nos quejaremos de los ajustes, montaremos huelgas y abrazaremos populismos. Otra vez. Lo cierto es que nos importa todo una mierda: “Cuatro de cada diez personas evita frecuentemente las noticias, mientras que en España el desapego sube ocho puntos respecto a 2023” (Reuters). La ciudadanía se queja de “fatiga informativa” y la combate pasando de todo en vez de filtrando fuentes y atendiendo solo a aquellos medios en los que confía. Pero en la profesión tendremos que hacer también autocrítica, ¿no?

La política de la subasta

De que la política española haya parecido una subasta durante décadas y haya acabado siéndolo solo tienen culpa PSOE y PP que, alternativamente, negociaban con el PNV y el espacio de Convergencia el cumplimiento de la ley (lo que es el Estatuto), y criticaban que lo hiciera el otro. Al final, de tanto parecer una subasta el mercadeo español, y de incorporarse actores a estas negociaciones de lo que ya nos correspondía (ERC y, finalmente, Bildu) ha acabado siéndolo: “Compromís advierte al PSOE de que retirará su apoyo si hay financiación singular para Cataluña y no para Valencia” (Electomanía). Ahora, que lo gestionen.

No es política

He defendido a Mbappé por sus declaraciones sobre los extremos y a Unai Simón porque no tiene nada que demostrar de su altura deportiva y humana a estas alturas. Lo que no voy a defender es argumentos como este: “Mbappé tiene que entender ha fichado por el Real Madrid, que es un club universal, plural y apolítico, al contrario que clubes como el independentista Barcelona o el club estado de Catar. Aquí no se viene a meterse en temas políticos, por muy buena intención que tenga…” (Dani en X). Mbappé no se metió en ningún tema político: estar en contra de todos los fascismos es un deber humano.

«Un ciclo» es una bicicleta

“Un ciclo” puede utilizarse para tantas cosas que hasta puede ser sinónimo de bicicleta y, en boca de Pello Otxandiano, “un ciclo político” (Electomanía) son 40 años de asesinatos por pensar diferente en nombre de un pueblo que exigía paz. Es decir: fascismo con todas sus letras. ETA fue fascismo y quienes formaron parte de ella, la defendieron o la defienden son fascistas. Y quienes colaboran en la “operación blanqueamiento” son eso: colaboracionistas. Reducir a las víctimas y su dolor, y a los victimarios y los que se aprietan para que les coja su sombra, en “un ciclo político” es ofensivo.  Y no entro ni a discutirlo.

Tienen derecho a no ponerse de acuerdo

Sumar y Podemos no tienen por qué ir juntos a ningún lado. Es evidente: son dos partidos distintos que ocupan el mismo espacio pero no pueden cohabitar. Y no pueden hacerlo porque Yolanda Díaz ha querido “matar al padre” pero ese muerto está muy vivo. Más, por lo menos, de lo que les gustaría a muchos. Y por eso ante las elecciones vascas tenemos varios escenarios: que ambos partidos se diluyan como un azucarillo para beneficio de Bildu. Que Iglesias pida el voto para los de Otxandiano y Otegi, como ha hecho para el BNG. O que Iglesias y Díaz se tomen el vasco como un pulso propio y suban las revoluciones en la izquierda.

Así, con todo

Con la cantidad de personas, especialmente en Euskadi, que hay repartiendo carnés de izquierdas, lo raro es que no me hayan dado uno aunque solo sea por error. Pero mientras en esos partidos se preocupan casi todo el tiempo de sí mismos, el resto de personas llegamos a conclusiones con facilidad: la jueza Kathaleen McCormick ha anulado el pago de más de 50.000 millones de euros de Tesla a Musk por abusivo. Y en esencia, la jueza ha tomado la decisión correcta. Me da igual los condicionantes y los contratos: cuando una persona percibe tanto dinero de una empresa que controla está cometiendo un abuso global.

Ojalá lo pague

Como tengo ojos en la cara, también he visto y he podido opinar sobre las declaraciones de Xavi Hernández del pasado fin de semana. El victimismo del entrenador, intentando que creamos que hay un complot contra su equipo resulta, sencillamente, indignante. Hay una frase que me parece especialmente desacertada y la destacan en Iusport: “El Barça está pagando lo del caso Negreira”. No lo está haciendo y, por desgracia, no creo que nunca lo haga, porque si el Barça resulta condenado por soltar dinero para ganarse el favor de los árbitros un descenso de categoría sería lo mínimo que podía pagar.

Un poco más mudos

Siempre he creído, y lo he dicho cuando he tenido oportunidad, que República era un digital infravalorado. Me resultaba muy cómodo leerlo porque solían enfocar con acierto los temas, sin caer en el populismo y buscando puntos de vista no necesariamente objetivos pero sí bastante razonables. Así que su cierre es, como en el caso de casi todos los medios, una mala noticia. Su paso a negro (o blanco, que es como queda su web ahora) deja el universo de medios digitales un poco más polarizado, y para quienes los consultamos a diario resulta un poco más dura su lectura sin una voz un pelín más centrada.

Yo sí que me pregunto

Spotify ha dado a conocer cuáles han sido las canciones más escuchadas este verano: en España, el “bizarrap” de Quevedo (una canción enciclopédica que recoge todo lo que funciona en las demás) y tres canciones de Bad Bunny, la más destacada, esa en la que Tití le pregunta si tiene muchas novias, muchas novias. No es que yo no entienda nada: las canciones más escuchadas en el mundo no tienen nada que ver: “As It Was”, de Harry Styles, es un temazo. Y la segunda es una canción de 1985 que se ha puesto de moda gracias a Stranger Things: “Running Up That Hill”. Luego vuelven a aparecer las de Bud Bunny y Quevedo.

Esta es una respuesta

¿Cuántos de aquellos que ganaron dinero con las criptomonedas consiguieron capitalizarlo? ¿Cuántos de los que vieron subir su inversión sacaron a tiempo sus ganancias y cuántos vieron cómo todo se volatilizaba, hasta su capital inicial? Los que se han llevado pasta al bolsillo son pocos, según Magnet: “El 77% de inversores de criptomonedas dicen haber perdido o haberse quedado igual desde que metieron su dinero en estos activos”. Este porcentaje es tan alto por la debacle de la inversión: “El valor de las criptomonedas ha bajado alrededor de 2 billones desde que alcanzó su punto máximo a finales del año pasado”.

Un peligro público

Después de varios días de rumores, dudas y, cómo no, desinformación, podemos confirmar que Donald Trump escondía en su residencia de Mar-a-Lago documentos “con la leyenda ‘secreto’ y ‘alto secreto’” (Independent en Español). Lo sabemos gracias a “una presentación judicial del Departamento de Justicia” que ha “publicado las primeras imágenes de los documentos”. Por supuesto, “no hay ninguna razón para guardar legalmente esos documentos en una residencia privada sin el consentimiento y la cooperación de los Archivos Nacionales y tal vez de otras agencias, y no hay ninguna indicación de que Trump contara con ese permiso”.

Y un poco caradura

¿Y cuál es la defensa de Donald Trump? “Asegura que la documentación hallada en su casa estaba en lugar seguro” (El Periódico de España), y que la tenía porque era “algo esperable”, dado que es el expresidente. Hasta 100 documentos clasificados, según el FBI. Pero la jueza Aileen Cannon también ha respondido a esto: “El almacenamiento de esos documentos no está protegido por la figura del Privilegio Ejecutivo que le correspondería en calidad de presidente, sino que debían haber sido almacenados como manda la ley en los Archivos Nacionales”. Menos mal que Trump es blanco y rubio.

Sí, hay esperanza

Estoy convencido de que, pese a Trump y el trumpismo, hay esperanza para EE.UU., no solo porque eligieron después al equipo que forman Joe Biden y Kamala Harris. Pero hay más señales alentadoras: “Mary Peltola, la candidata demócrata al Congreso, ha hecho historia y ha logrado la victoria para su candidatura en uno de los Estados más conservadores del país” (Electomanía). Su rival no era otra que una de las más famosas republicanas, Sarah Palin. Peltola es “miembro de una comunidad de nativos” y “defiende un cambio progresista en las políticas del Estado”. Y aún así ha ganado. Insisto: hay esperanza.

Tienen 200 presos en la cárcel

La noticia de portada de El Correo de ayer es de esas que agitan la actualidad y deberían de agitar, de paso, algunas conciencias. Los 200 presos que Otegi admite tener en sus cuentas no son poca cosa: son 200 vidas (y las de muchos familiares) truncadas también por ETA y con las que juega impúdicamente quien por la mañana se coloca ante un atril y por la tarde se sienta en un sillón para hacer la misma cosa: instrumentalizar el dolor. Qué bien se tiene que vivir en el púlpito para no querer bajarse de él ni una vez. Pero la gravedad del asunto y lo que deja claro es indiscutible salvo para quien quiera seguir mintiéndose.

Gabriel, escribe otro tuit, que me he liado

Gabriel Rufián pisa Euskadi en campaña, se saca una foto bajo la Ikurrina más grande que encuentra (curiosamente, la de un Batzoki, y no la de una Herriko), lanza un par de tuits y luego se vuelve a Madrid, desde donde no se corta en darnos lecciones. Entre él y Pablo Casado, en lo que a Euskadi se refiere, no advierto yo mucha diferencia. El lunes tuvo el cuajo de escribir que depende de cómo te tomases la declaración de Aiete eres una buena o mala persona. Ahora que sabemos lo que Otegi dijo sin leer para su público, ¿qué será para Rufián una buena persona? Porque yo ando ya un poco confundido…

Una rendición sin paliativos

De la entrevista a Jonathan Powell en Eldiario.es, y de otras noticias sobre lo que pasó hace más de diez años, muchos han puesto el foco en cómo Rajoy despreció los pasos que pretendía dar ETA, pero lo que también queda claro es que los terroristas no solo se rindieron: arrastraron su rendición. Quienes nos amenazaban, quienes nos machacaban, tenían un martillo que nadie les quería comprar ni recoger, y ya no les valía para nada después de que el pueblo en cuyo nombre mataban les diese la espalda claramente. La derrota de ETA, su rendición, insisto, fue absoluta, y el desprecio, necesario.

El futuro, los peajes

Si Arnaldo Otegi y Arkaitz Rodríguez no se hubiesen venido arriba con una declaración pública insuficiente por la mañana y un encuentro con los suyos por la tarde muy elocuente, el décimo aniversario de la rendición de ETA se habría resumido en las muchas piezas retrospectivas que resultan sorprendentemente añejas a la audiencia. En el escenario presente ETA está solo porque Otegi y Casado, Rodríguez y Abascal, se empeñan en nombrarla. En el futuro, los temas son otros muy distintos: “El Gobierno confirma que el pago por uso de las autovías llegará”, tuitean con emoticonos en Electomanía. Sigue la sangría.

Queda dicho

En esta columna ya habíamos recogido el debate que asomaba en las redes sociales de algunas marcas que proponían una reducción de horas pero también de sueldo para posibilitar la semana laboral de cuatro días. El tema me chirriaba y por fin en Xataka lo explican bien: “Si bajas el sueldo no es semana laboral de cuatro días, es reducción de jornada”. Y vestirlo como un beneficio es una trampa que parece de marketing pero es de ética básica. Otro debate completamente diferente pero que también podemos abordar es el de si estamos dispuestos a ceder carga de trabajo y sueldo para ganar tiempo y vida.

Negacionistas del fascismo

Javier Durán tuitea que “se escuchan las carcajadas desde Vallecas” después de oír la respuesta de “la Delegada del Gobierno en Madrid, preguntada por qué no se disolvió la manifestación en Chueca: ‘Ahí había mayores y niños, disolverla implicaba cargar contra ellos, generar una batalla campal o un problema donde no lo había’” (Electomanía). Mercedes González tiene que revisar las imágenes o su propia concepción de lo que es un niño, una persona mayor y un nazi, porque lo que todos vimos fue un grupo de antiguos skins, pero echados a perder. Adultos con cuerpos de adultos que podían ser disueltos.

Negacionistas de la avaricia

“PP y Vox pretenden tumbar en el Congreso el recorte de beneficios a las eléctricas. El PP ha registrado una enmienda a la totalidad al decreto del Gobierno para rebajar los beneficios de las eléctricas mientras que la formación ultraderechista pide la devolución de la norma y defiende a las compañías energéticas”. El entrecomillado corresponde a un titular y un subtítulo en Eldiario.es y, sobre todo, corresponde a una posición difícil de comprender con la que está cayendo, especialmente, entre los de Pablo Casado, que conocen de primera mano (la mano que firmó) las compensaciones abusivas de la ciudadanía a las eléctricas.

Negacionistas de los proyectos personalísimos

Pablo Iglesias ha dado varias muestras estos años de que conocía tan bien a la casta porque siempre formó parte de ella. Y sigue haciéndolo: se ha incorporado a la fundación Instituto 25-M, vinculada a Podemos, como su presidente y “hará tándem con Juan Carlos Monedero para buscar proyectos, contratos y contactos en el mundo de la consultoría, según explican fuentes de Podemos”, según Vozpópuli, que asegura que “también aprovechará la marca de Podemos para afianzar su papel en el mundo audiovisual”. Quien no vea que Iglesias no se ha ido y que está creando un modelo de negocio con su marca personal también es un negacionista.

¡Negacionistas de los volcanes!

Esto sí que no lo esperaba, he de reconocerlo, pero han aparecido varios tuiteros que aseguran que la erupción del volcán en La Palma se puede provocar. ¿Cómo? Pues lanzando rayos e incluso apuntando espejos sobre el cráter para calentar la lava. ¿Con qué motivo? Pues hay varios, pero el más mencionado puede ser es el de desviar la atención de una pandemia… Que también niegan, para mayor descalabro intelectual. Por supuesto, no puede faltar la dosis de superioridad moral: todo esto lo saben porque han investigado (lo han buscado en Google) no como hace la mayoría desinformada (no como ellos, claro).

Y de la pandemia, por supuesto

Una concejala de la CUP, Teresa Sala, ha hecho pública su dimisión por el “talante totalitario” del ayuntamiento del que formaba parte, y por “la obediencia sin ningún tipo de debate con respecto a la gestión y medidas de la mal llamada pandemia”. El desencadenante habría sido el “veto unilateral” a una charla de Josep Pàmies, el famoso horticultor que recomienda (y comercializa) remedios supuestamente naturales (no lo son) contra todo tipo de males, desde el autismo al coronavirus. Con su renuncia y su modo de hacerla pública, Sala ha dejado claro cuál es su nivel… Y el de quien la promociona hasta el servicio público.